En el Evangelio de Mateo vemos que Jesús usa las parábolas
para explicar cómo funciona el Reino de Dios. En este capítulo, Jesús usa la
imagen de una boda…
(Mateo 22:1-7) Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en
parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo
fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a
las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos,
diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y
animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey,
se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su
ciudad.
Con esta parábola, Jesús sigue el tema del rechazo del
pueblo de Dios. Israel fue invitado, pero no quisieron ir. Y el rechazo fue tan
categórico, que aún mataron a los emisarios (que representan a los profetas).
(Mateo 22:8-10) Entonces
dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron
convidados no eran dignos. Id, pues, a
las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo
los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente
malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Esta parábola hace referencia al rechazo que Israel tuvo del
Mesías. Sólo un remanente lo reconoció y lo siguió. Pero este rechazo abrió la
puerta para que todos los demás pueblos pudieran ser también invitados (Romanos
11).
Pero Jesús termina la parábola haciendo una aclaración sobre
la vestimenta adecuada para la Boda del Hijo del Rey…
(Mateo 22:11-14) Y entró el rey para ver a los convidados, y vio
allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste
aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los
que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí
será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos
escogidos.
En la simbología bíblica, la vestimenta representa las
acciones justas de las personas (Apoc. 19:7-8). Este invitado llegó con sus
propias vestiduras, y no aceptó ponerse las que el Rey le ofreció. La Biblia
describe nuestra propia justicia como “trapos de inmundicia” (Isa. 64:6).
Nuestra propia justicia no es suficiente para permitirnos entrar al Reino de
Dios; pero el Señor mismo es quien nos ofrece,
por Su Gracia, las vestiduras de salvación (Isa. 61:10).
Esta parábola es muy significativa porque se rescata el tema
de la boda en cuanto a la relación de Dios con su pueblo. Este es un tema que
se repite a lo largo de la Biblia, y culmina en la descripción de la Nueva
Jerusalén descendiendo de los Cielos como una novia.
(Apocalipsis 21:2-3) Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén,
descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios
con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo
estará con ellos como su Dios.
Más estudios de este Evangelio en la pestaña: MATEO
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de MATEO
Shalom y muchas bendiciones. Buena explicación de la parábola.
ResponderEliminarMuy buena explicacion gracias
ResponderEliminarMe encanto
ResponderEliminarMuy buena explicación gracias bendiciones
EliminarMuchas Gracias, aprendí mucho para predicar.
ResponderEliminarExcelente explicacion
ResponderEliminarGloria a Dios
ResponderEliminarMuy bueno ., Dios los bendiga .
ResponderEliminarBuena explicación
ResponderEliminarComo hsgo para lavar mis vestiduras
ResponderEliminarDios les bendiga,
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