(Deuteronomio)
PESAS JUSTAS
Otro tema de justicia social en este capítulo
es el precio justo. Cuando uno va a
vender o a comprar, se debe cobrar y pagar a un precio justo. La Torá explica este principio en términos de
pesos, porque así se determinaba los precios en los tiempos bíblicos.
(Deu. 25:13-15)
No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu casa
efa grande y efa pequeño. Pesa exacta y
justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados
sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
[Nota: Efa es una medida antigua que equivale a
22 litros. Un décimo de efa es una
medida común en la Biblia, que representa el pan diario que come una persona
(Exo. 16:16,36)].
En las balanzas de los comerciantes ponían de
un lado el peso, y del otro el producto que vendía. Pero si el peso estaba falseado y no era
cabal, entonces vendían menos producto por mayor precio. Eso no sólo era robo, sino también un engaño,
y la Biblia lo clasifica como una abominación (Prov. 11:1, Lev. 19:35-36; Prov.
20:10).
(Deu. 25:16)
Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.
Dios quiere que su pueblo maneje el comercio de
una forma justo, ya sea que no se cobre de más, ni que se pague de menos. Debemos buscar siempre el precio justo.
LEY DEL LEVIRATO
En este capítulo, la Torá menciona lo que se
conoce como “la Ley del Levirato” (Levir en latin significa hermano del
esposo).
(Deu. 25:5-6)
Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no
tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado
se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. Y el primogénito que ella diere a luz
sucederá en el nombre de su hermano muerto,
para que el nombre de éste no sea borrado de Israel.
En el día de hoy esta ley nos parece
extraña. Pero trataremos de entender por
qué existe. En la cultura de la Biblia, es
muy importante perpetuar un nombre, lo cual se logra con la descendencia. Pero si un hombre muere sin haber tenido
hijos, el nombre de ese hombre desaparecerá.
En el caso que él se haya casado pero no haya tenido hijos, la mujer aún
puede darle un hijo a través de un hermano. De esta forma se perpetúa el nombre
de quien murió.
¿Qué pasa si el hermano no quiere cumplir con
este mandato? La Biblia explica…
(Deu. 25:7-10)
Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a
la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en
Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo. Entonces los ancianos de
aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare y
dijere: No quiero tomarla, se acercará entonces su cuñada a él delante de los
ancianos, y le quitará el calzado del
pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que
no quiere edificar la casa de su hermano.
Y se le dará este nombre en Israel: La casa del descalzado.
Esto fue lo que pasó con Rut…el pariente que le
tocaba redimirla no lo quiso hacer, pero finalmente lo hizo Booz (Rut 4:1-9).
CASTIGO A AMALEC
El último tema de este capítulo hace referencia
de un enemigo de Israel: Amalec.
(Deu. 25:17-18)
Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de
Egipto; de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la
retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas
cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.
Aquí Moisés trae a memoria algo que había
sucedido en el camino por el desierto cuarenta años atrás. Los amalecitas atacaron a los israelitas sin
provocación. No sólo eso, sino que lo hicieron de la forma más cobarde:
atacando a los más débiles, los jóvenes y ancianos, que venían caminando más
despacio en la retaguardia.
El propósito de recordar esto no es para
promover resentimiento sino para asegurarles que Dios hará justicia con sus
enemigos. Llegará un día en que Dios les
pedirá que eliminen a ese enemigo, y deben estar preparados para hacerlo…
(Deu. 25:19)
Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos
alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la
poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides.
Ese momento llegó en tiempos de Saúl. [Para una explicación detallada de lo
que sucedió entonces, les recomiendo
leer el estudio: I Samuel cap. 15: Obediencia, no sacrificios]
* Más lecciones de Deuteronomio: DEVARIM (Deut.)
* Clase de Biblia en audio: DEVARIM AUDIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...