jueves, 29 de octubre de 2015

DEVARIM 25:5-10, 17-19. Leyes Sociales VII

(Deuteronomio) 

PESAS JUSTAS
Otro tema de justicia social en este capítulo es el precio justo.  Cuando uno va a vender o a comprar, se debe cobrar y pagar a un precio justo.  La Torá explica este principio en términos de pesos, porque así se determinaba los precios en los tiempos bíblicos. 
(Deu. 25:13-15)  No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño.  Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. 

[Nota: Efa es una medida antigua que equivale a 22 litros.  Un décimo de efa es una medida común en la Biblia, que representa el pan diario que come una persona (Exo. 16:16,36)].

En las balanzas de los comerciantes ponían de un lado el peso, y del otro el producto que vendía.  Pero si el peso estaba falseado y no era cabal, entonces vendían menos producto por mayor precio.  Eso no sólo era robo, sino también un engaño, y la Biblia lo clasifica como una abominación (Prov. 11:1, Lev. 19:35-36; Prov. 20:10). 
(Deu. 25:16)  Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto,  y cualquiera que hace injusticia. 

Dios quiere que su pueblo maneje el comercio de una forma justo, ya sea que no se cobre de más, ni que se pague de menos.  Debemos buscar siempre el precio justo. 


LEY DEL LEVIRATO
En este capítulo, la Torá menciona lo que se conoce como “la Ley del Levirato” (Levir en latin significa hermano del esposo).
(Deu. 25:5-6)  Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco.  Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto,  para que el nombre de éste no sea borrado de Israel. 

En el día de hoy esta ley nos parece extraña.  Pero trataremos de entender por qué existe.  En la cultura de la Biblia, es muy importante perpetuar un nombre, lo cual se logra con la descendencia.  Pero si un hombre muere sin haber tenido hijos, el nombre de ese hombre desaparecerá.  En el caso que él se haya casado pero no haya tenido hijos, la mujer aún puede darle un hijo a través de un hermano. De esta forma se perpetúa el nombre de quien murió. 

¿Qué pasa si el hermano no quiere cumplir con este mandato?  La Biblia explica…
(Deu. 25:7-10)  Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo. Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare y dijere: No quiero tomarla, se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos,  y le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano.  Y se le dará este nombre en Israel: La casa del descalzado. 

Esto fue lo que pasó con Rut…el pariente que le tocaba redimirla no lo quiso hacer, pero finalmente lo hizo Booz (Rut 4:1-9).


CASTIGO A AMALEC
El último tema de este capítulo hace referencia de un enemigo de Israel: Amalec.
(Deu. 25:17-18)  Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios. 

Aquí Moisés trae a memoria algo que había sucedido en el camino por el desierto cuarenta años atrás.  Los amalecitas atacaron a los israelitas sin provocación. No sólo eso, sino que lo hicieron de la forma más cobarde: atacando a los más débiles, los jóvenes y ancianos, que venían caminando más despacio en la retaguardia. 

El propósito de recordar esto no es para promover resentimiento sino para asegurarles que Dios hará justicia con sus enemigos.  Llegará un día en que Dios les pedirá que eliminen a ese enemigo, y deben estar preparados para hacerlo…
(Deu. 25:19)  Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides.

Ese momento llegó en tiempos de Saúl.  [Para una explicación detallada de lo que  sucedió entonces, les recomiendo leer el estudio: I Samuel cap. 15: Obediencia, no sacrificios]


*  Más lecciones de Deuteronomio: DEVARIM (Deut.)
*  Clase de Biblia en audio: DEVARIM AUDIO


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