AMALEC: ENEMIGO DE ISRAEL
Cuando los israelitas viajaban por el desierto en camino a la Tierra Prometida, sólo un pueblo se levantó en contra de Israel: los amalecitas. Ellos atacaron por la retaguardia a los más débiles, pero Dios dio la victoria a Israel (Exo. 17:8-13). En ese momento, Dios dijo que no olvidaría ese ataque no justificado contra Su pueblo, por lo tanto decretaba enemistad eterna contra Amalec y su descendencia. En ese momento no los perseguirían para acabar con ellos, pero llegaría el día en que borrarían su memoria.
(Éxodo 17:14-16) Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: Escribe esto en un libro para que sirva de memorial, y haz saber a Josué que yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo del cielo. (15) Y edificó Moisés un altar, y le puso por nombre El SEÑOR es mi Estandarte, (16) y dijo: El SEÑOR lo ha jurado; el SEÑOR hará guerra contra Amalec de generación en generación.
(Deuteronomio 25:17-19) Acuérdate de lo que
te hizo Amalec en el camino cuando saliste de Egipto, (18)
cómo te salió al encuentro en el camino, y atacó entre los tuyos a todos
los agotados en tu retaguardia cuando tú estabas fatigado y cansado; y él no
temió a Dios. (19) Por tanto, sucederá que cuando el SEÑOR tu
Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que el
SEÑOR tu Dios te da en heredad para poseerla, borrarás de debajo del cielo la
memoria de Amalec; no lo olvides.
Ninguno de los pueblos de la región se
atrevieron a tocar a Israel, porque habían oído de lo que Dios había hecho con
ellos. Todos tuvieron temor de Dios,
excepto Amalec.
El día de tratar con Amalec llegó cuando Israel tuvo su primer rey. Fue exactamente después que Saúl triunfara sobre sus enemigos (14:47).
(I Samuel 15:1-3) Samuel dijo a Saúl: El SEÑOR me envió a que te ungiera por rey sobre su pueblo, sobre Israel; ahora pues, está atento a las palabras del SEÑOR. (2) Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel, cuando se puso contra él en el camino mientras subía de Egipto. (3) Ve ahora, y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos.
Saúl atendió el llamado, y convocó al pueblo
para formar un ejército encargado de acabar con los amalecitas.
(I Samuel 15:4-5) Entonces Saúl convocó al pueblo, y los contó en Telaim: doscientos
mil soldados de a pie, y diez mil hombres de Judá. (5)
Saúl fue a la ciudad de Amalec y se emboscó en el valle.
Estando a punto de atacar a los amalecitas,
Saúl se dio cuenta que había un problema: junto a ellos vivía otro pueblo con
quienes no tenían conflicto. Estos eran
los ceneos. Para darles la oportunidad
de salvarse, Saúl les envió un mensaje.
(I Samuel 15:6) Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos, descended de entre los
amalecitas, para que no os destruya con ellos; porque vosotros mostrasteis
misericordia a todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto. Y los ceneos
se apartaron de entre los amalecitas.
Cuando los ceneos se quitaron de en medio,
Saúl tuvo el campo abierto para atacar a los amalecitas. Lamentablemente, no
siguió con exactitud las instrucciones que Dios le dio a través del profeta
Samuel.
(I Samuel 15:7-9) Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila en dirección a Shur, que
está al oriente de Egipto. (8) Capturó vivo a Agag, rey de los amalecitas, y
destruyó por completo a todo el pueblo a filo de espada. (9)
Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de
los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y
no lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo
destruyeron totalmente.
OBEDIENCIA
A MEDIAS
Las instrucciones que Dios le había enviado a
Saúl habían sido claras: ¡Destruye TODO!
Pero no lo hizo así. Saúl se
creyó más justo y más inteligente que Dios…y eso le costó muy caro, como
veremos más adelante.
A Dios no se le pasa nada por alto. No podemos complacerlo con una “obediencia a
medias”, ya que para Él eso equivale a desobedecer. Dios vio lo que hizo Saúl,
y se lo hizo saber a Samuel.
(I
Samuel 15:10-11) Entonces vino la
palabra del SEÑOR a Samuel, diciendo:
(11) Me pesa haber hecho rey a
Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido mis mandamientos. Y Samuel
se conmovió, y clamó al SEÑOR toda la noche.
Samuel se consternó al oír las palabras de
Dios. Preocupado por Saúl, decidió salir
a buscarlo. El profeta no sabía los
detalles, pero se fue enterando en el camino.
(I
Samuel 15:12) Y se levantó Samuel
muy de mañana para ir al encuentro de Saúl; y se le dio aviso a Samuel, diciendo:
Saúl se ha ido a Carmel, y he aquí que ha levantado un monumento para sí, y
dando la vuelta, ha seguido adelante bajando a Gilgal.
Cuando uno cambia el orden de Dios por aquello
que uno cree que es mejor, uno termina haciendo un ídolo de uno mismo. Eso fue lo que le sucedió a Saúl. Se creyó tan “bueno” que edificó un monumento
para levantar su nombre.
¡Cómo nos podemos
engañar a nosotros mismos! Saúl no creía
haber hecho nada malo. Él había cumplido
con el 90% de su misión, pero no reconoció que con haber guardado al rey y a lo
elegido del ganado estaba desobedeciendo a Dios.
(I
Samuel 15:13-15) Entonces Samuel vino
a Saúl, y Saúl le dijo: ¡Bendito seas del SEÑOR! He cumplido el mandamiento del
SEÑOR. (14) Pero Samuel dijo: ¿Qué es este balido de
ovejas en mis oídos y el mugido de bueyes que oigo? (15) Y
Saúl respondió: Los han traído de los amalecitas, porque el pueblo perdonó lo
mejor de las ovejas y de los bueyes, para sacrificar al SEÑOR tu Dios; pero lo
demás lo destruimos por completo.
Hay un refrán popular que dice: “Es mejor pedir disculpas que pedir permiso”. Éste definitivamente no es un proverbio
bíblico. Pero Saúl se lo creyó. Él no obedeció al pie de la letra la orden de
Dios, sino que decidió ser “creativo”.
Él pensó que su idea era mejor que la de Dios, y decidió implementarla,
creyendo que si ofrendaba a Dios parte del botín calmaría la ira divina. Pero las cosas no son así, y Samuel se lo
explicó:
(I
Samuel 15:16-19) Dijo entonces Samuel
a Saúl: Espera, déjame declararte lo que el SEÑOR me dijo anoche. Y él le dijo:
Habla. (17) Y Samuel dijo: ¿No es verdad que aunque eras
pequeño a tus propios ojos, fuiste nombrado jefe de las tribus de Israel y el
SEÑOR te ungió rey sobre Israel?
(18) Y el SEÑOR te envió en una
misión, y dijo: "Ve, y destruye por completo a los pecadores, los
amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados." (19)
¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del SEÑOR, sino que te lanzaste
sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR?
Aún luego de la explicación
del profeta, Saúl no se mostró arrepentido.
Él todavía creía no haber hecho “nada malo”.
(I
Samuel 15:20-21) Entonces Saúl dijo a
Samuel: Yo obedecí la voz del SEÑOR, y fui en la misión a la cual el SEÑOR me
envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido por completo a los
amalecitas. (21) Mas el pueblo tomó del botín ovejas y bueyes,
lo mejor de las cosas dedicadas al anatema, para ofrecer sacrificio al SEÑOR tu
Dios en Gilgal.
Lo peor de todo no es que Saúl fuera “creativo”,
sino que no reconocía lo malo que había hecho.
¿Cómo puede haber arrepentimiento si uno no reconoce la falta? “Arrepentirse” en hebreo es “Shuv”,
que literalmente significa: regresar. Pero, si uno cree estar en el lugar indicado,
¿a dónde va a regresar? Saúl se había
desviado, pero si él no lo reconocía, no podría cambiar.
Esta historia nos enseña una gran lección: “Dios
quiere OBEDIENCIA, no sacrificios”. A
veces creemos que hacemos grandes cosas por Dios, pero si eso no es lo que Él
quiere, entonces la obra es de balde. Esto fue lo que le explicó Samuel a Saúl.
(I
Samuel 15:22-23) Y Samuel dijo: ¿Se
complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la
voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar
atención, que la grosura de los carneros.
(23) Porque la rebelión es como
pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por
cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que
no seas rey.
¿Qué espera Dios de nosotros? Que le prestemos atención y obedezcamos.
El único “sacrificio” que Dios espera es
nuestra OBEDIENCIA. (Romanos 12:1-2) Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. (2) Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
David entendió muy bien este concepto, tal
como lo vemos en un salmo:
(Salmo 51:16-17) Porque no te
deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería; no te agrada el
holocausto. (17) Los sacrificios de Dios son el espíritu
contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
También un proverbio
dice:
(Proverbios 21:3) El hacer justicia y
derecho es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio.
[Otras referencias: Isaías
1:11-17; Jer. 7:22-23; Oseas 6:6; Amos 5:21-24; Miqueas 6:6-8; Mateo 23:23; Hebreos
10:8-9]
En nuestra relación con Dios, el punto de
partida debe ser la obediencia. Esa es
nuestra porción. Sin obediencia, ¿cómo podemos
mantener una buena relación con Dios?
Esto fue lo que aprendió Saúl en ese momento.
¿SE
ARREPINTIÓ GENUINAMENTE?
Al principio, Saúl pareció estar arrepentido…(I Samuel 15:24-25) Entonces Saúl dijo a Samuel: He pecado; en verdad he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo y escuché su voz. (25) Ahora pues, te ruego que perdones mi pecado y vuelvas conmigo para que adore al SEÑOR.
Pero Samuel sabía que el arrepentimiento del
rey era superficial, y no de fondo. Por
lo tanto, él tendría que vivir las consecuencias de sus actos, las cuales fueron
tremendas.
(I
Samuel 15:26-29) Pero Samuel
respondió a Saúl: No volveré contigo; porque has desechado la palabra del
SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. (27)
Cuando Samuel se volvía para irse, Saúl asió el borde de su manto, y
éste se rasgó. (28) Entonces Samuel le dijo: Hoy el SEÑOR ha arrancado
de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que
tú. (29)
También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque
El no es hombre para que cambie de propósito.
Después de esto, se hizo evidente que el arrepentimiento
de Saúl no era genuino. La realidad es
que no se arrepintió, sino que lo que quería era “no quedar mal” delante del
pueblo. En síntesis, le importó más la
opinión del pueblo que lo que Dios pensara de él.
(I
Samuel 15:30) Y Saúl dijo: He
pecado, pero te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo
y delante de Israel y que regreses conmigo para que yo adore al SEÑOR tu
Dios.
Nótese que Saúl dijo “tu”
Dios, como si no fuera de él sino sólo de Samuel. Saúl hizo el show para impresionar al
pueblo. Samuel regresó porque todavía tenía
una misión que cumplir:
(I
Samuel 15:31-33) Volvió Samuel tras
Saúl, y Saúl adoró al SEÑOR. (32) Entonces Samuel dijo: Traedme a Agag, rey de
los amalecitas. Y Agag vino a él alegremente. Y Agag dijo: Ciertamente, la amargura
de la muerte ha pasado ya. (33) Pero Samuel dijo: Como tu espada ha dejado a
las mujeres sin hijos, así también tu madre será sin hijo entre las mujeres. Y
Samuel despedazó a Agag delante del SEÑOR en Gilgal.
A partir de este
momento, el profeta Samuel se desligó por completo del rey Saúl. Fue un día triste. Ahí comenzó la caída de Saúl.
(I
Samuel 15:34-35) Luego Samuel se fue
a Ramá, pero Saúl subió a su casa en Guibeá de Saúl. (35)
Samuel no vio más a Saúl hasta el día de su muerte. Y Samuel lloraba por
Saúl, pues el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre
Israel.
COMO IDOLATRÍA
En esta lección, hay algo
que no quiero dejar sin comentar. En el
versículo 23, el profeta compara la rebelión y la desobediencia con la
adivinación, la idolatría y la iniquidad. (I Samuel 15:23) Porque la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no seas rey.
¿Por qué hace esta
comparación? A simple vista, parecería
que una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Sin embargo, la esencia es la misma.
Cuando un pagano busca
a un dios falso, no lo hace con el afán de buscar la “voluntad” de su ídolo. Más bien, lo busca para que éste le haga un
favor y cumpla el deseo del adorador. De
la misma forma, el rebelde y desobediente no busca cuál es la voluntad de Dios,
sino que presiona para hacer su propia voluntad. En esto se asemeja a un idólatra o a un
hechicero.
me gusto mucho la explicacion
ResponderEliminarha shalom la gloria sea para Dios amen
ResponderEliminarDetallada explicación del cap. 15 de 1de Samuel. Dios les siga bendiciendo para beneficio de todos los creyentes. Gloria a Dios Todopoderoso. Amén.
ResponderEliminarMuy buena explicación de éste capitulo. Detallada paso a paso. Me ha ayudado bastante a comprender lo que Dios quiere de nosotros. Dios te continúe bendiciendo.
ResponderEliminarobedescamos a dios para que nos deseche como le sucedio a saul grasias señor por tu palabra que es viva y eficas que dios les bendiga grandemente
ResponderEliminarmuy bueno me gustaria preguntas y repuestas d st capitulo Dios le bndiga
ResponderEliminar¿A qué se refiere con "preguntas y respuestas"?
EliminarMuy facil usted ace una ptegunta y claramente celeda la repuesta de dicha pregunta
Eliminarbueno
ResponderEliminardlb esto nos benefisia grande mente para que sepamos las grandes bendiciones que el senos tiene para cada unos de los que les obedescamos bendiciones para todos
ResponderEliminarMuy buena explicacion Dios lo bendiga
ResponderEliminarAmen! La cantidad que ofrendes, el tiempo q permanezcas en la Iglesia no tienen ningun valor, sino te arrepientes de tus pecados, si impones tu voluntad antes q la voluntad de Dios!
ResponderEliminarEXCELENTE
ResponderEliminarbueno bueno creo en el y en nadies mas
ResponderEliminarteamamos
Muy reveladoras las reflexiones. Me aclaró muchas cosas. Le agradezco por compartir esos mensajes.
ResponderEliminarExelente estudi me lleno y me iso entender que ahy que hovedecer a Dios entodo y cumplir en todo
ResponderEliminarQue como hijos de Dios nunca nos pase lo que le paso a Saul
ResponderEliminarMuy bien la explicacion..y clara!!
ResponderEliminarGracias por la ayuda. Es muy bueno. El. Resumen gracias .Que Dios le bendiga
ResponderEliminarMuy buen analisis doy gracias a Dios, porque buscaba algo asi
ResponderEliminarHola,bendiciones,muy buena la explicación,excelente para compartir con la Iglesia
ResponderEliminarRecién estoy conociendo la biblia pero me parece algo muy bizarro que Dios mandé a asesinar a un pueblo. Cuando en los primeros mandamientos es no matar. Ojalá alguien me pueda explicar si realmente los parece lógico con todo el respeto que un servidor se merece quiero conocer más a dios.
ResponderEliminarporque era un pueblo sanguinario eran un pueblo que hacían lo malo ofreciendo sacrificio a sus dioses entregando en sacrificio a sus primogénitos y siempre retaba al Dio de los Israelitas. todo Dios actuó usa tiempo por que ellos nunca cambiaron su estilo de vida su corazón era contra Jehova Dios (Deuteronomio 25:17-19) Dios es fiel con su palabra promete cuidar y guardar de los suyos el pelea la batalla por sus hijos de el es la venganza el actúa en el tiempo preciso que es el tiempo Kairo es el tiempo de Dios.
EliminarAl menos una persona con pensamiento crítico. La mayoría es tan fácil de engañar. No escudriñan ni un poco. Se dicen de alguna iglesia protestante y no saben de dónde proviene el protestantismo, ni saben quién fue Martin Lutero. No tienen ni idea en cuál contexto se ensambló la biblia ni quiénes lo hicieron, ni porqué se oficializó el cristianismo, ni quién fue Constantino ni el Concilio de Nicea, ni nada, sumidos en total ignorancia y oscuridad. Sólo repiten fragmentos de texto de dudosa procedencia con obvios intereses. Ni siquiera se preguntan si un Padre amoroso con una Voluntad Buena, Agradable y Perfecta, sería capaz de mandar a asesinar no sólo al enemigo, sino a sus animales, esposas e hijos aún de pecho. Ninguna atrocidad puede ser atribuída al Poder Divino, semejantes acciones descritas en este capítulo no han de ser más que manipulaciones del inicuo para engañar a los incautos. Yo me quedo con el Dios Padre, el justo y amoroso. Gracias.
EliminarCuando tienes un canasto con frutas y se te pudre una la sacas para no podrir a las demás, pero cuando ya todas están podridas definitivamente las botas todas, nunca vas a hechar las nuevas frutas con las viejas.
EliminarMUY BUENA ENSEÑANZA ...Q BENDICION .....LA CLAVE ES OBEDECER ,,,AMEN
ResponderEliminarExcelentes comentarios biblicos..bendiciones..
ResponderEliminarMuy claro gracias por ayudarme a entender la palabra de Dios
ResponderEliminarBendiciones
Excelente explicacion.
ResponderEliminarExelente la explicacion fue bastante significativa bendiciones
ResponderEliminarAmén excelente esplicacion
ResponderEliminarHoy me tocó leer este capítulo. Y me dejó muy mal. Pensé lo mismo q Anónimo del 5 de agosto. Busqué una explicación y aquí fue muy clara. Y como dijo un comentarista, no me gustaría estar en las sandalias de Saúl. Pero lamentablemente, muchos los estamos en el día a día. Gracias por aclararme mis dudas. Q el Seños los bendiga.
ResponderEliminarDeacuerdo, obediencia antes q sacrificio,no lo entendio saul,no empezar bien sino terminar bien.Amen.
ResponderEliminarMe gusto
ResponderEliminarME GUSTO
ResponderEliminarBendiciones para todos, para mí fue muy buena explicación, lo entendí muy bien, gracias al Espíritu Santo, porque a través de Él nos da la sabiduría y el entendimiento.... Amén
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