viernes, 6 de junio de 2025

NUMEROS 1:1-46. Tomad el censo

 

Muchos se desaniman al comenzar a leer el libro de Números porque inicia con un censo y la organización del campamento. Tal vez podría parecer que estamos leyendo un libro de cuentas. Pero al estudiarlo (no sólo leerlo), nos daremos cuenta que hay muchos tesoros escondidos entre líneas. A lo largo del estudio de Números, vamos a a descubrir los principios espirituales detrás de las historias y de las leyes, que también nos enseñan lecciones prácticas para nuestra vida espiritual. 

MOMENTO EN LA HISTORIA
En la introducción a este estudio, comentamos que Números (heb. Bamidbar) es la continuación cronológica de Éxodo (heb. Shemot). Los israelitas salieron de Egipto, y les tomó 50 días llegar al pie del Monte Sinaí, donde recibieron los mandamientos. Si todo hubiera ido bien, poco tiempo después hubieran seguido su camino hacia la Tierra Prometida. Pero se retrasaron debido al pecado del Becerro de Oro y a la construcción del Tabernáculo.

Para el momento en que comienza la historia de Números, ya habían pasado dos años desde que salieron de Egipto. Y finalmente llegó el momento de seguir su camino hacia la Tierra Prometida.
(Números 1:1) Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto…

Para poder conquistar la Tierra Prometida, primero debían organizarse y formar un ejército—y estos son los dos puntos que se cubren en este primer capítulo:

CENSO PARA LA GUERRA
La primera instrucción para organizarse fue tomar un censo especial:
(Números 1:2-3) Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas. De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos.

Nótese que este censo no era para contar a toda la población, sino que Dios mandó que se contaran sólo a los hombres mayores de 20 años. La razón es porque ellos van a formar el ejército de Israel, y ellos serán los que van a pelear para la conquista de la Tierra Prometida. No sólo se debían contar, sino que debían organizarse por tribu.

LIDERAZGO DEL EJÉRCITO
Dios escogió a Moisés y su hermano Aarón para hacerse cargo del censo (Num. 1:3); pero también escogió a los líderes de cada tribu que los ayudarían en este conteo. 
(Números 1:4) Y estará con vosotros un varón de cada tribu, cada uno jefe de la casa de sus padres.

Esta es la lista de los hombres que Dios escogió de cada tribu, por nombre (Num. 1:5-15): 
RUBEN: Elisur
SIMEÓN: Selumiel 
JUDÁ: Naasón
ISACAR: Isacar
ZABULÓN: Eliab 
EFRAÍN: Elisama 
MANASÉS: Gamaliel 
BENJAMÍN: Abidán
DAN: Ahiezer
ASER: Pagiel
GAD: Eliasaf
NEFTALÍ: Ahira

Como líderes de sus tribus, ellos podían ayudar efectivamente a Moisés en el conteo y la identificación de los hombres de su propia tribu, y así lo hicieron…
(Números 1:17-19) Tomaron, pues, Moisés y Aarón a estos varones que fueron designados por sus nombres, y reunieron a toda la congregación en el día primero del mes segundo, y fueron agrupados por familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, de veinte años arriba. Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el desierto de Sinaí.

Luego del censo, estos líderes de cada tribu quedarán como capitanes para las tropas de su propia tribu.
(Números 1:16) Estos eran los nombrados de entre la congregación, príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel.

RESULTADO DE CENSO 
Luego de realizar el censo para el ejército de Israel, este fue el resultado por tribu: 
Rubén: 46,500
Simeón: 59,300
Gad: 45,650
Judá: 74,600
Isacar: 54,400
Zabulón: 57,400
Efraín: 40,500
Manasés: 32,200
Benjamín: 35,400
Dan: 62,700
Aser: 41,500
Neftalí: 53,400

Algo que no debemos pasar por alto es una frase que se repite en el conteo de cada tribu:“por su descendencia, por sus familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra” (Números 1:20-43). 

Al realizar el censo, no sólo se contó el número de los guerreros, sino que se tomó en cuenta sus nombres y sus familias. Ellos no son “un número”, sino son individuos, con familias, que son contados por nombre, quienes son conocidos por los líderes de la tribu.

TOTAL DEL CENSO
En los siguientes versículos, se presenta al número total del censo: 603,550.
(Números 1:44-46) Estos fueron los contados, los cuales contaron Moisés y Aarón, con los príncipes de Israel, doce varones, uno por cada casa de sus padres. Y todos los contados de los hijos de Israel por las casas de sus padres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra en Israel, fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos cincuenta.

FALTA UNA TRIBU
Una pregunta: ¿Alguien se dio cuenta que faltaba una tribu en el conteo? 
En el próximo episodio, veremos cuál es esa tribu faltante, y por qué no se le tomó en cuenta en este censo…

*** 

Más episodios del estudio de este libro: NUMEROS

1 comentario:

  1. Siempre me ha llamado la atención de los censos que YHVH ordenaba y los que no 🤔 este último con graves consecuencias

    ResponderEliminar

Son bienvenidos los comentarios...bajo el entendido que se hagan con respeto