lunes, 3 de diciembre de 2018

2 SAMUEL 20. Sublevación de Seba


La rebelión es contagiosa. La rebeldía de Absalón se regó como incendio, prendiendo fuego en los corazones de los rebeldes; y uno de ellos fue un hombre de la tribu de Benjamín:
(2 Samuel 20:1) Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel!

La Biblia describe a Seba como un hombre “perverso” (en hebreo es: Belial, que también significa: sin valor, bueno para nada). Así se describe también a los malvados hijos de Eli (2 Sam. 2:12). Pablo dice que no hay nada en común entre Cristo y Belial (2 Cor. 6:15).

Algunos de la tribu de Benjamín se quedaron resentidos porque la corona del rey no había quedado entre los descendientes de Saúl, sino que había sido transferida a la tribu de Judá. Entre los hombres de Benjamín que manifestaron su descontento están: Seba y Simei (2 Sam. 16:5-8).

Como mencionamos al principio, la rebelión es contagiosa, y el llamado de Seba a rebelarse fue atendido por las tribus de Israel que habían seguido a Absalón.
(2 Samuel 20:2) Así todos los hombres de Israel abandonaron a David, siguiendo a Seba hijo de Bicri; mas los de Judá siguieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén.

Esta división es el preámbulo de lo que vendrá después…en tiempos del hijo de Salomón, el reino se dividirá en dos casas: Judá e Israel (1 Reyes 11 & 12).

DAVID ENFRENTA LA REBELION
Para evitar que la división del reino se afirmara, David decidió hacerle frente de inmediato. Para ello reclutó a Amasa, quien el rey había designado como el nuevo general del ejército, en sustitución de Joab.
(2 Samuel 20:4) Después dijo el rey a Amasa: Convócame a los hombres de Judá para dentro de tres días, y hállate tú aquí presente.

Lamentablemente, Amasa no actuó con la premura que el caso merecía.
(2 Samuel 20:5) Fue, pues, Amasa para convocar a los de Judá; pero se detuvo más del tiempo que le había sido señalado.

Dado que Amasa se tardó demasiado en su misión, el rey David tuvo que pedir la ayuda de otro de sus guerreros: Abisai, hermano de Joab.
(2 Samuel 20:6) Y dijo David a Abisai: Seba hijo de Bicri nos hará ahora más daño que Absalón; toma, pues, tú los siervos de tu señor, y ve tras él, no sea que halle para sí ciudades fortificadas, y nos cause dificultad.

Abisai tomó control de la misión. Siendo hermano de Joab, Abisai le pidió a él y a sus hombres que se le unieran en la misión para apagar la rebelión de Seba.
(2 Samuel 20:7) Entonces salieron en pos de él los hombres de Joab, y los cereteos y peleteos y todos los valientes; salieron de Jerusalén para ir tras Seba hijo de Bicri.

JOAB Y AMASA
Amasa y Joab
En el camino, se encontraron con Amasa. Lo que pudo ser un encuentro casual se convirtió en un golpe mortal, porque Joab estaba resentido que David hubiera nombrado a Amasa como su nuevo general del ejército.
(2 Samuel 20:8-10) Y estando ellos cerca de la piedra grande que está en Gabaón, les salió Amasa al encuentro. Y Joab estaba ceñido de su ropa, y sobre ella tenía pegado a sus lomos el cinto con una daga en su vaina, la cual se le cayó cuando él avanzó. Entonces Joab dijo a Amasa: ¿Te va bien, hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo. Y Amasa no se cuidó de la daga que estaba en la mano de Joab; y éste le hirió con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle un segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai fueron en persecución de Seba hijo de Bicri.

El lado violento de Joab volvió a salir a luz. No sólo mató a su primo (hijo de su tía Abigail, hermana de David), sino que lo dejó medio muerto, sin darle el golpe de gracia.  
(2 Samuel 20:12-13) Y Amasa yacía revolcándose en su sangre en mitad del camino; y todo el que pasaba, al verle, se detenía; y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura. Luego que fue apartado del camino, pasaron todos los que seguían a Joab, para ir tras Seba hijo de Bicri.

Joab y sus hombres pretendieron estar del lado de David, y así le hicieron creer a la gente:
(2 Samuel 20:11) Y uno de los hombres de Joab se paró junto a él, diciendo: Cualquiera que ame a Joab y a David, vaya en pos de Joab.

Joab siguió su camino, pretendiendo cumplir la misión del rey; pero la realidad es que David no le había encomendado a él esa misión, sino a Amasa y a Abisai. Aún así, Joab se arrogó la responsabilidad de perseguir a Seba.
(2 Samuel 20:14-15) Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel-bet-maaca y todo Barim; y se juntaron, y lo siguieron también. Y vinieron y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad, y quedó sitiada; y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba por derribar la muralla.

ESCONDIDO EN ABEL-BET-MAACA
Seba se escondió en la ciudad de Abel-bet-maaca. Ante eso, todo el pueblo se encontró bajo amenaza de destrucción por culpa del rebelde.

Tal vez los habitantes de Abel-bet-Maaca no sabían que un rebelde se había escondido en su pueblo, ya que se hizo evidente que ellos no sabían la razón por la que Joab y su ejército los estaban atacando. Para aclarar la situación, una mujer valiente se atrevió a hablar con Joab para interceder en favor de su pueblo:
(2 Samuel 20:16-19) Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él. Cuando él se acercó a ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo. Entonces volvió ella a hablar, diciendo: Antiguamente solían decir: Quien preguntare, pregunte en Abel; y así concluían cualquier asunto. Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel; pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová?

Ante la pregunta, Joab les explicó que el pleito no era contra la ciudad sino contra un hombre rebelde que se había escondido allí.
(2 Samuel 20:20-21) Joab respondió diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga. La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraín, que se llama Seba hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David; entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí su cabeza te será arrojada desde el muro.

La intercesión de la mujer ayudó a aclarar las cosas, y con esa información el pueblo tomó una decisión…
(2 Samuel 20:22) La mujer fue luego a todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. Y él tocó la trompeta, y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Y Joab se volvió al rey a Jerusalén.

Cuando Joab regresó a Jerusalén, David volvió a recibirlo como el general de su ejército.
(2 Samuel 20:23a) Así quedó Joab sobre todo el ejército de Israel…

La Biblia posteriormente revela que David no se enteró sino hasta después que Joab había matado a Amasa (1 Reyes 2:32-33). Tal vez por eso, el rey no disciplinó a su sobrino. En ese momento, David no hizo justicia con Joab, pero después le pedirá a su hijo Salomón que lo haga (1 Reyes 2:5-6).

Luego de señalar que Joab regresó a su puesto como general, la Biblia aprovecha a mencionar los nombres de otros servidores públicos cercanos a David, y cuáles eran sus puestos (2 Samuel 8:15-18; 1 Crónicas 18:14-17)
(2 Samuel 20:23b-26) …y Benaía hijo de Joiada sobre los cereteos y peleteos, y Adoram sobre los tributos, y Josafat hijo de Ahilud era el cronista. Seva era escriba, y Sadoc y Abiatar, sacerdotes, e Ira jaireo fue también sacerdote de David.

(Nota: los cereteos y peleteos formaban la guardia privada de David, para su seguridad personal).

DAVID ENFRENTA LAS CONSECUENCIAS
Cuando David y su familia regresaron a casa en Jerusalén, de inmediato el rey tuvo que enfrentar las consecuencias de lo que había hecho Absalón.
(2 Samuel 20:3) Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en reclusión, y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua.

Esta fue una de las tristes consecuencias de lo que hizo Absalón. Pero también David tenía responsabilidad en esto, ya que no puso en orden a sus hijos (ni a Amón cuando violó a Tamar, ni a Absalón cuando mandó a matar a su hermano y cuando usurpó el trono de su padre. Y más adelante veremos que tampoco pondrá en orden a otro hijo rebelde, Adonías—1 Reyes 1:5-6).


Más estudios de este libro en: 
Samuel
La clase está disponible en: Audio
y en nuestra cuenta de YouTube: Cita Divina

7 comentarios:

  1. Excelente estudio sobre las consecuencia que le espera a un Rebelde como Seba.gracias bendiciones

    ResponderEliminar
  2. Grcs por el resumen DIOS LES BENDIGA!!!!

    ResponderEliminar
  3. Excelente. Aclara algunas dudas y deja más luz para meditar en el pasaje y profundizar. Dios le bendiga

    ResponderEliminar
  4. Quisiera saber por que el rey David puso a las Diaz concubines en seclusion las trato como si fueran viudas? Ella's no tuvieron la culpa de que su hijo Absalon las violara. David tuck que hacer castigado a Absalon y no a las concubinas.

    ResponderEliminar

Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...