Luego que el rey David volvió a
recibir a Absalón en su presencia, podríamos esperar que la tensión entre ellos
desaparecería. Lamentablemente no fue así.
(2 Samuel 15:1) Aconteció
después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres
que corriesen delante de él.
La mención de “carros y caballos” no
se refiere a un simple modo de transporte, sino que en la Biblia lo relaciona
con instrumentos de guerra. Los carros eran carrozas de guerra, y los caballos
eran usados para tener una ventaja comparativa en las batallas. La Ley de Dios
(heb. Torá) explícitamente prohíbe a los reyes adquirir muchos caballos para
ese propósito.
(Deuteronomio 17:16) Pero él no
aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de
aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este
camino.
La razón de esta limitación es
para que el rey de Israel no ponga su confianza ni seguridad en la fuerza
miliar sino en Dios, tal como lo escribió David en el salmo 20:
(Salmo 20:7) Estos confían
en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro
Dios tendremos memoria.
Lejos de seguir el precepto
bíblico, Absalón comenzó a formar un pequeño ejército privado, para su servicio
personal. No sólo eso, sino que comenzó a intervenir también en el sistema de
justicia. En tiempos bíblicos, el pueblo buscaba a los jueces en la puerta
principal de las ciudades, para que ellos les ayudaran a dirimir conflictos. En
ocasiones, también el rey se presentaba en ese lugar de juicio para servir como
juez.
Sabiendo esto, Absalón se
presentaba temprano en la mañana, cerca de la puerta para captar la atención de
la gente que venía por el camino hacia la ciudad en busca de un juicio por
parte de las autoridades.
(2 Samuel 15:2-4) Y se levantaba
Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a
cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le
decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus
de Israel. Entonces
Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien
te oiga de parte del rey. Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en
la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo
les haría justicia!
Absalón comenzó a promoverse a sí
mismo, menoscabando la autoridad de su padre.
(2 Samuel 15:5-6) Y acontecía que
cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo
tomaba, y lo besaba. De esta manera hacía con todos los israelitas que
venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.
Esto sucedió a lo largo de cuatro
años. No fueron actos fortuitos, sino un plan elaborado de Absalón para usurpar
el trono del rey David.
PLAN DE ABSALÓN
Ante David, Absalón pretendía ser
un buen hijo; pero la Biblia revela que sus intenciones no eran buenas:
(2 Samuel 15:7-8) Al cabo de
cuatro años, aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que
vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová. Porque tu siervo hizo
voto cuando estaba en Gesur en Siria, diciendo: Si Jehová me hiciere volver a
Jerusalén, yo serviré a Jehová. Y el rey le dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y
fue a Hebrón.
La verdadera intención de Absalón
sale pronto a luz:
(2 Samuel 15:10) Entonces envió
Absalón mensajeros por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oigáis el
sonido de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón.
David comenzó su reinado en
Hebrón, y fue precisamente ese lugar que Absalón escogió para usurpar el trono
de su padre.
Absalón no sólo engañó a su padre
David, sino también a un grupo de 200 líderes de Jerusalén. En teoría, ellos creían
haber sido invitados para presenciar el sacrificio que el príncipe haría en
Hebrón como cumplimiento de “su voto a Dios”. Pero en realidad Absalón quería
dar la impresión ante todo Israel que él tenía a tantos líderes como sus
aliados en la rebelión.
(2 Samuel 15:11) Y fueron con
Absalón doscientos hombres de Jerusalén convidados por él, los cuales iban en
su sencillez, sin saber nada.
Los invitados no sabían nada del
plan de rebelión de Absalón. Pero quien sí estaba enterado, y estaba apoyando a
Absalón, era un consejero de David llamado Ahitofel (2 Sam. 11:3; 2 Sam.
23:34). El era abuelo de Betsabé, y seguramente estaba resentido contra David
por el amorío que había tenido con su nieta.
(2 Samuel 15:12) Y mientras
Absalón ofrecía los sacrificios, llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David,
de su ciudad de Gilo. Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo
que seguía a Absalón.
ADVIERTEN A DAVID
Cuando creció el número de
personas que estaban apoyando a Absalón, le avisaron a David sobre la rebelión
que estaba provocando su hijo.
(2 Samuel 15:13) Y un mensajero
vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón.
Ante tal amenaza, uno podría
esperar que el rey reuniría a su ejército y saldría a apagar la rebelión; sin
embargo, David reaccionó de una manera muy diferente:
(2 Samuel 15:14) Entonces David
dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos,
porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que
apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad
a filo de espada.
A primera vista, podría parecer
que David estaba huyendo por miedo. Pero al final se hace evidente que el rey
decidió salir de la ciudad para evitar una guerra civil y la muerte de muchos
hermanos israelitas.
ALIADOS DE DAVID
Aunque muchos se aliaron con
Absalón en su rebelión, muchos otros siguieron fieles al rey David:
a. Siervos del rey
Los primeros que manifestaron su
apoyo a David fue la gente cercana que le servía. Ellos estaban dispuestos a
hacer cualquier cosa por él.
(2 Samuel 15:15) Y los siervos
del rey dijeron al rey: He aquí, tus siervos están listos a todo lo que nuestro
señor el rey decida.
b. Toda su familia
Para evitar una confrontación con
Absalón en Jerusalén, David decidió salirse de la ciudad, acompañado de su
familia y de sus siervos más fieles. En el palacio real sólo quedaron unas
concubinas para cuidar las cosas.
(2 Samuel 15:16-17) El rey entonces
salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas,
para que guardasen la casa. Salió, pues, el rey con todo el pueblo que le
seguía, y se detuvieron en un lugar distante.
c. La guardia personal
Además de la familia y los siervos
fieles, también se unieron a David unos grupos de origen filisteo que se
convirtieron en la guardia personal de David (1 Crónicas 18:17; 1 Reyes 2:35).
(2 Samuel 15:18) Y todos sus
siervos pasaban a su lado, con todos los cereteos y peleteos; y todos los
geteos, seiscientos hombres que habían venido a pie desde Gat, iban delante del
rey.
Entre esos extranjeros fieles a
David se encuentra Itai de Gat, que se unió a David cuando él dejó Gat, luego
de la muerte de Saúl.
(2 Samuel 15:19-20) Y dijo el rey a
Itai geteo: ¿Para qué vienes tú también con nosotros? Vuélvete y quédate con el
rey; porque tú eres extranjero, y desterrado también de tu lugar. Ayer viniste,
¿y he de hacer hoy que te muevas para ir con nosotros? En cuanto a mí, yo iré a
donde pueda ir; tú vuélvete, y haz volver a tus hermanos; y Jehová te muestre
amor permanente y fidelidad.
El rey David instó a Itai a que se
regresara a su casa, pero éste no lo hizo. El geteo se había convertido en un fiel
siervo de David.
(2 Samuel 15:21-22) Y respondió
Itai al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el rey, que o para muerte o
para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu
siervo. Entonces David dijo a Itai: Ven, pues, y pasa. Y pasó Itai geteo,
y todos sus hombres, y toda su familia.
d. Levitas
Los principales sacerdotes
siguieron a David, llevando consigo el Arca del Pacto.
(2 Samuel 15:24) Y he aquí,
también iba Sadoc, y con él todos los levitas que llevaban el arca del pacto de
Dios; y asentaron el arca del pacto de Dios. Y subió Abiatar después que todo
el pueblo hubo acabado de salir de la ciudad.
Cuando David vio que los levitas
le seguían con el Arca, él les pidió que la regresaran al Tabernáculo de David,
con la esperanza que el Señor le permitiría regresar algún día.
(2 Samuel 15:25-26) Pero dijo el
rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si yo hallare gracia ante los
ojos de Jehová, él hará que vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo. Y si
dijere: No me complazco en ti; aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere.
Otra razón por la que David les
pidió a los sacerdotes que se quedaran en Jerusalén es para que les sirvieran
como “ojos”, no sólo para mantenerle informado de los acontecimientos, sino que
también le transmitieran alguna palabra profética del Señor.
(2 Samuel 15:27-29) Dijo además el
rey al sacerdote Sadoc: ¿No eres tú el vidente? Vuelve en paz a la ciudad, y
con vosotros vuestros dos hijos; Ahimaas tu hijo, y Jonatán hijo de Abiatar. Mirad,
yo me detendré en los vados del desierto, hasta que venga respuesta de
vosotros que me dé aviso. Entonces Sadoc y Abiatar volvieron el arca de Dios a
Jerusalén, y se quedaron allá.
e. El resto del pueblo
Aunque algunos se aliaron con
Absalón, la realidad es que todo el pueblo amaba al rey David.
(2 Samuel 15:23) Y todo el país
lloró en alta voz; pasó luego toda la gente el torrente de Cedrón; asimismo
pasó el rey, y todo el pueblo pasó al camino que va al desierto.
SALIDA POR EL MONTE DE LOS OLIVOS
La Biblia señala la dirección que
tomó David cuando salió de Jerusalén: hacia el este, en dirección al desierto
de Judá.
(2 Samuel 15:30) Y David subió
la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los
pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su
cabeza, e iban llorando mientras subían.
David, su familia y sus aliados
salieron de Jerusalén en una procesión de lamento.
TRAICIÓN DEL CONSEJERO
En el camino de salida, le
informaron a David que su consejero de confianza, Ahitofel, lo había
traicionado. Hasta ese momento, Ahitofel había sido un hombre muy sabio (2 Sam.
16:23); pero se hizo evidente que había perdido todo sentido de justicia al
apoyar a Absalón en su rebelión (probablemente movido por el resentimiento a
causa de Betsabé, su nieta). La reacción de David fue orar a Dios.
(2 Samuel 15:31) Y dieron aviso
a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con Absalón.
Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de Ahitofel.
MISIÓN PARA HUSAI
Al llegar a la cima del Monte de
los Olivos, David se detuvo para adorar a Dios. Allí le alcanzó un amigo de
David (1 Crónicas 27:33), quien le manifestó su lealtad.
(2 Samuel 15:32) Cuando David
llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai arquita que
le salió al encuentro, rasgados sus vestidos, y tierra sobre su cabeza.
Sin duda, David estaba agradecido
por la solidaridad de Husai, y por su deseo de irse con él al desierto. Sin
embargo, David le dijo que prefería que no lo acompañara porque tenía una
misión que encomendarle:
(2 Samuel 15:33-34) Y le dijo
David: Si pasares conmigo, me serás carga. Mas si volvieres a la ciudad, y
dijeres a Absalón: Rey, yo seré tu siervo; como hasta aquí he sido siervo de tu
padre, así seré ahora siervo tuyo; entonces tú harás nulo el consejo de
Ahitofel.
En los próximos dos capítulos
veremos el efecto que logró tener la misión de Husai. Cuando Absalón llegó a
Jerusalén, Husai estaba allí para recibirlo.
(2 Samuel 15:37) Así vino Husai
amigo de David a la ciudad; y Absalón entró en Jerusalén.
También los sacerdotes fueron
enviados por David de regreso a Jerusalén. En teoría, ellos servirían al “nuevo
rey”, pero en realidad iban a servir como informantes del rey David.
(2 Samuel 15:35-36) ¿No estarán
allí contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar? Por tanto, todo lo que oyeres en
la casa del rey, se lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Y he aquí
que están con ellos sus dos hijos, Ahimaas el de Sadoc, y Jonatán el de
Abiatar; por medio de ellos me enviaréis aviso de todo lo que oyereis.
Gracias por las citaas biblicas y los comentarios. adelante Dios los bendiga
ResponderEliminarMuchas gracias por su contenido
ResponderEliminarGracias por ayudarnos en el estudio bíblico...Bendiciones.
ResponderEliminargracias por este estudio
ResponderEliminarMuchas gracias...sus acotaciones amplían el entendimiento.
ResponderEliminarExcelente el estudio bíblico bendiciones
ResponderEliminarGracias muy bonito de su parte y agradecida por qué he aprendido mucho de este capítulo
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