A pesar de la plaga que cayó sobre las ciudades filisteas por haber raptado el Arca de Dios, los filisteos todavía la guardaron por siete meses (1 Sam. 6:1). Finalmente, no les quedó otra opción que deshacerse de ella; pero no sabían cómo, así que consultaron a sus adivinos.
(1 Samuel
6:2) Entonces los filisteos, llamando a los sacerdotes y
adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos del arca de Jehová? Hacednos saber de qué
manera la hemos de volver a enviar a su lugar.
Ellos sabían que no se trataba sólo de deshacerse
del arca, sino de apagar la ira del Dios de Israel. El consejo de los sacerdotes
paganos fue el siguiente:
(1 Samuel
6:3-5) Ellos dijeron: Si enviáis el arca del Dios de
Israel, no la enviéis vacía, sino pagadle la expiación; entonces seréis sanos,
y conoceréis por qué no se apartó de vosotros su mano. Y ellos dijeron: ¿Y
qué será la expiación que le pagaremos? Ellos respondieron: Conforme al número
de los príncipes de los filisteos, cinco tumores de oro, y cinco ratones de
oro, porque una misma plaga ha afligido a todos vosotros y a vuestros
príncipes. Haréis, pues, figuras de vuestros tumores, y de vuestros
ratones que destruyen la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel; quizá
aliviará su mano de sobre vosotros y de sobre vuestros dioses, y de sobre
vuestra tierra.
Los filisteos reconocieron el poder del Dios de
Israel, pero eso no quiere decir que se convirtieron ni se sometieron. Simplemente
querían apaciguarlo, y dar una compensación por el rapto del Arca.
Curiosamente,
los filisteos reconocieron que el Dios de Israel es el mismo que envió también
las plagas en Egipto muchos años atrás. Ellos aprendieron de la historia.
(1
Samuel 6:6) ¿Por qué endurecéis vuestro corazón,
como los egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Después que los había
tratado así, ¿no los dejaron ir, y se fueron?
Ya habían pasado unos 500 años desde que los
israelitas habían salido de Egipto, pero los pueblos cananeos no habían
olvidado lo que Dios había hecho con Israel.
Así
como Faraón soltó a los israelitas, también los filisteos dejaron ir el Arca de
Dios. Y la gloria no la iba a recibir Israel, sino sólo Jehová, el Dios de
Israel.
EL RETORNO DEL ARCA
En realidad, los filisteos no “devolvieron” el Arca a los israelitas, sino que
simplemente la soltaron…y la dejaron en las manos de Dios.
El plan de los sacerdotes filisteos era el
siguiente:
(1 Samuel 6:7-9) 7 Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. Tomaréis luego el arca de Jehová, y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar en ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y la dejaréis que se vaya. Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente.
(1 Samuel 6:7-9) 7 Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. Tomaréis luego el arca de Jehová, y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar en ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y la dejaréis que se vaya. Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente.
Aquí
vemos que todavía les quedaba una pequeña duda a los filisteos, pensando que
tal vez las plagas podrían tratarse de una “mala coincidencia”. Mandaron el
arca sobre una carroza halada por unas vacas. Escogieron unas vacas que no
estaban acostumbradas a halar carga, y que además acababan de dar a luz (por
naturaleza ellas irían en busca de sus becerros). Pero si, a pesar de todo
esto, las vacas tomaban el camino hacia Israel, entonces se confirmaría que
todo fue una señal del Dios de Israel.
Los
filisteos dejaron el Arca en manos de Dios, y Jehová hizo el milagro ante los
ojos de los enemigos.
(1 Samuel
6:10-12) Y aquellos hombres lo hicieron así; tomando dos
vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en casa sus
becerros. Luego pusieron el arca de Jehová sobre el carro, y la caja con
los ratones de oro y las figuras de sus tumores. Y las vacas se
encaminaron por el camino de Bet-semes, y seguían camino recto, andando y
bramando, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda; y los príncipes de los
filisteos fueron tras ellas hasta el límite de Bet-semes.
Aunque iban bramando, las vacas obedecieron a Jehová—aún
en contra de su naturaleza. La Biblia dice que no se desviaron ni a la derecha
ni a la izquierda. ¡Cuánto debemos aprender de esas vacas obedientes!, lo cual
nos recuerda lo que Dios ordenó a su Pueblo a través de su siervo Moisés:
(Deuteronomio 5:32-33) Mirad,
pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a
diestra ni a siniestra. Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha
mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que
habéis de poseer.
BET-SEMES
El destino final de la carroza con el Arca fue Bet-Semes (lit. casa del sol). Éste era un pueblo israelita, probablemente el más cercano a la frontera con los filisteos.
Cuando los
israelitas vieron que el Arca del Pacto había regresado a Israel, se alegraron en
gran manera.
(1
Samuel 6:13) Y los de Bet-semes segaban el trigo
en el valle; y alzando los ojos vieron el arca, y se regocijaron cuando la
vieron.
Si los
israelitas estaban cosechando el trigo, esto quiere decir que era el principio
del verano, cerca de la Fiesta de Semanas (Pentecostés, en hebreo: Shavuot),
que es la fiesta donde se entrega la primicia del trigo.
Bet-Semes quedaba en la frontera entre el
territorio de Judá y de Isacar. Pero lo más significativo es que era una ciudad
levita (Josué 21:16). El lugar preciso donde la carroza con el Arca descansó
fue cerca de una roca, en el terreno de un hombre llamado Josué. Por su
entrenamiento como levita, él sabía lo que debía hacer. Lo primero que hizo fue
ofrecer sacrificio a Dios como preparación para mover el arca.
(1
Samuel 6:14-15) Y el carro vino al campo de Josué de
Bet-semes, y paró allí donde había una gran piedra; y ellos cortaron la madera
del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehová. Y los levitas bajaron
el arca de Jehová, y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban las
joyas de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de
Bet-semes sacrificaron holocaustos y dedicaron sacrificios a Jehová en aquel
día.
Hasta
este punto, los líderes de los filisteos siguieron de lejos el Arca. Al
asegurarse que estaba en manos de los israelitas, y nadie se la había robado en
el camino, ya se desentendieron.
(1
Samuel 6:16) Cuando vieron esto los cinco
príncipes de los filisteos, volvieron a Ecrón el mismo día.
Algunos
comentaristas calculan que el pago de los filisteos fue millonario, pues se
hizo con oro puro. Y lo hicieron en forma representativa de las plagas que les
sobrevinieron, y también en números que representaban al pueblo filisteo.
(1
Samuel 6:17-18) Estos fueron los tumores de oro
que pagaron los filisteos en expiación a Jehová: por Asdod uno, por Gaza uno,
por Ascalón uno, por Gat uno, por Ecrón uno. Y los ratones de oro fueron
conforme al número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los
cinco príncipes, así las ciudades fortificadas como las aldeas sin muro. La
gran piedra sobre la cual pusieron el arca de Jehová está en el campo de Josué
de Bet-semes hasta hoy.
PLAGA
EN BET-SEMES
Aunque
los levitas en Bet-Semes trataron el Arca con cuidado, el pueblo en general se
dejó llevar por la curiosidad más que por la prudencia, y faltaron el respeto
al Arca de Dios.
(1
Samuel 6:19) Entonces Dios hizo morir a los
hombres de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehová; hizo
morir del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y lloró el pueblo, porque
Jehová lo había herido con tan gran mortandad.
El castigo no fue sólo para los filisteos (por
raptar el Arca), sino también para los israelitas (por mirar dentro).
Los
habitantes no reaccionaron bien a la disciplina de Dios. En lugar de reconocer
su error y aprender de ello, más bien optaron por alejarse.
(1 Samuel 6:20-21) Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros? Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim, diciendo: Los filisteos han devuelto el arca de Jehová; descended, pues, y llevadla a vosotros.
(1 Samuel 6:20-21) Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros? Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim, diciendo: Los filisteos han devuelto el arca de Jehová; descended, pues, y llevadla a vosotros.
El Arca
de Dios fue enviada a otro pueblo cercano: Quiriat-jearim, en el
territorio de la tribu de Judá (Josué 18:14). Ellos sí la recibieron bien. Una
familia abrió sus puertas para recibirla, y no sólo eso, sino que dedicó a un
hijo para que la guardara.
(1 Samuel 7:1-2) Vinieron
los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron en casa de
Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que
guardase el arca de Jehová. Desde el día que llegó el arca a
Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel
lamentaba en pos de Jehová.
El Arca de Dios permaneció allí hasta que David
llegó por ella para trasladarla a Jerusalén, veinte años más tarde (2 Samuel 6:1-4).
Más estudios de este libro en: Samuel
Muchas gracias entendi perfecto.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por hacer esto
ResponderEliminarMuy bien explicado. Gracias!
ResponderEliminarGraciadn
ResponderEliminarme ha encantado el estudio fue de mucha bendición, un abrazo bendiciones
ResponderEliminarMuchas gracias, Bendiciones 🙌🏻
ResponderEliminarMe encanto , DLB ,muchas bendiciones.
ResponderEliminarGracias excelente.Bendiciones.
ResponderEliminarMuchas gracias,lo explicaron muy bien. Me ayudó a entenderlo mejor.
ResponderEliminarmuy bueno bendiciones
ResponderEliminarMuy Bien La Explicación...Muchas Gracias;Bendiciones!!!
ResponderEliminarLos hechos del Senor son sin comparacion Dios no have acepcion de Nadie me gusto esta porcion de la Biblia
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