lunes, 9 de octubre de 2017

TABERNÁCULO (III): Atrio Exterior


Seguimos con el estudio del Tabernáculo y su significado. En el estudio anterior nos quedamos en la puerta de entrada...

Altar de Bronce

ALTAR DEL HOLOCAUSTO
(ref. Exo. 27:1-8; Exo. 38:1-7)
Lo primero que se veía al entrar al Tabernáculo era el Altar de Holocausto.  Se le llama así porque en él se ofrecían los holocaustos diarios, además de los diferentes sacrificios y ofrendas que se quemaban. También se le conoce como el “Altar de Bronce”, ya que estaba forrado de este metal, aunque la estructura base estaba hecha de madera de acacia.
(Éxodo 27:1-2) Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce.

Otros utensilios acompañaban al Altar para ayudar a los sacerdotes y levitas en los sacrificios, tales como: enrejado, calderos, paletas, tazones, garfios, braseros; y todos estos también estaban hechos de bronce (Exo. 27:3-5). Para transportar el Altar, estaban las varas de madera de acacia cubiertas de bronce, que se colocaban en los anillos a los lados del Altar (Exo. 27:6-7). Aunque el Altar era grande, no pesaba tanto porque éste era hueco por dentro (Exo. 27:8). 

En el Altar de Bronce debía mantenerse el fuego encendido. El fuego original provino del Cielo, enviado por Dios (Lev. 9:24; 2 Cro. 7:1); pero los sacerdotes debían mantener la llama encendida, poniendo leña cada mañana.
(Levítico 6:12-13) Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.

El fuego en el Altar servía para quemar los sacrificios que se ofrecían en el Tabernáculo. La palabra en hebreo para “sacrificio” es: Korban, que viene de la raíz: Karav, que significa: acercarse. Al acercarse a Dios, los israelitas se encontraban con el Altar de Bronce (bronce representa: juicio). Ellos llegaban a pedir perdón por sus pecados. Conscientes que merecían morir en el fuego, ellos confesaban sus pecados y los trasladaban al animal que moriría en su lugar.
(Levítico 1:4)  Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya.

Significado espiritual>>
La Biblia dice que no hay hombre justo, y todos merecemos la muerte porque hemos pecado (Rom. 3:23-24). La única forma de evitar morir es que otro muera en nuestro lugar, y derrame su sangre por nosotros.
(Hebreos 9:22) Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
(Levítico 17:11)  Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.

Dios no quiere que el que se acerca a Él muera, así que Él ha provisto de propiciación para que otro muera en nuestro lugar: el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29)
(Romanos 6:23)  Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

(Efesios 5:2)  Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

(Juan 3:16-18) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

El Altar de Bronce representa el primer paso de fe que todo creyente da: creer que Jesús es mi Redentor, quien murió por mis pecados.
(Romanos 10:9-10) que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.


FUENTE DE BRONCE
(Exo. 30:17-21; Exo. 38:8)
Fuente de Bronce
El siguiente paso en el camino hacia Dios es la Fuente de Bronce, que también se conoce como “Lavacro” o “Lavatorio”. Ésta era una especie de pila que guardaba agua (aunque no se especifica su tamaño). Estaba localizada entre el Altar y el Santuario.
(Éxodo 30:18) Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.

A este punto sólo llegaban los sacerdotes. El agua de la Fuente servía para que los sacerdotes se lavaran sus pies y manos.
(Éxodo 30:19) Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.

La lavada de pies y manos de los sacerdotes no era tanto una limpieza física sino una purificación ritual. Las manos representan las “acciones”, y los pies el “caminar”. Los sacerdotes debían estar conscientes que ellos estaban llamados a vivir en santidad y rectitud.

La Biblia señala dos momentos especiales en que los sacerdotes debían lavarse:
antes de entrar al Santuario (Lugar Santo y Santísimo), y antes de hacer un sacrificio en el Altar. Luego explica el riesgo de no hacerlo:
(Éxodo 30:20-21) Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová, se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

Los sacerdotes trabajaban con las cosas santas, y debían mantenerse puros para no morir en su servicio.

Significado espiritual>> Luego de creer en Jesús como Salvador, viene el siguiente paso de fe: limpiar la forma de actuar y caminar. Pablo explica este paso con una analogía del matrimonio:
(Efesios 5:25-27) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Simbólicamente, el agua es la Palabra de Dios.
(Salmo 119:9) ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 

(Isaías 1:16-17) Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad la justicia…

La Biblia nos enseña la forma en que debemos actuar para llegar a ser un pueblo santo (apartado), y prepararnos para entrar al Santuario y llegar ante la Presencia de Dios.
(2 Corintios 7:1) Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Y no sólo se trata de limpiar lo externo, sino también lo interno, el corazón y las intenciones.
(Santiago 4:8) Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

En Éxodo leemos un dato muy interesante acerca de la Fuente de Bronce, que enriquece el entendimiento de lo que simboliza:
(Éxodo 38:8) También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

En tiempos bíblicos, los espejos no eran igual a los que usamos hoy. En ese entonces, los espejos eran metales bruñidos. Santiago hace referencia a esto en su epístola, relacionándolo con poner en práctica la Palabra de Dios:
(Santiago 1:22-25) Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.

El propósito de la Fuente de Agua también está conectado temáticamente con el bautismo, el cual no debe ser tomado sólo como “un ritual”, sino un cambio de vida. Es el paso de fe y el compromiso de dejar atrás la vida pasada, y renacer a una vida como Dios manda.
(Romanos 6:3-4) ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

(Efesios 4:21-24) si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

En el Bautismo, no es que el agua limpie, sino que trae a conciencia el cambio que debe operar en nuestras vidas (1 Pedro 3:21).


Estudios de otros capítulos de este libro: Éxodo
Clase virtual de este libro: Audio de Éxodo
También en Video de YouTube (Canal: Cita Divina)



-->

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...