En las entradas anteriores vimos la puerta
y el atrio exterior del Tabernáculo. Hoy comenzaremos a leer sobre el
Santuario, la estructura cubierta, más íntima del Tabernáculo. Allí sólo podían
entrar los sacerdotes, es decir, Aarón y sus descendientes.
ESTRUCTURA
Aunque el Santuario era una especie de
tienda, en realidad la estructura no era sólo palos y telas; las paredes del
Santuario estaban hechas de tablas de madera.
(Éxodo 26:15) Y harás para el tabernáculo tablas
de madera de acacia, que estén derechas.
Las acacias son árboles pequeños que se
encuentran en el desierto, y su madera es muy fuerte y resistente. Y por
tratarse del Santuario, el Señor instruyó que estas tablas debían forrarse con
oro.
(Éxodo 26:29-30) Y cubrirás de oro las tablas, y
harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de
oro las barras. Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado
en el monte.
Estas tablas se colocaban verticalmente, y estaban reforzadas por barras horizontales. Las bases de las tablas
estaban hechas de plata (a diferencia del bronce del Atrio). Del lado este del
Santuario no se colocaban puertas sino columnas, para servir como puertas para
entrar y salir.
CUBIERTAS
Sobre la estructura de madera, debían
colocarse cubiertas, que servían de techo para el Santuario.
Este techo consistía de varias capas:
1. Cortinas de lino fino (Exo. 26:1-6; Exo 36:8-13)
La primera capa de las cubiertas estaba
hecha de diez cortinas de lino, que estaban unidas con corchetes de oro y
lazadas de azul.
Esta capa sería visible desde adentro,
como cielo raso. No sólo estaba hecha de lino blanco, sino tenía bordados en
rojo, azul y púrpura (semejante a las puertas). También tenía decoraciones de
querubines.
(Éxodo 36:8) Todos los sabios de corazón de entre
los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas de lino
torcido, azul, púrpura y carmesí; las hicieron con querubines de obra
primorosa.
Los querubines son ángeles alados. Dos de
ellos fueron asignados a cuidar el árbol de la vida en el Edén, cuando el
hombre fue expulsado por haber pecado (Gen. 3:24). Pero ahora vuelven a
aparecer los querubines, como un símbolo del regreso del hombre a la Presencia
de Dios. En un salmo, David hace referencia a esta imagen de las alas dentro
del tabernáculo.
(Salmo 61:4) Yo habitaré en
tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
Esto trae a memoria otro salmo que también
habla de refugiarse bajo las alas del Señor:
(Salmo 91:1,4) El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente…Con sus plumas te cubrirá, y debajo de
sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
Cuando los sacerdotes entraban al Santuario,
veían a los querubines en el techo, y también en el velo interior y sobre el
Arca del Pacto, recordándoles que estaban en camino a la restauración de la
relación de Dios.
Las cortinas de lino eran diez, que
representan la Ley de Dios (los 10 mandamientos), y el lino representa las
acciones justas (la obediencia a la Ley). Estas cortinas también tenían bordados
de color azul (símbolo de lo celestial), púrpura (lo real) y rojo (la sangre
del Cordero), todos representativos del Mesías. Dios no demanda la perfección
como condición para entrar (pues nadie es justo—Rom. 3:10). Sólo el sacrificio
propiciatorio abre el camino. Pero lo que Dios si espera es que, luego de ser
perdonados, tratemos de vivir en santidad y en obediencia al orden de Dios. Y
aún esto es por la gracia de Dios, pues Él nos da “tanto el querer como el
hacer” (Fil. 2:12-13).
2. Cubierta de pelo de cabra (Exo. 26:7-13; Exo. 36:14-18)
La segunda capa del techo estaba formada de
once cortinas tejidas con pelo de cabra. El pelo de cabra era de un material
áspero, y eso lo hacía más difícil de tejer. La Biblia señala que mujeres escogidas
las tejieron:
(Éxodo 35:26) Y todas las mujeres cuyo corazón las
llenó de habilidad, hilaron pelo de cabra.
Esas cortinas de pelo de cabra estaban unidas
con corchetes de bronce (en contraste con los corchetes de oro para las
cortinas de lino). Como mencionamos anteriormente, el bronce representa juicio.
En la Biblia, la cabra es uno de los animales que eran ofrecidos en el Altar de
Holocaustos. Específicamente, éste era el animal que se ofrecía en el
sacrificio por el pecado de todo el pueblo en el Día de Expiación (Lev. 16).
Este sacrificio representa a Jesús, quien era justo, pero murió por el mundo
para cubrir nuestros pecados (Rom. 8:3-4).
(2 Corintios 5:21) Al que no conoció pecado, por
nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él.
Ya mencionamos que las cortinas de pelo de
cabra eran once, mientras que las de lino era diez. Diez estaban unas encima de
las otras, y la onceava cubría la parte del frente del Santuario.
(Éxodo 26:9) Unirás cinco cortinas entre sí y
las otras seis cortinas también entre sí, y doblarás la
sexta cortina en el frente de la tienda.
Las cortinas de cabra eran más largas que las
de lino; por lo tanto, lo que sobraba caía por la parte de atrás.
(Éxodo 26:12) Y la parte que sobra en las cortinas
de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del
tabernáculo.
3. Cubierta de pieles de carnero (Exo. 26:14; Exo. 36:19)
La tercera cubierta estaba hecha de pieles de
carnero, que es otro animal que se ofrecía para los sacrificios en el Tabernáculo.
Bíblicamente, el carnero o cordero representa al Hijo de Dios quien murió como
nuestra propiciación.
(Juan 1:29) El siguiente
día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.
Estas pieles de carnero debían ser teñidas en
rojo, que representan la sangre del Cordero derramada por nosotros.
(1 Pedro 1:18-19) sabiendo que no fuisteis redimidos
de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas
perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero
sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.
Esa cubierta roja sobre el Tabernáculo
representa la sangre del Cordero de Dios que cubre todo en el Santuario.
4. Cubierta de piel de tejón (Exo. 26:14; Exo. 36:19)
La última cubierta estaba hecha de las pieles
de un animal misterioso, ya que no se conoce la traducción exacta de la palabra
(en hebreo: Tajash). Algunos creen que se refiere a la marsopa o
la foca, y otros la traducen como tejón. En cualquier caso, se trata de pieles
que son muy resistentes, y sobre todo impermeables, y por eso son ideales como
cubierta superior.
La cubierta de tejón era la que quedaba a la
vista de todos los que entraban al Santuario. Pero lejos de ser un techo
vistoso, más bien era simple y rústico. En apariencia, no era hermoso; pero
quienes entraban podrían apreciar las cortinas internas que eran bellísimas.
Esto es similar a lo que el profeta Isaías
describe acerca del Mesías:
(Isaías 53:2) …no hay parecer en él, ni hermosura;
le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
La Biblia siempre le da énfasis a la belleza
interior más que las apariencias y lo superficial.
DENTRO DEL SANTUARIO
Sigamos avanzando en el progreso del
Santuario, y vayamos a ver lo que había adentro…
El Santuario se dividía en dos áreas:
1. El Lugar Santo.
En esta área se encontraban tres muebles:
la mesa de los panes, el Candelabro y el altar de incienso (Exo. 26:35). Aquí
sólo podían entrar los sacerdotes (levitas descendientes de Aarón).
2. El Lugar Santísimo.
Ésta era el área más íntima del
Tabernáculo, donde se manifestaba la Presencia de Dios. Allí sólo se encontraba
el Arca del Pacto (Exo. 26:34). En esta área sólo podía entrar el Sumo
Sacerdote, y no cualquier día sino únicamente en el Día de Expiación.
Lo que separaba el Lugar Santo del Lugar
Santísimo era un velo especial (Ex. 26:33), del cual hablaremos más adelante.
También en Video de YouTube (Canal: Cita
Divina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...