jueves, 12 de octubre de 2017

TABERNÁCULO (IV): El Santuario


En las entradas anteriores vimos la puerta y el atrio exterior del Tabernáculo. Hoy comenzaremos a leer sobre el Santuario, la estructura cubierta, más íntima del Tabernáculo. Allí sólo podían entrar los sacerdotes, es decir, Aarón y sus descendientes.

ESTRUCTURA
Aunque el Santuario era una especie de tienda, en realidad la estructura no era sólo palos y telas; las paredes del Santuario estaban hechas de tablas de madera.
(Éxodo 26:15) Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas.

Las acacias son árboles pequeños que se encuentran en el desierto, y su madera es muy fuerte y resistente. Y por tratarse del Santuario, el Señor instruyó que estas tablas debían forrarse con oro.
(Éxodo 26:29-30) Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras. Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

Estas tablas se colocaban verticalmente, y estaban reforzadas por barras horizontales. Las bases de las tablas estaban hechas de plata (a diferencia del bronce del Atrio). Del lado este del Santuario no se colocaban puertas sino columnas, para servir como puertas para entrar y salir.

CUBIERTAS
Sobre la estructura de madera, debían colocarse cubiertas, que servían de techo para el Santuario.



Este techo consistía de varias capas:

1. Cortinas de lino fino (Exo. 26:1-6; Exo 36:8-13)
La primera capa de las cubiertas estaba hecha de diez cortinas de lino, que estaban unidas con corchetes de oro y lazadas de azul.

Esta capa sería visible desde adentro, como cielo raso. No sólo estaba hecha de lino blanco, sino tenía bordados en rojo, azul y púrpura (semejante a las puertas). También tenía decoraciones de querubines.
(Éxodo 36:8) Todos los sabios de corazón de entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; las hicieron con querubines de obra primorosa.

Los querubines son ángeles alados. Dos de ellos fueron asignados a cuidar el árbol de la vida en el Edén, cuando el hombre fue expulsado por haber pecado (Gen. 3:24). Pero ahora vuelven a aparecer los querubines, como un símbolo del regreso del hombre a la Presencia de Dios. En un salmo, David hace referencia a esta imagen de las alas dentro del tabernáculo.
(Salmo 61:4) Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.

Esto trae a memoria otro salmo que también habla de refugiarse bajo las alas del Señor:
(Salmo 91:1,4) El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente…Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.

Cuando los sacerdotes entraban al Santuario, veían a los querubines en el techo, y también en el velo interior y sobre el Arca del Pacto, recordándoles que estaban en camino a la restauración de la relación de Dios.

Las cortinas de lino eran diez, que representan la Ley de Dios (los 10 mandamientos), y el lino representa las acciones justas (la obediencia a la Ley). Estas cortinas también tenían bordados de color azul (símbolo de lo celestial), púrpura (lo real) y rojo (la sangre del Cordero), todos representativos del Mesías. Dios no demanda la perfección como condición para entrar (pues nadie es justo—Rom. 3:10). Sólo el sacrificio propiciatorio abre el camino. Pero lo que Dios si espera es que, luego de ser perdonados, tratemos de vivir en santidad y en obediencia al orden de Dios. Y aún esto es por la gracia de Dios, pues Él nos da “tanto el querer como el hacer” (Fil. 2:12-13).

2. Cubierta de pelo de cabra (Exo. 26:7-13; Exo. 36:14-18)
La segunda capa del techo estaba formada de once cortinas tejidas con pelo de cabra. El pelo de cabra era de un material áspero, y eso lo hacía más difícil de tejer. La Biblia señala que mujeres escogidas las tejieron:
(Éxodo 35:26) Y todas las mujeres cuyo corazón las llenó de habilidad, hilaron pelo de cabra.

Esas cortinas de pelo de cabra estaban unidas con corchetes de bronce (en contraste con los corchetes de oro para las cortinas de lino). Como mencionamos anteriormente, el bronce representa juicio. En la Biblia, la cabra es uno de los animales que eran ofrecidos en el Altar de Holocaustos. Específicamente, éste era el animal que se ofrecía en el sacrificio por el pecado de todo el pueblo en el Día de Expiación (Lev. 16). Este sacrificio representa a Jesús, quien era justo, pero murió por el mundo para cubrir nuestros pecados (Rom. 8:3-4).
(2 Corintios 5:21) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Ya mencionamos que las cortinas de pelo de cabra eran once, mientras que las de lino era diez. Diez estaban unas encima de las otras, y la onceava cubría la parte del frente del Santuario.
(Éxodo 26:9) Unirás cinco cortinas entre sí y las otras seis cortinas también entre sí, y doblarás la sexta cortina en el frente de la tienda.

Las cortinas de cabra eran más largas que las de lino; por lo tanto, lo que sobraba caía por la parte de atrás.
(Éxodo 26:12) Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo.

3. Cubierta de pieles de carnero (Exo. 26:14; Exo. 36:19)
La tercera cubierta estaba hecha de pieles de carnero, que es otro animal que se ofrecía para los sacrificios en el Tabernáculo. Bíblicamente, el carnero o cordero representa al Hijo de Dios quien murió como nuestra propiciación.
(Juan 1:29) El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Estas pieles de carnero debían ser teñidas en rojo, que representan la sangre del Cordero derramada por nosotros.
(1 Pedro 1:18-19) sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.

Esa cubierta roja sobre el Tabernáculo representa la sangre del Cordero de Dios que cubre todo en el Santuario.

4. Cubierta de piel de tejón (Exo. 26:14; Exo. 36:19)
La última cubierta estaba hecha de las pieles de un animal misterioso, ya que no se conoce la traducción exacta de la palabra (en hebreo: Tajash). Algunos creen que se refiere a la marsopa o la foca, y otros la traducen como tejón. En cualquier caso, se trata de pieles que son muy resistentes, y sobre todo impermeables, y por eso son ideales como cubierta superior.

La cubierta de tejón era la que quedaba a la vista de todos los que entraban al Santuario. Pero lejos de ser un techo vistoso, más bien era simple y rústico. En apariencia, no era hermoso; pero quienes entraban podrían apreciar las cortinas internas que eran bellísimas.

Esto es similar a lo que el profeta Isaías describe acerca del Mesías:
(Isaías 53:2) …no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

La Biblia siempre le da énfasis a la belleza interior más que las apariencias y lo superficial.


DENTRO DEL SANTUARIO
Sigamos avanzando en el progreso del Santuario, y vayamos a ver lo que había adentro…

El Santuario se dividía en dos áreas:



1. El Lugar Santo.
En esta área se encontraban tres muebles: la mesa de los panes, el Candelabro y el altar de incienso (Exo. 26:35). Aquí sólo podían entrar los sacerdotes (levitas descendientes de Aarón).

2. El Lugar Santísimo.
Ésta era el área más íntima del Tabernáculo, donde se manifestaba la Presencia de Dios. Allí sólo se encontraba el Arca del Pacto (Exo. 26:34). En esta área sólo podía entrar el Sumo Sacerdote, y no cualquier día sino únicamente en el Día de Expiación.

Lo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo era un velo especial (Ex. 26:33), del cual hablaremos más adelante.


Estudios de otros capítulos de este libro: Éxodo
Clase virtual de este libro: Audio de Éxodo
También en Video de YouTube (Canal: Cita Divina)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...