lunes, 2 de octubre de 2017

TABERNÁCULO (II): Pared y Entrada


Como ya mencionamos anteriormente, el Tabernáculo es el lugar donde la Presencia de Dios se manifestaba. Si alguien quería acercarse a Dios, se dirigía al Tabernáculo, el cual estaba justamente en medio del campamento. En el desierto, las tribus estaban acampadas en orden a su alrededor (tal como se describe en Números cap. 2).

PARED EXTERIOR (Exo. 27:9-19)
Cuando un israelita se acercaba al Tabernáculo, lo primero que se encontraba era con una pared alta. Esta pared estaba hecha de cortinas de lino blanco, las cuales medían aproximadamente 45 m. (largo) x  23 m. (ancho) x 2.3 m. (alto). Estas cortinas separaban el mundo exterior del mundo interior del Tabernáculo. A menos que una persona midiera más de dos metros de altura, no era posible ver desde afuera lo que había dentro. 



En la Biblia, el lino representa los actos de justicia (Apoc. 19:8). Esto es precisamente lo que nos ha separado de Dios.
(Isaías 59:2) Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.

Lo injusto no puede estar con Dios, quien es totalmente JUSTO (Sal. 92:15; 45:7,21); estamos separados de Él porque todo hombre ha pecado, desde Adán.
(Eclesiastés 7:20) Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

Aunque hagamos “buenas obras”, esto no es suficiente para presentarnos delante de Dios (Isa. 64:6), pues se requiere ser perfecto para estar ante Dios sin morir. La justicia perfecta nadie la ha logrado—sólo Jesús.

CAMINO HACIA DIOS
Las buenas nuevas es que Dios no quiere que quedemos separados de Él para siempre. Por eso mandó a Su Hijo, Jesucristo, para abrirnos el camino de regreso hacia el Padre.
(Romanos 3:23-26)  por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús; a quien Dios ha puesto en propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios, para manifestar su justicia en este tiempo; para que Él sea justo, y el que justifica al que cree en Jesús.

(Nota: Cuando estudiemos el significado del Altar del Holocausto, hablaremos de cómo Jesús nos ha redimido y ha sido nuestra propiciación.)

Si queremos acercarnos al Padre, no podemos hacerlo de otra forma que a través de Jesús el Mesías:
(Juan 14:6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

COLUMNAS (Exo. 27:9-19; 38:9-20)
Antes de seguir hablando del camino para entrar al Tabernáculo, debemos mencionar algo más sobre la pared exterior: Las cortinas que conformaban la pared exterior estaban sostenidas por columnas de bronce, y éstas tenán detalles en plata:
(Éxodo 38:17) Las basas de las columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata; y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata.
(Éxodo 38:20) Todas las estacas del tabernáculo y del atrio alrededor eran de bronce.

Estos materiales son significativos por lo que simbolizan en la Biblia:
* El bronce representa: juicio divino (Eze. 40:3; Apoc. 1:15)
* La plata representa: redención (Exo. 30:11-16)

Al acercarnos a Dios, nos enfrentamos al juicio divino por nuestro pecado; pero Dios no quiere condenarnos sino que nos da la promesa de redención divina.

La Buena Nueva es que, aunque comenzamos estando afuera del Tabernáculo, separados de Dios, hay una forma de entrar al Tabernáculo. Como ya vimos, Jesús es el camino, y Él también es la puerta…

PUERTA DE ENTRADA (Exo. 27:16-17; 38:18-19)
No hay otra forma de entrar al Tabernáculo mas que por la puerta principal, que estaba del lado oriental. Esta no sólo era de lino blanco, sino también de telas de otros colores vistosos.
(Éxodo 38:18) La cortina de la entrada del atrio era de obra de recamador, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; era de veinte codos de longitud, y su anchura, o sea su altura, era de cinco codos, lo mismo que las cortinas del atrio.

El significado simbólico de estos colores es el siguiente:
AZUL: lo celestial y divino
PURPURA: autoridad, realeza
ROJO: sangre
BLANCO: pureza y justicia

Estos colores estaban entretejidos en la tela de la puerta del Tabernáculo, y representan todo lo que el Mesías es: Él es el Rey, divino y puro, que derramó su sangre para hacer justicia por nosotros.

Jesús claramente dijo que Él era la puerta, y sin Él nadie puede entrar en el camino de regreso al Padre (Juan 14:6).
(Juan 10:9) Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

En la próxima entrada veremos lo que se encontraba en el Atrio Exterior, y lo que esas piezas significan…


Estudios de otros capítulos de este libro: Éxodo
Clase virtual de este libro: Audio de Éxodo
También en Video de YouTube (Canal: Cita Divina):


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