La fama de Jesús se extendió por todo Israel
debido a los milagros que Él hacía.
Grandes multitudes lo buscaban para ser sanados o liberados. Otros le seguían por sus enseñanzas (sus
discípulos). También comenzaron a buscarlo los fariseos y líderes religiosos,
quiénes llegaron para examinar y probar su “teología”.
Como ya vimos en el Sermón del Monte, Jesús aclaró
que Él no vino para anular la Ley (en hebreo: Torá), pues es la
instrucción de Dios; más bien vino a cumplirla y enseñarla (Mateo 5:17-19). Por lo demás, Jesús cumplió con toda justicia
divina y no faltó a ninguno de los mandamientos de Dios. Pero dónde hubo
divergencia con los religiosos fue en relación a la forma de aplicar algunos
mandamientos. Y uno de esos temas
controversiales fue: el día de reposo…
(Mateo 12:1-2)
En
aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos
tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los
fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en
el día de reposo.
LÍCITO O NO LÍCITO
¿Por qué decían los fariseos que estaba
prohibido arrancar espigas en el día de reposo (heb. Shabat)? En
realidad esa prohibición no está escrita en la Torá (es decir, Pentateuco),
sino que era una interpretación de los rabinos
Lo que dice la Biblia sobre el Shabat es lo
siguiente (que dicho sea de paso, es el cuarto de los Diez Mandamientos):
(Éxodo 20:8-10) Acuérdate del día de reposo para
santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es
reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu
hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está
dentro de tus puertas.
En síntesis, esta es la instrucción de Dios
para el día de reposo (heb. Shabat):
a. Santificarlo.
El séptimo día de la semana (el sábado) debe
santificarse, es decir, apartarse para Jehová.
b. No
hacer obra.
El Shabat es un día de reposo, y no debe
hacerse ninguna obra (heb. Melaja).
Esto nos lleva a preguntar: ¿Qué significa
“hacer obra”? La palabra en hebreo: “Melaja”
se refiere a un trabajo productivo o creativo.
“No hacer obra” significa: no trabajar, ni producir. Esto fue lo que Dios hizo en el séptimo día
de la creación: reposó de toda obra (Génesis 2:1-3); y ahora Él nos invita a
seguir su ejemplo.
Pero a muchos les quedaba la duda: ¿Qué implica
exactamente “no hacer obra”? Los
rabinos estudiaron este tema y llegaron a la conclusión que “hacer
obra” está relacionado con las actividades de la construcción del Tabernáculo,
basados en lo que está escrito en el capítulo 35 de Éxodo (donde
el día del reposo se presenta a la par de las instrucciones del Tabernáculo). Basado en esta interpretación, el Talmud
presenta una lista de “39 actividades prohibidas para el Shabat”, entre las
cuales están: arar, cosechar, cocinar, teñir lana, tejer, coser, amarrar,
sacrificar un animal, construir, destruir, martillar, cargar un objeto a otro
lugar, etc.
Volviendo a la historia de Mateo…vemos que los fariseos señalaron a
los discípulos de Jesús de “profanar” el día de reposo porque habían arrancado
espigas para comer (Mat. 12:1-2), lo que para ellos equivalía a “cosechar”—que
es una de las actividades prohibidas para el Shabat según la interpretación
rabínica. Pero evidentemente Jesús no coincidía con esa interpretación, ya que
permitió que cortaran granos para comer en el día de reposo, y dijo a un
paralítico que sanó que cargara su cama en ese día (Juan 5:5-11).
Jesús vivió en perfecta obediencia a Dios y guardó la Ley, pero no se
“sometió” a la interpretación de los rabinos ni los sabios, y eso fue lo que
provocó conflicto con los líderes religiosos.
En una ocasión, los fariseos y escribas le preguntaron a Jesús: ¿Por
qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos? Ante eso, Jesús respondió con palabras fuertes:
(Marcos 7:7-9) Hipócritas,
bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me
honra, mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como
doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os
aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los
vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien
invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
En esa ocasión, Jesús explicó muy bien el efecto que tiene “añadir
mandamientos” a la Ley de Dios (que ya es perfecta—Salmo 19:7; Santiago 1:25):
los mandamientos de los hombres nos pueden desviar y alejar de Dios—y aún de su
Ley. El ejemplo del Shabat es perfecto,
porque al añadir “más reglas” los religiosos convirtieron ese día en “una
carga” en lugar de un reposo como estaba diseñado a ser.
Marcos comparte una frase muy significativa que Jesús dijo en esa
ocasión:
(Mar. 2:27-28)
También
les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por
causa del día de reposo. Por tanto, el
Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
El Shabat es el día que Jehová Dios escogió para que lo apartemos…para
Él. Y si tenemos duda de lo que debemos
o no debemos hacer—preguntémosle a Él, porque es Su día. Pero, sobre todo, no olvidemos que es un día
para reposar—no sólo del trabajo físico, sino también de las “obras espirituales”;
es decir, en ese día reconocemos que el favor de Dios no lo ganamos por ser
perfectos, sino por Su misericordia y gracia, y por eso podemos reposar en Él (Hebreos
4:9-16).
El hombre convirtió el Shabat en una carga, cuando en realidad el
Señor lo diseñó para que fuera un reposo y un deleite.
(Isaías 58:13-14) Si
retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo
llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus
propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,
entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la
tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de
Jehová lo ha hablado.
Me pregunto si el problema no está en que el hombre no quiere reposar
ni soltar ya que quiere tener siempre el control. El reposo está en soltar—en descansar en
Dios, confiando plenamente en El. Si nos
rendimos ante Él hallaremos el descanso que tanto anhela nuestras almas. Este
es precisamente el mensaje que Jesús dio al final del capítulo once:
(Mateo 11:28-30) Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar. Llevad mi
yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi
carga.
En la tradición se consideraba que la Torá (la Ley de Dios) es “un
yugo”. Usando esa misma analogía, Jesús
explicó que la ley no es para “cargarnos” sino para que nos vaya bien. Sus mandamientos no son cargosos porque Él nos
ayuda a ponerlos en práctica, y traen bendición a nuestras vidas (Deu. 4:40;
Deu. 12:28).
Jesús no eliminó el mandamiento del Día de Reposo: más bien, le dio su
correcta interpretación.
EJEMPLOS DE JESÚS
Para responder la crítica de los fariseos (Mat. 12:2), Jesús menciona
dos ejemplos bíblicos:
a. Un sacerdote le ofreció a David los panes del Lugar Santo (Lev.
24:5-9), los cuales los sacerdotes comían en el día de reposo (ref. 1 Sam.
21:3-6); pero en esa ocasión los compartió con David porque eran los únicos
disponibles.
b. Algunos sacerdotes trabajan en el Templo aún en el día de reposo, ya que
alguien debe ofrecer el “Holocausto
Continuo” (heb. Korban Tamid) y el sacrificio especial del Shabat
(Num. 28:9-10).
Otro ejemplo lo encontramos en el Evangelio de Juan:
c. La circuncisión de un bebé
varón se debe hacer al octavo día, aunque caiga en día de reposo (lean la
explicación de Jesús en: Juan 7:22-24).
El Día de Reposo es para el Señor, y Él decide
cómo se hacen las cosas. Por eso Jesús
terminó diciéndoles: “el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo” (Mat.
12:8).
SANIDAD EN SHABAT
La discusión entre Jesús y los fariseos
continuó, ya que Él fue a la sinagoga de ellos para el servicio de Shabat. Allí los fariseos le hicieron una pregunta para
probarle:
(Mateo 12:9-10)
Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno
que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito
sanar en el día de reposo?
Jesús volteó la pegunta hacia ellos,
haciéndoles ver que ellos también actuarían si se tratara de ayudar a alguien o
rescatar algo cercano a ellos.
(Mateo 12:11-12)
El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si
ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una
oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.
Sanar al hombre con la mano seca (atrofiada o
paralizada) sería algo bueno. Por lo
tanto, Jesús lo sanó…
(Mateo 12:13)
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.
En lugar de alegrarse y admirarse por el
milagro, los fariseos se molestaron con Jesús, al punto de querer matarlo.
(Mateo 12:14)
Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para
destruirle.
Tal vez aún no estaban hablando de “matar” a
Jesús, pero definitivamente si estaban considerando hacer algo para destruir su
ministerio. ¿Por qué? Por la simple razón que estaba amenazando sus
propios ministerios con esas “nuevas” enseñanzas.
SE APARTÓ
Jesús no iba a dejarse intimidar por la opinión
de los líderes religiosos; sin embargo, se apartó porque su ministerio estaba
comenzando y aún tenía mucho que hacer.
Todavía no había llegado el momento de revelarse por completo, y por eso
pedía a la gente cierta discreción.
(Mateo 12:15-16)
Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y
sanaba a todos, y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen.
Jesús pudo haberse promocionado como el hacedor
de milagros y salvador de Israel, pero no lo hizo. A Mateo le impresionó la discreción de Jesús,
y la apreció como el cumplimiento de una profecía de Isaías (Isa. 42:1-4).
(Mateo 12:17-21) para que se cumpliese lo dicho por
el profeta Isaías, cuando dijo: He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi
Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los
gentiles anunciará juicio. No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las
calles su voz. La caña cascada no
quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el
juicio. Y en su nombre esperarán los gentiles.
Y la primera parte de esta profecía se cumplió
cuando la voz del Padre se dejó oír en el día en que Jesús se bautizó, diciendo:
“Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia” (Mateo 3:16-17)
En la próxima entrada terminaremos el estudio
del capítulo doce…
Gloria a Dios por tus estudios porque los que llegan aqui y ven sin duda son guiados por el Espiritu Santo de nuestro Padre. Gracias, Dios te guarde.
ResponderEliminarAmen, gracias al Eterno por su ministerio
ResponderEliminarMe encanto la clase y explicación gracias bendiciones
ResponderEliminarGracias bendiciones
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarGracias por compartir sus enseñanzas, son muy edificantes , claras y sobre todo no están fuera de contexto . Dios lo bendiga CONFORME a su plan y propósito para su vida y ministerio.
ResponderEliminarMe encanta la reflexión y quisiera que me envíe mas de Mateos 12.
EliminarBuenos días tengo una duda mi pastor dice que actualmente el día de reposo es el domingo por celebración del nacimiento de JESÚS qué Dios la bendiga
ResponderEliminarEspero su respuesta gracias o su opinión
ResponderEliminarEspero su respuesta o opinión gracias
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarHola. Quisiera aprender la biblia, quisiera saber sobre algun modelo o método de estudio, además de leer la biblia y leer aquí sus explicaciones que más puedo hacer? O sea como hacer para aprenderlas, y si está bien lo que voy haciendo.
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