miércoles, 2 de diciembre de 2015

DEVARIM 29:1-18. Confirmación del Pacto

(Deuteronomio)

Después de un desvío de cuarenta años por el desierto, los israelitas finalmente están listos para entrar a la Tierra Prometida.  Pero la generación que salió de Egipto no es la misma que la que va a entrar a Canaán.  Por esa razón, la Nueva Generación debía oír la Torá, y de eso se trata todo el libro de Devarim (Deuteronomio).  


La generación del Desierto aceptó el Pacto con Dios en el Monte Sinaí (Horeb), y ahora la Nueva Generación debía confirmar el Pacto antes de entrar a Canaán, al otro lado del Río Jordán.
(Deu. 29:1)  Estas son las palabras del pacto que Jehová mandó a Moisés que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb. 

No se trata de un nuevo pacto.  Es el mismo, pero con una nueva generación.  Ahora ellos van a entrar a la Tierra Prometida, y allí deben vivir como Dios manda, tal como está escrito en la Torá, y no como cada uno quiere…
(Deu. 29:9-13)  Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.  Vosotros todos estáis hoy en presencia de Jehová vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua; para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo, para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 

La invitación de Dios no sólo es para los líderes y ancianos, sino también para los niños…y las mujeres…y aún para los extranjeros. 

¿En qué consiste la invitación de Dios?
  •         Ser confirmado como Su Pueblo
  •         Jehová te sea por Dios
  •          Entrar en el Pacto, que implica obediencia a los mandamientos de Dios


Esta invitación no es nueva—es la misma que Israel recibió en el Monte Sinaí.  Cada generación debe confirmar el Pacto con Dios.
(Deu. 29:14-15) Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros. 

“Los que no están aquí hoy” se refiere a las generaciones que están por venir.


ENTRAN A UNA NUEVA VIDA
Moisés hace memoria de la forma milagrosa en que Dios cuidó al pueblo de Israel en el desierto.

* Vieron milagros
(Deu. 29:2-3)  Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra, las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, las señales y las grandes maravillas. 

* Les proveyó de vestido
(Deu. 29:5)  Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.

* Les dio alimento (Maná, en lugar de pan; agua, en lugar de vino)
(Deu. 29:6) No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy Jehová vuestro Dios. 

* Los protegió de los enemigos
(Deu. 29:7-8)  Y llegasteis a este lugar, y salieron Sehón rey de Hesbón y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos; y tomamos su tierra,  y la dimos por heredad a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés.

En el desierto, Israel vivió de una manera sobrenatural.  Pero a partir del momento en que entren a la Tierra Prometida, los israelitas regresarán a una vida más natural.  Por ejemplo, ya recibirán maná, sino que tendrán que trabajar la tierra para procurar el pan diario. 

Moisés les hace ver que para que les vaya bien en su nueva vida, deben guardar los mandamientos de Dios.
(Deu. 29:9) Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra,  para que prosperéis en todo lo que hiciereis. 

NO IMITEN A LAS NACIONES
Moisés también les advierte que van a tener la tentación de ver a los vecinos para imitarlos en su forma de vivir.  Esa es una trampa, y no deben caer en ello…
(Deu. 29:16-18)  Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado; y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo. No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo.

En la próxima entrada terminaremos de estudiar el mensaje del capítulo 29…


*  Más lecciones de Deuteronomio: DEVARIM (Deut.)

*  Clase de Biblia en audio: DEVARIM AUDIO

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