La segunda parte de Devarim 22 trata temas de
índole sexual…
DUDAS SOBRE LA VIRGINIDAD
La Biblia promueve la castidad y pureza
sexual. Se espera que la pareja llegue
virgen al matrimonio. La pregunta es: ¿Cómo se puede comprobar si la
pareja se guardó sexualmente hasta el matrimonio? No hay forma de probarlo en el caso del
hombre, pero sí de la mujer, ya que sangra en su primera experiencia.
¿Qué sucede si se descubre que la mujer no
llegó virgen al matrimonio? Este
problema se discute en este capítulo…
(Deu. 22:13-14)
Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a
ella la aborreciere, y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: A
esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen
Esta acusación era seria, y era causa de
divorcio, y también de infamia. El problema es que a veces esas acusaciones
eran falsas. En ese caso, los padres de
la novia debían mostrar las pruebas de que entregaron a su hija virgen, es
decir, las sábanas manchadas de sangre en el día de la boda.
(Deu. 22:15-17)
entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán
las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la
puerta; y dirá el padre de la joven a
los ancianos: o di mi hija a este hombre
por mujer, y él la aborrece; y he aquí,
él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu
hija; pero ved aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de los
ancianos de la ciudad.
Si se descubre que las acusaciones eran falsas,
el hombre era castigado por difamación…
(Deu. 22:18-19)
Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo
castigarán; y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de
la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá
por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.
Si se llega a descubrir que la mujer estaba en
falta, el castigo es la pena de muerte.
(Deu. 22:20-21)
Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la
joven, entonces la sacarán a la puerta
de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por
cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el
mal de en medio de ti.
ADULTERIO
Tanto la fornicación como el adulterio son
consideradas faltas muy serias en la congregación de Israel.
(Deu. 22:22)
Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada
con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.
La pena de adulterio aplica también a quienes
estén desposados, es decir que están comprometidos a casarse pero aún no han
consumado el matrimonio.
(Deu. 22:23-24)
Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y
alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; entonces los sacaréis a
ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque
no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo;
así quitarás el mal de en medio de ti.
VIOLACIÓN
En este capítulo también se contempla los casos
de violación.
(Deu. 22:25-27)
Mas si un hombre hallare en el campo a la joven desposada, y
la forzare aquel hombre, acostándose con ella, morirá solamente el hombre que
se acostó con ella; mas a la joven no le harás nada; no hay en ella culpa de
muerte; pues como cuando alguno se
levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso. Porque él la halló en el campo; dio voces la
joven desposada, y no hubo quien la librase.
A la víctima se le considera inocente, mientras
que el violador recibe la pena de muerte.
Por otro lado, se presenta el caso de una
virgen que fue seducida por un hombre.
(Deu. 22:28-29)
Cuando algún hombre hallare a una joven virgen que no fuere
desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren descubiertos; entonces
el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de
plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en
todos sus días.
En este caso se obliga al hombre a honrar a la
mujer casándose con ella, y no podrá darle carta de divorcio jamás.
PROFANAR EL LECHO DEL PADRE
El último crimen sexual es el que cometió
Rubén, hijo de Jacob (Gen. 35:22).
(Deu. 22:30)
Ninguno tomará la mujer de su padre,
ni profanará el lecho de su padre.
En Levítico está descrito en forma más
explícita lo que esto significa, y señala cual es la pena para tal falta. Lo más probable es que “la mujer de su padre”
se refiere a la madrastra, no la madre.
(Lev. 20:11)
Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.
También Pablo menciona que alguien de la congregación
de Corinto había cometido tal falta, y no debía tolerarse…
(1 Corintios 5:1) De cierto se oye que hay entre vosotros
fornicación, y tal fornicación cual ni
aun se nombra entre los gentiles; tanto
que alguno tiene la mujer de su padre.
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