(Deuteronomio)
FIESTAS BÍBLICAS
Este capítulo comienza hablando de las fiestas
del Señor. Algunos las llaman “fiestas
judías” dado que históricamente han sido los judíos quienes las han guardado,
pero en realidad son Fiestas de Jehová, pues Él las convocó.
(Levítico 23:2) Habla a los hijos de Israel y diles:
Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas
convocaciones serán estas.
No sólo el Señor convocó para estas fiestas,
sino que Él designó tiempos específicos para ellas…
(Lev. 23:4)
Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las
cuales convocaréis en sus tiempos.
Veamos ahora cuáles son estas fiestas, y cuáles
son los tiempos designados…
TRES CONVOCACIONES
Las Fiestas de Jehová son siete, pero en
realidad son tres tiempos de convocación (las primeras tres se unen en una sola
convocación, al igual que las últimas tres)…
(Deu. 16:16-17) Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo
delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de
los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta
solemne de los tabernáculos. Y ninguno
se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda
de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.
Los tres tiempos de convocación y peregrinación
a Jerusalén (“el lugar que Dios escogió”) eran:
1.
Panes sin Levadura (14-21 de Nisán)
2.
Semanas (en el mes de Siván, el día 50 del conteo del omer)
3.
Tabernáculos (15-21 Tishri)
1° CONVOCACION: Panes sin Levadura (14-21 de Nisán)
En esa semana se celebran tres fiestas: Pascua
(heb. Pesaj, 14 Nisan), Panes sin levadura (heb. Jag
HaMatzot, 15-21 Nisan), Primicias (heb. Bikurim, el
domingo de esa semana). La ofrenda que
se presenta en este tiempo es la primicia de la cebada.
a. PASCUA
(Deu. 16:1) Guardarás el mes de Abib, y harás
pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de
Egipto, de noche.
El mes de Abib es también conocido como Nisán,
pero aquí recibe el nombre de “Abib” porque su conexión con la primavera, ya
que la palabra significa: retoño de espiga.
Este es primer mes del año en el calendario bíblico (a partir de Exodo
12:2), y este inicio de la primavera lo marca el retoño de los cultivos, el
primero de los cuales en específico la cebada.
En ese primer mes (Abib / Nisan) se celebra la
primera fiesta del Señor: la Pascua…
(Deu. 16:2) Y sacrificarás la pascua a Jehová tu
Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere para que
habite allí su nombre.
Como ya lo hemos mencionado anteriormente,
Jerusalén es “el lugar que Jehová escogió para poner allí Su Nombre”. Sólo allí se podía ofrecer el sacrificio de
la Pascua.
(Deu. 16:5-7) No podrás sacrificar la pascua en
cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da; sino en el lugar que
Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pascua
por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto. Y la asarás
y comerás en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana
regresarás y volverás a tu habitación.
Si celebran la Pascua en otro lugar, entonces
no pueden comer cordero, pues éste sólo se podía sacrificar en el Templo en
Jerusalén.
b. PANES
SIN LEVADURA
La Pascua va seguida de la segunda Fiesta:
Panes sin Levadura…
(Deu 16:3-7)
No comerás con ella (Pascua) pan con
levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción,
porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida
te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto. Y no se verá levadura contigo en todo tu
territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer
día, no quedará hasta la mañana.
(Deu. 16:8) Seis días comerás pan sin levadura,
y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en
él.
c.
PRIMICIAS
La tercera fiesta está conectada con la ofrenda
de las Primicias de la cosecha de cebada.
El día escogido para esta fiesta es el domingo de la semana de Pascua
(Lev. 23:10-11). A partir de ese momento
se hacía el “Conteo del Omer”…
(Deu 16:9)
Siete semanas contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las
mieses comenzarás a contar las siete semanas.
Este conteo de siete semanas conecta con la
siguiente fiesta (Lev. 23:15-16)…
2° CONVOCACION: Semanas
En el día 50 del Conteo del Omer, que cae a
principios del mes de Siván, se celebra la cuarta fiesta: Semanas (heb. Shavuot),
que también se conoce como “Pentecostés”.
En esa ocasión se ofrece la primicia del trigo.
(Deu 16:10-11) Y harás la fiesta solemne de las
semanas a Jehová tu Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que
dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido. Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú,
tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva,
el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda
que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido
para poner allí su nombre.
3° CONVOCACION: Tabernáculos
En el mes de Tishri (séptimo en el calendario
bíblico), se celebran las últimas tres fiestas: Trompetas (heb. Rosh
Hashana, 1 Tishri), Día de Expiación (heb. Yom Kipur, 10
Tishri) y Tabernáculos (heb. Sucot, 15-21 Tishri)
Aquí en el capítulo 16 sólo se menciona la
última porque era en esa semana que los israelitas peregrinaban a Jerusalén…
(Deu 16:13-15)
La fiesta solemne de los tabernáculos harás por siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de
tu lagar. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu
siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero,
el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. Siete días
celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere;
porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra
de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
CUMPLIMIENTO MESIÁNICO
Dios convocó a estas fiestas no sólo para que
celebremos algún evento histórico de Israel, sino que están diseñadas para
revelarnos sobre el Plan de Redención de Dios a través del Mesías. Por un lado está la “sombra” de la fiesta (lo
histórico), pero también está “el cuerpo o esencia” (lo profético) que es la
revelación del Mesías y los pasos que Él dará para redimir a la humanidad (Col.
2:16-17).
La siguiente gráfica hace un paralelo del
aspecto histórico y la revelación mesiánica de cada fiesta:
Fiesta
|
Sombra
histórico
|
Cuerpo o
esencia
cumplimiento
mesiánico
|
Pascua
|
Sacrificio
del cordero en Egipto
|
Jesús,
Cordero de Dios, muere en la cruz
|
Panes Sin Levadura
|
Salida de
Egipto
|
Jesús es
sepultado
|
Primicias
|
Cruce del
Mar Rojo
|
Jesús
resucitó
|
Semanas (Pentecostés)
|
Revelación
de Dios en el Monte Sinaí y entrega de la Torá
|
El
Espíritu Santo desciende sobre los discípulos
|
Trompetas
|
Anuncio de
la Segunda Venida del Mesías
|
|
Día de Expiación
|
Perdón por
pecado del Becerro de oro
|
Se borra
toda iniquidad, y juicio
|
Tabernáculos
|
Presencia
de Dios en el Tabernáculo
|
Reino
milenario del Mesías
|
JUEZ JUSTO
El segundo tema principal de Devarim 16 tiene
que ver con los jueces en Israel.
(Deu. 16:18)
Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te
dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.
Los jueces (heb. Shoftim) son
indispensables para una sociedad, ya que ellos conocen la ley y ayudan a
dirimir conflictos entre los ciudadanos.
El cargo que se traduce como “oficial”, en
hebreo es: Shoter, que literalmente significa: escriba. Los escribas eran los que se encargaban de
escribir las copias de la Torá, y por ello tenían gran conocimiento de la
Ley. Shoter también se puede
traducir como: superintendente o magistrado.
Tanto jueces como escribas servían al pueblo
juzgando casos y solventando conflictos. La Biblia les manda a ellos que
“juzguen con justo juicio”. ¿Qué implica
esto? La Torá lo explica a continuación…
(Deu. 16:19)
No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno;
porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los
justos.
En teoría, el juez debe seguir la ley al pie de
la letra, y dictaminar según lo que es correcto. Aunque eso es lo ideal, en la realidad
humana, la justicia puede ser torcida, ya sea por soborno, artimañas o
prejuicios. Para prevenir esto, la Torá
determina que el juez debe ser imparcial. Este principio ya se había mencionado
en el primer capítulo de Devarim…
(Deu. 1:16-17)
Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos,
y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. No hagáis
distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis
temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil,
la traeréis a mí, y yo la oiré.
Quienes eran más vulnerables a juicios injustos
eran los más necesitados y los que no tenían poder…
(Deu. 24:17)
No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda.
El juez debe juzgar según el orden de Dios, y
no siguiendo su corazón ni sus emociones.
(Deu.
16:20)
La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová
tu Dios te da.
En el desierto, sólo Moisés estaba sirviendo
como juez, pero no se daba a basto con la demanda. Por sugerencia de su suegro, nombraron a más
jueces entre los líderes del pueblo, quienes ayudaban a dirimir los conflictos
entre el pueblo. Y los casos difíciles
se los dejaban a Moisés. (Exodo 18:13-23).
CASOS DIFÍCILES
Más adelante veremos que, luego que Moisés
murió, los casos más difíciles se los dejan a los sacerdotes (Deu. 17:9). En el
capítulo 17 también se mencionan ciertos aspectos de los juicios que
aprovecharemos a revisar en esta lección…
Los Sacerdotes en Jerusalén servían como
jueces, ayudando a dirimir las diferencias que no habían podido ser resueltas
en las cortes locales.
(Deu. 17:8-9)
Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de
homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de
herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y
recurrirás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y vendrás a los sacerdotes
levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás; y ellos te
enseñarán la sentencia del juicio.
Esta corte de sacerdotes en Jerusalén era
considerada como la Corte Suprema. La
resolución que salía de esa corte era final, y la población debía someterse al
dictamen.
(Deu. 17:10-11) Y harás según la sentencia que te indiquen
los del lugar que Jehová escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te
manifiesten. Según la ley que te
enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni
a siniestra de la sentencia que te declaren.
Si alguien se rebela en contra de la resolución
de esa corte sacerdotal, se consideraría como insubordinación y tendría que enfrentar
la pena máxima.
(Deu. 17:12-13)
el hombre que procediere con
soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de
Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de
Israel. Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá.
[Los últimos versículos de este capítulo los
estudiaremos en la próxima lección, ya que tienen más conexión con los temas
del próximo capítulo…]
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