Al final del
capítulo 21 de Hechos, vimos que Pablo estaba siendo linchado por acusaciones
falsas. La multitud no se detuvo a
preguntar si era cierto lo que decían los enemigos de Pablo, sino sólo se
dejaron ir en su contra. Los soldados
romanos llegaron a tiempo para salvarle la vida. Allí Pablo pudo comenzar a explicar quién
era y qué estaba pasando…
(Hechos 21:37-38)
Cuando comenzaron a meter a Pablo en la fortaleza, dijo al tribuno: ¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: ¿Sabes griego? (38)
¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos
días, y sacó al desierto los cuatro mil
sicarios?
Dado el escándalo
que se formó alrededor de Pablo, los romanos creyeron que se trataba de un egipcio
que había causado conflicto anteriormente.
Según la historia, en ese tiempo un egipcio llegó a Jerusalén diciendo
que era profeta. El dijo que si le acompañaban al Monte de los Olivos, verían
como los muros de Jerusalén caían ante sus palabras. Muchas personas lo acompañaron. Pero cuando la guardia romana se enteró del
gran movimiento de gente, fueron a dispersar a la multitud, porque querían
evitar problemas. La multitud se resistió;
ante esto, los romanos comenzaron a matar a unos, mientras que se dejaron
llevar presos. Sin embargo, el egipcio
logró escapar, y ya no se supo más de él (ref. Josefo, Antigüedades).
Pablo explicó que
él no era ese egipcio revoltoso. Aclaró que
él era judío, y hablaba griego porque había vivido en Tarso.
(Hechos 21:39) Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre
judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te
ruego que me permitas hablar al pueblo.
Pablo estaba a
salvo con los romanos, pero él quería que se le diera la oportunidad de aclarar
las cosas con el pueblo de Jerusalén.
(Hechos 21:40) Y cuando
él se lo permitió, Pablo, estando en pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, habló en lengua
hebrea, diciendo:
DISCURSO DE PABLO
En el capítulo 22
leemos el discurso que Pablo dio en su defensa:
(Hechos 22:1-3) Varones
hermanos y padres, oíd ahora mi defensa ante vosotros. (2) Y al oír que les hablaba en lengua
hebrea, guardaron más silencio. Y él les dijo:
(3) Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en
esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley
de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
De entrada, Pablo
no sólo se identificó sino que aclaró que él conocía la ley de Dios, pues la
estudió con Gamaliel, a quien todos respetaban y admiraban. Y aclaró que no sólo conocía la ley, sino que
la cumplía. Luego explicó que él era un
judío tan celoso que él mismo persiguió a los judíos que creían en Jesús.
(Hechos 22:4-5) Perseguía yo este Camino hasta la muerte,
prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres; (5) como el sumo
sacerdote también me es testigo, y todos
los ancianos, de quienes también recibí
cartas para los hermanos, y fui a Damasco
para traer presos a Jerusalén también a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados.
Luego les explicó
por qué él cambió de opinión con respecto a Jesús y a sus seguidores. Esta fue una excelente oportunidad para dar
su testimonio en público, en Jerusalén.
(Hechos 22:6-11) Pero
aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente
me rodeó mucha luz del cielo; (7) y caí al suelo, y oí una voz que me decía:
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? (8) Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor?
Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues. (9) Y los que estaban
conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz
del que hablaba conmigo. (10) Y dije:
¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, y ve a Damasco, y allí
se te dirá todo lo que está ordenado que hagas. (11) Y como yo no veía a causa
de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegué
a Damasco.
Luego, Pablo les
narró lo que sucedió después del encuentro, estando en Damasco.
(Hechos 22:12-16) Entonces
uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de
todos los judíos que allí moraban, (13) vino a mí, y acercándose, me dijo:
Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo
miré. (14) Y él dijo: El Dios de
nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo,
y oigas la voz de su boca. (15) Porque
serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. (16) Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
Pablo les dio su
testimonio de cómo llegó a convencerse de que Jesús era el Mesías. No fue por algo que oyó, sino por lo que
vivió. Desde ese momento, su vida
cambió, y el Señor lo llamó para dar testimonio de Él. Pero no todos lo han recibido bien…
(Hechos 22:17-20) Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que
orando en el templo me sobrevino un éxtasis.
(18) Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén;
porque no recibirán tu testimonio acerca de mí.
(19) Yo dije: Señor, ellos saben
que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; (20) y cuando se derramaba la sangre de
Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte,
y guardaba las ropas de los que le mataban.
Hasta este punto,
la multitud estaba absorta, escuchando el testimonio de Pablo. Pero cuando mencionó su llamado a los
gentiles, la multitud reaccionó…
(Hechos 22:21-22)
Pero me dijo: Ve, porque yo te
enviaré lejos a los gentiles. (22) Y le oyeron hasta esta palabra; entonces
alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene
que viva.
El tema de la
inclusión de los gentiles en el pueblo de Dios ha sido un tema difícil de
procesar para los judíos. Les cuesta
verlo y aceptarlo. Sin embargo, no
debería ser tan difícil de aceptar, ya que no era algo nuevo que Dios dispuso
en el Nuevo Testamento. Es parte del
plan de Dios desde el principio…
Cuando el Señor
llamó a los patriarcas para formar la nación de Israel, Él contempló la
eventual invitación a todas las naciones de la Tierra.
(Génesis 12:1-3) Y el SEÑOR dijo a Abram: Vete de tu tierra, de
entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te
mostraré. (2) Haré de ti una nación grande, y te bendeciré,
y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
(3) Bendeciré a los que te
bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las
familias de la tierra.
El Señor confirmó
esta promesa a Isaac, Jacob y a todos los hijos de Israel (Gen. 22:18; Gen.
26:4; Gen. 28:14). Dios primero iba a formar un pueblo, Israel, a través del
cual vendría la simiente (Cristo) para traer salvación espiritual. Luego abriría esta bendición a todas las
naciones del mundo. Este es el proceso
que vemos suceder en Hechos.
Pablo lo explica
claramente en su carta a los Gálatas:
(Gal. 3:7-9)
Por consiguiente, sabed que los que son de fe, éstos son hijos de
Abraham. (8) Y la Escritura, previendo
que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas
nuevas a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. (9) Así
que, los que son de fe son bendecidos con Abraham, el creyente.
Los judíos que
creyeron en Jesús lo llegaron a entender, aunque les costó al principio. Pero los que rechazaron a Jesús también
rechazaron la inclusión de los gentiles en el pueblo de Dios, porque la entrada
era por fe y no por obras.
Volviendo a
Hechos, cuando Pablo tocó el tema de los gentiles, los judíos reaccionaron…
(Hechos 22:23-24) Y como
ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire, (24) mandó el
tribuno que le metiesen en la fortaleza, y ordenó que fuese examinado con
azotes, para saber por qué causa clamaban así contra él.
A los romanos no
les gustaban los alborotos, y castigaban a cualquiera que los provocara. Por eso se dispusieron a azotar a Pablo. Pero en esta ocasión, Pablo se identificó
como ciudadano romano, lo cual cambiaba la forma del castigo.
(Hechos 22:25-29) Pero
cuando le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba presente: ¿Os
es lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? (26) Cuando el centurión oyó esto, fue y dio
aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano
romano. (27) Vino el tribuno y le dijo: Dime, ¿eres tú
ciudadano romano? El dijo: Sí. (28)
Respondió el tribuno: Yo con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de
nacimiento. (29) Así que, luego se apartaron de él los que le
iban a dar tormento; y aun el tribuno, al saber que era ciudadano romano,
también tuvo temor por haberle atado.
El tribuno romano
no sabía qué hacer con Pablo. Por un
lado, él sabía que los ciudadanos
romanos tenían derechos especiales en todas las provincias que ocupaba el
Imperio Romano. Teniendo Pablo
ciudadanía romana, le debía dar un trato preferencial. Por otro lado tenía a una gran multitud de
judíos que estaban esperando ver que castigaran a Pablo, a quien consideraban
un traidor. Este caso era un asunto que mezclaba política con religión; pero el
tribuno sabía poco o nada de los asuntos judíos. Para resolver el problema, el tribuno decidió
llamar a los líderes religiosos entre los judíos.
(Hechos 22:30) Al día
siguiente, queriendo saber de cierto la causa por la cual le acusaban los
judíos, le soltó de las cadenas, y mandó venir a los principales sacerdotes y a
todo el concilio, y sacando a Pablo, le presentó ante ellos.
En el capítulo
siguiente veremos lo que pasó en esta audiencia…
Espero con mucho deseo el resto de los capitulos nos esta ayudando mucho a mi familia gracias por hacerlo desinteresadamente
ResponderEliminarMuy bueno, -gracias y bendicionesss
ResponderEliminarComo siempre muy buen estudio.
ResponderEliminarGracias por tu dedicación y esfuerzo.
Gracias me esta ayudando bastante en mi devocional, Dios los bendiga grandemente.
ResponderEliminarExcelente explicación puede seguir con el libro de romanos por favor
ResponderEliminarExcelente me gusto la explicación
ResponderEliminarGloria a Dios, muy buena explicacion
ResponderEliminarMuchas gracias , Dios te continúe bendiciendo
ResponderEliminarGracias por la explicación
ResponderEliminarEs de mucha ayuda para comprender algunos versículos
Dios lo bendiga!!
Gracias por el estudio. Yo tambien la animo a considerar el desarrollo de Romanos. Dios la bendiga.
ResponderEliminarMuchas gracias hermano es una ayuda en el estudio bíblico donde yo estoy no hay ayuda Dios le bendiga mucho
ResponderEliminar