Mientras que Pedro estaba visitando y
enseñando a los creyentes en Jope (heb. Yafo), en un puerto al norte un hombre
romano recibió una visión divina que lo conectaría con Pedro…
(Hechos 10:1) Había en Cesarea un hombre llamado
Cornelio, centurión de la cohorte llamada la Italiana.
Cornelio era un centurión romano, es decir,
un militar romano que tenía a su cargo un centenar de soldados. El estaba
localizado en Cesarea, que era un gran puerto que los romanos habían construido
en la costa de Israel (actualmente localizado entre Tel Aviv y Haifa). Este puerto fue construido por Herodes el
Grande, y fue dedicado a César Augusto.
Alrededor del puerto creció la ciudad de Cesarea Marítima, la cual se
convirtió en sede de los romanos en la Provincia de Judea (una de las colonias
del imperio romano, cuyo nombre fue posteriormente cambiado a “Siria Palestina”
en el año 134, como reacción a las revueltas de los judíos en la región).
La relación entre judíos y romanos no era
la más cordial en el tiempo de los Hechos.
Por eso podría parecer extraña la descripción que se hace de Cornelio,
el centurión romano…
(Hechos 10:1-2) Había en Cesarea un hombre llamado
Cornelio, centurión de la cohorte llamada la Italiana, (2)
piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al
pueblo judío y oraba a Dios continuamente.
Evidentemente, Cornelio era creyente en el
Dios de Israel…él y toda su casa. Él no
escondía su fe, sino la vivía en pleno, no sólo de palabra sino de hecho. Lucas se refiere a él como “piadoso y
temeroso de Dios”. La única otra ocasión
en que Lucas usa la palabra que se traduce como “piadoso” (gr. Eusebes) es en
relación a Ananías, “hombre piadoso según
las normas de la ley, y de quien daban buen testimonio”(Hechos 22:12)
Es interesante notar que aunque Cornelio
estaba en Cesarea y no en Jerusalén, él oraba a la misma hora en la que se
hacían en el Templo las oraciones diarias del sacrificio continuo (heb. KorbanTamid; Exo 29:38-42), esto es a
las 9 am (hora tercera de los romanos) y a las 3 pm (hora novena).
Mientras que Cornelio se disponía a hacer
la oración de la tarde, el Señor le mandó un mensaje a través de un ángel…
(Hechos 10:3-6)
Como a la hora novena del día, vio claramente en una visión a un ángel
de Dios que entraba a donde él estaba y le decía: Cornelio. (4)
Mirándolo fijamente y atemorizado, Cornelio dijo: ¿Qué quieres, Señor? Y
él le dijo: Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de
Dios. (5) Despacha ahora algunos hombres a Jope, y
manda traer a un hombre llamado Simón, que también se llama Pedro. (6)
Este se hospeda con un curtidor llamado Simón, cuya casa está junto al
mar.
Aunque Cornelio era romano, él quería saber
más de Dios. Pero por ser gentil, el
acceso al Templo y a los judíos era limitada para él. No obstante, Cornelio oró a Dios, y Él le
respondió.
Por muy extrañas que le parecieran las
instrucciones del ángel, Cornelio respondió y actuó de inmediato…
(Hechos 10:7-8) Y
después que el ángel que le hablaba se había ido, Cornelio llamó a dos de los
criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían, (8) y
después de explicarles todo, los envió a Jope.
Cornelio no escogió a cualquiera para esta
misión. El envió a personas temerosas de
Dios.
PREPARACIÓN
DE PEDRO
Mientras los enviados de Cornelio iban en
camino, el Señor preparó a Pedro para recibirlos. Hasta el momento Pedro sólo había ministrado
a judíos y a los samaritanos (que eran una mezcla entre israelitas y gentiles),
pero nunca a romanos, a quienes los consideraban impuros. Ese rechazo no era
por prejuicio racial, ni porque los consideraran sucios físicamente, sino se
trata de una “impureza ritual”. En la
Torá están descritas las acciones y cosas que pueden hacer que una persona se
vuelva “impura”, y eso le impide poder entrar al Templo, hasta pasar por la
debida purificación. Por ello, muchos
judíos se mantenían alejados de los gentiles para no contaminarse…y Pedro era
uno de ellos.
Pedro no se juntaba con gentiles, pero Dios
estaba a punto de cambiarle la opinión con una experiencia que lo sacó fuera de
su zona de comodidad…
(Hechos 10:9-10) Al
día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad,
Pedro subió a la azotea a orar como a la hora sexta. (10) Tuvo hambre y deseaba comer; pero
mientras le preparaban algo de comer, le sobrevino un éxtasis.
Pedro estaba hospedado en la casa de Simón
el curtidor, un judío que vivía en Jope.
El subió a la terraza de la casa a mediodía (hora sexta), a la hora del
almuerzo. Es interesante como Dios
utiliza las circunstancias naturales de la vida para hablarnos, tal como lo
hizo con Pedro…
(Hechos 10:11-14) y vio el cielo abierto y un objeto semejante a un gran
lienzo que descendía, bajado a la tierra por las cuatro puntas; (12)
había en él toda clase de cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves
del cielo. (13) Y oyó una voz: Levántate, Pedro, mata y
come. (14) Mas Pedro dijo: De ninguna manera, Señor,
porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo.
Tal vez Pedro pensó que lo estaban poniendo
a prueba, pues tenía mucha hambre. Pero
él sabía muy bien que no debía comer animales impuros, tal como lo señala la
Palabra de Dios (Deut. 14). Leamos lo
que dice Levítico al respecto…
(Levítico 11:1-4) El SEÑOR habló a Moisés y a Aarón, diciéndoles: (2)
Hablad a los hijos de Israel, y decidles: Estos son los animales que podréis
comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra.(3) De entre los
animales, todo el que tiene pezuña dividida, formando así cascos hendidos, y
rumia, éste comeréis. (4) Sin embargo,
de los que rumian o tienen pezuña dividida, no comeréis éstos: el camello,
porque aunque rumia no tiene pezuña dividida; será inmundo para vosotros.
(Levítico 11:9-10) De todos los animales que hay en las aguas, podréis comer
éstos: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, en los mares o en
los ríos, podréis comer. (10) Pero todos
los que no tienen aletas ni escamas en los mares y en los ríos, entre todo lo que
se mueve en las aguas y entre todas las criaturas vivientes que están en el
agua, os serán abominación
Luego añade también las aves de rapiña, los
insectos alados de cuatro patas, los animales que se arrastran.
Al final del capítulo termina diciendo:
(Levítico 11:44-47) Porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios. Por tanto,
consagraos y sed santos, porque yo soy santo. No os contaminéis, pues, con
ningún animal que se arrastra sobre la tierra.
(45) Porque yo soy el SEÑOR, que
os he hecho subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios; seréis, pues,
santos porque yo soy santo. (46) Esta es
la ley acerca de los animales, de las aves, de todo ser viviente que se mueve
en las aguas y de todo animal que se arrastra sobre la tierra, (47)
para hacer distinción entre lo inmundo y lo limpio, entre el animal que
se puede comer y el animal que no se puede comer.
Pedro conocía bien todas estas leyes de los
animales que se podían comer, y había cumplido con ellas. Por eso le extrañó en gran manera que una voz
del cielo le dijere: “Mata y come”. Tal
vez pensó que el diablo le estaba tentando.
Pero para su sorpresa, la voz del cielo le volvió a hablar:
(Hechos 10:15-16) De
nuevo, por segunda vez, llegó a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no lo
llames tú impuro. (16) Y esto sucedió tres veces, e inmediatamente
el lienzo fue recogido al cielo.
Pedro estaba confundido, y no entendía lo
que la visión significaba, ya que sabía bien lo que estaba escrito en la
Palabra de Dios. ¿Acaso Dios iba a ir en
contra de su propia orden? Pedro se preguntaba qué significaba la visión, y la
respuesta no tardó en llegar…
(Hechos 10:17-20)
Mientras Pedro estaba perplejo pensando en lo que significaría la visión
que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio,
después de haber preguntado por la casa de Simón, aparecieron a la puerta; (18) y
llamando, preguntaron si allí se hospedaba Simón, el que también se llamaba
Pedro. (19) Y mientras Pedro meditaba sobre la visión, el
Espíritu le dijo: Mira, tres hombres te buscan.
(20) Levántate, pues, desciende y
no dudes en acompañarlos, porque yo los he enviado.
El Espíritu Santo le reveló que las tres
visiones tenían que ver con los tres hombres que llegaban a buscarle. En términos normales, él no dejaría entrar a
la casa a hombres gentiles que eran impuros.
Tampoco se iría con ellos. Pero
el Señor lo preparó con esa visión para recibirlos, escuchar su petición y
luego acompañarlos.
(Hechos 10:21-23)
Pedro descendió a donde estaban los hombres, y les dijo: He aquí, yo soy
el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? (22) Y
ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y
que es muy estimado por toda la nación de los judíos, le fue ordenado por un
santo ángel que te hiciera venir a su casa para oír tus palabras. (23)
Entonces los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó
y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
Antes, Pedro no se hubiera ido con
gentiles. Pero el Señor preparó su
corazón, no sólo para recibir a esos tres enviados y visitar a Cornelio, quien
era un creyente en Dios, sino también para romper paradigmas y darse cuenta que
el Evangelio se extendería más allá de las fronteras de Israel…
EN
CASA DE CORNELIO
Al llegar a la casa de Cornelio, Pedro
compartió la revelación que tuvo. En términos
normales, él no habría entrado a la casa de un gentil, pero el Señor estaba
abriendo puertas a los gentiles para que entren al Reino de Dios…
(Hechos 10:24-29) Al otro día entró en Cesarea. Cornelio los estaba
esperando y había reunido a sus parientes y amigos íntimos. (25) Y
sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y
postrándose a sus pies, lo adoró.
(26) Mas Pedro lo levantó,
diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.
(27) Y conversando con él, entró
y halló mucha gente reunida. (28) Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es
para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado
que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo; (29)
por eso, cuando fui llamado, vine sin poner ninguna objeción. Pregunto,
pues, ¿por qué causa me habéis enviado a llamar?
¿Qué dice la Torá al respecto? En realidad, no hay una ley expresa en la Torá
que prohiba que un israelita entre en la casa de un gentil. Lo que está prohibido era hacer alianzas con
los gentiles y comer de lo sacrificado a los ídolos, que era común cuando se
comía carne en la antigüedad. Eso sí
está escrito en la Torá (Exo. 34:12-16).
La supuesta prohibición de entrar en la casa de los gentiles fue añadida
por los rabinos, tal vez como un vallado alrededor de la Torá. Se había vuelto en una práctica judía común
en el tiempo en que los romanos controlaban la Tierra Santa (Ej. Juan
18:28). Son esos muros hechos por
hombres los que separan a los judíos de los cristianos. Jesús derribó esos muros de separación (Efe.
2:13-22), lo cual se confirma con la historia de Pedro y Cornelio.
RESPUESTA
A LA ORACIÓN
La visita de Pedro fue la respuesta a la
oración de Cornelio.
(Hechos 10:30-32) Y
Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa
a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso
delante de mí, (31) y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y
tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios. (32)
Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro;
él está hospedado en casa de Simón el curtidor, junto al mar.
Tal vez Cornelio no sabía la razón por la
que Pedro debía llegar con ellos ni sospechaba lo que él les hablaría, pero él
sabía que el Señor le había indicado invitar al apóstol, y lo hizo…
(Hechos 10:33) Por
tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos
nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor
te ha mandado.
No sólo Cornelio y sus amigos tenían algo
que aprender. También Pedro estaba
aprendiendo de este proceso.
(Hechos 10:34-35)
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: Ciertamente ahora entiendo que
Dios no hace acepción de personas, (35) sino que en toda nación el que le teme y hace
lo justo, le es acepto.
En la religión judía, para ser “aceptados”,
debían pasar por un proceso de conversión que consistía de tres pasos: (1)
circuncisión; (2) inmersión; (3) sacrificio.
Esto no está escrito en la Torá, sino son requisitos impuestos por el
hombre. A través de esta experiencia,
Pedro se dio cuenta que para entrar en el Reino de Dios, lo que el Señor espera
es que “teman a Dios y guarden sus mandamientos” (Deut. 10:12; Ecl. 12:13).
(Deut. 10:12-13) Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios,
sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y
que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, (13) y
que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy
para tu bien?
En realidad el concepto de que “Dios no
hace acepción de personas” no es algo que se inició en el Nuevo
Testamento. No era una idea nueva. Este principio está escrito desde la Torá—en
el mismo trozo de escritura que estábamos leyendo arriba…
(Deuteronomio 10:14-19) He aquí, al SEÑOR tu Dios pertenecen los cielos y los
cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. (15)
Sin embargo, el SEÑOR se agradó de tus padres, los amó, y escogió a su
descendencia después de ellos, es decir, a vosotros, de entre todos los
pueblos, como se ve hoy. (16) Circuncidad, pues, vuestro corazón, y no
endurezcáis más vuestra cerviz.
(17) Porque el SEÑOR vuestro Dios
es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no
hace acepción de personas ni acepta soborno.
(18) El hace justicia al huérfano
y a la viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido. (19)
Mostrad, pues, amor al extranjero, porque vosotros fuisteis extranjeros
en la tierra de Egipto.
Pedro y los apóstoles comenzaron a entender
que la fe en el Dios de Israel y en Jesús el Mesías (heb. Yeshua HaMashiaj) no era algo exclusivo para los judíos, sino para
toda la humanidad. Esta idea está
plasmada desde el llamado a Abraham, cuando el Señor le prometió que todas las
naciones de la Tierra serían benditas a través de su descendencia
(específicamente una simiente)…
(Génesis 22:16-18)y dijo: Por mí mismo he jurado, declara el
SEÑOR, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado tu hijo, tu
único, (17) de cierto te bendeciré grandemente, y
multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como
la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus
enemigos. (18) Y en tu simiente serán bendecidas todas las
naciones de la tierra, porque tú has obedecido mi voz.
Pablo explica que esa simiente prometida es
Cristo…
(Gal. 3:14,16) …a fin de que en Cristo Jesús la bendición
de Abraham viniera a los gentiles, para que recibiéramos la promesa del
Espíritu mediante la fe…
(16) Ahora bien,
las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: y a las
descendencias, como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu
descendencia, es decir, Cristo.
Pedro llegó a entender el mensaje de la
visión: “Lo que Dios ha limpiado, no lo
llames tú impuro” (10:15). Los
judíos consideraban a los gentiles como impuros, pero no debían verlos así ya
que el Señor les estaba abriendo a ellos también las puertas del Reino de Dios. Esa fue la lección para Pedro. Pero ahora él debía compartir con estos
gentiles que creían en el Dios de Israel, quienes estaban listos para escuchar
el Evangelio…
(Hechos 10:36-43) El
mensaje que El envió a los hijos de Israel, predicando paz por medio de
Jesucristo, que El es Señor de todos;
(37) vosotros mismos sabéis lo
que ocurrió en toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que
Juan predicó. (38) Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de
Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y
sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El. (39) Y
nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos
y en Jerusalén. Y también le dieron muerte, colgándole en una cruz. (40) A
éste Dios le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara, (41)
no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de
antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con El después
que resucitó de los muertos. (42) Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar
con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los
vivos y de los muertos. (43) De éste dan testimonio todos los profetas, de
que por su nombre, todo el que cree en El recibe el perdón de los pecados.
Mientras Pedro hacía su parte, compartiendo
las Buenas Nuevas del Evangelio, el Espíritu Santo hizo también su parte…
(Hechos 10:44-48)
Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que escuchaban el mensaje.
(45) Y todos los creyentes que
eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados,
porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los
gentiles, (46) pues les oían hablar en lenguas y exaltar a
Dios. Entonces Pedro dijo: (47) ¿Puede acaso alguien negar el agua para que
sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? (48) Y
mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron
que se quedara con ellos unos días.
Al final, Pedro no sólo
visitó la casa de Cornelio por un día, sino que se quedó más tiempo para
enseñarles y compartirles del Señor.
Doy gracias a Dios por ésta reflexión. Dios les continúe dando de su infinita sabiduría para instruir su pueblo. Jehová Dios y Jesucristo Señor y Rey de gloria les bendiga siempre!!!
ResponderEliminarQue privilegio tan geande de ser hijo del altisimo de Jehova de los ejercito muy buena la enseñanza biblica ...Dios los bendiga
EliminarQué gran bendición!
ResponderEliminarlinda reflexión.
ResponderEliminarGracias por compartir, ahora me han surgido unas dudas; ¿Qué pasó con Cornelio después? , ¿Cómo murió? ... Espero me puedan orientar un poco más sobre la vida de él, gracias :)
ResponderEliminarLa Biblia ya no menciona a Cornelio :(
EliminarYo creo que Cornelio ya murió de viejito nomas. Digo yop =)
EliminarClaramente la palabra de Dios nos enseña una vez más es este caso que las buenas obras no son suficiente para ser salvos sino que debemos por fe recibir a Cristo Jesus como Salvador,Cornelio era piadoso temeroso de Dios hacia buenas obras como limosnas sin embargo no fue salvo hasta que recibió a Cristo cuando escucho el Evangelio, por eso fue necesario que Pedro le predicase
ResponderEliminarEntonces si se ocupa un apostol de jesucristo en estos tiempos???
EliminarAgradezco a Dios por los autores de estas enseñanzas y por su sabia descripción. Debo reconocer que la palabra es tan poderosa para transformar los corazones y por esa razón, ustedes se convierten en instrumentos transformadores de Vida. Gracias.
ResponderEliminarAna primeramente agradezco al Padre Eterno haberme guiado hasta tu blog, en otro termino, no necesitas ser teologa para participar de la Palabra Divina, muestra de ello es tu gran amor por conocer más y en su contexto historico, ya que aludes a palabras en hebreo y su significado, no sé qué traducción de la biblia utilizas porque en ocasiones refieres a Yehova que realmente es YHWH, como los grigos lo llaman; en fin lo más hermoso es como el Principe de paz te ha usado para su Gloria. Bendiciones.
ResponderEliminarGracias, Manuel :-)
Eliminarexelente su exposicion de la palabra dios lo siga usando para su gloria y honra DTB
ResponderEliminarhola he leido tu blog sobre pedro y cornelio, y me parece muy muy bueno se nota que has estudiado mucho la palabra de dios y bueno, espero que dios te siga usando en gra manera DTB
ResponderEliminarQue bendicion... el mover del Espiritu Santo en esa epoca fue sobrenatural y tambien para este tiempo lo sigue haciendo ...es decir cuando se hospeda en nuestra casa un hombre de DIOS eso provoca una manifestacion gloriosa en el hogar y hay que manifestarla a nuestra familia y aun a los vecinos...DIOS lo hace con ese proposito
ResponderEliminarsuper interesante.
ResponderEliminarQur hermoso.este pasaje de la biblia
ResponderEliminarMe.enseño.mucho.por que no.entendia su significado pero con.este estudio biblico aprendi muchas gracias me gustaria seguir sus estudios Dios la siga bendiciendo y usando para la GLORIA DE SU NOMBRE CRISTO VIVE Y VIENE PRONTO
Dios te bendiga escudriñar las escrituras bajo el poder del E.S. es de gran bendición.
ResponderEliminarexcelente
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu estudio hermana.lo Estoy leyendo paso a paso.
ResponderEliminarGracias por tu esfuerzo y dedicación.
Gracias, aprdndí mucho, gracias a Dios pude resolver algunas dudas.
ResponderEliminarAnalisemos la vida de Cornelio en este blog de como era y como era su forma de vivir sin duda un hombre bueno con muchas virtudes sin embargo le hacia falta una cosa, que era? a nuestro señor Jesucristo, pero por medio de quien? el Apostol Pedro, el le declaro la manera de como iba a ser esto posible. Asi que afirmo es necesario un Apostol (enviado de Dios) Mt 11.27 - Galat 1.16. A quien por revelacion nos trae el conocimiento de su doctrina (no por sabiduria humana 1 Corint 2.4-5). Dios los bendiga LLDM
ResponderEliminarTengo una pregunta aquí en el libro de Hechos veo que se bauizaban en el nombre de Jesús y en libro de Mateo dice Padre, y del hijo y del Espíritu Santo
ResponderEliminarEn el libro de los Hechos de los apostoles, siempre se bautizó en el Nombre de Jesús. Los apostoles tenian amplia experiencia bautizando. De hecho en Juan 4 se muestra que ellos bautizaban desde la epoca de Juan Bautista:
Eliminar1Por tanto, cuando el Señor supo que los fariseos habían oído que El hacía y bautizaba más discípulos que Juan 2(aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos)...
muy hermoso el estudio biblico , porque me encanta la historia de pablo , y pedro hijos de DIOS viviente , alabdo sea DIOS
ResponderEliminarPreciosa reflexión, y es un estudio que me despejó muchas dudas, doy Gracias a Dios, por todo este estudio, y ¿Cómo se describe la forma de demostrar la Misión de Dios en Cornelio?
ResponderEliminarLinda palabra de Dios
ResponderEliminarLe bendigo en nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
ResponderEliminarQue El Espiritu Santo le continu usando como instrumento de.su palabra,le recomiendo la Biblia Textual IV Ed.La unica mas cercana a los originales.
me sumo a la gratitud de todos quienes hemos sido bendecidos por estos comentarios .
ResponderEliminarAmén 🙏 Dios les bendiga 🙏
ResponderEliminarGracias a DIOS por sus vidas no entendia este versiculo de pedro y cornelio yo pence que podiamos comer de toda carne porque DIOS ya la habia pueificado y veo en esta explicasion que no es asi gracias bendiciones 🙏
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