La única hija que la Biblia menciona que tuvo
Jacob es Dina. En el capítulo 30 se
habla brevemente de su nacimiento (Gen. 30:21), pero en este capítulo vuelve a
salir a luz en circunstancias poco afortunadas…
(Gen. 34:1-2) Y salió Dina, la hija de Lea, a quien ésta había dado a
luz a Jacob, a visitar a las hijas de la tierra. (2) Y
cuando la vio Siquem, hijo de Hamor heveo, príncipe de la tierra, se la llevó y
se acostó con ella y la violó.
Ciertamente la violación es algo
grotesco y una gran afrenta a la mujer.
Pero debemos entender que en la cultura de los cananeos, eso era
aceptable. No lo digo para excusar a
Siquem (porque no tiene excusa), sino para entender el contexto en el que eso
sucedió. En la cultura cananea era
aceptable que los hombres tomaran a las mujeres que les gustaban. Ellos las tomaban y las hacían suyas, al
estilo cavernícola. Si los padres no querían que esto les pasara a sus hijas,
las protegían y no les permitían salir solas.
La pregunta es: ¿Qué estaba haciendo
Dina sola, y por qué estaba “visitando a las hijas de la tierra”? Tal vez se sentía sola entre tantos hermanos
varones, y quería conocer a chicas de su edad.
Pero, ¿lo habrá hecho a sabiendas de sus padres? Lo más probable es que ella se escapó de su
casa sin permiso. La Biblia no dice cuál era la
intención de Dina, y sólo podemos suponer.
De cualquier forma, no podemos negar que fue imprudente de su parte
haber salido sola en medio de una cultura extraña. También debemos preguntarnos dónde estaban
sus padres. ¿Por qué no la estaban
cuidando? Ellos eran adultos y sabían
cómo funcionaba la cultura cananea.
Esta historia debe servirnos de
lección. Debemos aprender de este
ejemplo para tener cuidado de nuestros hijos, y cuidarlos de no exponernos
demasiado al mundo.
LA PIDIÓ POR MUJER
Para Siquem era normal lo que hizo, y prueba de ello es lo que dijo después de violar a la chica...
(Gen. 34:3-4) Y él se prendó de Dina, hija de Jacob, y amó a la joven y
le habló tiernamente. (4) Entonces Siquem habló a su padre Hamor,
diciendo: Consígueme a esta muchacha por mujer.
Eso era normal en la cultura
cananea, pero tal vez lo que más nos sorprende es la reacción de Jacob al enterarse
de lo que había pasado.
(Gen. 34:5) Y Jacob oyó que Siquem
había deshonrado a su hija Dina, pero sus hijos estaban con el ganado en el
campo, y Jacob guardó silencio hasta que ellos llegaran.
Jacob decidió no hacer nada al
respecto. En ese momento es probable que
él estuviera solo con las mujeres, ya que se menciona que los hijos estaban en
el campo con el ganado. Por eso decidió
esperar. Pudieron pasar varios días, ya
que los pastores se iban lejos para buscar pastos para el ganado.
En el tiempo de espera, el padre de
Siquem se presentó a Jacob. No venía con
disculpas, porque a sus ojos no habían hecho nada fuera de lo común. El venía con una propuesta matrimonial. Como líder del pueblo, seguramente ellos veían
la propuesta como un privilegio.
(Gen. 34:6) Entonces Hamor, padre de Siquem, salió a donde Jacob para hablar con él.
Aquí no queda claro el acuerdo al
que llegaron con Jacob. Más bien, la
Biblia nos lleva directamente al encuentro entre Hamor y los hijos de Jacob. Alguien les llevó la noticia, y ellos
regresaron de inmediato. Pero Los hijos
de Jacob no reaccionaron tan pasivamente como lo hizo su padre. Ellos se molestaron mucho, y lo
expresaron. Sin embargo, Hamor les salió
al encuentro y trató de calmarlos, asegurándoles que su intención era honrar a
la chica con el matrimonio, y además beneficiar económica y socialmente a la
familia de Jacob.
(Gen. 34:7-12) Y los hijos de Jacob regresaron del campo al oírlo. Y
aquellos hombres se entristecieron y se irritaron en gran manera porque Siquem había cometido una infamia en
Israel acostándose con la hija de Jacob, pues tal cosa no debe hacerse. (8)
Pero Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem anhela a
vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer. (9)
Enlazaos con nosotros en matrimonios; dadnos vuestras hijas y tomad las
nuestras para vosotros. (10) Así moraréis con nosotros, y la tierra estará
a vuestra disposición. Habitad y comerciad y adquirid propiedades en ella. (11) Dijo también Siquem al padre y a los hermanos
de ella: Si hallo gracia ante vuestros ojos, os daré lo que me digáis. (12)
Pedidme cuanta dote y presentes queráis
y os daré conforme a lo que me digáis, pero dadme a la joven por mujer.
Este suceso fue el que abrió las
puertas a Jacob para comprar tierra, lo cual no era permitido a los
extranjeros. Al hacer la “alianza
matrimonial”, se les consideró como de la familia, y por eso se les permitió adquirir
terrenos. Aunque sonaba como una buena
noticia, las circunstancias que lo provocaron no fueron las adecuadas…y veremos
que al final no fue de bendición…
REACCIÓN DE LOS HERMANOS DE DINA
Los hijos de Jacob no reaccionaron
positivamente a lo que había sucedido con Dina, especialmente los hermanos
consanguíneos: Simeón y Levi (hijos de Lea). Aunque
tenían “la justicia” de su lado, la perdieron cuando decidieron tomar la
justicia en manos propias. En ese
momento, los hijos de Jacob se dejaron llevar por la emoción, y no por la voz
de la razón ni la sabiduría divina.
Ellos querían venganza, sin medir las consecuencias. Con ese objetivo, urdieron un plan para
engañar a Siquem y su pueblo…
Los hijos de Jacob se acercaron a
Siquem para hacerle una propuesta, con aparente “buena voluntad”. Le propusieron un plan de alianza, que en
realidad era una treta para vengarse. Y
todo esto lo hicieron a espaldas de Jacob...
(Gen. 34:13-18) Pero los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a su
padre Hamor, y les hablaron con
engaño porque Siquem había
deshonrado a su hermana Dina. (14) Y les dijeron: No podemos hacer tal cosa, dar
nuestra hermana a un hombre no circuncidado, pues para nosotros eso es una
deshonra. (15) Sólo con esta condición os complaceremos: si os hacéis como nosotros,
circuncidándose cada uno de vuestros varones;
(16) entonces sí os daremos nuestras hijas, y
tomaremos vuestras hijas para nosotros, y moraremos con vosotros y seremos un
solo pueblo. (17) Pero si no nos escucháis, y no os circuncidáis, entonces
tomaremos a nuestra hija y nos iremos. (18) Y sus palabras parecieron razonables a Hamor
y a Siquem, hijo de Hamor.
En apariencia, esta propuesta
parecía algo normal, ya que los descendientes de Abraham se circuncidaban. Sin embargo, la intención de los hijos de
Jacob no era buena. Ellos no querían hacer
alianza con los de Siquem, sino que querían vengarse.
Como dice el refrán: “No hay mayor mentira que la que uno quiere
creer”.
Este fue el problema de los
habitantes de Siquem. Ellos querían
creer el engaño. Primero, Siquem quería creer porque estaba enamorado de Dina.
(Gen. 34:19) El joven, pues, no tardó en hacerlo porque estaba
enamorado de la hija de Jacob. Y él era el más respetado de toda la casa de su
padre.
En cuanto al resto del pueblo, ellos
creían ciegamente en su líder, y les convenía creer que la riqueza de Jacob les
salpicara a todos.
(Gen. 34:20-24) Entonces Hamor y su hijo Siquem vinieron a la puerta de
su ciudad, y hablaron a los hombres de la ciudad, diciendo: (21) Estos hombres están en paz con nosotros;
dejadles, pues, morar en la tierra y comerciar en ella, porque ved, la tierra
es bastante amplia para ellos. Tomemos para nosotros a sus hijas por mujeres y
démosles nuestras hijas. (22) Mas
sólo con esta condición
consentirán ellos en morar con nosotros para que seamos un solo pueblo: que se
circuncide todo varón entre nosotros, como ellos están circuncidados. (23)
¿No serán nuestros su ganado y sus propiedades y todos sus animales?
Consintamos sólo en esto, y morarán con nosotros. (24) Y
escucharon a Hamor y a su hijo Siquem todos los que salían por la puerta de la
ciudad, y fue circuncidado todo varón: todos los que salían por la puerta de la
ciudad.
Al tercer día de haberse
circuncidado los hombres del pueblo de Siquem, salió a luz las verdaderas
intenciones de los hijos de Jacob, en específico Simeón y Levi.
(Gen. 34:25-26) Pero sucedió que al tercer día, cuando estaban con más dolor, dos hijos de Jacob,
Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada y entraron en la ciudad,
que estaba desprevenida, y mataron a todo varón. (26) Y
mataron a Hamor y a su hijo Siquem a filo de espada, y tomaron a Dina de la
casa de Siquem, y salieron.
La venganza no se limitó a defender
la causa de Dina, sino también aprovecharon a tomar botín. Se quedaron con sus pertenencias y
esclavizaron a sus familias.
(Gen. 34:27-29) Después los hijos de
Jacob vinieron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque ellos habían
deshonrado a su hermana. (28) Y se llevaron sus ovejas, sus vacas y sus
asnos, y lo que había en la
ciudad y lo que había en el
campo; (29) y se llevaron cautivos a todos sus pequeños y
a sus mujeres, y saquearon todos sus bienes y todo lo que había en las casas.
Esto es un buen ejemplo de lo
negativa que es la venganza. Al
principio comienza como un “acto de justicia”, pero pronto se desvía al mal y
se vuelve desmedida. Los hijos de Jacob
comenzaron con sed de venganza, y le dieron rienda suelta, al punto que llegaron
a hacer un mal mayor que el de los otros. La venganza no borra el mal, sino que
en realidad lo multiplica. El mal no
justifica el mal; a los ojos de Dios, el mal debe ser vencido con el bien.
(Romanos 12:17-21) Nunca paguéis a
nadie mal por mal. Respetad lo bueno delante de todos los hombres. (18)
Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los
hombres. (19) Amados, nunca os venguéis vosotros mismos,
sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, Yo
pagaré, dice el Señor. (20) Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de
comer; y si tiene sed, sale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos
amontonarás sobre su cabeza. (21) No seas vencido por el mal, sino vence con el
bien el mal.
Por lo demás, si nosotros tomamos
venganza por manos propias, Dios quitará Sus manos del asunto…
(Proverbios 24:17-20) No te regocijes cuando caiga tu enemigo, y no se alegre
tu corazón cuando tropiece; (18) no sea que el SEÑOR lo vea y le desagrade, y
aparte de él su ira. (19) No te impacientes a causa de los malhechores,
ni tengas envidia de los impíos,
(20) porque no habrá futuro para
el malo. La lámpara de los impíos será apagada.
La Biblia claramente dice que no
debemos tomar la justicia en manos propias.
La justicia debe dejarse en manos de las autoridades, y en su defecto,
en las manos de Dios. La venganza debe
venir de Dios (Heb. 10:30).
(Pro. 20:22) No digas: Yo pagaré mal por mal; espera en el SEÑOR, y El
te salvará.
REACCIÓN DE JACOB
A todo esto, Jacob no se enteró de
los planes de sus hijos sino hasta que ya había sido ejecutado.
(Génesis 34:30) Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví: Me habéis traído
dificultades, haciéndome odioso entre los habitantes del país, entre los
cananeos y los ferezeos; y como mis hombres son pocos, ellos se juntarán contra
mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.
Los hijos se excusaron diciendo que
no era justo dejar la violación sin pena.
(Génesis 34:31) Pero ellos dijeron: ¿Había de tratar él a nuestra hermana
como a una ramera?
Ciertamente había sido injusto que
ese joven hubiera tratado así a su hermana, pero una injusticia no da “derecho”
de cometer otra. Ellos tomaron la
justicia en sus propias manos…y eso NO es justicia. Más bien, cometieron “otra” injusticia. Este
principio lo entendía Jacob.
(1 Tes. 5:15) Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino
procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
(1 Pedro 3:9-17) no devolviendo
mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis
llamados con el propósito de heredar bendición.
(10) Pues el que quiere amar la
vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. (11) Apártese
del mal y haga el bien; busque la paz y sígala.
(12) Porque los ojos del Señor
están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del
Señor está contra los que hacen el mal.
(13) ¿Y quién os podrá hacer daño
si demostráis tener celo por lo bueno?
(14) Pero aun si sufrís por causa
de la justicia, dichosos sois.
Y no os amedrentéis por temor a ellos ni os turbéis, (15)
sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para
presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros, pero hacedlo con
mansedumbre y reverencia; (16) teniendo buena conciencia, para que en
aquello en que sois calumniados, sean avergonzados los que difaman vuestra
buena conducta en Cristo. (17) Pues es mejor padecer por hacer el bien, si
así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.
La acción “justiciera” de Simeón y
Levi no trajo buenas consecuencias:
à Jacob quedó avergonzado, porque faltó a su palabra, es
decir, al acuerdo al que había llegado con el pueblo de Siquem.
à La venganza trajo destrucción, incluyendo a gente que no
tenía la culpa.
à Simeón y Levi perdieron su lugar de preeminencia en la
familia.
à Toda la familia
tuvo que salir huyendo de ese lugar.
CAMBIOS EN LA FAMILIA
Parte de la maldición que vino como
consecuencia de este acto de venganza fue la pérdida de liderazgo en la
familia. Esto se hará más evidente en el momento de la bendición final de Jacob
a sus hijos antes de morir. Pero aquí, en este capítulo, comenzamos a ver cómo
se van perdiendo los derechos de liderazgo en la familia.
Para explicarlo, nos adelantaremos a
un evento que se describe en el siguiente capítulo: Rubén pierde su derecho de primogenitura por
un grave pecado contra su padre.
(Gen. 35:22) Y aconteció que mientras Israel moraba en aquella tierra,
Rubén fue y se acostó con Bilha, concubina de su padre; e Israel lo supo. Y los
hijos de Jacob fueron doce.
Rubén era el hijo mayor de Jacob; pero
perdió su derecho de primogenitura por el pecado que cometió en deshonra de su
padre:
(Gen. 49:3-7) Rubén, tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio
de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder. (4)
Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia, porque subiste a la
cama de tu padre, y la profanaste: él subió a mi lecho.
También Simeón y Levi deshonraron a Jacob con ese acto de violencia y la
venganza de Dina. Esto les trajo
consecuencias en su liderazgo entre la familia, lo cual se hizo evidente en la
bendición de final de Jacob a cada uno de sus hijos. A Simeón y Levi les habló en conjunto, y les
dijo lo siguiente:
(Gen. 49:5-7) Simeón y Leví son hermanos; sus armas instrumentos de
violencia. (6) En su consejo no entre mi alma, a su asamblea
no se una mi gloria, porque en su ira mataron hombres, y en su obstinación
desjarretaron bueyes. (7) Maldita su ira porque es feroz; y su furor
porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.
Efectivamente, las tribus de Simeón
y Levi fueron dispersadas. Al dividir la Tierra Prometida entre los
hijos de Israel, a la tribu de Simeón le tocó el sur. Pero por ser una zona desértica, no muchos se
quedaron habitando allí. La mayoría se
asimilaron en la tribu de Judá, o se unieron a otras tribus. En cuanto a la tribu de Levi, no les fue
asignada tierra, sino 48 ciudades repartidas en todo el país.
En los capítulos finales de Génesis
veremos que quién de los hijos de Jacob le quedó el derecho de primogenitura…pero
no nos adelantaremos a eso aún.
Muchas gracias, es un estudio serio que me ayuda a entender la Biblia, mi estudio Bíblico mejora muchísimo
ResponderEliminarGracias por el tiempo de estudio que se tomaron.
ResponderEliminarY que paso con la protagonista de esta historia Dinah ?
ResponderEliminarNo se sabe, la Biblia no nos dice nada más, probablemente siguió viviendo con su familia, pues al haber sido deshonrada tal vez no consiguió esposo...
ResponderEliminarAÑOS DESPUÉS SE CASÓ, PERO COMO TODA MUJER, QUEDÓ MARCADA POR LA VIOLACIÓN. FELICITO A QUIENES SE TOMARON EL TIEMPO DE RELATAR TODA LA HISTORIA. Dinah y José regresan a la tribu de su padre moribundo para darle un último adiós, sus 4 madres ya habían fallecido. Jacob muere. Dinah regresa a Egipto, con José y su esposo.
Eliminarvivian: ¿eso que vos decis lo viste en la serie La Tienda Roja? Yo también la vi y ese es el desenlace, pero supongo que fue inventado por los guionistas del programa, no se si hay alguna fuente escrita que avale esa parte de la historia... por lo menos en la biblia no se dice nada del destino de Dinah
EliminarQué triste historia
ResponderEliminarRealmente la violo? la biblia dice que la deshonro no necesariamente fue porque la violo, sino que le quito su virginidad sin estar casados y eso era pecado para el pueblo de Israel. PORFAVOR si es posible contestarme. niovis2hernandez@gmail.com GRACIAS!!!!!!!!
ResponderEliminarBusca en varias Versiones Nvi, Dios habla hoy, la bibia al dia, etv
EliminarBusca en varias Versiones Nvi, Dios habla hoy, la bibia al dia, etv
Eliminarlo que le pasó a Dina no necesariamente era una deshonra en siquem donde vivian en ese momento, pero si es bueno que quede claro, que aún al día de hoy no hay justificación para el comportamiento de Simeón y Leví.
EliminarMuy buena explicacion del texto biblico
ResponderEliminargracias
Porque en el versículo 35:23 no se menciona a Dihna como hija de Jacob?
ResponderEliminargracias
ResponderEliminarHay una película que se llama the red tent (la carpa roja) Basada en la exitosa novela de anita diamant que narra la historia sobre las Doce tribus de Israel contada a través de los ojos de la única hija de Jacob: Dinah. Que a la vez se basa en el Antiguo Testamento del Libro de Génesis, Dina, la única hija mujer de Jacob
ResponderEliminarLa recomiendo
No fue la única hija de jacob, genesis 46:7
EliminarGracias! Entiendo que debe ser entretenido. Pero creo los que leemos y estudiamos la Biblia lo hacemos por dos razones 1)Por que es Palabra de Dios... 2) Porque es un documento Histórico de primer nivel. Fuera de esto es una perdida de tiempo permitir que la creatividad del mundo empañe nuestro intelecto con inspiraciones distorsionadas de la VERDAD Bíblica.
EliminarSegun la cultura no parecia violación, pero para los hebreos y segun el Señor, esa no es la manera de tratar a una señorita y de proceder pada pedirla en matrimonio.
ResponderEliminarNo me Dice nada de dina como termino su vida....Gracias igual Dios te Bendiga
ResponderEliminarMuy buen estudio!
ResponderEliminarBuena explicación, pero qué pasó con ella que no fue contada entre los 13 sino 12 y repartida la tierra sólo para sus hermanos?
ResponderEliminarSi bien tal fue el caso de las 2 hermanas esposas de Jacob que no heredaban de su padre sino que fueron tratadas como mercancías, se puede entender desde ese punto de vista así?
Me gustaría saber por que dina no forma parte de las 12 tribus de Israel, si se fijan a dina no se lo toma en cuenta como parte de las 12 tribus que
ResponderEliminarPienso que no son vista como mercancía. Récorda que Rubén se acostó con una concubina de su padre, pienso que habían más mujeres que también tuvieron hijos con Jacob. Y Dina tal vez volvió a re hacer su vida con cualquier otro hombre de entre los Israelitas o quedará sola. No se le daria tierra porque ella no tuvo descendencia o la tierra fue dada al nombre de su esposo.
ResponderEliminarLa berdad es buenisimo el tema de Dina nos enseña mucho y grasias los teologos x profundisar el tema
ResponderEliminarGracias por la información valiosa que amplia el panorama del pasaje bíblico
ResponderEliminarCuántos años tenia Dinah al morir?
ResponderEliminarexcelente exposicion la historia de Israel muy buena narracion aprendi no hacer justicia por mi propia mano esperar la justicia de Dios. la venganza es de Dios,
ResponderEliminarBien , pero quie tomo la progenitura de Jacob ?? Gracias
ResponderEliminarBien
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