Cuando Jacob cumplió con los 14 años de trabajo para
Labán, él manifestó su deseo de independizarse.
(Gen. 30:25-26) Y sucedió que
cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: Despídeme para que me
vaya a mi lugar y a mi tierra. (26) Dame mis mujeres y mis hijos por los cuales te
he servido, y déjame ir; pues tú bien sabes el servicio que te he
prestado.
¿Cómo respondió Labán?
(Gen. 30:27-28) Pero Labán le
respondió: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, quédate conmigo; me he
dado cuenta de que el SEÑOR me ha bendecido por causa tuya. (28) Y
añadió: Fíjame tu salario, y te lo daré.
A Labán no le convenía dejar ir a Jacob, ya que había prosperado
mucho gracias al trabajo de su yerno. Pero
Jacob no quería seguir trabajando como esclavo de su suegro. El había estado en deuda con Labán pagando la
dote de Raquel, pero también de Lea.
Había pagado siete años de trabajo por cada una. Ahora él quería trabajar como hombre libre para
su familia.
Jacob decidió negociar las nuevas condiciones de su
estadía en la familia.
(Gen. 30:29-33) Mas él le
respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo le ha ido a tu ganado
conmigo. (30) Porque tenías poco antes de que yo viniera, y
ha aumentado hasta ser multitud; y el SEÑOR te ha bendecido en todo lo que he
hecho. Y ahora, ¿cuándo proveeré yo también para mi propia casa? (31) Y
él respondió: ¿Qué te daré? Y Jacob dijo: No me des nada. Volveré a pastorear y
a cuidar tu rebaño si tan sólo haces esto por mí: (32) déjame pasar por entre todo tu rebaño hoy,
apartando de él toda oveja moteada o manchada y todos los corderos negros, y
las manchadas o moteadas de entre las cabras, y ése será mi salario. (33)
Mi honradez responderá por mí el día de mañana, cuando vengas a ver
acerca de mi salario. Todo lo que no sea moteado y manchado entre las cabras, y
negro entre los corderos, si es hallado conmigo, se considerará robado.
Jacob iba a seguir trabajando para Labán, pero a partir
de ese momento él iba a recibir un salario por su trabajo.
Labán aceptó la propuesta de Jacob. Y para asegurarse que Jacob no hiciera trampa
mezclando blancas y negras para producir manchadas, Labán separó los rebaños
desde ese momento.
(Gen. 30:34-36) Y Labán dijo:
Muy bien, sea conforme a tu palabra.
(35) Aquel mismo día apartó Labán
los machos cabríos rayados o manchados y todas las cabras moteadas o manchadas,
y todo lo que tenía algo de blanco, y de entre los corderos todos los negros, y
lo puso todo al cuidado de sus hijos.
(36) Y puso una distancia de tres
días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba el resto de los rebaños de
Labán.
Aquí comenzó la separación entre Labán y Jacob.
EXPERTO EN
REBAÑOS
Jacob era experto en la crianza de rebaños. Era un arte que había heredado de Abraham e
Isaac, y al cual se había dedicado en los pasados 14 años. Él supo usar este conocimiento para su
beneficio.
(Gen. 30:37-43) Entonces Jacob
tomó varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y les sacó tiras blancas
de la corteza, descubriendo así lo blanco de las varas. (38) Y
colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en los canales,
en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se apareaban cuando
venían a beber. (39) Así se apareaban los rebaños junto a las
varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas. (40) Y
Jacob apartó los corderos, y puso los rebaños en dirección a lo rayado y a todo
lo negro en el rebaño de Labán, y puso su propio hato aparte; no lo puso con el
rebaño de Labán. (41) Además, sucedía que cada vez que los más
robustos del rebaño se apareaban, Jacob ponía las varas a la vista del rebaño
en los canales, para que se aparearan frente a las varas; (42)
pero cuando el rebaño era débil, no las ponía, de manera que las crías
débiles vinieron a ser de Labán y las robustas de Jacob. (43)
Así prosperó el hombre en gran manera, y tuvo grandes rebaños, y siervas
y siervos, y camellos y asnos.
Según algunos comentarios, el experimento que hizo Jacob
no tiene ninguna sustentación científica.
Tal vez fue una medida más de fe que una treta.
Pero en realidad este es un principio de vida: uno debe
visualizar las metas y objetivos para que se hagan una realidad.
Jacob comenzó a prosperar, y así comenzó a prepararse
para su retorno a la Tierra Prometida…
la prosperidad de JACOB SIEMPRE VINO DE LA MANO DE DIOS SOBRE EL, DIOS JEHOVÁ ES EL QUE PROVEE A JACOB DE UN GRAN NUMERO DE REBAÑOS. GENESIS 31:7-9. AMEN.
ResponderEliminarCreo que para entender lo que Jacob hizo con las varas se debe mirar desde distintos puntos de vista. Yo por ejemplo lo visualicé así: puso las varas de manera que las ovejas quedaran una tras otra como si se tratase de una cola de espera, esto hacia que las ovejas se reproducieran por estar una detrás de la otra.
ResponderEliminarYo considero que fue así, ya que eh visto que hacen lo mismo con las vacas y los toros, ponen una vaca en frente de un toro en un espacio cerrado (como el carril de una cola de espera) y el toro se apareaba con la vaca. Para mí si tiene sustentación científica. De ahí en adelante todas las ovejas salían rayadas o manchadas por obra de Dios logicamente.
Todo ese plan fue concebido por Dios y un ángel de Dios le reveló en sueños a Jacob el hacer e esta manera justamente cuando las ovejas estaban en celo. La misma Escritura lo dice en Génesis 31:10-12 Dios estaba compensando la acción de Labán. Todo lo que se siembra, se cosecha.
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