jueves, 14 de octubre de 2010

I Samuel 1: Se Unen Dos Deseos

SE UNEN DOS DESEOS
La historia de Samuel es la respuesta a dos deseos:

1. Ana quiere un hijo

2. Dios quiere un hombre dedicado a Él, para ser usado como líder que pueda sacar a Israel del círculo vicioso que había caído el pueblo en el período de los Jueces.

Estos dos deseos son cumplidos en la vida de Samuel.

LO QUE ANA NECESITA
Al leer la historia de Ana, descubrimos que ella le pide vehemente a Dios por un HIJO. No obstante, vemos que esa no es su principal preocupación. Ella no le pide a Dios un hijo para quedárselo ella sino para entregárselo a Dios.
(1 Sam. 1:11)  E hizo voto y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al SEÑOR por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza.

¿Es lógico pedirle a Dios que le de un hijo para dárselo de vuelta? ¿Qué es lo que realmente quería Ana?
No hay duda que deseaba un hijo, pero más que un hijo quería que le fuera quitada la “deshonra de no tener hijo”, lo cual no era bien visto.

Dado que Ana era estéril, Elcana se casó con otra mujer para poder tener descendencia. La otra mujer se llamaba Penina (lit. joya).  Para ajuste de penas, ella se burlaba de la incapacidad de Ana de tener hijos.
(1 Sam. 1:6-7) Y su rival la provocaba amargamente para irritarla, porque el SEÑOR no le había dado hijos. (7) Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, la otra la provocaba. Y Ana lloraba y no comía.

A pesar de su esterilidad, Elcana prefería a Ana.

(1 Sam.1:4-5)  Cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba porciones a Penina su mujer y a todos sus hijos e hijas; (5) pero a Ana le daba una doble porción, pues él amaba a Ana, aunque el SEÑOR no le había dado hijos.

Elcana quería consolar a Ana.
(1 Sam. 1:8)  Entonces Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?

Es curioso que él le haya pedido a Ana que se conformara con tenerlo a él, ya que lo mismo hubiera podido decir ella. Pero Ana “no fue suficiente” para Elcana, ya que buscó otra mujer. Ahora ella estaba sufriendo por las burlas de la otra mujer, y quería quitar su deshonra pidiéndole un hijo a Dios.


AFLICCIÓN
Ana pidió que el Señor mirara su “aflicción” (heb. Oni, también miseria, pobreza).  Curiosamente, las dos primeras veces que aparece la palabra “Oni” (aflicción) en la Biblia es en relación con el nacimiento de un hijo.

1. (Gen. 16:11) El ángel del SEÑOR le dijo además: He aquí, has concebido y darás a luz un hijo; y le llamarás Ismael, porque el SEÑOR ha oído tu aflicción.

Ismael (heb. Yishmael, ישׁמעאל) = “Dios escuchará”

2. (Gen. 29:32-33) Y concibió Lea y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Rubén, pues dijo: Por cuanto el SEÑOR ha visto mi aflicción, sin duda ahora mi marido me amará. (33) Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este hijo. Así que le puso por nombre Simeón.

Rubén (heb. Ruven, ראוּבן) = “Mira un hijo”
Simón (heb. Shimon, שׁמעון) = “Escuchado”

En estos casos vemos un patrón:
Aflicción >> clamor a Dios >> respuesta de Dios.

Dios siempre escucha nuestro clamor y responde.


VOTO DE ANA
Ana hizo un VOTO a Dios (heb. Neder, también promesa). Ella prometió que si Dios le otorgaba la gracia de tener un hijo, ella lo dedicaría al Señor.
(1 Sam. 1:11)  E hizo voto y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al SEÑOR por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza.

Esta descripción sigue las normas de una persona que quiere hacer un VOTO NAZAREO, según está descrito en Números.
(Num. 6:1-8) Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: (2) Habla a los hijos de Israel, y diles: "El hombre o la mujer que haga un voto especial, el voto de nazareo, para dedicarse al SEÑOR, (3) se abstendrá de vino y licor; no beberá vinagre, ya sea de vino o de licor, tampoco beberá ningún jugo de uva, ni comerá uvas frescas ni secas. (4) "Todos los días de su nazareato no comerá nada de lo que se hace de la vid, desde las semillas hasta el hollejo. (5) "Durante todos los días del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza. Hasta que se cumplan los días por los cuales se apartó a sí mismo para el SEÑOR, será santo; dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza. (6) "Durante todos los días de su nazareato para el SEÑOR, no se acercará a persona muerta. (7) "Ni por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su hermana se contaminará de ellos cuando mueran, pues su nazareato para Dios está sobre su cabeza. (8) "Todos los días de su nazareato él es santo al SEÑOR.

ELI
Eli era el sumo sacerdote en ese tiempo.  El ya era viejo y gordo, por lo que cedió el manejo de los asuntos del Tabernáculo a sus hijos, Ofni y Finees. Aún así, todavía se hacía presente y retenía la autoridad superior.

En varias ocasiones se menciona que él estaba “sentado” (1:9). Es curioso, ya que no se mencionan sillas en relación con el Tabernáculo ni el Templo. Probablemente era tan gordo que necesitaba sentarse.

Cuando Ana llegó al Tabernáculo a rogar a Dios por un hijo, Eli confundió su clamor con una borrachera. Pero luego ella le explicó que era clamor por su aflicción.

(1 Sam. 1:15-16)  Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR. (16) No tengas a tu sierva por mujer indigna*; porque hasta ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción.

* (lit. Hija de Belial) [NOTA: Eli estaba acusando a Ana de ser una “hija de Belial”, pero más tarde se hace evidente que los que eran “hijos de Belial” eran sus propios hijos (1 Sam. 2:12).]

Eli no pidió explicaciones ni escuchó la razón por la que Ana oraba con tanto fervor. Tal vez fue por falta de interés, o tal vez porque conocía un principio espiritual: quien clama a Dios, encontrará respuesta. Eli simplemente le dijo que estuviera en paz porque el Señor le concedería su petición.
(1Sam. 1:17)  Respondió Elí y dijo: Ve en paz; y que el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.

¿Cuál fue la respuesta de Ana ante las palabras de Eli?
(1 Sam. 1:18)  Y ella dijo: Halle tu sierva gracia ante tus ojos. Y la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba triste su semblante.

Ana CREYÓ. Ella tomó la palabra, y corrió con ella. “Se puso en camino”. Aun no había quedado embarazada, pero ya tenía la certeza que Dios la había escuchado, y que Él respondería cuando Él considerara propicio. El texto dice que comió y ya no estaba triste. Ella encontró “reposo”. Ana tuvo FE.
(Heb. 11:1)  Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

En ese momento se unió el deseo de una mujer y el deseo de Dios. Como resultado, nacería un hombre que va a cambiar el destino de la nación de Israel.

SHMUEL
SAMUEL en hebreo se pronuncia “Shmuel ”.
Esta palabra puede tener dos significados según las raíces de las palabras hebreas:
Shema + El = Oye Dios
Shaal me’El = Pidió de Dios

La segunda opción es la más probable, según lo explica el mismo texto bíblico:
(1 Sam. 1:20)  Y a su debido tiempo, después de haber concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Porque se lo he pedido al SEÑOR.

CUMPLE EL VOTO
Dios cumplió su promesa, y le dio un hijo a Ana. Ahora uno podría preguntarse: ¿cumpliría Ana su voto entregando al Señor a su hijo tan deseado?
(1 Sam. 1:21-27)  Subió el varón Elcana con toda su casa a ofrecer al SEÑOR el sacrificio anual y a pagar su voto, (22) pero Ana no subió, pues dijo a su marido: No subiré hasta que el niño sea destetado; entonces lo llevaré para que se presente delante del SEÑOR y se quede allí para siempre. (23) Y Elcana su marido le dijo: Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el SEÑOR su palabra. La mujer se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó. (24) Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de tres años, un efa de harina y un odre de vino, y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, aunque el niño era pequeño. (25) Entonces sacrificaron el novillo, y trajeron el niño a Elí. (26) Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR. (27) Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice.

Junto con el niño, Ana y Elcana presentaron la ofrenda que se hace cuando se cumple un voto (Num. 15:8-12).

Ana cumplió su voto. Dios cumplió su parte, y Ana la suya.
(1 Sam. 2:11) Entonces Elcana se fue a Ramá, a su casa. Y el niño servía al SEÑOR delante del sacerdote Elí.

A pesar de lo difícil que podría ser entregar a un hijo, ella estaba satisfecha y dio gracias (oración de Ana—1 Sam. 2:1-10). Ana vio más allá de la circunstancia del momento. Ella vio la realidad espiritual de lo que estaba pasando con esa entrega.

A Ana le fue quitada la deshonra, y el Señor se quedó con un hombre que le serviría para cambiar la historia de Israel. Aun así, Dios sabe premiar a sus hijos. El le regaló más hijos a Ana.
(1 Sam. 2:20-21)  Samuel siendo niño, ministraba delante del SEÑOR, usando un efod de lino. (19) Su madre le hacía una túnica pequeña cada año, y se la traía cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual. (20) Entonces Elí bendecía a Elcana y a su mujer, y decía: Que el SEÑOR te dé hijos de esta mujer en lugar del que ella dedicó al SEÑOR. Y regresaban a su casa. (21) Y el SEÑOR visitó a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el niño Samuel crecía delante del SEÑOR. (22) Elí era ya muy anciano; oyó todo lo que sus hijos estaban haciendo a todo Israel, y cómo se acostaban con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión.


GENEALOGÍA DE SAMUEL
¿De qué tribu venía Samuel?  Se nos indica que Elcana y su familia vivían en el territorio de Efraín, lo cual nos puede hacer pensar que eran de la tribu de Efraín. No obstante, también se nos indica quienes eran los ancestros de Samuel.
(1 Sam. 1:1)  Había un hombre de Ramataim de Zofim, de la región montañosa de Efraín, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo.

Elcana vivía en “Ramataim de Zofim, de la región montañosa de Efraín”.  Ellos er levitas que habitaban en el territorio de Efraín, en una de las ciudades levitas dispersas en todo el territorio de Israel.

En el texto de Samuel no queda claro de qué tribu venía Samuel, pero en Crónicas se señala explícitamente que ellos provenían de la Tribu de LEVI (1 Crónicas 6:18-28). Samuel venía exactamente de la Tribu de Leví, de la línea de COAT, parientes de Coré.   Ellos eran levitas, pero no sacerdotes.

TIKUN DE CORÉ
Samuel era descendiente de CORÉ, pero no era nada como su antepasado.

Coré luchó por obtener una posición de liderazgo a expensas de la autoridad de sus primos Aarón y Moisés concedida por Dios mismo.
(Num. 16:1-3)  Y se rebeló Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, (2) y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los hijos de Israel, doscientos cincuenta jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre. (3) Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea del SEÑOR?

Samuel tuvo una actitud opuesta a Coré. En lugar de luchar por mantener su posición de liderazgo, él cedió la autoridad política a los elegidos de Dios, al ungir a los primeros reyes de Israel.

Samuel representa la “Reversión” (heb. Tikun) del pecado de rebelión de Coré. Lo que su descendiente hizo mal, él lo revirtió haciendo el bien, y borrando así la mancha en su linaje.

Los descendientes de Samuel son los salmistas que se conocen como “los Hijos de Coré”. Ellos escribieron varios salmos, entre los cuales vale la pena mencionar los siguientes:
(Sal. 84:1-2)  Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré. ¡Cuán preciosas son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos! (2) Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.

(Sal. 84:10)  Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad.

Esta actitud es opuesta a la de Coré, quien quería entrar a lo más profundo del Tabernáculo, aunque no le era permitido—sino sólo a los sacerdotes, descendientes de Aarón. Coré quería entrar al Lugar Santo, pero no para buscar la Presencia de Dios, sino para gozar de los derechos que esto representaba.

David puso a uno de los hijos de Samuel como cantor en el Tabernáculo (1 Cro. 6:31-38). Al cantor HEMÁN levita de la línea de Coat, también lo acompañaba ASAF, levita de la línea de Gerson, y ETÁN levita de la línea de Merari. Los tres linajes de levitas estaba representados en la adoración en el Tabernáculo de David.


JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS
La primera vez que aparece el Nombre de Dios como “Jehová de los ejércitos” es en el primer capítulo del primer libro de Samuel.
(1 Sam. 1:3)  Este hombre subía todos los años de su ciudad para adorar y ofrecer sacrificio al SEÑOR de los ejércitos en Silo. Y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, eran sacerdotes del SEÑOR allí.

En hebreo, YHVH Tzevaot ( יהוה צבאות)

Tzava (צבא) ejército

Este nombre nos habla del poder de Dios para vencer al enemigo. Él es el Jefe de los ejércitos del cielo y de la tierra. Está por encima de toda potestad.

9 comentarios:

  1. Tengo una pregunta con respecto a texto donde dice y se acordó Dios que quiere decir esas palabras en el texto original hebreo

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  2. Me quedé encantado con éste tema

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  3. Después de leer este texto me he quedado totalmente saciado, gloria a DIOS en las alturas ☝️

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  4. Muy bueno esde mucha bendicion para mi vida espiritual bendiciones Shalom.

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