Cuando Pablo y Bernabé terminaron su misión en Chipre, se dirigieron a
Antioquía (pero no es la de Siria, de donde salieron, sino otra ciudad con el
mismo nombre que está localizada en la región de Pisidia, hoy Turquía). La ruta que tomaron fue la siguiente: Pafos
(Chipre) à
Perge (Panfilia) à
Antioquía (Pisidia)
(Hechos 13:13)
Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos, y llegaron a Perge de
Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, regresó a Jerusalén.
A la mitad de este tramo, Juan “Marcos” se separó de
ellos, pero no se menciona por qué razón lo hizo. Unos capítulos adelante, Pablo manifiesta que
le afectó este abandono (Hechos 15:38), pues seguramente necesitaba de su ayuda
(2 Tim. 4:11).
EN LA OTRA ANTIOQUÍA
Luego
de la visita en Perge, se dirigieron a la otra Antioquía.
(Hechos 13:14)
mas ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el
día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron.
Volvemos
a ver que Pablo se dirigió a la sinagoga del lugar. Como era costumbre, todos los días de reposo (heb. Shabat: sábado), los judíos se reúnen en
la sinagoga con el fin de estudiar la Palabra de Dios; esto lo hace hasta la
fecha. Allí llegaron Pablo y Bernabé. Luego de la lectura del día, los líderes
locales los invitaron a compartir, como invitados especiales.
(Hechos
13:15) Después de la lectura de la ley y los
profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: Hermanos, si
tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
Pablo
aprovechó a compartirles las Buenas Nuevas de que el Mesías ya había llegado a
Israel…pero comenzó hablando de la historia de Israel para dar contexto. No comenzó a hablar de Abraham, sino desde
Moisés, conectando así con el mensaje del Redentor de Israel…
(Hechos
13:16-22) Pablo se
levantó, y haciendo señal con la mano, dijo: Hombres de Israel, y vosotros que
teméis a Dios, escuchad: (17) El Dios de
este pueblo de Israel, escogió a nuestros padres y engrandeció al pueblo
durante su estancia en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de
ella. (18) Y por un período como de cuarenta años los
soportó en el desierto. (19) Después de destruir siete naciones en la
tierra de Canaán, repartió sus tierras en herencia; todo esto duró como
cuatrocientos cincuenta años. (20) Y después de esto, les dio jueces hasta el
profeta Samuel. (21) Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les
dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta
años. (22) Después de quitarlo, les levantó por rey a
David, del cual Dios también testificó y dijo: He hallado a David, hijo de
Isaí, un hombre conforme a mi corazón, que hará toda mi voluntad.
Pablo hizo referencia a la liberación de la esclavitud en Egipto. Luego
mencionó la búsqueda del pueblo de Israel de un líder, comenzando por un rey
según los deseos del pueblo, pero culminando con David, que era el rey conforme
al corazón de Dios. Dado que David hizo la
voluntad de Dios, Él le prometió que el trono le sería dado a su descendencia
para siempre (2 Samuel 7:12-16).
(2 Samuel
7:12-13) Cuando tus días se cumplan y reposes
con tus padres, levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de
tus entrañas, y estableceré su reino.
(13) 'El edificará casa a mi
nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre.
En un
sentido natural, sabemos que Salomón cumplió esta palabra. Pero las profecías apuntan a otro
descendiente de David, cuyo reino será para siempre.
(Isaías
9:6-7) Porque un niño nos ha nacido, un
hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará
su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de
Paz. (7)
El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de
David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la
justicia desde entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará
esto.
Esta
profecía de Isaías no se refiere a Salomón sino al Mesías. De igual forma se aplica la siguiente palabra
en los Salmos:
(Salmo
132:11-18) El SEÑOR ha jurado a David una
verdad de la cual no se retractará: De tu descendencia pondré sobre tu
trono. (12) Si tus hijos guardan mi pacto, y mi
testimonio que les enseñaré, sus hijos también ocuparán tu trono para
siempre. (13) Porque el SEÑOR ha escogido a Sion; la quiso
para su habitación. (14) Este es mi lugar de reposo para siempre; aquí
habitaré, porque la he deseado.
(15) Su provisión bendeciré en
abundancia; de pan saciaré a sus pobres.
(16) A sus sacerdotes también
vestiré de salvación, y sus santos darán voces de júbilo. (17)
Allí haré surgir el poder de David; he preparado una lámpara para mi
ungido. (18) A sus enemigos cubriré de vergüenza, mas
sobre él resplandecerá su corona.
Luego
de haber establecido el fundamento de su argumento, Pablo comenzó a hablar de
un descendiente de David que tal vez ellos no conocían: Yeshua. Lo presentó como el Mesías, el Redentor de
Israel y Salvador de todo el mundo.
(Hechos
13:23-26) De la descendencia
de éste, conforme a la promesa, Dios ha dado a Israel un Salvador, Jesús, (24)
después de que Juan predicó, antes de su venida, un bautismo de
arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.
(25) Cuando Juan estaba a punto
de terminar su carrera, decía: ¿Quién pensáis que soy yo? Yo no soy el Cristo;
mas he aquí, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las
sandalias de sus pies. (26) Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los
que entre vosotros teméis a Dios, a nosotros nos es enviada la palabra de esta
salvación.
El
Mesías, Libertador y Salvador, que todos los judíos esperaban, ya había llegado
a Israel. Pero luego Pablo explicó que
los líderes religiosos lo habían rechazado…
(Hechos
13:27-34) Pues los que
habitan en Jerusalén y sus gobernantes, sin reconocerle a El ni las palabras de
los profetas que se leen todos los días de reposo, cumplieron estas escrituras,
condenándole. (28) Y aunque no hallaron causa para darle muerte,
pidieron a Pilato que le hiciera matar.
(29) Y cuando habían cumplido
todo lo que estaba escrito acerca de El, le bajaron de la cruz y le pusieron en
un sepulcro. (30) Pero Dios le levantó de entre los
muertos; (31) y por muchos días se apareció a los que
habían subido con El de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos
ante el pueblo. (32) Y nosotros os anunciamos la buena nueva de
que la promesa hecha a los padres,
(33) Dios la ha cumplido a
nuestros hijos al resucitar a Jesús, como también está escrito en el salmo
segundo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. (34) Y
en cuanto a que le resucitó de entre los muertos para nunca más volver a
corrupción, Dios ha hablado de esta manera: Os daré las santas y fieles
misericordias prometidas a David.
En
pocas palabras, Pablo les señaló que el Mesías que todos esperaban era
Jesús. Aunque lo mataron, Él resucitó; el Mesías ya no estaba allí entre ellos porque había subido al Cielo, y ahora está
sentado a la diestra del Padre.
Algunos
creían que David iba a ser resucitado, por lo que estaba escrito en la
Biblia. Pero Pablo les explicó que David
murió y él se quedó en su sepulcro, pero su descendiente, Yeshua, murió y
resucitó…
(Hechos
13:35-36) Por tanto dice
también en otro salmo: No permitirás que tu santo vea corrupción. (36)
Porque David, después de haber servido el propósito de Dios en su propia
generación, durmió, y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción. (37)
Pero aquel a quien Dios resucitó no vio corrupción.
Otro
mensaje importante que Pablo quería dejar a la congregación en Galacia era la
siguiente:
(Hechos
13:38-41) Por tanto,
hermanos, sabed que por medio de El os es anunciado el perdón de los
pecados; (39) y que de todas las cosas de que no pudisteis
ser justificados por la ley de Moisés, por medio de El, todo aquel que cree es
justificado. (40) Tened, pues, cuidado
de que no venga sobre vosotros aquello de que se habla en los profetas: (41) Mirad,
burladores, maravillaos y pereced; porque yo hago una obra en vuestros días,
una obra que nunca creeríais aunque alguno os la describiera.
Pablo
percibió que la gente en Galacia era muy religiosa y legalista, lo cual se hace
evidente en la carta que él les va a escribir después de este viaje. Pero desde ese primer viaje, él comenzó a
enseñarles que la salvación no viene por obras sino por fe.
RESPUESTA POSITIVA
A
pesar que el mensaje de Pablo era controversial, fue bien recibido…
(Hechos
13:42-43) Al salir Pablo y
Bernabé, la gente les rogaba que el siguiente día de reposo les hablaran de
estas cosas. (43) Y terminada la reunión de la sinagoga, muchos
de los judíos y de los prosélitos temerosos de Dios siguieron a Pablo y a
Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios.
Esta
aceptación y popularidad parece ser muy buenas noticias…pero no todos lo
tomaron a bien…
(Hechos
13:44-45) El siguiente día
de reposo casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor. (45)
Pero cuando los judíos vieron la muchedumbre, se llenaron de celo, y
blasfemando, contradecían lo que Pablo decía.
Los
judíos rechazaron a Pablo y Bernabé, no tanto por el mensaje en sí, sino por la
apertura que estaban teniendo hacia los gentiles. Pero ellos no se echaron para atrás, sino
siguieron firmes en su mensaje.
(Hechos
13:46-47) Entonces Pablo y
Bernabé hablaron con valor y dijeron: Era necesario que la palabra de Dios os
fuera predicada primeramente a vosotros; mas ya que la rechazáis y no os
juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. (47)
Porque así nos lo ha mandado el Señor: Te he puesto como luz para los
gentiles, a fin de que lleves la salvación hasta los confines de la tierra.
Como
podrán imaginar, con estas palabras se echaron en contra a los judíos del
lugar. Por el otro lado, se ganaron el
aprecio de los creyentes gentiles.
(Hechos
13:48) Oyendo esto los
gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron
cuantos estaban ordenados a vida eterna.
(49) Y la palabra del Señor se
difundía por toda la región.
Por
un lado fueron bien recibidos, pero por el otro, comenzaron a ser perseguidos…
(Hechos
13:50-51) Pero los judíos
instigaron a las mujeres piadosas y distinguidas, y a los hombres más
prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé,
y los expulsaron de su comarca.
(51) Entonces éstos sacudieron el
polvo de sus pies contra ellos y se fueron a Iconio.
La
sacudida de los pies es algo que Jesús enseñó a sus discípulos.
(Marcos
6:11) Y en cualquier lugar que no os
reciban ni os escuchen, al salir de allí, sacudid el polvo de la planta de
vuestros pies en testimonio contra ellos.
A
pesar de la persecución, ellos siguieron adelante con su misión…
(Hechos
13:52) Y los discípulos estaban
continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo.
Estoy aprendiendo mucho de ustedes.Soy Maestra de Escuela Dominical y sus ensananzas me ayudan mucho.Dios les bendiga Poderosamente.Muchas felicidades y bendiciones del Eterno y Amoroso Dios.Shalom!!
ResponderEliminarGracias por sus enseñanzas que Dios les siga dando sabiduría y enteligencia y desernimiento , bendiciones 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
ResponderEliminarMuchas bendiciones también leo y me instruyó en la palabra bendiciones amea
EliminarGracias, creo q estoy empezando a comprender mejor.
ResponderEliminarDios bendiga de gran manera sus vidas se aprende a comprender la palabra 🥰
ResponderEliminarExcelente explicación. Muchas gracias, el Señor continúe llenándoles de sabiduría y revelación de Su Palabra...
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