En el
capítulo anterior terminamos de leer el resumen de las leyes que Dios le dio al
Pueblo de Israel en el Monte Sinaí. Estas eran las condiciones del Pacto entre
Dios y Su Pueblo. Pero recordemos que los israelitas solo oyeron el principio
de la Ley (los 10 Mandamientos), pero no oyeron la Ley completa porque tuvieron
miedo de estar en la presencia de Dios (Exo. 20:18-21); por lo tanto, enviaron
a Moisés como intermediario para oír las instrucciones de Dios. Sólo Moisés subió
al Monte Sinaí (Exo. 24:1-2).
Ahora
en el capítulo 24 leeremos sobre lo que pasó cuando Moisés descendió del Monte
Sinaí, luego de oír toda la ley…
Lo
primero que Moisés hizo al bajar del monte Sinaí es contarles a los israelitas
todo lo que Dios había dicho:
(Éxodo 24:3)
Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras
de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo:
Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
Esta
era la confirmación del compromiso que los Hijos de Israel ya habían
manifestado anteriormente (Exo. 19:3-8). Ellos estaban aceptando entrar a un
Pacto con Dios, en el que Jehová sería su Dios, e Israel serían Su Pueblo.
Ahora, ya habiendo oído todas las palabras del Pacto, confirmaron que “harían
todas las palabras que Jehová dijo”.
PACTO
ESCRITO
Luego
de aceptar verbalmente el compromiso entre Dios e Israel, Moisés prosiguió a
poner todas las leyes por escrito:
(Éxodo
24:4a) Y Moisés escribió todas las palabras del
SEÑOR.
Como en
todo contrato, el acuerdo debe quedar por escrito. Moisés escribió las palabras
de Jehová (heb. Divrei Hashem) en un
documento oficial. Nótese que escribió TODAS las palabras, las cuales están
transcritas en el libro de Deuteronomio (heb. Devarim).
CEREMONIA
DEL PACTO
Cuando
ya tenía listo el documento escrito, Moisés preparó la ceremonia de
ratificación.
(Éxodo
24:4b) …Levantándose muy de mañana, edificó un
altar al pie del monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel.
En este
altar se iba a llevar a cabo un sacrificio que sellaría el Pacto. En la
antigüedad, la ceremonia de un pacto siempre iba acompañada de un sacrificio,
el cual servía dos propósitos:
a.
Sangre del Pacto.
Se sacrificaba un animal, el cual era partido en dos. Las dos personas que
estaban haciendo el pacto pasaban en medio del sacrificio, manchando sus
vestidos con la sangre del sacrificio. Al pasar en medio, cada uno decía: “Que
esto me pase y peor si yo no cumpliera mi parte del pacto”. Esto era señal
de que el pacto era algo muy serio. (Un ejemplo de este pacto es el que Dios
hizo con Abraham en Génesis 15.)
b.
Cena del Pacto.
El animal que fue sacrificado luego era preparado para un banquete en la que
las dos partes, junto con sus familias, celebraban la alianza.
Similar
a estos pactos antiguos, Israel ratificó el Pacto con Dios en el Monte Sinaí. Vemos
ahora cómo fue la ceremonia de ratificación del Pacto, la cual tenía algunas
variantes de los pactos comunes:
1. Altar
con 12 Columnas
Como ya
leímos (Exo. 24:4), el altar estaba construido sobre dos columnas, las cuales
representaban las doce tribus de Israel. Sobre este altar se hicieron
sacrificios:
(Éxodo
24:5) Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los
cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová.
Los
holocaustos son sacrificios que se consumen por completo en el altar (Lev.
1:9,13). Pero los sacrificios de paz son las ofrendas que parte es quemada en
el altar y la carne es consumida después por los sacerdotes y el oferente (Lev.
7:11-15). La sangre era derramada sobre el altar, como veremos en el siguiente
punto…
2.
Sangre del Pacto (A)
En esta
ceremonia, la sangre de los sacrificios se dividió en dos. La mitad debía ser
derramada sobre el altar:
(Éxodo
24:6) Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso
en vasijas, y la otra mitad de la sangre la roció sobre el altar.
Más
adelante veremos lo que se debía hacer con la otra mitad, la sangre que fue
guardada en vasijas.
3.
Lectura del Pacto
Moisés
volvió a leer ante todo el pueblo las condiciones del Pacto.
(Éxodo
24:7) Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos
del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y
obedeceremos.
Aquí
Israel volvió a confirmar su disposición y compromiso a cumplir el Pacto con
Dios.
Como
nota curiosa, en esta ocasión el pueblo respondió a la inversa de la primera vez
que confirmaron su compromiso.
(En la
primera ocasión): ellos dijeron que oirían y harían lo que Dios dijera.
(En esa
ocasión): ellos dijeron que “harían y oirían”.
Lo
lógico es primero “oír”, y después obedecer lo que se oyó. Pero en esta ocasión
muestran su buena intención al estar dispuestos a hacer cualquier cosa que Dios
les pida, aun antes de saber qué es lo que Él quiere.
4.
Sangre del Pacto (B)
La forma
en que se sellaba un pacto era con sangre. La mitad de la sangre del sacrificio
ya había sido rociada sobre el altar, y ahora veremos lo que se hizo con la
otra mitad:
(Éxodo
24:8) Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre
el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con
vosotros sobre todas estas cosas.
La
sangre fue rociada sobre el pueblo, como una señal del Pacto. Ahora los
israelitas estaban comprometidos con Jehová: lo reconocieron como su Dios, y se
comprometieron a obedecerle.
5. Banquete
del Pacto
De
forma similar a los pactos antiguos, también en hubo una especie de banquete,
en el cual sólo los principales líderes participaron. Ellos tuvieron el privilegio
de darle un vistazo a la base del trono de Dios.
(Éxodo
24:9-11) Y subió Moisés con Aarón, Nadab y Abiú, y
setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel, y debajo de sus
pies había como un embaldosado de zafiro, tan claro como el mismo
cielo. Mas El no extendió su mano contra los príncipes de los hijos de
Israel; y ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.
El
“embaldosado de zafiro” es lo que separa a Dios de toda la creación (porque
nadie puede ver a Dios y vivir—Exo- 33:20). En otras instancias, la Biblia
describe este “embaldosado” como un firmamento (Eze. 1:26; Eze. 10:1) o como un
“mar de cristal” (Apoc. 4:6). Después del Milenio Mesiánico, esta separación va
a desaparecer (Apoc. 21:1).
TABLAS
DEL PACTO
Luego
de la confirmación del Pacto, Dios llamó a Moisés. Le dijo que subiera al monte
para recibir las Tablas del Pacto.
(Éxodo
24:12) Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al
monte, y espera allí, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que
he escrito para enseñarles.
Aunque
Moisés ya había escrito la ley (posiblemente en papiros, o en tablas de barro),
Dios quería que la Ley quedara inscrita en tablas de piedra, escritas por Él
mismo.
(Éxodo
32:16) Y las tablas eran obra de Dios, y la
escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.
(Éxodo
31:18) Y cuando terminó de hablar con Moisés sobre
el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra,
escritas por el dedo de Dios.
Estas
tablas especiales de piedra también reciben el nombre de “Tablas del
Testimonio”. Se les llama así porque sirven como testimonio del Pacto entre
Dios y Su Pueblo. Más adelante, la Biblia revela que eran dos tablas, escritas
por delante y por detrás (Exo. 32:15); y lo que estaba escrito en ellas eran los
“10 Mandamientos”, que es el resumen de la Ley de Dios.
Entonces,
Moisés volvió a subir al Monte Sinaí, en esta ocasión para recibir las Tablas
del Pacto, que constituirían el testimonio del compromiso entre Dios y Su
Pueblo.
(Éxodo
24:13) Y se levantó Moisés con Josué su ayudante, y
subió Moisés al monte de Dios.
Mientras
tanto, Moisés dejó encargados a Aarón y a Hur para que fungieran como líderes
en su ausencia.
(Éxodo
24:14) y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta
que volvamos a vosotros. Y he aquí, Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere
asuntos, acuda a ellos.
La
Biblia señala el tiempo que transcurrió para este encuentro entre Moisés y el
Señor:
(Éxodo
24:15-18) Entonces subió Moisés al monte, y la nube
cubrió el monte. Y la gloria del SEÑOR reposó sobre el monte Sinaí, y la
nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, Dios llamó a Moisés de en medio
de la nube. A los ojos de los hijos de Israel la apariencia de la gloria
del SEÑOR era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte. Y entró
Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte
cuarenta días y cuarenta noches.
En este
encuentro, el Señor no sólo le entregó las Tablas del Pacto a Moisés, sino que
también le dio la revelación sobre el Tabernáculo. La descripción de las piezas
la estudiaremos en los próximos capítulos, lo cual es un paréntesis en la
narrativa.
Estudios de
otros capítulos de este libro: Éxodo
Clase virtual de este libro: Audio de
Éxodo
Me encantó excelente explicación. Gracias
ResponderEliminarmuchas gracias ... que Dios les bendiga
ResponderEliminarGracias por tan clara explicación de este capitulo. Es para mí una gran bendición. Dios les bendiga su ministerio.
ResponderEliminarAsi es una muy clara explicacion, muchas gracias.
ResponderEliminarQue claridad bendiciones y más gracia en el nombre de Jesús
ResponderEliminarHola, podría explicar los versos 10 y 11? Ya que dice que los que se reunieron a comer, vieron a Dios, y ademas comieron y bebieron con él. Agradecida, saludos!
ResponderEliminarEs muy importante leer la palabra de Dios gracias por la página
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