En el
capítulo anterior (Exo. 19) vimos que los israelitas aceptaron la propuesta de Dios: "Yo seré tu Dios, y ustedes serán mi pueblo". Tres días después, el Señor se
presentó ante todo el pueblo, rodeado de una nube oscura, truenos,
relámpagos, sonido de trompeta y un terremoto. En este capítulo leeremos lo
que Dios les habló en esa ocasión…
PALABRAS
DE DIOS (heb. Asaret Dibrot)
El capítulo
20 comienza con lo que se conoce hoy como “los 10 Mandamientos”; sin embargo,
éste no es el nombre que usa la Biblia para referirse a estas palabras
pronunciadas por la boca de Dios ante todo el pueblo en el Monte Sinaí. En Deuteronomio las
describe simplemente como “las palabras” (heb. HaDibrot):
(Deut. 9:10) y me
dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas
estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte
de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Lo que se
traduce en la Biblia como “los diez mandamientos”, en hebreo es: Aseret HaDevarim, que literalmente
significa: “las diez palabras”.
(Deut.
10:4) Y escribió en las tablas
conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os
había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me
las dio Jehová.
PRIMERA PALABRA
La primera “palabra” o enunciado que Dios
pronunció fue Su Nombre. Él se presentó ante todo el pueblo de Israel:
(Éxodo 20:1-2) Y habló Dios todas estas palabras,
diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de
Egipto, de casa de servidumbre.
Dios se
presentó por Su Nombre ante los israelitas; luego estableció la base de la
relación que tendrá con ellos: Jehová será su Dios. También les recuerda
el hecho que Él es su Redentor, quien los libró de la esclavitud. Israel
fue comprado con precio de sangre (del Cordero de la Pascua) y redimidos para
ser sus siervos (1 Ped. 1:18-19; Rom. 6:17-18).
CONDICIONES DEL COMPROMISO
En el estudio del capítulo 19 comentamos que
la invitación que Dios les hizo a los israelitas en el Monte Sinaí podía
compararse a un compromiso matrimonial. El
Señor les preguntó: “¿Aceptan ser míos?”; y el pueblo respondió que sí. El
pueblo se comprometió diciendo: “Todo lo que Jehová ha dicho, haremos”
(Exo. 19:8).
Ahora lo que toca es definir las condiciones
del compromiso (es decir, las responsabilidades y los derechos—similar a un
contrato nupcial). En el caso de la ceremonia en el Monte Sinaí, las
condiciones están delineadas en la Ley de Dios (en hebreo: Torá);
y las 10 Palabras (o “Mandamientos”) representan el resumen de toda la
ley de Dios.
Las 10 Palabras (“Mandamientos”) puede
dividirse en dos grupos:
a. los primeros tratan sobre nuestra relación personal
con Dios; y,
b. los últimos tratan sobre la relación con el
prójimo.
Jesús hizo
referencia a estas dos partes de la Ley cuando le preguntaron cuál consideraba
él como el mandamiento principal:
(Marcos 12:28-31) Acercándose uno de los escribas,
que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le
preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El
primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor
uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Jesús resumió la ley de la misma manera que
está delineada en los diez mandamientos:
a. Amarás a Dios sobre todas las cosas;
b. Amarás al prójimo como a ti mismo.
En el orden del Reino de Dios, “Amar a Dios” y
“amar al prójimo” son dos caras de la misma moneda. Así lo explica Juan en su
epístola:
(1 Juan 4:20-21) Si alguno dice: Yo amo a Dios, y
aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha
visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este
mandamiento de él: El que ama a Dios,
ame también a su hermano.
El apóstol Pablo también hace referencia al
amor al prójimo como parte de la Ley de Dios:
(Romanos 13:8-10) No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros;
porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no
matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier
otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el
amor.
LAS DIEZ PALABRAS
Veamos ahora con detalle cuáles son las 10
Palabras (Mandamientos) que el Señor le dio a los israelitas, como parte del Pacto
entre Dios y Su Pueblo:
a. RELACIÓN CON DIOS
Los
primeros mandamientos hablan sobre nuestra relación personal con Dios:
I. Reconocer
que Jehová es mi Dios
(Éxodo 20:2) Yo soy Jehová tu Dios, que te
saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
II. No
tener otros dioses, ni hacer ídolos
(Éxodo 20:3-6) No tendrás dioses ajenos delante
de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en
el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No
te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,
que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los
que me aman y guardan mis mandamientos.
Esta
expectativa de “exclusividad” que Dios espera de su pueblo, se puede comparar
con la fidelidad que una persona espera de su pareja con quien se va a casar.
III. No
tomar el Nombre de Dios en vano
(Éxodo 20:7) No tomarás el nombre de Jehová tu
Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en
vano.
En Levítico explica a qué se refiere este
mandamiento:
(Levítico 19:12) Y no juraréis en mi nombre con
mentira, ni profanarás el nombre de tu Dios: Yo Jehová.
La gente tiende a usar el nombre de Dios para
sus juramentos, con el fin de que la gente les crea. Pero esto no es correcto
ni necesario, como explica Santiago:
(Santiago 5:12) Mas por sobre todas las cosas,
mis hermanos; no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro
juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no, sea no; para que no
caigáis en condenación.
IV.
Guardar el día de reposo (heb. Shabat)
(Éxodo 20:8-11) Acuérdate del día de reposo para
santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el
séptimo día es reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu ganado, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos
y la tierra, y el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el
séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó.
Este mandamiento es un recordatorio porque ya lo había enseñado a los israelitas (en el contexto del Maná) y desde el principio de la creación, cuando Dios apartó el día sábado como día de reposo, para ser santificado (Gen. 2:1-3).
b. RELACIÓN
CON EL PROJIMO
Ahora
veamos los mandamientos que tratan sobre nuestra relación con el prójimo:
V. Honrar
padre y madre
(Éxodo 20:12-17) Honra a tu padre y a
tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
En una carta Pablo hace referencia a este
mandamiento, señalando que es el primer mandamiento con promesa. También
expande sobre este tema, enseñando sobre la relación entre padres e hijos:
(Efesios 6:1-4) Hijos, obedeced en el Señor a
vuestros padres; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el
primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida
sobre la tierra. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos;
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
VI. No
asesinar
(Éxodo 20:13) No
matarás.
Aunque la
palabra se traduce como “matar”, en realidad se refiere a: “asesinar”.
Matar es
quitar la vida, pero puede ser de forma accidental o por deber (en la guerra,
como ejecución de una condena). Por otro lado, “asesinar” es matar de forma
intencionada, con premeditación y alevosía, como un acto criminal e ilegal.
VII. No
cometer adulterio
(Éxodo 20:14) No
cometerás adulterio.
Así como
Dios demanda fidelidad hacia Él, también espera que las personas sean fieles
hacia su cónyuge.
VIII. No
robar
(Éxodo 20:15) No hurtarás.
Por principio, el Señor nos enseña a respetar
la propiedad privada. Robar es apropiar de una cosa que pertenece a otra persona.
IX. No
testificar falsamente
(Éxodo 20:16) No hablarás falso testimonio contra tu
prójimo.
Este
principio no sólo aplica a dar un falso testimonio en un juicio, sino también a
“mentir”, lo cual provoca que el oyente tenga una idea falsa de lo que se ha
dicho. La palabra “falso” en hebreo es: “Shequer”, que también se
puede traducir como: mentira o engaño.
X. No
desear lo ajeno
(Éxodo 20:17) No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la
esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni
cosa alguna de tu prójimo.
El peligro del pecado de la codicia de lo
ajeno es que lleva a una espiral descendente de pecado. Un mal lleva a otro
mal, trayendo mucha destrucción y maldición. El profeta Miqueas y el apóstol
Pablo lo explican de la siguiente manera:
(Miqueas 2:1-2) ¡Ay de los que piensan iniquidad,
y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en
obra, porque tienen en su mano el poder. Y codiciaron las heredades, y las
robaron; y casas, y las tomaron; oprimieron al hombre y a su casa, al hombre y
a su heredad.
(I Timoteo 6:9-10) Porque los que quieren
enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas,
que hunden a los hombres en perdición y muerte. Porque el amor al dinero
es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la
fe, y se traspasaron con muchos dolores.
Felizmente,
Pablo nos señala cuál es la medicina en contra de la codicia: el contentamiento
(Heb. 13:5):
(I Timoteo 6:6-8) Pero gran ganancia es la piedad con
contentamiento. Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada
podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con
esto.
Estudios de otros capítulos de este libro: Éxodo
Clase virtual de este libro: Audio de
Éxodo
este estudio biblico de que religion viene pentecostal, bautista, mormon , catolico??
ResponderEliminarNo estamos afiliados a ninguna religión.
EliminarSomos creyentes en Dios y estudiosos de la Palabra de Dios, con énfasis en el contexto hebreo de las Escrituras.
Buenas palabras Ana, lo admiro sus explicaciones aunque cuesta interprearlo bien poco por poco al final se comprende mas.
ResponderEliminarSeis días trabajaras, y el séptimo descansaras... que días se descansa??
ResponderEliminarLa Biblia señala que el séptimo día es el sábado, que en hebreo se conoce como: Shabat (que significa reposo).
EliminarGracias por cada enseñanza que dejan en este blog
ResponderEliminarDe verdad gracias por que he aprendido y me gusta estar leyendo más la biblia
Escribo por que tengo una duda dios al hablar de la palabra o mantenimiento no matarás o no asesinar no habla en exclusividad a un humano más bien parece qje se generaliza y al ser así y leer lo que está aquí entonces por que se sigue hablando de matar animales en la biblia si son seres vivos y no se hace esta práctica accidentalmente
Estefanía: Gracias por tu comentario.
EliminarSegún lo que entiendo de estudiar el texto, en los 10 Mandamientos se habla de nuestra relación con Dios y luego de la relación entre seres humanos (y alli está el mandamiento de no asesinar).
Esto no quiere decir que Dios no contemple a los animales. En el primer capítulo de la Biblia, Dios encargó al hombre el cuidado de toda la Tierra, y eso incluye a los animales (Gen. 1:28-30). Como mayordomo de todo, debe cuidar a los animales y todos los seres vivientes, y toda la naturaleza.
Para nuestro altar familiar estos estudios han sido de gran bendición..
ResponderEliminarNo es el Sabado, cada mes es distinto. Solo tienes que mirar la luna para saberlo.
ResponderEliminarY es cierto que su nombre es shabat.
Yo quiero saber acerca del dia de reposo? Sabado o es el domingo?
ResponderEliminarNuestro reposo es Cristo!
EliminarYo entiendo que Jesus dice que le demos nuestras cargas y nos da el descanso.
EliminarLo que no entiendo es porque dejar el dia sabado que se ha ordenado en el antiguo testamento para cumplirlo.
Por favor me podria explicar.
Muchas gracias.
Ana, ¿consideras q Dios reposo de Su creacion el Sabado y que despues de la muerte de Jesus, el dia del Señor para adorarlo es el domingo?
ResponderEliminarEn ninguna parte de la biblia dice que Jesús haya cambiado el día de reposo que su propio padre ordenó en el principio del mundo y en su santa ley, ni una j y ni una tilde se puede cambiar de la biblia
ResponderEliminarUna pregunta el estudio de levitico
ResponderEliminarEl Señor Jesús resucitó al tercer dia, q fue domingo, creo q por eso cambio el dia, ademas en nuevo testamento Jesús abrogo la ley y nos revelo su gracia a través de su muerte en la cruz y efectivamente nuestro reposo es Cristo
ResponderEliminarEn la biblia Gn.2:2-3 Dios habla del séptimo día, no dice si es sábado o domingo, así que no estamos cambiando nada de lo que la Biblia si dedicamos el domingo para consagrarlo a Dios, veamos también lo que nos dice el libro de Éxodo 31:3 al 17, donde nos dice que "seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová...." tampoco especifica que sea sábado o domingo. Dios les bendiga.
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