jueves, 8 de junio de 2017

EXODO 20:1-17. Los Diez Mandamientos


En el capítulo anterior (Exo. 19) vimos que los israelitas aceptaron la propuesta de Dios: "Yo seré tu Dios, y ustedes serán mi pueblo". Tres días después, el Señor se presentó ante todo el pueblo, rodeado de una nube oscura, truenos, relámpagos, sonido de trompeta y un terremoto. En este capítulo leeremos lo que Dios les habló en esa ocasión…

PALABRAS DE DIOS (heb. Asaret Dibrot)
El capítulo 20 comienza con lo que se conoce hoy como “los 10 Mandamientos”; sin embargo, éste no es el nombre que usa la Biblia para referirse a estas palabras pronunciadas por la boca de Dios ante todo el pueblo en el Monte Sinaí. En Deuteronomio las describe simplemente como “las palabras” (heb. HaDibrot):
(Deut. 9:10) y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea.

Lo que se traduce en la Biblia como “los diez mandamientos”, en hebreo es: Aseret HaDevarim, que literalmente significa: “las diez palabras”.
(Deut. 10:4) Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jehová.

PRIMERA PALABRA
La primera “palabra” o enunciado que Dios pronunció fue Su Nombre. Él se presentó ante todo el pueblo de Israel:
(Éxodo 20:1-2) Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Dios se presentó por Su Nombre ante los israelitas; luego estableció la base de la relación que tendrá con ellos: Jehová será su Dios. También les recuerda el hecho que Él es su Redentor, quien los libró de la esclavitud. Israel fue comprado con precio de sangre (del Cordero de la Pascua) y redimidos para ser sus siervos (1 Ped. 1:18-19; Rom. 6:17-18).

CONDICIONES DEL COMPROMISO
En el estudio del capítulo 19 comentamos que la invitación que Dios les hizo a los israelitas en el Monte Sinaí podía compararse a un compromiso matrimonial.  El Señor les preguntó: “¿Aceptan ser míos?”; y el pueblo respondió que sí. El pueblo se comprometió diciendo: “Todo lo que Jehová ha dicho, haremos” (Exo. 19:8).

Ahora lo que toca es definir las condiciones del compromiso (es decir, las responsabilidades y los derechos—similar a un contrato nupcial). En el caso de la ceremonia en el Monte Sinaí, las condiciones están delineadas en la Ley de Dios (en hebreo: Torá); y las 10 Palabras (o “Mandamientos”) representan el resumen de toda la ley de Dios.

Las 10 Palabras (“Mandamientos”) puede dividirse en dos grupos:
a. los primeros tratan sobre nuestra relación personal con Dios; y,
b. los últimos tratan sobre la relación con el prójimo. 

Jesús hizo referencia a estas dos partes de la Ley cuando le preguntaron cuál consideraba él como el mandamiento principal:
(Marcos 12:28-31) Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.  Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Jesús resumió la ley de la misma manera que está delineada en los diez mandamientos:
a. Amarás a Dios sobre todas las cosas;
b. Amarás al prójimo como a ti mismo.

En el orden del Reino de Dios, “Amar a Dios” y “amar al prójimo” son dos caras de la misma moneda. Así lo explica Juan en su epístola:
(1 Juan 4:20-21) Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él:  El que ama a Dios, ame también a su hermano.

El apóstol Pablo también hace referencia al amor al prójimo como parte de la Ley de Dios:
(Romanos 13:8-10) No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.


LAS DIEZ PALABRAS
Veamos ahora con detalle cuáles son las 10 Palabras (Mandamientos) que el Señor le dio a los israelitas, como parte del Pacto entre Dios y Su Pueblo:

a.  RELACIÓN CON DIOS
Los primeros mandamientos hablan sobre nuestra relación personal con Dios:

I. Reconocer que Jehová es mi Dios
(Éxodo 20:2) Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

II. No tener otros dioses, ni hacer ídolos
(Éxodo 20:3-6) No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Esta expectativa de “exclusividad” que Dios espera de su pueblo, se puede comparar con la fidelidad que una persona espera de su pareja con quien se va a casar.

III. No tomar el Nombre de Dios en vano
(Éxodo 20:7) No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

En Levítico explica a qué se refiere este mandamiento:
(Levítico 19:12) Y no juraréis en mi nombre con mentira, ni profanarás el nombre de tu Dios: Yo Jehová.

La gente tiende a usar el nombre de Dios para sus juramentos, con el fin de que la gente les crea. Pero esto no es correcto ni necesario, como explica Santiago:
(Santiago 5:12) Mas por sobre todas las cosas, mis hermanos; no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no, sea no; para que no caigáis en condenación.

IV. Guardar el día de reposo (heb. Shabat)
(Éxodo 20:8-11) Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu ganado, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó.

Este mandamiento es un recordatorio porque ya lo había enseñado a los israelitas (en el contexto del Maná) y desde el principio de la creación, cuando Dios apartó el día sábado como día de reposo, para ser santificado (Gen. 2:1-3).


b. RELACIÓN CON EL PROJIMO
Ahora veamos los mandamientos que tratan sobre nuestra relación con el prójimo:

V. Honrar padre y madre
(Éxodo 20:12-17) Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

En una carta Pablo hace referencia a este mandamiento, señalando que es el primer mandamiento con promesa. También expande sobre este tema, enseñando sobre la relación entre padres e hijos:
(Efesios 6:1-4) Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

VI. No asesinar
(Éxodo 20:13) No matarás.  

Aunque la palabra se traduce como “matar”, en realidad se refiere a: “asesinar”.
Matar es quitar la vida, pero puede ser de forma accidental o por deber (en la guerra, como ejecución de una condena). Por otro lado, “asesinar” es matar de forma intencionada, con premeditación y alevosía, como un acto criminal e ilegal.

VII. No cometer adulterio
(Éxodo 20:14) No cometerás adulterio.

Así como Dios demanda fidelidad hacia Él, también espera que las personas sean fieles hacia su cónyuge.

VIII. No robar
(Éxodo 20:15) No hurtarás.  

Por principio, el Señor nos enseña a respetar la propiedad privada. Robar es apropiar de una cosa que pertenece a otra persona.

IX. No testificar falsamente
(Éxodo 20:16) No hablarás falso testimonio contra tu prójimo.  

Este principio no sólo aplica a dar un falso testimonio en un juicio, sino también a “mentir”, lo cual provoca que el oyente tenga una idea falsa de lo que se ha dicho. La palabra “falso” en hebreo es: “Shequer”, que también se puede traducir como: mentira o engaño.

X. No desear lo ajeno
(Éxodo 20:17) No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

El peligro del pecado de la codicia de lo ajeno es que lleva a una espiral descendente de pecado. Un mal lleva a otro mal, trayendo mucha destrucción y maldición. El profeta Miqueas y el apóstol Pablo lo explican de la siguiente manera:
(Miqueas 2:1-2) ¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder. Y codiciaron las heredades, y las robaron; y casas, y las tomaron; oprimieron al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.

(I Timoteo 6:9-10) Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en perdición y muerte. Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores.

Felizmente, Pablo nos señala cuál es la medicina en contra de la codicia: el contentamiento (Heb. 13:5):
(I Timoteo 6:6-8) Pero gran ganancia es la piedad con contentamiento. Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.  


Estudios de otros capítulos de este libro: Éxodo
Clase virtual de este libro: Audio de Éxodo


17 comentarios:

  1. este estudio biblico de que religion viene pentecostal, bautista, mormon , catolico??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No estamos afiliados a ninguna religión.
      Somos creyentes en Dios y estudiosos de la Palabra de Dios, con énfasis en el contexto hebreo de las Escrituras.

      Eliminar
  2. Buenas palabras Ana, lo admiro sus explicaciones aunque cuesta interprearlo bien poco por poco al final se comprende mas.

    ResponderEliminar
  3. Seis días trabajaras, y el séptimo descansaras... que días se descansa??

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La Biblia señala que el séptimo día es el sábado, que en hebreo se conoce como: Shabat (que significa reposo).

      Eliminar
  4. Gracias por cada enseñanza que dejan en este blog
    De verdad gracias por que he aprendido y me gusta estar leyendo más la biblia
    Escribo por que tengo una duda dios al hablar de la palabra o mantenimiento no matarás o no asesinar no habla en exclusividad a un humano más bien parece qje se generaliza y al ser así y leer lo que está aquí entonces por que se sigue hablando de matar animales en la biblia si son seres vivos y no se hace esta práctica accidentalmente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estefanía: Gracias por tu comentario.
      Según lo que entiendo de estudiar el texto, en los 10 Mandamientos se habla de nuestra relación con Dios y luego de la relación entre seres humanos (y alli está el mandamiento de no asesinar).
      Esto no quiere decir que Dios no contemple a los animales. En el primer capítulo de la Biblia, Dios encargó al hombre el cuidado de toda la Tierra, y eso incluye a los animales (Gen. 1:28-30). Como mayordomo de todo, debe cuidar a los animales y todos los seres vivientes, y toda la naturaleza.

      Eliminar
  5. Para nuestro altar familiar estos estudios han sido de gran bendición..

    ResponderEliminar
  6. No es el Sabado, cada mes es distinto. Solo tienes que mirar la luna para saberlo.
    Y es cierto que su nombre es shabat.

    ResponderEliminar
  7. Yo quiero saber acerca del dia de reposo? Sabado o es el domingo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo entiendo que Jesus dice que le demos nuestras cargas y nos da el descanso.
      Lo que no entiendo es porque dejar el dia sabado que se ha ordenado en el antiguo testamento para cumplirlo.

      Por favor me podria explicar.
      Muchas gracias.

      Eliminar
  8. Ana, ¿consideras q Dios reposo de Su creacion el Sabado y que despues de la muerte de Jesus, el dia del Señor para adorarlo es el domingo?

    ResponderEliminar
  9. En ninguna parte de la biblia dice que Jesús haya cambiado el día de reposo que su propio padre ordenó en el principio del mundo y en su santa ley, ni una j y ni una tilde se puede cambiar de la biblia

    ResponderEliminar
  10. El Señor Jesús resucitó al tercer dia, q fue domingo, creo q por eso cambio el dia, ademas en nuevo testamento Jesús abrogo la ley y nos revelo su gracia a través de su muerte en la cruz y efectivamente nuestro reposo es Cristo

    ResponderEliminar
  11. En la biblia Gn.2:2-3 Dios habla del séptimo día, no dice si es sábado o domingo, así que no estamos cambiando nada de lo que la Biblia si dedicamos el domingo para consagrarlo a Dios, veamos también lo que nos dice el libro de Éxodo 31:3 al 17, donde nos dice que "seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová...." tampoco especifica que sea sábado o domingo. Dios les bendiga.

    ResponderEliminar

Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...