CONSAGRACIÓN DE LOS LEVITAS
Un dato interesante
acerca de la consagración de los primogénitos es que los hijos de levitas no eran
redimidos. La razón de esto es porque los levitas fueron apartados como tribu
completa para el Señor.
(Num. 3:11-13) Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Y he aquí yo he tomado a los levitas de
entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros
nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas. Porque mío es
todo primogénito; desde el día que yo hice morir a todos los primogénitos en la
tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de
hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová.
Los levitas no
necesitaban ser redimidos ya que debían cumplir su consagración al servicio de
Dios. Los levitas tomaron el lugar de los primogénitos como sacerdotes y
líderes espirituales del pueblo de Dios.
(Números 8:16-18) Porque enteramente me son dados a mí
los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo aquel que abre
matriz; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos
de Israel. Porque mío es todo primogénito en los hijos de Israel, así de
hombres como de animales; desde el día que yo herí todo primogénito en la
tierra de Egipto, los santifiqué para mí. Y he tomado los levitas en lugar de
todos los primogénitos de los hijos de Israel.
En el momento en que Dios
determinó que los levitas tomarían el lugar de los primogénitos de todas las
tribus, se hizo un censo. Se contó el
número de los levitas al igual que de los primogénitos. Como no eran cabal, se hizo un pago de
redención por los que faltaban (Num. 3:40-51).
RECIBEN LAS PRIMICIAS
Como representantes del
Señor, los levitas recibían las primicias de todo el pueblo. Dios se las cedió a
ellos como parte de su herencia (pues ellos no tenían tierras ni grandes
propiedades).
(Números 18:12-15) De aceite, y de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de
ello, que presentarán a Jehová, a ti las he dado. Las primicias de todas las
cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán a Jehová, serán tuyas: todo
limpio en tu casa comerá de ellas. Todo lo consagrado por voto en Israel será
tuyo. Todo lo que abriere matriz en toda carne que ofrecerán a Jehová, así de
hombres como de animales, será tuyo: mas has de hacer redimir el primogénito
del hombre: también harás redimir el primogénito de animal inmundo.
(Números 18:19-21) Todas las
ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a
Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por
estatuto perpetuo: pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu
simiente contigo. Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás
heredad, ni entre ellos tendrás parte: Yo soy tu porción y tu heredad en medio
de los hijos de Israel. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los
diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el
ministerio del tabernáculo de la congregación.
LO PRIMERO PARA DIOS
Dios pide que le demos
lo primero (primeros frutos, el primogénito, etc.). No es porque Él lo necesite; más bien, somos
nosotros quienes lo necesitamos. Necesitamos aprender a poner a Dios en primer
lugar en nuestras vidas.
Dar la primicia a Dios
es un paso de fe. Al soltar lo primero y ponerlo en las manos de Dios, también
estamos soltando la confianza en nosotros mismos y entregamos el control a
Dios. Este principio lo
enseñó Jesús en el Sermón del Monte:
(Mateo 6:31-33) Por tanto, no os preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o
"¿qué beberemos?" o "¿con qué nos vestiremos?" Porque los
gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial
sabe que necesitáis de todas estas cosas. Pero buscad primero su reino y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Nuestra seguridad no
debe estar puesta en lo que nuestras manos puedan hacer, sino en la bendición
que viene de Dios. Si ponemos a Dios primero, Él traerá bendición (Eze. 44:30),
y proveerá para lo que necesitemos.
(Proverbios
3:9-10) Honra a Jehová con tus bienes y con
las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia y
tus lagares rebosarán de mosto.
(Ezequiel
44:30) Y las primicias de todos los
primeros frutos de todo, y de toda clase de ofrenda de vuestras ofrendas, serán
para los sacerdotes; también daréis al sacerdote las primicias de vuestras
masas para que haga reposar una bendición sobre vuestra casa.
Muchas gracias por el estudio y más por compartirlo, que el Señor le continúe bendiciendo.
ResponderEliminarMuchas gracias sra. Ana. Son de mucha ayuda sus explicaciones!!! Por si acaso tendría material sobre el diezmo????
ResponderEliminarNo comprendía muy bien quienes eran los levitas,ahora ya lo entendí.
ResponderEliminarGracias por éste estudio que habéis compartido,es una bendición.