Luego de la gran revelación a los discípulos que Jesús es el
Mesías, el Señor aprovechó a aclararles sobre el papel que él jugaría como
Mesías…
En la Biblia hay dos tipos de profecías mesiánicas:
a. unas hablan del Mesías Rey (“Ben David”, hijo
de David) que vendrá a librar a Su pueblo, a gobernar con justicia, trayendo paz;
b. otras profecías hablan de un Mesías Sufriente (“Ben
Yosef”, hijo de José) que padecerá (tal como lo describe Isaías 53).
Jesús ha cumplido y cumplirá todas las profecías mesiánicas:
en su primera venida, él fue el “Mesías sufriente”, el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo (Juan 1:29); pero en su segunda venida, Él se
presentará como el “Mesías Rey”, el León de Judá que vendrá a reinar sobre toda
la Tierra.
En tiempos de Jesús, la idea del Mesías Rey era más popular,
y los discípulos esperaban eso de Jesús. Sin embargo, el Señor les aclaró que
lo que venía por delante eran sufrimientos…
(Mateo 16:21) Desde entonces
Jesucristo comenzó a declarar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y
sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y
de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
En el siguiente capítulo (Mateo 17), Jesús les volvió a
anunciar su muerte:
(Mateo 17:22) Estando ellos en Galilea,
Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será
entregado en manos de hombres, y le matarán;
mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran
manera.
REACCIÓN DE PEDRO
A Pedro no le gustó escuchar que Jesús iba a morir. No le
sonaba lógico, y por eso dijo lo siguiente:
(Mateo 16:22) Y tomándole aparte,
Pedro comenzó a reprenderle, diciendo: ¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca te
acontecerá.
Me imagino que muchos se identifican con la reacción de
Pedro. Podría considerarse “loable” que Pedro defendiera así la vida de Jesús.
El problema es que no se trata de lo que queremos nosotros, sino que lo más
importante es cuál es la voluntad de Dios. Jesús lo sabía, y por eso lo
reprendió…
(Mateo 16:23) Pero volviéndose
El, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de
tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los
hombres.
Qué irónico que en un momento Pedro era una piedra de
revelación, pero minutos después estaba sirviendo de piedra de tropiezo. Jesús
reprendió a Pedro porque sus palabras estaban sirviendo de tentación para
salirse del Plan Divino. Tal vez Pedro
se quedó confundido por la fuerte reacción de Jesús, porque sus intenciones
eran buenas. Pero Jesús aprovechó a enseñar un principio del Reino que nos
sirve grandemente también a nosotros…
(Mateo 16:24) Entonces Jesús dijo
a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome
su cruz y sígame.
Jesús enseñó que en el Reino de Dios no se trata de hacer
nuestra voluntad ni seguir nuestros deseos, sino de hacer la voluntad de Dios.
La gente en el mundo basa sus decisiones de vida en sus
deseos y pasiones, y hacen cualquier cosa para salvar su vida; pero en el Reino
de Dios es lo contrario: uno no debe buscar complacer los deseos propios sino
complacer a Dios—y la obediencia a Dios es hasta la muerte. Por eso Jesús dijo:
(Mateo 16:25-26) Porque el
que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de
mí, la hallará. Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero,
pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
La negación de la voluntad propia suena muy fuerte y algo drástico,
pero eso es algo normal en el Reino de Dios. Jesús señala los grandes
beneficios que se obtienen al hacerlo…
(Mateo 16:27) Porque el Hijo del
Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces
recompensará a casa uno según su conducta.
La recompensa eterna es mejor que cualquier placer que este
mundo pueda ofrecer (que es temporal).
Más estudios de este Evangelio en la pestaña: MATEO
También disponible en audio: AUDIO
de MATEO
Hermana Ana , Que el Señor te bendiga grandemente
ResponderEliminaramen hermosa enseñanza muchas bendiciones
ResponderEliminarImportante reflexión q nos lleva a analizar nuestro actuar en estas épocas tan difíciles, q es donde debemos interiorizar para demostrar nuestra profunda fe de q pronto con la ayuda de Díos encontraremos una luz al final del túnel
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