domingo, 15 de mayo de 2016

MATEO 9:36-38. Ovejas Sin Pastor


En sus viajes por Israel, Jesús se dio cuenta de la necesidad espiritual del pueblo…
(Mateo 9:36) Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. 


La gente contaba con líderes religiosos en las sinagogas y en el Templo, pero no muchos de ellos se preocupaban realmente por el pueblo.  Las palabras de Jesús parecen traer a memoria lo que escribieron los profetas:
(Jeremías 50:6) Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles.
 
En lugar de guiar y edificar a las ovejas, los pastores las usaban.  En aparencia las cuidaban, pero en realidad no les importaba su bienestar sino lo que podían sacar de ellas.  Por eso el Señor mandó a decir a los líderes del pueblo de Dios:
(Ezequiel 34:2-6)  Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?  Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.  No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado.  Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. 

La profecía de Ezequiel revela que el Señor no se va a quedar con los brazos cruzados ante esta injusticia e infidelidad de los pastores (líderes espirituales del pubelo)…
(Ezequiel 34:7-16)  Por tanto,  pastores,  oíd palabra de Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová.  Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.  Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré.  Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.  Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.  En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel.  Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.  Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada,  y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.

Jesús se presentó como el pastor que cuidará de las ovejas.
(Juan 10:11-16)  Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.  Mas el asalariado,  y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.  Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.  Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

Jesús animó a sus discípulos a seguir su ejemplo y también ministrar al pueblo de Dios. 
(Mateo 9:37-38) … A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.  Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.


En el siguiente capítulo veremos que Jesús elige a doce hombres para que sean sus discípulos.  No sólo los llama para que escuchen sus enseñanzas, sino que los prepara para que ellos ministren al pueblo…


Más estudios de este Evangelio en la pestaña: MATEO
También disponible en audio: AUDIO de MATEO  



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