En el Sermón del Monte, Jesús explicó que si
queremos recibir, debemos pedir.
(Mateo 7:7-8) Pedid, y se os
dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿Qué hace un bebé cuando necesita algo?
Ya sea que tenga hambre, o sienta dolor, o necesite ser cambiado de pañal, o se
siente solo, el bebé llora. Cuando los niños aprenden a hablar, los
padres les enseñan a pedir en lugar de llorar cuando quieren algo.
Conforme van creciendo y madurando, los jóvenes aprenden a distinguir entre lo
que sus padres le darán y lo que le negarán, y piden conforme a eso.
La misma dinámica aplica a la vida
espiritual. Al principio sólo sabemos clamar y llorar para que nuestras
necesidades sean satisfechas o nuestros deseos sean cumplidos. Pero
conforme vamos madurando espiritualmente, aprendemos a pedir según la voluntad
de Dios.
(1 Juan 5:14-15) Y esta es la
confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a
su voluntad, El nos oye. Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa
que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.
(Juan 15:7) Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
PEDIMOS Y NO RECIBIMOS
¿Por qué a veces pedimos y no recibimos?
Santiago nos dice que esto se debe a dos razones principales: (1) porque
pedimos mal, o (2) porque simplemente no pedimos.
(Santiago 4:2-3) Codiciáis y no
tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por
eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no
recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.
Todo padre amoroso desea complacer a su hijo,
pero no siempre le da lo pide, ya sea porque no puede o porque no le conviene
al niño. Pero si pide lo que es justo y bueno, lo más probable es que lo
recibirá en la medida de lo que sea posible. Esta misma confianza debemos
tener en Dios, porque Él es bueno y generoso.
(1 Juan 3:21-22) Amados, si
nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; y todo
lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos
las cosas que son agradables delante de Él.
¿Por qué razón no le pedimos más a Dios?
Muchas veces es por orgullo, o porque en el fondo no creemos que Dios es bueno.
No conocemos a Dios como un Padre amoroso y generoso que quiere complacernos (Salmo
145:17-19).
En el Sermón del Monte, Jesús nos da el ejemplo
del amor de un padre hacia su hijo, comparándolo con el amor de nuestro Padre
Celestial…
(Mateo 7:9-11) ¿Qué hombre hay de vosotros, que si
su hijo le pide pan, le dará una piedra?
¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas
cosas a los que le pidan?
¿Qué espera Dios de nosotros al pedir y al
orar? ¡FE! Que creamos en Él (Marcos 11:22-24).
(Santiago 1:6-8) Pero que pida
con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada
por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre,
que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo,
inestable en todos sus caminos.
REGLA DE ORO
Una de las normas de convivencia más conocidas
es la que se conoce como la “Regla de Oro”, y dice: “No hagas a otros
lo que no quieres que te hagan a ti.”
Jesús mencionó este mismo principio en el
Sermón del Monte, pero en forma positiva:
(Mateo 7:12)
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas.
No es casualidad que Jesús haya mencionado la
“Regla de Oro” después de hablar de juzgar. Esto se debe a que uno tiende
a juzgar más fuerte a los demás, mientras que espera más misericordia para uno
mismo. Pero Jesús nos dice: “traten a los demás de la forma en que
quieren que los traten a ustedes.”
Aunque éste es un principio conocido en el
mundo, su origen está en la Torá en la forma de un mandamiento. Este
principio de respeto y consideración al prójimo se expresa directamente en el
mandamiento: Amarás al prójimo como a ti mismo (Levítico
19:18). Pablo explicó que en este
mandamiento se resume toda la ley:
(Gálatas 5:14) Porque toda la ley en una palabra se
cumple en el precepto: amarás a tu prójimo como a ti mismo.
(Romanos 13:8-10) No debáis a nadie nada, sino el
amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
Porque esto: No cometerás adulterio, no matarás, no hurtarás, no codiciarás, y
cualquier otro mandamiento, en estas palabras se resume: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el
cumplimiento de la ley.
Jesús fue aún más explícito que Pablo, y
explicó que toda la ley se puede resumir en dos mandamientos: amar a Dios y
amar al prójimo.
(Mateo 22:36-40) Maestro, ¿cuál
es el gran mandamiento de la ley? Y El le dijo: Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el
grande y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la
ley y los profetas.
Amar a Dios y amar al prójimo son las dos caras
de la misma moneda. Por eso Juan dijo:
(1 Juan 4:20-21) Si alguno dice:
Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a
su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y
este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano
muchas gracias me ha sido de gran ayuda para entender con claridad este pasaje. EL SEÑOR les continué bendiciendo
ResponderEliminarAmen GRANDEMENTE BENDECIDA.
EliminarGracias, muy agradecida
EliminarMuy linda enseñanza ..deja todo más q claro..les deseo muchas bendiciones
ResponderEliminarExcelente ese es el mejor ejemplo de como debemos orar a nuestro padre celestial
ResponderEliminarMuchas gracias los amo
EliminarGracias sus explicaciones me ayudaron mucho Jah los bendiga
Eliminargracias por entender esta palabras ,con sus ejemplos.
ResponderEliminarGracias Dios continue bendiciendo para asi nosotros entender mas
ResponderEliminarViva viva cristo el gran maestro
Gracias. Me ayudó mucho la explicación y la relación con los otros textos aparte de Mateo.
ResponderEliminarUn saludo y bendiciones.
Muy buen contenido, gracias.
ResponderEliminarmuy bueno el estudio
ResponderEliminarHermosa palabra y enseñanza me encantó ... bendiciones pastora Norma de Quiroga de Santiago del Estero
ResponderEliminarBienvenida, pastora Norma.
EliminarBendiciones a su ministerio, a su familia y a su congregación.
Es una gran bendición estos estudios, que Dios les bendiga enormemente.
ResponderEliminarGracias por la enseñanza . Dios me lo bendiga.
ResponderEliminarGracias por la enseñanza, Dios me lo bendiga grandemente.
ResponderEliminary los versiculos del 1 al 6? y te bendigo grandemente por ese gran aporte que has hecho.
ResponderEliminarMUCHAS BENDICIONES FUE DE GRAN AYUDA ESTE COMENTARIO GRACIAS
ResponderEliminarSúper bueno gracias Trmendo gloria a Dios
ResponderEliminarSúper bueno gracias Trmendo gloria a Dios
ResponderEliminarGracias hermanos bendiciones portan lindos estudio nos es de mucha ayuda
ResponderEliminarDios les bemdiga muy buena enseñanza
ResponderEliminarGracias por las enseñanzas, Dios Altisimo los bendiga.
ResponderEliminarGracias por el compartir. Buenísimo y muy claro.
ResponderEliminarGloria a Dios
ResponderEliminarPor esa explicación
Gracias bendiciones y mucha fe y bondad con nuestro prójimo
ResponderEliminarGracias por este lindo mensaje. Me ayuda a reflexionar bastante.
ResponderEliminarGracias por este lindo mensaje. Me ayuda a reflexionar bastante.
ResponderEliminarBendiciones a todo Ake le q hizo este pasaje un mensaje completo a mi vida bendiciones
ResponderEliminarGracias Dios les regale más sabiduría bendiciones y les ayude siempre
ResponderEliminarDios bendiga al escritor de este estudio felíz año 2023
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