miércoles, 9 de marzo de 2016

MATEO 5:1-6. Bienaventuranzas (a)


En los capítulos 5 al 7 encontramos lo que se conoce como el “Sermón del Monte”.  Se le llama así por el lugar donde Jesús lo enseñó: un monte en los alrededores del Mar de Galilea…
(Mateo 5:1-2)  Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.  Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: 

La primera parte del Sermón del Monte son “las Bienaventuranzas”…

BIENAVENTURADO
El diccionario define “Bienaventurado” como: afortunado o feliz.  En español, esta palabra trasmite la idea de suerte o ventura; sin embargo, el concepto bíblico no tiene nada que ver con suerte.

En griego, la palabra que se traduce como "bienaventurado" es “Makarios”, que significa: grandemente bendecido.  En hebreo se usa la palabra “Esher”, que se traduce como: “dichoso”.

En el Sermón del Monte veremos que la “dicha” a la que se refiere Jesús no depende de la suerte, ni la casualidad, ni las condiciones; más bien, proviene de una actitud y de una perspectiva espiritual.  Es una felicidad que viene como resultado de una vida de justicia y rectitud. 

El perfecto ejemplo de esto lo encontramos en el Salmo 1:
(Salmo 1:1-3)  Dichoso el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

BENDICIÓN ESPIRITUAL
A continuación examinaremos cada bienaventuranza (o bendición):

1.  POBRES EN ESPÍRITU
(Mateo 5:3)  [Dichosos] …los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 

A simple vista, esto podría sonar contradictorio con el mensaje de la Biblia, ya que de principio a fin vemos que Dios desea bendición y prosperidad para su pueblo (Deu. 5:33; Deu. 10:3; Isa. 3:10; Sal. 128:2; 1 Tim. 4:8).  La pobreza no es un estado deseable, pero en el sentido espiritual, es una realidad que debemos reconocer. 

“Pobre” es la persona que no tiene lo necesario para vivir.  Por lo tanto, “pobre en espíritu” es aquel que reconoce que no tiene lo suficiente para vivir en el Reino de Dios.

El precio de la entrada al Reino de los Cielos es la justicia perfecta.  Pero, ¿quién puede pagar ese precio?  La Biblia dice que “no hay justo, ni aún uno” (Rom. 3:10-12).  Sólo Jesucristo (heb. Yeshua HaMashiaj) es perfecto. Él pagó el precio de nuestro pecado, y sólo creyendo en Él podremos tener acceso a Su Reino.
(Romanos 3:23-26) por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.

Dichosos somos si reconocemos que necesitamos a Yeshua, porque sólo a través de Él podemos entrar al Reino de Dios. 

IGLESIA RICA, IGLESIA POBRE
En Apocalipsis encontramos el mejor ejemplo del peligro de creernos “ricos”, sin necesidad de nada.  La iglesia de Laodicea era rica materialmente, y por eso creían no tener necesidad.  Se creían tan autosuficientes, que habían dejado al Señor afuera de sus puertas (3:20).  Pero la realidad es que eran espiritualmente paupérrimos, ya que sin el Señor no somos nada. 
 (Apoc. 3:17-18)  Porque tú dices: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,  ciego y desnudo.  Por tanto,  yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

¡Qué peligroso es creer que uno no tiene necesidad de Dios!  Si uno se cree rico espiritualmente, no buscará a Dios; pero si reconocemos la necesidad que tenemos del Señor, lo buscaremos continuamente, como uno busca el pan diario para comer.

2.  LA DICHA DE LLORAR
La segunda de las bendiciones en el Reino de los Cielos es:
(Mateo 5:4)  [Dichosos] …los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 

De nuevo, Jesús nos sorprende.  ¿En qué sentido puede ser una bendición llorar?  Aunque parezca extraño, eso es precisamente lo que debemos hacer cuando experimentamos dolor en la vida. 

En el mundo se considera como “fuerte” a quien no llora, pero lo único que se gana con eso es cargarse más.  Cuando pasamos por un momento doloroso en la vida, es necesario llorar.  Si llevamos ese dolor a los pies del Señor, Él sanará nuestra alma, Él le dará sentido a lo que no tenía, y Él nos ayudará a superar la prueba con gracia. 

David entendió ese principio, y por eso nunca dudó en llorar ante el Señor, pues sabía que encontraría consuelo en Él.
(Salmo 6:6-9) Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos están gastados de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.  Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.  Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración.

POR ARREPENTIMIENTO
Otra razón por la que podemos llorar es por arrepentimiento.  Es el llanto que viene cuando reconocemos que le hemos fallado a Dios.  Sin embargo, es una congoja que trae consuelo, pues Dios perdona a quien se arrepiente.
(2 Corintios 7:9-10)  pero ahora me regocijo, no de que fuisteis entristecidos, sino de que fuisteis entristecidos para arrepentimiento; porque fuisteis entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrierais pérdida alguna de parte nuestra.  Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte. 

Hay consuelo tanto en el perdón como en la lección aprendida (Isaías 30:19-21).  


3. BENDICIÓN DE LA MANSEDUMBRE
(Mateo 5:5)  [Dichosos] …los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. 

El diccionario define “manso” como alguien sosegado, apacible y dócil.  En el mundo esto es considerado como una debilidad; sin embargo, en el Reino de Dios, la mansedumbre es una gran virtud.

El mejor ejemplo de mansedumbre y humildad lo dio Jesús. 
(Mateo 11:29)  Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.

A pesar de ser quién era, Jesús no buscó el reconocimiento de los hombres.  Él sabía quién era, y lo que debía hacer.  Al único que buscaba agradar era al Padre. 

Aparte de Jesús, la persona más humilde de la historia fue Moisés.
(Números 12:3) Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra. 

Moisés fue el más humilde, y también el que estuvo más cerca de Dios.  Cuando tenemos la vista hacia el Cielo, podemos ser humildes con mayor facilidad ya que reconocemos quiénes somos ante Dios.  El problema es cuando ponemos la vista en este mundo, pues comenzamos a compararnos con los demás.  Llegamos a creernos mejores o peores que los otros, y nos olvidamos de quiénes somos ante Dios (Isa. 66:1-2).  La humildad que surge de conocer a Dios, el Alto y Sublime, nos lleva a ser más considerados y humildes con las personas (Col. 3:12-13).

La palabra en griego para “humildad” es: “Praus”.  Esta misma palabra se usa en referencia a los caballos que han sido domados y han aprendido a sujetarse a su amo.  De una forma similar, la humildad se manifiesta en nuestra obediencia y sumisión a Dios, tal como lo hizo Jesús, quien fue obediente hasta la muerte (Fil. 2:3-8).  Muchos creen que ser humilde es “ser débil”, pero se requiere más fuerza de voluntad para practicar la humildad y obedecer a Dios que hacer lo que uno quiere o dejarse llevar por lo que la gente dice.

POSEERÁN LA TIERRA
Cuando Jesús dijo que “los mansos poseerán la tierra”, no es algo que él se inventó, sino que estaba citando las Escrituras:
(Salmo 37:9-11)  Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.  Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí.  Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.

Más adelante también dice:
(Salmo 37:28-29)  Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos.  Para siempre serán guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida.  Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella.

La mansedumbre y la humildad ante Dios nos llevan a la obediencia, y la obediencia trae bendición (Prov. 22:4).

4.  HAMBRE Y SED DE JUSTICIA
La siguiente bienaventuranza tiene que ver con la justicia de Dios:
(Mateo 5:6)  [Dichosos] …los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 

Hambre y sed es un deseo físico intenso que nos lleva a buscar alimento y bebida, que el cuerpo necesita.  Cuando uno NO siente hambre ni sed es básicamente por dos razones:
1.  porque uno está satisfecho ya que acaba de comer y beber;
2.  porque uno está enfermo.

Jesús usó la analogía del hambre y la sed para que entendiéramos mejor la necesidad espiritual que todos tenemos.  Lamentablemente no todos la sienten como deberían, ya sea porque creen estar llenos o porque están enfermos espiritualmente.

Todos prestamos atención al hambre y sed física, pero ¿acaso buscamos satisfacer el hambre espiritual?  En el Evangelio de Juan, vemos un ejemplo de cómo Jesús daba prioridad al hambre espiritual que la física…
(Juan 4:31-34)  Mientras tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.  Pero El les dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis.  Los discípulos entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer? Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.

¿Acaso no les ha pasado?  Cuando uno está tan concentrado haciendo algo importante, se le olvida que tiene que comer.  Es porque uno está llenando un propósito mayor.  Tal como Jesús dijo, la comida espiritual es hacer la voluntad de Dios.

SED DE JUSTICIA
En el mundo, “la sed de justicia” se relaciona con el deseo de venganza; pero en la Biblia, este concepto es muy diferente.  En el Reino de Dios, lo que es justo no lo determinan las cortes legales, ni los congresos, sino Dios.  Justicia en el Reino de Dios es: hacer las cosas como Dios manda.

Más adelante en el Sermón, Jesús dijo que lo primero que debemos buscar es la justicia de Dios, y todo lo demás será añadido.
(Mateo 6:31-33)  Por tanto, no os preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿qué beberemos?" o "¿con qué nos vestiremos?"  Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas.  Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

En la próxima entrada estudiaremos las otras cuatro bienaventuranzas…


Nota: Para profundizar aún más en los mensajes del Sermón del Monte (Mat. 5-7), les invito a leer las notas de un estudio que realizamos en el contexto de un ayuno de 40 días en el blog Cita Divina: Sermón del Monte.



Más estudios de este Evangelio en la pestaña: MATEO
También disponible en audio: AUDIO de MATEO  


4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. En los siguientes enlaces puede encontrar las siguientes partes de MATEO 5:
      (parte b):
      http://estudiobiblia.blogspot.com/2016/03/mateo-57-11-bienaventuranzas-b.html
      (parte c):
      http://estudiobiblia.blogspot.com/2016/03/mateo-513-16-sal-y-luz-del-mundo.html
      (parte d):
      http://estudiobiblia.blogspot.com/2016/03/mateo-517-48-jesus-y-la-ley.html
      ¡Feliz estudio!

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  2. Gracias Dios por tus enseñanzas qué son el alimento de cada día!! Aleluya

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  3. Gracias a Dios por tus enseñanzas que son el alimento de cada día!! Aleluya

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