En los capítulos 5 al 7 encontramos lo que se
conoce como el “Sermón del Monte”. Se le llama así por el lugar donde Jesús lo enseñó:
un monte en los alrededores del Mar de Galilea…
(Mateo 5:1-2)
Viendo
la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus
discípulos. Y abriendo su boca les
enseñaba, diciendo:
La primera parte del Sermón del Monte son “las
Bienaventuranzas”…
BIENAVENTURADO
El diccionario define “Bienaventurado” como:
afortunado o feliz. En español, esta
palabra trasmite la idea de suerte o ventura; sin embargo, el concepto bíblico
no tiene nada que ver con suerte.
En griego, la palabra que se traduce como
"bienaventurado" es “Makarios”, que significa:
grandemente bendecido. En hebreo se usa la palabra “Esher”,
que se traduce como: “dichoso”.
En el Sermón del Monte veremos que la “dicha” a
la que se refiere Jesús no depende de la suerte, ni la casualidad, ni las
condiciones; más bien, proviene de una actitud y de una perspectiva
espiritual. Es una felicidad que viene como resultado de una vida de
justicia y rectitud.
El perfecto ejemplo de esto lo encontramos en
el Salmo 1:
(Salmo 1:1-3) Dichoso el
varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni
en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su
delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo
que hace, prosperará.
BENDICIÓN ESPIRITUAL
A continuación examinaremos cada
bienaventuranza (o bendición):
1.
POBRES EN ESPÍRITU
(Mateo 5:3)
[Dichosos] …los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
A simple vista, esto podría sonar contradictorio
con el mensaje de la Biblia, ya que de principio a fin vemos que Dios desea
bendición y prosperidad para su pueblo (Deu. 5:33; Deu. 10:3; Isa. 3:10; Sal.
128:2; 1 Tim. 4:8). La pobreza no es un
estado deseable, pero en el sentido espiritual, es una realidad que debemos
reconocer.
“Pobre” es la persona que no tiene lo necesario
para vivir. Por lo tanto, “pobre en
espíritu” es aquel que reconoce que no tiene lo suficiente para vivir en el
Reino de Dios.
El precio de la entrada al Reino de los Cielos
es la justicia perfecta. Pero, ¿quién
puede pagar ese precio? La Biblia dice que “no hay justo, ni aún uno” (Rom.
3:10-12). Sólo Jesucristo (heb. Yeshua
HaMashiaj) es perfecto. Él pagó el precio de nuestro pecado, y sólo
creyendo en Él podremos tener acceso a Su Reino.
(Romanos 3:23-26) por cuanto todos pecaron y no
alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por
medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió
públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como
demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados
cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin
de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.
Dichosos somos si reconocemos que necesitamos a
Yeshua, porque sólo a través de Él podemos entrar al Reino de Dios.
IGLESIA RICA, IGLESIA POBRE
En Apocalipsis encontramos el mejor ejemplo del
peligro de creernos “ricos”, sin necesidad de nada. La iglesia de Laodicea era rica materialmente,
y por eso creían no tener necesidad. Se creían tan autosuficientes, que
habían dejado al Señor afuera de sus puertas (3:20). Pero la realidad es
que eran espiritualmente paupérrimos, ya que sin el Señor no somos nada.
(Apoc.
3:17-18) Porque tú dices: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de
ninguna cosa tengo necesidad”; y no sabes que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto,
yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de
tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
¡Qué peligroso es creer que uno no tiene
necesidad de Dios! Si uno se cree rico espiritualmente, no buscará a Dios;
pero si reconocemos la necesidad que tenemos del Señor, lo buscaremos
continuamente, como uno busca el pan diario para comer.
2. LA DICHA
DE LLORAR
La segunda de las bendiciones en el Reino de
los Cielos es:
(Mateo 5:4)
[Dichosos] …los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
De nuevo, Jesús nos sorprende. ¿En qué
sentido puede ser una bendición llorar? Aunque parezca extraño, eso es
precisamente lo que debemos hacer cuando experimentamos dolor en la vida.
En el mundo se considera como “fuerte” a quien
no llora, pero lo único que se gana con eso es cargarse más. Cuando
pasamos por un momento doloroso en la vida, es necesario llorar. Si
llevamos ese dolor a los pies del Señor, Él sanará nuestra alma, Él le dará
sentido a lo que no tenía, y Él nos ayudará a superar la prueba con
gracia.
David entendió ese principio, y por eso nunca dudó en llorar ante el Señor, pues sabía que encontraría consuelo en Él.
(Salmo 6:6-9) Me he consumido a fuerza de gemir; todas
las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos
están gastados de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores. Apartaos de mí, todos los hacedores de
iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová
mi oración.
POR ARREPENTIMIENTO
Otra razón por la que podemos llorar es por
arrepentimiento. Es el llanto que viene cuando
reconocemos que le hemos fallado a Dios. Sin embargo, es una congoja que
trae consuelo, pues Dios perdona a quien se arrepiente.
(2 Corintios 7:9-10) pero ahora me
regocijo, no de que fuisteis entristecidos, sino de que fuisteis entristecidos para
arrepentimiento; porque fuisteis entristecidos conforme a la voluntad de Dios,
para que no sufrierais pérdida alguna de parte nuestra. Porque la
tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que
conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce
muerte.
Hay consuelo tanto en el perdón como en la
lección aprendida (Isaías 30:19-21).
3. BENDICIÓN DE LA MANSEDUMBRE
(Mateo 5:5)
[Dichosos] …los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad.
El diccionario define “manso” como alguien
sosegado, apacible y dócil. En el mundo
esto es considerado como una debilidad; sin embargo, en el Reino de Dios, la
mansedumbre es una gran virtud.
El mejor ejemplo de mansedumbre y humildad lo
dio Jesús.
(Mateo 11:29) Tomad mi yugo
sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
hallaréis descanso para vuestras almas.
A pesar de ser quién era, Jesús no buscó el
reconocimiento de los hombres. Él sabía
quién era, y lo que debía hacer. Al único que buscaba agradar era al
Padre.
Aparte de Jesús, la persona más humilde de la
historia fue Moisés.
(Números 12:3) Moisés era un hombre muy humilde,
más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra.
Moisés fue el más humilde, y también el que
estuvo más cerca de Dios. Cuando tenemos la vista hacia el Cielo, podemos
ser humildes con mayor facilidad ya que reconocemos quiénes somos ante
Dios. El problema es cuando ponemos la vista en este mundo, pues comenzamos
a compararnos con los demás. Llegamos a creernos mejores o peores que los
otros, y nos olvidamos de quiénes somos ante Dios (Isa. 66:1-2). La humildad que surge de conocer a Dios, el
Alto y Sublime, nos lleva a ser más considerados y humildes con las personas (Col.
3:12-13).
La palabra en griego para “humildad” es: “Praus”.
Esta misma palabra se usa en referencia a los caballos que han sido domados y
han aprendido a sujetarse a su amo. De una forma similar, la humildad se
manifiesta en nuestra obediencia y sumisión a Dios, tal como lo hizo Jesús,
quien fue obediente hasta la muerte (Fil. 2:3-8). Muchos creen que ser humilde es “ser débil”,
pero se requiere más fuerza de voluntad para practicar la humildad y obedecer a
Dios que hacer lo que uno quiere o dejarse llevar por lo que la gente dice.
POSEERÁN LA TIERRA
Cuando Jesús dijo que “los mansos poseerán la
tierra”, no es algo que él se inventó, sino que estaba citando las Escrituras:
(Salmo 37:9-11) Porque los
malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la
tierra. Pues de aquí a poco no existirá
el malo; observarás su lugar, y no estará allí.
Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de
paz.
Más adelante también dice:
(Salmo 37:28-29) Porque Jehová ama la rectitud, y no
desampara a sus santos. Para siempre
serán guardados; mas la descendencia de los impíos será destruida. Los justos heredarán la tierra, y vivirán
para siempre sobre ella.
La mansedumbre y la humildad ante Dios nos llevan
a la obediencia, y la obediencia trae bendición (Prov. 22:4).
4. HAMBRE
Y SED DE JUSTICIA
La siguiente bienaventuranza tiene que ver con
la justicia de Dios:
(Mateo 5:6)
[Dichosos] …los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán
saciados.
Hambre y sed es un deseo físico intenso que nos
lleva a buscar alimento y bebida, que el cuerpo necesita. Cuando uno NO siente
hambre ni sed es básicamente por dos razones:
1. porque uno está satisfecho ya que acaba
de comer y beber;
2. porque uno está enfermo.
Jesús usó la analogía del hambre y la sed para
que entendiéramos mejor la necesidad espiritual que todos tenemos.
Lamentablemente no todos la sienten como deberían, ya sea porque creen estar
llenos o porque están enfermos espiritualmente.
Todos prestamos atención al hambre y sed
física, pero ¿acaso buscamos satisfacer el hambre espiritual? En el Evangelio de Juan, vemos un ejemplo de cómo
Jesús daba prioridad al hambre espiritual que la física…
(Juan 4:31-34) Mientras tanto,
los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come. Pero El les dijo: Yo
tengo para comer una comida que vosotros no sabéis. Los discípulos
entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer? Jesús les
dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.
¿Acaso no les ha pasado? Cuando uno está
tan concentrado haciendo algo importante, se le olvida que tiene que
comer. Es porque uno está llenando un propósito mayor. Tal como
Jesús dijo, la comida espiritual es hacer la voluntad de Dios.
SED DE JUSTICIA
En el mundo, “la sed de justicia” se relaciona
con el deseo de venganza; pero en la Biblia, este concepto es muy
diferente. En el Reino de Dios, lo que
es justo no lo determinan las cortes legales, ni los
congresos, sino Dios. Justicia en el Reino de Dios es: hacer las
cosas como Dios manda.
Más adelante en el Sermón, Jesús dijo que lo
primero que debemos buscar es la justicia de Dios, y todo lo demás será añadido.
(Mateo 6:31-33) Por tanto, no
os preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿qué
beberemos?" o "¿con qué nos vestiremos?" Porque los
gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial
sabe que necesitáis de todas estas cosas. Pero buscad primero su reino y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
En la próxima entrada estudiaremos las otras
cuatro bienaventuranzas…
Nota: Para profundizar aún más en los mensajes
del Sermón del Monte (Mat. 5-7), les invito a leer las notas de un estudio que
realizamos en el contexto de un ayuno de 40 días en el blog Cita Divina: Sermón del Monte.
y la parte B?
ResponderEliminarEn los siguientes enlaces puede encontrar las siguientes partes de MATEO 5:
Eliminar(parte b):
http://estudiobiblia.blogspot.com/2016/03/mateo-57-11-bienaventuranzas-b.html
(parte c):
http://estudiobiblia.blogspot.com/2016/03/mateo-513-16-sal-y-luz-del-mundo.html
(parte d):
http://estudiobiblia.blogspot.com/2016/03/mateo-517-48-jesus-y-la-ley.html
¡Feliz estudio!
Gracias Dios por tus enseñanzas qué son el alimento de cada día!! Aleluya
ResponderEliminarGracias a Dios por tus enseñanzas que son el alimento de cada día!! Aleluya
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