En el capítulo 21 se tratan dos temas difíciles
en las relaciones entre padres e hijos: la herencia del primogénito y la
rebeldía…
PRIMOGÉNITO DE DOS MUJERES
En temas de herencia, la tradición bíblica
contempla que todos los hijos tienen parte en la herencia de sus padres. Sin embargo, el primogénito recibe una
porción especial que se conoce como “derecho de primogenitura”, y
consiste en lo siguiente:
a. Recibe
la autoridad en la familia, y se convierte en el patriarca;
b. Recibe una doble porción de la herencia, para cubrir sus responsabilidades como líder;
c. Recibe el nombre del padre. Sólo a él se le llamaba: “hijo de [nombre del padre]”; a los demás se les reconocía como “hermanos [del primogénito]”.
b. Recibe una doble porción de la herencia, para cubrir sus responsabilidades como líder;
c. Recibe el nombre del padre. Sólo a él se le llamaba: “hijo de [nombre del padre]”; a los demás se les reconocía como “hermanos [del primogénito]”.
En Devarim 21 se resuelve un caso difícil en
asuntos de la herencia y la primogenitura.
Si un hombre tiene dos mujeres, y ambas tuvieron hijos, ¿al primogénito
de cuál se le da el derecho de primogenitura?
La Biblia lo aclara…
(Deu. 21:15-17)
Si un hombre tuviere dos mujeres, la
una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado
hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; en el día que hiciere
heredar a sus hijos lo que tuviere, no
podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al
hijo de la aborrecida, que es el primogénito; mas al hijo de la aborrecida
reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a
cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el
derecho de la primogenitura.
El hijo que recibe el derecho de primogenitura
es el primer nacido, aunque se haya divorciado, y no el primer nacido de la
mujer favorita.
Si éste es el orden bíblico, ¿por qué José recibió la primogenitura en lugar de
Rubén? Aunque a primera vista parecería
que fue por favoritismo, en realidad fue porque Rubén perdió su derecho por un
terrible pecado contra su padre…
(1 Crónicas
5:1-2) Los hijos de Rubén primogénito de
Israel (porque él era el primogénito,
mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura
fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel, y no fue contado por primogénito.
Bien que Judá llegó a ser el mayor sobre
sus hermanos, y el príncipe de ellos;
mas el derecho de primogenitura fue de José).
Lo que hizo Rubén
se menciona en Génesis (heb. Bereshit)…
(Gen. 35:22)
Y aconteció que mientras Israel moraba en aquella tierra, Rubén fue y se
acostó con Bilha, concubina de su padre; e Israel lo supo.
[Para más una
explicación más detallada sobre el tema de la primogenitura entre los
patriarcas, pueden leer el estudio “Israel: Dos Casas (4) Primogenitura”]
HIJO CONTUMAZ Y REBELDE
Una de las leyes más duras y difíciles de
entender en la Torá es la que está relacionada con el caso de un hijo rebelde…
(Deu. 21:18-20) Si alguno tuviere un hijo
contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su
madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su padre
y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del
lugar donde viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es
contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho.
¿Cuál es el castigo social para un joven que no
quiere someterse al orden de sus padres ni aún de la comunidad?
(Deu. 21:21)
Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así
quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.
Este castigo parece demasiado drástico. ¿Cómo
podemos entender esta ley?
La rebelión no se refiere a cualquier berrinche
o desobediencia. “Contumaz” se refiere a
la persona que se mantiene firme en su comportamiento rebelde y mal
intencionado, a pesar de castigos y advertencias. Es llegar al punto de ser
incorregible. Lo que debemos tener
presente es que antes de llegar a la pena capital había un proceso, a lo largo
del cual se le daba la oportunidad al joven de arrepentirse. Por eso está escrito: “…todo Israel oirá, y
temerá” (Deu. 21:21b). La
idea es que todos teman a Dios y no pequen.
(Ezequiel 18:32) Pues yo no me complazco en la muerte de nadie,
declara el Señor Dios. Arrepentíos y vivid.
En el orden de Dios, no se debe permitir la
rebeldía impenitente, ya que es contagiosa; si no se frena, los demás jóvenes
se contaminarían y la nación se destruiría, como un cáncer que no es eliminado.
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