miércoles, 11 de junio de 2014

HECHOS 13:1-12. Primer Viaje Misionero A (Chipre)


En Hechos 13, Lucas nos lleva de nuevo a Antioquía.  Vemos que la comunidad de creyentes seguía firme y creciendo.  Entre la congregación, había profetas y maestros, a quienes Lucas nombra: 
(Hechos 13:1)  En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. 

Ellos solían reunirse para orar y buscar la voluntad del Señor.  En una ocasión, el Señor les mostró que Bernabé y Saulo iban a ser enviados a otro lugar con una misión.
(Hechos 13:2) Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. 

¿A cuál obra los había llamado el Señor?  Unos años antes, el Señor había revelado que Saulo iba a ser enviado a los gentiles.  Esta revelación vino a través del profeta Ananías.
(Hechos 9:13-16)  Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos en Jerusalén,  (14)  y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.  (15)  Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel;  (16)  porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre.

Con el tiempo, esta misión le quedó clara a Saulo, y él lo menciona en varias veces en sus cartas…
(Efesios 3:8)  A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo.
(1 Timoteo 2:5-7)  Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,  (6)  quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo.  (7)  Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo la verdad en Cristo, no miento) como maestro de los gentiles en fe y verdad.

Saulo fue escogido por Dios, no por los hombres.  Él fue apartado por el Señor con una misión especial: llevar el Evangelio a los gentiles. Aunque Saulo no conoció a Jesús en persona, más que en la visión que tuvo, él también fue elegido como apóstol.   

La palabra para apóstol en hebreo es Shalij, que literalmente significa “enviado”.  Viene del verbo Shalaj: enviar.  Un apóstol es aquel que es enviado para cumplir una misión y llevar a cabo una tarea específica. 

Luego de orar y ayunar, los líderes de la iglesia en Antioquía reconocieron que el Señor estaba enviando a Bernabé y Saulo a un viaje misionero. 

La primera parada de este primer viaje misionero sería la isla de Chipre.  Bernabé era idóneo para esta misión, ya que él había vivido en esta isla (Hechos 4:36).  Al principio, el líder del grupo era Bernabé, pero poco a poco Saulo va a tomar mayor protagonismo. 


PRIMER VIAJE MISIONERO
La ruta que tomaron en la primera parte de este viaje misionero fue la siguiente:
Antioquía à Seleucia à Chipre (ver mapa al final de la entrada

(Hechos 13:3-5) Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. (4) Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre.  (5)  Llegados a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan de ayudante. 

Aquí se menciona de nuevo a Juan “Marcos”, primo de Bernabé, quien fue acompañante en algunos de sus viajes.

Salamina era un puerto importante en Chipre.  La comunidad judía allí era de considerable tamaño, al punto que había más de una sinagoga. 

ENCUENTRO EN PAFOS
Bernabé y Saulo dieron vuelta a la isla de Chipre.  Se iban deteniendo en las ciudades donde había sinagogas, y allí daban testimonio de Jesús—la revelación de que Yeshua era el Mesías tan esperado. 

Al final de la ruta alrededor de la isla de Chipre, llegaron a Pafos, que era la ciudad principal.  Allí se encontraron con un romano interesado en oír su mensaje.  El problema es que otro personaje se estaba interponiendo…
(Hechos 13:6-8)  Después de haber recorrido toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto mago, un falso profeta judío llamado Barjesús,  (7)  que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios.  (8)  Pero Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), se les oponía, tratando de desviar de la fe al procónsul. 

El romano se llamaba Sergio Paulo, y tenía un importante puesto.  Era procónsul, es decir, gobernador de la provincia romana.  El estaba interesado en el Evangelio, pero el falso profeta quería desanimarlo.  Saulo se dio cuenta, y reprendió a ese hombre…
(Hechos 13:9-10)  Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él,  (10)  dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? 



El nombre del falso profeta era Barjesús, que literalmente significa: Hijo de Jesús (Salvación).  A Pablo le pareció irónico que se llamara así, y por ello le dijo que parecía más “hijo del diablo”.  El diablo es padre de mentira (Juan 8:44), por lo tanto parecía más hijo del diablo que “Bar-Jesús” (lit. hijo de Jesús)”.

No hay peor engaño que una mentira a medias.  Ese hombre era judío, pero era un profeta falso.  Sabía hablar de la Palabra, pero la usaba y torcía a su conveniencia.  El Espíritu Santo le reveló eso a Pablo, y por ello lo reprendió.  La amonestación vino acompañada de una advertencia que Dios iba a tratar con él por su engaño y por usar el nombre de Dios en vano… 
(Hechos 13:11)  Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. 

Esta señal no sólo tenía como propósito “castigar” al falso profeta, sino servir de testimonio al romano, quien estaba genuinamente interesado en las cosas de Dios.
(Hechos 13:12)  Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor. 

De nuevo vemos que el propósito de los milagros y señales es que la gente crea, y al creer en Jesús tengan vida eterna (Juan 20:30-31).


A partir de este primer viaje misionero, Saulo comenzará a ser llamado “Pablo”.  Como mencionamos anteriormente, no fue una transformación “divina” de nombre, sino un cambio por conveniencia.  Saulo comenzó a moverse en el mundo griego, y su nombre hebreo no se oía bien porque sonaba como una palabra griega que quiere decir “pretencioso”. 


Mapa del 1er Viaje Misionero:




5 comentarios:

  1. Muy bueno estudio ayuda a crecer en Cristo gracias.

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  2. gracias hermanos muy buen comentario edificante Dios les bendiga y les siga dando sabiduria para la edificacion del pueblo santo !!!!!

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  3. Muy bueno, me aclara muchas dudas, gracias por la explicación.

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