Cuando Jacob
se enteró de que su hijo José todavía vivía, naturalmente quiso ir a buscarlo
inmediatamente. Pero, en el camino se
dio cuenta de lo que esto implicaba. Aunque
Jacob quería ver a su hijo José, no quería salir de la Tierra que Dios le había
prometido para su descendencia.
Salir de la
tierra, especialmente a su edad, conllevaba el riesgo de ya regresar más. Jacob se encontrara en un dilema: por un
lado, el propósito de su vida estaba conectado con la tierra; por el otro lado,
su hijo José lo esperaba en Egipto. Seguramente el corazón de Jacob estaba
partido. Por eso buscó dirección de
Dios.
(Génesis 46:1) Y partió Israel
con todo lo que tenía y llegó a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su
padre Isaac.
En ese mismo lugar, Abraham e Isaac habían invocado el
Nombre de Dios.
* Abraham en Beerseba
(Génesis 21:33) Y Abraham plantó un tamarisco en
Beerseba, y allí invocó el nombre del SEÑOR, el Dios eterno.
* Isaac en Beerseba
(Génesis 26:23-25)
De allí subió a Beerseba. (24) Y
el SEÑOR se le apareció aquella misma noche, y le dijo: Yo soy el Dios de tu
padre Abraham; no temas, porque yo estoy contigo. Y te bendeciré y multiplicaré
tu descendencia, por amor de mi siervo Abraham.
(25) Y él construyó allí un altar
e invocó el nombre del SEÑOR y plantó allí su tienda; y allí abrieron los
siervos de Isaac un pozo.
Beerseba es la ciudad más al sur de la Tierra Prometida;
después de esta, comenzaba el camino a través del desierto que lleva a
Egipto. En el pasado, Dios le había
dicho a Isaac que no descendiera a Egipto, y él nunca dejó la Tierra
Prometida. La pregunta es si esto mismo
aplicaría a Jacob. Seguramente Jacob se preguntaba si Dios estaba de acuerdo
con que él descendiera a
Egipto. [Nótese que la Biblia siempre
usa la palabra “descender” en relación con Egipto, el cual es un símbolo del
mundo.]
Si Jacob salía
de la Tierra Prometida, ¿seguiría vigente la promesa de Dios de heredarla a sus
hijos?
VISIÓN NOCTURNA
Ante este dilema,
Jacob buscó a Dios. Lo buscó, y lo
halló. Dios le respondió a través de una
visión nocturna.
(Génesis 46:2-4) Y Dios habló a Israel en una visión nocturna, y dijo:
Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. (3) Y
El dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas descender a Egipto, porque
allí te haré una gran nación. (4) Yo descenderé contigo a Egipto, y
ciertamente, yo también te haré volver; y José cerrará tus ojos.
Esta respuesta calmó la preocupación de Jacob. El Señor le aclaró que era Su voluntad que
Jacob y toda su familia fueran a Egipto.
Cuán importante es buscar en todo tiempo la voluntad de
Dios para nuestras vidas. No podemos
tomar lo que Dios le habla a otro y hacerlo propio. Dios tiene planes para cada persona, y
debemos buscar esa revelación.
Teniendo la aprobación y la dirección de Dios, Jacob ya
marchó con la seguridad de estar en la voluntad divina. Ahora tenía la libertad de gozarse plenamente
en el encuentro con su hijo José.
(Génesis 46:5-7) Entonces Jacob partió de Beerseba; y los hijos de Israel
llevaron a su padre Jacob, y a sus pequeños y a sus mujeres, en las carretas
que Faraón había enviado para llevarlo.
(6) Y tomaron sus ganados y los
bienes que habían acumulado en la tierra de Canaán y vinieron a Egipto, Jacob y
toda su descendencia con él: (7) sus
hijos y sus nietos con él, sus hijas y sus nietas; a toda su descendencia trajo
consigo a Egipto.
LOS HIJOS DE
ISRAEL EN EGIPTO
La Biblia menciona que TODOS los Hijos de Israel fueron a
Egipto. Los menciona por nombre, y al final dice cuántos eran en total:
(Génesis 46:8-27) Estos son los nombres de los hijos de Israel, Jacob y sus
hijos, que fueron a Egipto: Rubén, primogénito de Jacob. (9)
Los hijos de Rubén: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi. (10)
Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar y Saúl, hijo de
la cananea. (11) Los hijos de Leví: Gersón, Coat y
Merari. (12) Los hijos de Judá: Er, Onán, Sela, Fares y
Zara (pero Er y Onán murieron en la tierra de Canaán). Y los hijos de Fares
fueron Hezrón y Hamul. (13) Los hijos de Isacar: Tola, Fúa, Job y
Simrón. (14) Los hijos de Zabulón: Sered, Elón y
Jahleel. (15) Estos son los hijos de Lea, los que le dio a
luz a Jacob en Padán-aram, y además su hija Dina; todos sus hijos y sus hijas
eran treinta y tres. (16) Los hijos de Gad: Zifión, Hagui, Suni, Ezbón,
Eri, Arodi y Areli. (17) Los hijos de Aser: Imna, Isúa, Isúi, Bería y
Sera, hermana de ellos. Y los hijos de Bería: Heber y Malquiel. (18)
Estos son los hijos de Zilpa, a quien Labán dio a su hija Lea, y que le
dio a luz a Jacob estas dieciséis personas.
(19) Los hijos de Raquel, mujer
de Jacob: José y Benjamín. (20) Y a José, en la tierra de Egipto le nacieron
Manasés y Efraín, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote
de On. (21) Los hijos de Benjamín: Bela, Bequer, Asbel,
Gera, Naamán, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard.
(22) Estos son los hijos de
Raquel, que le nacieron a Jacob; catorce personas en total. (23)
Los hijos de Dan: Husim.
(24) Los hijos de Neftalí:
Jahzeel, Guni, Jezer y Silem. (25) Estos son los hijos de Bilha, a quien Labán
dio a su hija Raquel, y que ella le dio a luz a Jacob; en total siete
personas. (26) Todas las personas de la familia de Jacob,
que vinieron a Egipto, descendientes directos suyos, no incluyendo las mujeres
de los hijos de Jacob, eran en total sesenta y seis personas. (27) Y
los hijos de José, que le nacieron en Egipto, eran dos: todas las personas de
la casa de Jacob que vinieron a Egipto, eran setenta.
En total eran setenta descendientes de Jacob que llegaron
a Egipto.
[Nota: Con esta misma referencia comienza el libro de
Exodo (Exo. 1:1-5).]
ENCUENTRO DE
JACOB Y JOSÉ
Jacob no se dirigió a la capital de Egipto, donde José se
encontraba. Más bien, se quedó en Gosén,
una tierra adecuada para todo el ganado que llevaban. Desde allí, Jacob mandó a informar a José que
ya habían llegado.
(Génesis 46:28) Y Jacob envió a Judá delante de sí a José, para indicar
delante de él el camino a Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén.
José no iba a esperar más, y fue de inmediato a encontrar
a su padre…
(Génesis 46:29-30) Y José unció su carro y subió a Gosén para ir
al encuentro de su padre Israel; y apenas lo vio, se echó sobre su cuello y
lloró largamente sobre su cuello.
(30) Entonces Israel dijo a José:
Ahora ya puedo morir, después que he visto tu rostro y sé que todavía vives.
Fue un encuentro muy emocional, sin lugar a dudas. Jacob no sólo vio a su hijo que tanto amaba,
sino que vio cómo el Señor había cumplido todos sus sueños. Pudo ver la mano de Dios al llevarlos allí
para preservarles la vida; pero también, como Él le reveló, los llevó allí para
hacer de ellos una gran nación.
EN LA TIERRA DE GOSÉN
Jacob y José se reunieron en Gosén. Ese será el territorio que el Faraón le
cederá a la familia de Jacob para mantener su ganado.
(Génesis 46:31-34)
Y José dijo a sus hermanos y a la familia
de su padre: Subiré y lo haré saber a Faraón, y le diré: "Mis hermanos y
la familia de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a
mí; (32)
y los hombres son pastores de ovejas, pues son hombres de ganado; y han
traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tienen." (33) Y
sucederá que cuando Faraón os llame y os diga: "¿Cuál es vuestra
ocupación?", (34) vosotros responderéis: "Tus siervos han
sido hombres de ganado desde su juventud hasta ahora, tanto nosotros como
nuestros padres", a fin de que habitéis en la tierra de Gosén; porque para
los egipcios todo pastor de ovejas es una abominación.
En Egipto no era bien visto el oficio de pastor. Dios lo sabía, y era parte de su estrategia;
por eso llevó a los Hijos de Israel a Egipto para que no se mezclaran con otros
pueblos sino que formaran una nación apartada.
Jacob y sus hijos iban a vivir en Egipto, pero no se iban a mezclar con
los egipcios (Gen. 43:32).
bien
ResponderEliminarMe encanta este estudio-novela, gracias por compartirlo. Dios los bendiga.
ResponderEliminarRealmente me ayudo demasiado este estudio. Gracias.
ResponderEliminarSiempre me apoyo en esta página para poder hacer mis estudios. Me guía con claridad hacia lo que deseo. Gracias
ResponderEliminarEs de muchisima bendicione este estudio gracias
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