jueves, 9 de enero de 2014

GENESIS 44 & 45: Revelación de José




UNA ÚLTIMA PRUEBA
En el capítulo anterior vimos que los hijos de Jacob se presentaron ante José acompañados de Benjamín.  Esa era una de las condiciones que el gobernador de Egipto había puesto para dejar libre al hermano que había quedado preso, Simeón. 

Al ver a su hermano menor, José se conmovió.  Él estaba casi listo para revelarles quién él era, pero antes quería ponerles una última prueba.  Seguramente él quería asegurarse de que ellos realmente hubieran cambiado y no harían lo mismo con Benjamín como lo habían hecho con él. 
(Génesis 44:1-13)  Entonces José ordenó al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de los hombres, todo lo que puedan llevar, y pon el dinero de cada uno de ellos en la boca de su costal.  (2)  Y mi copa, la copa de plata, ponla en la boca del costal del menor, con el dinero de su grano. Y él hizo conforme a lo que había dicho José.  (3)  Al rayar el alba, fueron despedidos los hombres con sus asnos.  (4)  Cuando habían salido ellos de la ciudad, y no estaban muy lejos, José dijo al mayordomo de su casa: Levántate, sigue a esos hombres; y cuando los alcances, diles: "¿Por qué habéis pagado mal por bien?  (5)  "¿No es esta la copa en que bebe mi señor, y que de hecho usa para adivinar? Obrasteis mal en lo que hicisteis."  (6)  Así que los alcanzó, les dijo estas palabras.  (7)  Y ellos le dijeron: ¿Por qué habla mi señor de esta manera? Lejos esté de tus siervos hacer tal cosa.  (8)  He aquí, el dinero que encontramos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer de la tierra de Canaán. ¿Cómo, pues, habíamos de robar de la casa de tu señor plata u oro?  (9)  Aquel de tus siervos que sea hallado con ella, que muera, y también nosotros entonces seremos esclavos de mi señor.  (10)  Y él dijo: Sea ahora también conforme a vuestras palabras; aquel que sea hallado con ella será mi esclavo, y los demás de vosotros seréis inocentes.  (11)  Ellos se dieron prisa; cada uno bajó su costal a tierra, y cada cual abrió su costal.  (12)  Y él registró, comenzando con el mayor y acabando con el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín.  (13)  Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y después de cargar cada uno su asno, regresaron a la ciudad. 

Ellos eran inocentes, pero José provocó esa situación para probar el corazón de sus hermanos.
(Génesis 44:14-15)  Cuando Judá llegó con sus hermanos a casa de José, él estaba aún allí, y ellos cayeron a tierra delante de él.  (15)  Y José les dijo: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo puede ciertamente adivinar? 

Una señal de madurez es el hecho que no se defendieron ni le echaron la culpa a alguien más, sino que asumieron su responsabilidad.
(Génesis 44:16)  Entonces dijo Judá: ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de tus siervos; he aquí, somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder fue encontrada la copa. 

Si José hubiera querido, él se hubiera podido vengar de sus hermanos en ese momento.  Pero su intención no era castigarlos sino probar su corazón.
(Génesis 44:17)  Mas él respondió: Lejos esté de mí hacer eso. El hombre en cuyo poder ha sido encontrada la copa será mi esclavo; pero vosotros, subid en paz a vuestro padre. 

Todavía en ese momento, José se preguntaba si sacrificarían a su hermano Benjamín y lo abandonarían, tal como lo habían hecho con él en el pozo.
Pero los hermanos probaron que habían cambiado…

Judá había quedado como responsable de Benjamín ante su padre.  Por eso, él tomó el liderazgo, y habló con completa sinceridad... 
(Génesis 44:18-31)  Entonces Judá se le acercó, y dijo: Oh señor mío, permite a tu siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como Faraón mismo.  (19)  Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: "¿Tenéis padre o hermano?"  (20)  Y respondimos a mi señor: "Tenemos un padre ya anciano y un hermano pequeño, hijo de su vejez. Y su hermano ha muerto, así que sólo queda él de los hijos de su madre, y su padre lo ama."  (21)  Entonces tú dijiste a tus siervos: "Traédmelo para que yo lo vea."  (22)  Y nosotros respondimos a mi señor: "El muchacho no puede dejar a su padre, pues si dejara a su padre, éste moriría."  (23)  Tú, sin embargo, dijiste a tus siervos: "Si vuestro hermano menor no desciende con vosotros, no volveréis a ver mi rostro."  (24)  Aconteció, pues, que cuando subimos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.  (25)  Y nuestro padre dijo: "Regresad, compradnos un poco de alimento."  (26)  Mas nosotros respondimos: "No podemos ir. Si nuestro hermano menor va con nosotros, entonces iremos; porque no podemos ver el rostro del hombre si nuestro hermano no está con nosotros."  (27)  Y mi padre, tu siervo, nos dijo: "Vosotros sabéis que mi mujer me dio a luz dos hijos;  (28)  el uno salió de mi lado, y dije: 'Seguro que ha sido despedazado', y no lo he visto desde entonces.  (29)  "Y si también os lleváis a éste de mi presencia, y algo malo le sucede, haréis descender mis canas con dolor al Seol."  (30)  Ahora pues, cuando yo vuelva a mi padre, tu siervo, y el muchacho no esté con nosotros, como su vida está ligada a la vida del muchacho,  (31)  sucederá que cuando él vea que el muchacho no está con nosotros, morirá. Así pues, tus siervos harán descender las canas de nuestro padre, tu siervo, con dolor al Seol. 

En ese momento José se enteró de lo que le habían contado a su padre.  Se dio cuenta que su padre no lo había abandonado, sino que lo tenía por muerto y por eso no salió a buscarlo. Esa fue una gran revelación para José. 

Judá siguió hablando, y lo que dijo fue prueba suficiente de que había cambiado, pues ahora estaba dispuesto a dar su vida por Benjamín.
(Génesis 44:32-33)  Porque yo, tu siervo, me hice responsable del muchacho con mi padre, diciendo: "Si no te lo traigo, que lleve yo la culpa delante de mi padre para siempre."  (33)  Ahora pues, te ruego que quede este tu siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos.  (34)  Pues, ¿cómo subiré a mi padre no estando el muchacho conmigo, sin que yo vea el mal que sobrevendrá a mi padre?

Los hermanos de José pasaron la prueba. Defendieron a su hermano en lugar de abandonarlo.



JOSÉ REVELA SU IDENTIDAD
En ese instante, José ya no pudo contenerse más y reveló quién era…
(Génesis 45:1-3)  José no pudo ya contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: Haced salir a todos de mi lado. Y no había nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos.  (2)  Y lloró tan fuerte que lo oyeron los egipcios, y la casa de Faraón se enteró de ello.  (3)  José dijo a sus hermanos: Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él. 

Allí mismo José se desahogó por todos los años de dolor, pero también por la emoción al ver que todo lo que había pasado no había sido en vano. 
(Génesis 45:4-5)  Y José dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a quien vosotros vendisteis a Egipto.  (5)  Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros. 

José pudo ver el propósito de Dios en todo lo que había acontecido.
(Génesis 45:6-15)  Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.  (7)  Y Dios me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación.  (8)  Ahora pues, no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí, sino Dios; y El me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Egipto.  (9)  Daos prisa y subid adonde mi padre, y decidle: "Así dice tu hijo José: 'Dios me ha hecho señor de todo Egipto; ven a mí, no te demores.  (10)  'Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ovejas y tus vacas y todo lo que tienes.  (11)  'Allí proveeré también para ti, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no pases hambre tú, tu casa y todo lo que tienes.'"  (12)  Y he aquí, vuestros ojos y los ojos de mi hermano Benjamín ven que es mi boca la que os habla.  (13)  Notificad, pues, a mi padre toda mi gloria en Egipto y todo lo que habéis visto; daos prisa y traed aquí a mi padre.  (14)  Entonces se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín, y lloró; y Benjamín también lloró sobre su cuello.  (15)  Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él. 

¿Cuál fue la reacción de los hermanos?  Al principio se quedaron mudos y atónitos.  Les costó procesar no sólo que estaban viendo a José su hermano, sino también ver hasta donde había llegado. 

Pero después de la sorpresa, les entró miedo.  Temieron que José aprovecharía la situación para vengarse de ellos por lo que le hicieron, a pesar de que José les aseguró que Dios lo había permitido por un buen propósito.  Los hermanos debían aprender a recibir el perdón de José, pero también debían perdonarse a sí mismos por la falta que cometieron. 

EL FAVOR DEL REY
La noticia de José y sus hermanos se hizo pública en todo Egipto.  Llegó también a oídos del Faraón.
(Génesis 45:16-20)  Cuando se oyó la noticia en la casa de Faraón, de que los hermanos de José habían venido, le agradó a Faraón y a sus siervos.  (17)  Entonces Faraón dijo a José: Di a tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias e id a la tierra de Canaán;  (18)  y tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí y yo os daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra.  (19)  Y a ti se te ordena decirles: Haced esto: tomad carretas de la tierra de Egipto para vuestros pequeños y para vuestras mujeres, y traed a vuestro padre y venid.  (20)  Y no os preocupéis por vuestras posesiones personales, pues lo mejor de toda la tierra de Egipto es vuestro.

El favor que José había alcanzado con el Faraón también se dejó sentir sobre toda su familia. José entendió bien que todo lo que pasó él fue para bien, y para preservar a su familia (45:4-8)
(Génesis 45:21-24)  Y así lo hicieron los hijos de Israel; y José les dio carretas conforme a la orden de Faraón, y les dio provisiones para el camino.  (22)  A todos ellos les dio mudas de ropa, pero a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de ropa.  (23)  Y a su padre le envió lo siguiente: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de grano, de pan y de alimentos para su padre en el camino.  (24)  Luego despidió a sus hermanos, y cuando se iban les dijo: No riñáis en el camino. 



Jacob envió regalos al gobernador de Egipto para que sus hijos hallaran gracia delante de él.  Pero de regreso él recibió mucho más; y el mejor regalo de todos fue la noticia de que su José vivía.
(Gen 45:25-28)  Y subieron de Egipto y vinieron a la tierra de Canaán, a su padre Jacob.  (26)  Y le informaron, diciendo: José vive todavía, y es gobernante en toda la tierra de Egipto. Pero él se quedó atónito porque no les podía creer.  (27)  Pero cuando ellos le contaron todas las cosas que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Jacob revivió.  (28)  Entonces Israel dijo: Basta, mi hijo José vive todavía. Iré y lo veré antes que yo muera.

Aquí no se revela si sus hijos le contaron “toda” la verdad de lo que le había sucedido a José.  Pero lo que se hace evidente es que a Jacob no le interesaba escuchar los detalles.  Todo lo que quería oír era que su hijo amado vivía aún, y no podían retrasarse en su partida para ir a verlo.

El texto bíblico dice que Jacob “revivió”.  Después que creyó que José había muerto, Jacob quedó como “muerto en vida” (Gen. 37:34-35); pero él volvió a tener esperanza y ánimo luego de la buena nueva que su hijo vivía.




8 comentarios:

  1. Me gustó esta publicación. Llena de dramatismo es muy emocionante e ilustrativo. Gracias.

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  2. Génesis 45:27 Entonces ellos le contaron TODO lo que José había dicho, PALABRA POR PALABRA... Y cuando Jacob vio los carros que José había enviado para llevarlo, su espíritu revivió.

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  3. Muy buen estudio...
    A verdad que me ha encantado..
    Muchas gracias y bendiciones.
    ,😊

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  4. Dios los bendiga, gracias por el estudio.

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  5. Gracias por este estudio Dios les continúe bendiciendo

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  6. Excelente estudio resumido y completo

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  7. Excelente estudio resumido y completo

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