viernes, 23 de noviembre de 2012

GENESIS 18: Otro Anuncio





En la entrada anterior vimos que el Señor mismo, acompañado de dos ángeles, llegó a visitar a Abraham y a Sara para anunciarles que pronto iba a nacer el hijo de la promesa.  Justo antes de marcharse, el Señor le anunció otro de sus planes.
(Gen. 18:16-17)  Entonces los hombres se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos para despedirlos.  (17)  Y el SEÑOR dijo: ¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer…

La relación entre Dios y Abraham era muy especial.  El Señor lo llama su “amigo”. 
(Santiago 2:23)  y se cumplió la Escritura que dice: Y Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
(Isaías 41:8)  Pero tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien he escogido, descendiente de Abraham, mi amigo.
(2 Crónicas 20:7)  ¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia de tu amigo Abraham?

La relación entre Abraham y Dios había madurado y profundizado.
Un mensaje similar dijo Jesús a sus discípulos en su “discurso de despedida”.
(Juan 15:15)  Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.

Como amigo, el Señor no le iba a ocultar a Abraham lo que iba a hacer a continuación, especialmente porque esto iba a afectar a su sobrino Lot.
(Gen. 18:17-19)  Y el SEÑOR dijo: ¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer,  (18)  puesto que ciertamente Abraham llegará a ser una nación grande y poderosa, y en él serán benditas todas las naciones de la tierra?  (19)  Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del SEÑOR, haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR cumpla en Abraham todo lo que El ha dicho acerca de él. 

El preámbulo a la exposición de Sus planes es muy importante.  Dios le confirma lo que Él hará, y también revela lo que espera de Abraham:

DIOS… le dará descendencia, la cual formará una nación grande y poderosa que traerá bendición a todas las naciones de la tierra.

Esto es lo que cumplirá Dios.  Luego menciona la parte que Abraham debe cumplir:

ABRAHAM…mandará a sus hijos a guardar el camino del Señor.

Si Abraham cumple su parte, el Señor cumplirá todo lo que El le prometió. 
(Salmo 25:12-14)  ¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? El le instruirá en el camino que debe escoger.  (13)  En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra.  (14)  Los secretos del SEÑOR son para los que le temen, y El les dará a conocer su pacto.

Un mensaje similar recibieron los descendientes de Abraham, 400 años después. 
(Deut. 11:18-28)  Grabad, pues, estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como una señal a vuestra mano, y serán por insignias entre vuestros ojos.  (19)  Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.  (20)  Y escríbelas en los postes de tu casa y en tus puertas,  (21)  para que tus días y los días de tus hijos sean multiplicados en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres, por todo el tiempo que los cielos permanezcan sobre la tierra.  (22)  Porque si guardáis cuidadosamente todo este mandamiento que os ordeno para cumplirlo, amando al SEÑOR vuestro Dios, andando en todos sus caminos y allegándoos a El,  (23)  entonces el SEÑOR expulsará de delante de vosotros a todas estas naciones, y vosotros desposeeréis a naciones más grandes y más poderosas que vosotros.  (24)  Todo lugar donde pise la planta de vuestro pie será vuestro; vuestras fronteras serán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Eufrates, hasta el mar occidental.  (25)  Nadie os podrá hacer frente; el SEÑOR vuestro Dios infundirá, como El os ha dicho, espanto y temor de vosotros en toda la tierra que pise vuestro pie.  (26)  He aquí, hoy pongo delante de vosotros una bendición y una maldición:  (27)  la bendición, si escucháis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que os ordeno hoy;  (28)  y la maldición, si no escucháis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, sino que os apartáis del camino que os ordeno hoy, para seguir a otros dioses que no habéis conocido.


ANUNCIO DE LO QUE HARÍA
Luego de ver por qué Dios le iba a revelar a Abraham sus secretos, le compartió cuáles eran sus planes.
(Génesis 18:20-21)  Y el SEÑOR dijo: El clamor de Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave.  (21)  Descenderé ahora y veré si han hecho en todo conforme a su clamor, el cual ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré. 

De los lugares donde había gran pecado, salió un “clamor” (heb. Zaaq, un grito de angustia o peligro). Esta es la misma palabra que se usó en relación con la sangre de Abel, la cual clamaba por justicia divina.
(Génesis 4:9-10)  Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?  (10)  Y El le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.

Cuando se comete una gran injusticia, la tierra gime.  La naturaleza conoce el orden de Dios, y clama cuando el hombre lo quebranta.  Pablo habla de este clamor de la creación por justicia y orden.
(Romanos 8:19-22)  Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.  (20)  Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de aquel que la sometió, en la esperanza  (21)  de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.  (22)  Pues sabemos que la creación entera a una gime y sufre dolores de parto hasta ahora.

PECADO DE SODOMA Y GOMORRA
¿A qué se debía el clamor que surgía de Sodoma y Gomorra? ¿Qué estaba pasando allí?

Ya se había mencionado en Génesis que el pecado de estas ciudades era muy grande.
(Génesis 13:10-13)  Y alzó Lot los ojos y vio todo el valle del Jordán, el cual estaba bien regado por todas partes (esto fue antes de que el SEÑOR destruyera a Sodoma y Gomorra) como el huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto rumbo a Zoar.  (11)  Y escogió Lot para sí todo el valle del Jordán; y viajó Lot hacia el oriente. Así se separaron el uno del otro.  (12)  Abram se estableció en la tierra de Canaán, en tanto que Lot se estableció en las ciudades del valle, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.  (13)  Y los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra el SEÑOR en gran manera.

Los profetas explican un poco más en qué consistía el pecado de Sodoma:
(Ezequiel 16:49-50)  He aquí, esta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: arrogancia, abundancia de pan y completa ociosidad tuvieron ella y sus hijas; pero no ayudaron al pobre ni al necesitado,  (50)  y se enorgullecieron y cometieron abominaciones delante de mí. Y cuando lo vi las hice desaparecer.

(Isaías 1:9-15)  Si el SEÑOR de los ejércitos no nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, seríamos como Sodoma, y semejantes a Gomorra.  (10)  Oíd la palabra del SEÑOR, gobernantes de Sodoma; escuchad la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: (11)  ¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? --dice el SEÑOR. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace.  (12)  Cuando venís a presentaros delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?  (13)  No traigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso me es abominación. Luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas: ¡no tolero iniquidad y asamblea solemne!  (14)  Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma; se han vuelto una carga para mí, estoy cansado de soportarlas.  (15)  Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre.

Isaías explica lo que quiere Dios de su pueblo?
(Isaías 1:16-17)  Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal,  (17)  aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda.

Lo que Dios quiere es que se haga justicia y juicio.  Lo que espera de nosotros es obediencia.

El pecado de Sodoma había llegado al colmo; por eso, la tierra emitió un clamor desde ese lugar.  Dios respondió para establecer justicia y juicio allí…pero no sin antes hacer una advertencia.  Aun a Caín Dios le dio la oportunidad de explicarse y arrepentirse, pero no la tomó sino que se excusó y siguió como si nada hubiera pasado.

Los ángeles partieron rumbo a Sodoma, a cumplir la justicia de Dios.  Mientras tanto, el Señor se quedó otro momento hablando con Abraham.
(Génesis 18:22)  Y se apartaron de allí los hombres y fueron hacia Sodoma, mientras Abraham estaba todavía de pie delante del SEÑOR. 

ABRAHAM INTERCEDE
No hay duda que al momento de oír la palabra “Sodoma”, Abraham de inmediato pensó en su sobrino Lot, e intercedió por él y por los justos que pudieran vivir en ese lugar.
(Génesis 18:23-24)  Y Abraham se acercó, y dijo: ¿En verdad destruirás al justo junto con el impío?  (24)  Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad; ¿en verdad la destruirás y no perdonarás el lugar por amor a los cincuenta justos que hay en ella? (25) Lejos de ti hacer tal cosa: matar al justo con el impío, de modo que el justo y el impío sean tratados de la misma manera. ¡Lejos de ti! El Juez de toda la tierra, ¿no hará justicia? 

Este es un clamor muy humano, pues no queremos que justos paguen por pecadores.  Pero, si conocemos a Dios, debemos aprender a confiar en que Él hará lo que es justo…para todos. 

¿Cuál fue la respuesta del Señor a la interrogante de Abraham?
(Génesis 18:26)  Entonces el SEÑOR dijo: Si hallo en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar por consideración a ellos. 

El corazón de Dios no es de venganza, sino de justicia.  Pero antes de hacer juicio, Él muestra su misericordia llamando al arrepentimiento.  La Biblia claramente dice que Dios no quiere la muerte del impío, sino que quiere que todos se arrepientan y vivan.
(Ezequiel 18:23-32)  ¿Acaso me complazco yo en la muerte del impío--declara el Señor DIOS-- y no en que se aparte de sus caminos y viva?  (24)  Pero si el justo se aparta de su justicia y comete iniquidad, actuando conforme a todas las abominaciones que comete el impío, ¿vivirá? Ninguna de las obras justas que ha hecho le serán recordadas; por la infidelidad que ha cometido y el pecado que ha cometido, por ellos morirá.  (25)  Y vosotros decís: "No es recto el camino del Señor." Oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos?  (26)  Cuando el justo se aparta de su justicia, comete iniquidad y muere a causa de ello, por la iniquidad que ha cometido, morirá.  (27)  Y cuando el impío se aparta de la maldad que ha cometido y practica el derecho y la justicia, salvará su vida.  (28)  Porque consideró y se apartó de todas las transgresiones que había cometido, ciertamente vivirá, no morirá.  (29)  Pero la casa de Israel dice: "El camino del Señor no es recto." ¿No son rectos mis caminos, oh casa de Israel? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos?  (30)  Por tanto, os juzgaré, a cada uno conforme a su conducta, oh casa de Israel--declara el Señor DIOS--. Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea piedra de tropiezo.  (31)  Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel?  (32)  Pues yo no me complazco en la muerte de nadie --declara el Señor DIOS--. Arrepentíos y vivid.

La pregunta es: ¿Había gente justa en Sodoma?  ¿Había alguien que se arrepentiría de su pecado?
(Gen. 18:26-32) Y Abraham respondió, y dijo: He aquí, ahora me he atrevido a hablar al Señor, yo que soy polvo y ceniza.  (28)  Tal vez falten cinco para los cincuenta justos, ¿destruirás por los cinco a toda la ciudad? Y El respondió: No la destruiré si hallo allí cuarenta y cinco. 

Lastimosamente no había 50 justos, ni 45, ni 30, ni aún 10 (Gen. 18:26-32). 

Cuando llegó a los diez, Abraham detuvo su intercesión. ¿Por qué 10? Diez es el número que representa una congregación. Según algunos comentaristas, este es el mínimo que se necesita para cambiar una nación. 

11 comentarios:

  1. exelente, gracias por ser parte de una buena enseñanza, me he quedado impresionada

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  2. Muchas gracias me estoy devorando este estudio seria genial y fuera toda la biblia gracias por ponerlo al alcance de todos DIOS te multiplique y bendiga en gran manera

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    1. Gracias por su interés. Nuestra intención es estudiar TODA la Biblia. Esperamos que nos pueda acompañar.

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  3. Hola Ana no entiendo muy bien el último comentario me loo podrías explicar

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  4. estudio maravilloso!gracias mi amada por traernos un contenido tan rico ...!!!! shalom !

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  5. muy bien ,solo que no deberian usar el nombre de jeova por que ese no es el nombre de Dios si no yave

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  6. Estudio cada libro con su blok pero faltan otros libros .
    Como puedo tenerlos completos

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  7. Estimado
    Tengo una pregunta que quiero formulársela. La pregunta es la siguiente: Si bien era posible (así lo plantea Abraham a Dios) que dentro de Sodoma y Gomorra hubieran justos, ¿podrían haber, también, inocentes (por ejemplo, 50 niños, 50 mujeres embarazadas, 50 locos, 50 autistas)?

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    1. Linda enseñanza Dios la siga bendiciendo y dando sabiduría y el conocimiento para que pueda seguir dándonos estos estudios hermosos

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Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...