Luego
del Diluvio, Noé y su familia, y todos los animales que iban con ellos,
salieron del Arca. Lo hicieron cuando
Dios se los mostró, esperando el momento en que la Tierra estaba preparada para
recibirlos.
Tan
pronto salieron del Arca, Dios hizo dos cosas: (1) los bendijo, e (2) hizo un
Pacto con ellos.
(1) BENDICIÓN A NOÉ Y SUS HIJOS
Hay
muchos paralelos entre la bendición que Dios le dio a Adán luego de haberlo
creado, y a Noé luego de haberlo salvado del Diluvio. Esto afirma la idea que el Diluvio fue un
“borrón y cuenta nueva”, una oportunidad para que la humanidad tuviera un nuevo
comienzo, en limpio.
a. Así como Dios le dijo a Adán que fuera
productivo y que llenara la tierra y la controlara (Gen. 1:28), lo mismo le
dijo a Noé:
(Génesis
9:1-2) Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Sed fecundos y
multiplicaos, y llenad la tierra.
(2) Y el temor y el terror de
vosotros estarán sobre todos los animales de la tierra, y sobre todas las aves
del cielo, y en todo lo que se arrastra sobre el suelo, y en todos los peces
del mar; en vuestra mano son entregados.
(Génesis
9:7) En cuanto a vosotros, sed fecundos
y multiplicaos; poblad en abundancia la tierra y multiplicaos en ella.
b. Así como a Adán le habló de su dieta (lo que
podían comer, Gen. 1:29), también lo hizo con Noé, pero añadiendo otro tipo de
alimento que no se comía antes…
(Génesis
9:3-4) Todo lo que se mueve y tiene vida
os será para alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde. (4)
Pero carne con su vida, es decir, con su sangre, no comeréis.
Luego
del Diluvio, Dios autorizó al hombre comer carne, además de plantas. El mundo había cambiado, y también cambió la
dieta original. Sin embargo, había una
condición: no debían comer la carne con la sangre.
La
prohibición de comer sangre se debe a que en la sangre está la vida. Este es un tema que se repite a lo largo de
la Biblia.
(Levítico 17:10-14) Si cualquier hombre de la casa de Israel, o
de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro
contra esa persona que coma sangre, y la cortaré de entre su pueblo. (11)
Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre
el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por
razón de la vida, la que hace expiación.
(12) Por tanto dije a los hijos
de Israel: Ninguna persona entre vosotros comerá sangre; tampoco comerá sangre
ningún forastero que reside entre vosotros.
(13) Y cuando algún hombre de los
hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar
capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la
cubrirá con tierra. (14) Porque en cuanto a la vida de toda carne, su
sangre es su vida. Por tanto, dije a los hijos de Israel: No comeréis la sangre
de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la
coma será exterminado.
(Levítico 7:26-27) Y no comeréis sangre, ni de ave ni de
animal, en ningún lugar en que habitéis.
(27) Toda persona que coma
cualquier clase de sangre, esa persona será cortada de entre su pueblo.
(Deuteronomio 12:20-25) Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tus
fronteras como te ha prometido, y tú digas: "Comeré carne", porque
deseas comer carne, entonces podrás comer carne, toda la que desees. (21)
Si el lugar que el SEÑOR tu Dios escoge para poner su nombre está muy
lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te
ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus ciudades todo lo que
desees. (22) Tal como se come la gacela y el ciervo, así
la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella. (23)
Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no
comerás la vida con la carne. (24) No la comerás; la derramarás como agua sobre
la tierra. (25) No la comerás, para que te vaya bien a ti y a
tus hijos después de ti, porque estarás haciendo lo que es justo delante del
SEÑOR.
En la antigüedad no se comía tanta carne como hoy en día. Por lo general sólo se hacía en eventos
especiales, no sólo por el costo sino también por la falta de
refrigeración. Pero también el consumo
de carne, dado que se requiere del sacrificio de un animal, casi siempre iba
vinculado con algún ritual a ídolos. Por
eso, la Biblia advierte que no se coma comida sacrificada a los ídolos.
Cuando los gentiles comenzaron a convertirse en tiempos de los primeros
apóstoles, ellos les instruyeron a no comer sangre, además de cosas
sacrificadas a los ídolos, entre otras cosas que eran comunes en las sociedades
paganas.
(Hechos
15:28-29) Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros
ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo
sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales
cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo
bien.
Los
apóstoles querían asegurarse de enseñarles a los nuevos creyentes lo básico y
primordial, y luego ellos podrían ir aprendiendo y profundizando más, poco a
poco, conforme fueran estudiando la Palabra de Dios.
(Hechos
15:19-21) Por tanto, yo opino que no molestemos a los que de entre los gentiles
se convierten a Dios, (20) sino que les escribamos que se abstengan de
cosas contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de
sangre. (21) Porque Moisés desde generaciones antiguas
tiene en cada ciudad quienes lo prediquen, pues todos los días de reposo es
leído en las sinagogas.
Relacionado
con el mandamiento de no comer sangre está el de “no derramar sangre”, es
decir, no asesinar. Ahora nos parece
obvio, pero antes no lo era. Este
mandamiento se hizo necesario luego del homicidio de Abel a manos de su hermano
Caín (Gen. 4:8-12), y de muchos que le siguieron. Cuando se va corrompiendo la
sociedad, se va perdiendo el respeto por la vida.
(Génesis
9:5-6) Y ciertamente pediré cuenta de la sangre de vuestras vidas; de todo
animal la demandaré. Y de todo hombre, del hermano de todo hombre demandaré la
vida del hombre. (6) El que derrame sangre de hombre, por el
hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios hizo El al hombre.
(2) PACTO CON NOÉ
Luego
de darles la bendición de la productividad y los mandamientos básicos para
vivir, Dios hizo un Pacto con Noé.
Aunque el Pacto lleva el nombre del patriarca, en realidad es con toda
la humanidad, ya que todos los seres humanos somos descendientes de alguno de
los hijos de Noé.
(Génesis 9:8-10) Entonces habló Dios a Noé y a sus hijos que
estaban con él, diciendo: (9) He aquí, yo establezco mi pacto con vosotros,
y con vuestra descendencia después de vosotros,
(10) y con todo ser viviente que
está con vosotros: aves, ganados y todos los animales de la tierra que están
con vosotros; todos los que han salido del arca, todos los animales de la
tierra.
¿En qué consistía este Pacto?
(Génesis 9:11) Yo establezco mi pacto con vosotros, y nunca
más volverá a ser exterminada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá
más diluvio para destruir la tierra.
La SEÑAL de este Pacto es el Arcoiris. Es una señal física que trae a memoria esta
promesa divina.
(Génesis 9:12-17) Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que
hago entre yo y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por todas
las generaciones: (13) pongo mi arco en las nubes y será por señal
del pacto entre yo y la tierra.
(14) Y acontecerá que cuando haga
venir nubes sobre la tierra, se verá el arco en las nubes, (15) y
me acordaré de mi pacto que hay entre yo y vosotros y entre todo ser viviente
de toda carne; y nunca más se convertirán las aguas en diluvio para destruir
toda carne. (16) Cuando el arco esté en las nubes, lo miraré
para acordarme del pacto eterno entre Dios y todo ser viviente de toda carne
que está sobre la tierra. (17) Y dijo Dios a Noé: Esta es la señal del pacto
que he establecido entre yo y toda carne que está sobre la tierra.
El
Arcoiris es una señal divina también para ti.
El Pacto que Dios hizo con Noé contempla a toda la humanidad y a todo
ser viviente. También es un pacto
eterno, “por todas las generaciones”. El
Señor no se ha olvidado de su pacto, y se recordará de él en los últimos días.
(Isaías
54:7-10) Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes
misericordias. Con un poco de ira
escondía mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré
compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.
Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más
las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré
contra ti, ni te reñiré. Porque los
montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia,
ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia.
En la
próxima entrada, veremos como las cosas no resultaron “perfectas” en la nueva
oportunidad para la humanidad, luego del Diluvio. También veremos algunos datos interesantes en
la genealogía de los Hijos de Noé...
Es un acuerdo divino que tiene los componentes primordiales de un pacto o trato: articulado o normativas, garantía o caducidad y firma. Hay siete enunciados hermenéuticamente comprensibles, 6 prohibitivos y uno afirmativo: 1. Dios es UNO y UNICO (Gn 9:1) no debemos idolatrar a nada ni a nadie, 2. Dios bendice (Gn 9:1) a Noé (humanidad) no debemos blasfemar o maldecir o tomar del nombre de Dios en vano; 3. Dios mandata a poblar la tierra (Gn 9:1,7) el modelo es en pareja: hombre y mujer, no debemos tener sexualidad ilícita: incesto o adulterio; 4. Dios provee la fuente de alimento (Gn 9:2-3) agricltura, cacería y pezca, no debemos robar; 5. Dios mandata a no comer carne de animal vivo (Gn 9:4) no debemos comer animales vivos o maltratar a los animales; 6. Dios nos pedirá cuenta de toda sangre derramada entre las personas (Gn 9:5-6) no debemos asesinar a nadie; y 7. Dios mandata a ser personas justas (Gn 9.1-17) debemos promover justicia y actuar justamente en todo tiempo y lugar, es decir, establecer cortes de justicia. La caducidad: eterna, para siempre, para todas la generaciones, nada ni nadie puede hacerla vencer, es un pacto eterno y divino (Gn 9:12,16). La garantía: nunca volver a destruir la humanidad con otro diluvio. La firma: el arcoiris, que todavía sale en el cielo luego de la lluvia y EL se acuerda del pacto. Es tan precioso, que debería fomentarse entre las personas que no quieren ir a ninguna iglesia, para formar buenas personas bajo un Código Universal, ¿les parece?
ResponderEliminarSeria ideal!
EliminarDE ACUERDO A ESTE PASAJE, DIOS JUZGARÁ A AQUELLOS ANIMALES QUE DERRAMEN SANGRE HUMANA.
ResponderEliminarLos animales no tienen raciocinio, el actúa por instinto... en ese sentido se refiere al ser humano
EliminarEntiendo que Dios,en su Misecordia,siempre a dado oportunidades a los hombres.Desde Adán y luego,el Diluvio,siempre le ha recordado que lo ama,a través de las oprtunidades.
ResponderEliminarTodo esta muy claro es palabra de Dios
ResponderEliminarQue significa que en Génesis 1:28 dice y sojuzgadla y en Génesis 9:7 ya no dice???. Gracias.
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