viernes, 25 de diciembre de 2009

Cantares 7:13

FRUTO DE AMOR
El último versículo del capítulo siete menciona una planta poco conocida: la mandrágora.


(Cantares 7:13)  Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.

La mandrágora es conocida como la “planta del amor”. Es una planta baja, con hojas grandes, que produce flores moradas, y cuya raíz es similar a las zanahorias o los camotes.

Según tradiciones antiguas, se creía que el fruto de esta planta tenía propiedades afrodisíacas, y también era usada para promover la fertilidad. Inspirada en esa tradición, Lea comió de ese fruto para atraer a Jacob y quedar embarazada (Génesis 30:14-18).

Cuando las mandrágoras producen fruto, despiden un agradable olor. Esto sucede en el mes de mayo, al mismo tiempo que se recoge la cosecha de trigo en Israel.

La mandrágora se conoce en hebreo como “Dudai”, palabra que tiene la misma raíz que “Dodi”, que significa “Amado”.

La Novia reconoce que es “tiempo de amores”. Es tiempo de entregarse por completo al Amado, y así dar mucho fruto.


PUERTA ABIERTA
Lo que se traduce como “puerta”, no es la palabra común. En hebreo es “Petaj” que literalmente significa “apertura o camino de entrada”.

(Cantares 7:13) … y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.

Este es el tiempo en que las puertas están abiertas. Antes la Novia parecía estar lejos del Amado. El estaba del otro lado del muro, o detrás de la puerta, o Él se había marchado a la montaña. Pero ahora la puerta está abierta, y los dos pueden estar juntos.


FRUTOS NUEVOS Y AÑEJOS
La Novia ha guardado lo mejor para de último.

“Guardado” en hebreo es “Tzafan” que significa: esconder, tapar, acaparar, reservar, proteger, encubrir, guardar, ocultar, refrenar.

Este es el tiempo de disfrutar del fruto de lo que se ha sembrado y cosechado. No sólo saca los frutos nuevos, sino también luce los frutos añejos.

El Señor no sólo está consciente de los nuevos frutos que producimos, sino también se recuerda de lo que hemos hecho tiempo atrás.

(1 Corintios 15:58) Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

(Hebreos 6:10-12) Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

A Dios no se le pasa nada por alto.  El aprecia nuestros buenos frutos, tanto los producidos ahora como los de antes.  Aunque estén escondidos, se los podremos dar cuando le veamos.  Nunca será tarde para disfrutar del fruto de las buenas obras.

7 comentarios:

  1. Muy completo e interesante contenido,gracias me es de mucho provecho .
    Bendiciones.

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  2. Muy buena información,completa.
    Gracias

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  3. Me encanta estudiar sobre ese maravilloso livro,pues es de gran ayuda, gracias

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    1. Tremendo, Dios me dio este pasaje en un proceso de mi vida y necesitaba el significado gracias hno he llorado profundamente

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  4. Jose Morales tremendo este comentario es para mi, Dios me dio este pasaje a través de un proceso en mi vida y necesitaba su significado gracias hno he llorado deveras

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