jueves, 24 de septiembre de 2009

Cantares 4:14 (b)

g. Incienso = Fe
El incienso está hecho de la resina de algunos árboles de Arabia o África. Se obtiene haciendo incisiones en la corteza del árbol. La resina sale en gotas, conocidas también como “lágrimas”.

El incienso se quema con facilidad y despide bastante humo. Se usa como aromatizante o para fumigar. También se usa para embalsamar. Sin embargo, uno de los usos más comunes es como ofrenda en los rituales religiosos.

En el Lugar Santo del Tabernáculo hay un altar de oro dedicado específicamente para quemar incienso al Señor.
(Exodo 30:1) Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.(Exodo 30:6-8) Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo. Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.
Este incienso no podía ser de cualquier mezcla, sino que debía tener ciertos ingredientes específicos, Esta mezcla especial sólo podía ser usada en el Altar de Oro, pero en ningún otro lugar (Exo. 30:34-38). Cuando un sacerdote llevaba ese aroma en sus ropas, uno sabía que había pasado tiempo delante del Señor. Nadie más podía oler así.

La Biblia dice que el incienso representa las oraciones de los santos.
(Salmo 141:2) Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde.
(Apocalipsis 8:4) Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
En Cantares, el incienso es el séptimo fruto del huerto y corresponde al séptimo fruto del Espíritu, el cual es la Fe. ¿Qué relación hay entre la oración y la fe? Orar es hablar con Dios. Pero para poder hacerlo, debemos creer que existe. No sólo eso, sino que debemos creer que Él cumplirá Su Palabra.
(Hebreos 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
(Santiago 1:6-7) Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

Orar no es sólo “pedir”, sino conversar con Dios. Implica hablar, al igual que escuchar. Precisamente de allí viene la fe—del oír a Dios. La fe no es creer lo que uno quiera, sino creer en lo que Dios dijo.
(Romanos 10:17) Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

(Hebreos 11:1) Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

h. Mirra = MansedumbreLa mirra es similar al incienso. También se obtiene de la resina de unos arbustos espinosos. Tiene un olor fuerte y agradable, pero su sabor es amargo. La palabra “mirra” literalmente significa “amargo”. Cuando se quema, produce un humo espeso. A diferencia de otro tipo de resinas que se derriten, la mirra se expande y crece cuando se quema.

Se usaba como ingrediente de perfumes, o como ingrediente de inciensos para quemar. Este formaba parte de los ingredientes del aceite de unción sacerdotal usado en el Tabernáculo (Exo. 30:23). Como ya mencionamos, la mirra también era usada para embalsamar, ayudando así a cubrir el olor de la muerte.

La mirra representa el fruto espiritual de la Mansedumbre.

La mansedumbre es la demostración visible de la humildad de corazón. Ser humilde o manso no significa hacerse de menos o dejarse de los demás. Tampoco significa ser pobre.
(2 Corintios 10:1) Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros.
Ser humilde y manso simplemente significa conocer el lugar que uno tiene delante de Dios. Continuamente los hombres tienden a compararse entre uno y el otro, pero la humildad y la mansedumbre nos llevan a vernos a la luz de Dios, lo cual nos pone en la correcta perspectiva.

La mansedumbre también nos lleva a ser más comprensivos y tolerantes porque nos ubica donde estamos en relación con Dios, y nos hace ver como todos los humanos podemos fallar. Esto fue lo que vio Pablo:
(Gálatas 6:1-3) Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
(2 Timoteo 2:24-25) Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.

Otras referencias: Tito 3:2-7; Santiago 3:13-18; Efesios 4:1-3; Col 3:12-13.

Mientras más cerca estemos de Dios, más humildes seremos. Moisés fue el hombre más manso, y él estuvo más cerca del Señor, hablando cara a cara (Num. 12:6-8).
(Números 12:3) Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

ORACION>>
Que suba hoy mi oración como incienso hasta Tu morada, oh Dios. Tomo el escudo de la fe, para apagar todos los dardos de fuego del maligno. Echo fuera de mi vida todo temor y duda que tenga de Ti. Hoy declaro que creo en Ti y creo todas las palabras que salen de Tu Boca. Tú eres real y eres galardonador de los que han puesto su confianza en Ti.

Señor, quiero estar cerca de Ti. Quiero que me contagies con tus virtudes, las cuales embellecen al que las practica. Quiero que mi vida se iluminada con Tu sabiduría que desciende de lo alto, la cual es pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

Señor, vísteme como hijo escogido, santo y amado; vísteme de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Quiero ser como Tú.

[Cantares 4:14; Efesios 6:16; Santiago 3:13-18; Colosenses 3:12-13]

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