martes, 15 de septiembre de 2009

Cantares 4:2-3

Ya habíamos mencionado los besos de la boca, que provenían del Amado. Ahora el Rey habla de la boca de una Novia que ha madurado…

4. Sus Dientes
(Cantares 4:2) Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, que suben del lavadero,
todas con crías gemelas, y ninguna entre ellas estéril.

El principal uso de los dientes es para masticar los alimentos, y así obtener de los nutrientes de los alimentos que necesitamos para crecer.

Los bebés no tienen dientes, por eso sólo pueden tomar leche. Pero la Novia se le describe con dientes, lo cual significa que ya está lista para un alimento espiritual más serio y profundo.
(Hebreos 5:12-14) Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

La Novia ya no debe conformarse a recibir enseñanzas superficiales diseñadas para los recién convertidos (1 Cor. 3:1-2). Ella está lista para estudiar y meditar en la Palabra, y profundizar por ella misma.
(1 Timoteo 4:5-6) porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. (6) Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.

Los dientes de la Novia son comparados con ovejas:

a. Manadas de ovejas trasquiladas
“Manada” (heb. Eder) también significa: arreglo u orden.
Las ovejas trasquiladas tenían su pelambre cortado, por ende, estaba liso y parejo.

Esta descripción implica que la Novia tiene unos lindos dientes rectos y ordenados.
Si se tienen dientes disparejos, no se puede masticar bien. Los animales con dientes filudos no mastican sino rasgan y despedazan la comida, pero así no la procesan bien.

La Biblia da ejemplos de los dientes de los impíos:
(Salmo 57:4) Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda.
(Proverbios 30:14) Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.

Estos son contrarios a lo que deben ser los dientes de la Novia.

b. Que suben del lavadero
Antes de ser trasquiladas, las ovejas son llevadas a un estanque para ser lavadas, y así la lana que se les cortará ya estará limpia.

Si los dientes sucios, con restos de alimento no procesado, esto hará que la boca huela mal.

Los dientes de la Novia están limpios y parejos. Ella ha comido la manzana dulce de la palabra, que le deja un dulce aroma en la boca. El fruto de su vida produce una fragancia agradable.

c. Con crías gemelas, y ninguna estéril
Al alimentarse de la Palabra de Dios, Novia será transformada, y su vida comenzará a dar buen fruto. “Crías gemelas” implica fruto doble.


5. Labios y Lengua
(Cantares 4:3) Tus labios como hilo de grana, y tu habla hermosa.

Lo que se traduce como “labios”, en realidad es “lengua” (heb. Safá).
“Habla” en hebreo es: Midbar, que literalmente significa “campo abierto”, ya sea campo para pastar o desierto. Pero también está relacionado con “palabra”.

Ambas representan la forma de hablar de la Novia.

Se espera que la Novia haya llegado al punto de confesar con denuedo su amor y su fe por el Señor.
(Hebreos 13:15) Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

(Sofonías 3:9) En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento.

El Rey compara los labios/ la boca de la Novia con un hilo de grana (color escarlata).
En la Biblia hay otra mención de este hilo rojo: Cuando los israelitas estaban por conquistar Jericó, la primera ciudad de la Tierra Prometida, enviaron espías a la ciudad. Allí fueron hospedados por una mujer llamada Rahab. Ella los escondió porque creyó en el Dios de Israel. Pero ella tuvo que demostrar su fe, poniendo un hilo rojo en la ventana de su casa.
(Josué 2:18-19) He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare

Rahab no sólo se salvo de la destrucción, sino que se incorporó al pueblo de Dios, y llegó a formar parte de la genealogía del Señor Jesús (Mateo 1:5).


La Novia demuestra con sus palabras, lo que en verdad cree. Lo que sale de su boca mostrará lo que está en su corazón.
(Mateo 12:34-37) …¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.


ORACIÓN>>
Señor, con mis labios he contado todos los juicios de Tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.

En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. No me dejes desviarme de tus mandamientos. De todo corazón te busco para no desviarme de tu camino. Haz bien a tu siervo; que viva, y guarde Tu Palabra. Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.

Limpia mi camino con Tu Palabra, porque con ella seré santificado. Aliméntame con las palabras de la fe y de la buena doctrina.

Ofrezco hoy sacrificio de alabanza. Mis labios confiesan Tu Nombre. Devuélveme la pureza de mis labios, para invocar Tu Nombre, y para que servirte como lo mereces.

[Cantares 4:2-3; Salmo 119:9-18; Sofonías 3:9; Hebreos 13:15]

2 comentarios:

  1. Creo que estamos todos enfermos de amor a estas alturas, pero La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Con mucho amor y en forma de poema, El Senor nos confronta en el pasaje de hoy diciendonos que lo que sale de nuestra boca nos delata, revela lo que hay en nuestro corazon.

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  2. enormemente gracias e sido bendecida hasta los huezos

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