martes, 25 de agosto de 2009

Cantares 1:2

LOS BESOS DE SU BOCA
Lo primero que leemos en Cantares es la manifestación del deseo de la mujer:
(Can. 1:2) ¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

Hay diferentes tipos de besos:

En la mejilla—de un amigo
En la frente—de un padre
En los pies—de un siervo
En la boca—de amor e intimidad

La mujer pide un beso de amor. Pero, ¿cómo podemos recibir un beso de la boca de Dios? La respuesta está en el siguiente versículo:
(Deuteronomio 8:3) Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.

Los seres humanos no sólo necesitamos comida y bebida, sino también tenemos hambre y sed de amor. Lo único que nos satisface hasta lo más profundo del alma es el amor de Dios.
(Juan 4:13-14) Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.

El alimento del corazón es lo que sale de la boca de Dios. Así como un pájaro da comida boca a boca a su pichón, también Dios nos besa con las palabras de su boca, y sus palabras nos llenan el corazón.

EL BESO DIVINO
El beso divino es una metáfora de la revelación de la Palabra de Dios que viene a través de tener una relación íntima con el Señor. La Palabra escrita (gr. Logos) se vuelve Palabra viva (gr. Rhema) a través de la revelación de quién es Dios. Sus palabras van ablandando nuestros corazones hacia el amor de Dios—para recibirlo y para darlo.

Mientras más lo conocemos, más nos enamoramos.

UNA COSA HE PEDIDO
Dios no puede obligarnos a desear Su Amor. Eso es algo que nosotros debemos pedir.

Cuando Salomón comenzó a reinar, Dios le dijo que pidiera lo que quisiera.
(2 Crónicas 1:7-10) Aquella noche Dios se apareció a Salomón y le dijo: Pide lo que quieras que yo te dé. Entonces Salomón dijo a Dios: Tú has mostrado gran misericordia con mi padre David, y me has hecho rey en su lugar. Ahora, oh SEÑOR Dios, tu promesa a mi padre David se ha cumplido, porque me has hecho rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande?

Salomón pudo haber pedido riquezas, poder, gloria, larga vida…pero pidió sabiduría. Pidió la Palabra de Dios. Por eso, Dios le dio todo lo demás.
(Proverbios 3:13-17) Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella. Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz.

La iglesia también recibe la prueba de Salomón. Dios nos invita a pedir lo que queremos.
Dios lo hace por dos razones: una, porque quiere complacernos; dos, para probar dónde está nuestro corazón.
(Mateo 7:7-8) Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
(Mateo 7:11) Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?
(Juan 14:13-14) Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
(Juan 15:7) Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.

¿Qué le pedirías hoy a Dios? La respuesta te mostrará dónde está tu corazón.

Salomón pidió sabiduría, y Dios se la dio, además de todo lo que un hombre podría desear. El fue el rey más sabio y rico de la historia. Lo tuvo todo, pero se olvidó de lo más importante: el amor por Dios. El buscó su satisfacción en otros amores, lo cual lo desviaron y apartaron de Dios. Al final quedó insatisfecho. [Les recomiendo leer la parábola del hombre rico en Lucas 12:16-21, la cual evidentemente hace referencia a Salomón].

Juan escribió:
(1 Juan 2:15-17) No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

La mejor petición que podríamos hacer es pedir el Beso Divino, para recibir la gracia de amar a Dios como Él nos ama. Esto fue lo que pidió David.
(Salmo 27:4) Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo.

MEJOR QUE EL VINO
La segunda parte de Cantares 1:3 dice: “mejor son tus amores que el vino”.

El vino es una sustancia que alegra el corazón (Ecl. 10:19; Sal. 104:15).
¿A qué vino se refiere el versículo en Cantares? Hay dos aplicaciones:

a. El pecado. El vino habla de los placeres del mundo, que nos intoxican. El pecado trae placer, pero el precio es muy alto ya que trae consecuencias negativas. La paga del pecado es muerte (Rom. 6:23)

b. Las Bendiciones. El vino puede representar las bendiciones que Dios nos da en esta vida, las cuales alegran el corazón. Son buenas, pero no deben ser el objetivo. Si buscamos el beneficio más que el corazón de Dios, corremos el riesgo que se apague el primer amor, tal como le sucedió a la Iglesia de Efeso (Apoc. 2:4-5).

Todos los placeres del mundo no se comparan con el placer que trae el Amor de Dios.


ORACIÓN>>
Señor, bésame con los besos de tu Palabra, porque Tu Amor es mejor que cualquier cosa que pueda desear.

Que Tu Palabra me revele quién eres. Quiero conocerte, porque quiero amarte por quién Tú eres, y no por lo que me puedes dar.

Esto pido en oración: que mi amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, a fin de escoger lo mejor, para ser puro e irreprensible para el día del Señor.

Yo sé que quien ama a Dios, guarda los mandamientos, por lo tanto quiero obedecerte. Tus mandamientos no son gravosos, sino que traen vida y bendición. Pero quiero más que bendición; quiero la revelación de Tu amor.

Una cosa te pido, y esa buscaré…estar Contigo para el resto de mi vida y contemplar Tu hermosura.

[Cantares 1:2; Salmo 27:4; 1 Juan 5:3; 2 Juan 1:6; Filipenses 1:9-10]

6 comentarios:

  1. Moises habló boca a boca (Num 12:8). Nuestra traduccion dice cara a cara pero el hebreo dice boca a boca. ¿Qué palabras de amor se susurraron? No sin razón Moisés bajaba al pueblo con la cara iluminada...
    Tambien me impresiona David que tiene las mismas letras en hebreo Dod, como Dodi Mi amado. El también oyó y dijo palabras de amor que las tenemos en sus Salmos, como la que leímos "una cosa buscaré habitar en la casa de Yahweh para contemplar Su hermosura..."

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  2. Me parece que el Documento Personal de identificación o Cédula de Vecindad de Dios es su Palabra, llegamos a conocer Su Imagen y datos de Su Grandeza a través de Su Palabra.

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  3. Realmente es maravilloso meditar en la palabra de nos enseña lo frágil que somos y sin Dios nada somos en este mundo

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  4. Muy hermosa reflexion,bendiciones

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  5. Cada día me enamoro más de ti Señor.

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