lunes, 31 de agosto de 2009

Cantares 1:13-14

Hoy seguimos con la alabanza de la mujer sulamita:
(Cantares 1:13-14) Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos. Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi es para mí mi amado.

c. Mirra
La mirra es una resina aromática producida por la madera de un árbol espinoso. Era usado como perfume. También era una esencia muy cara. Las mujeres ricas iban a la cama con un saquito de mirra al cuello para mantener un olor fragante toda la noche.

La mirra formaba parte de los ingredientes del aceite de unción sacerdotal (Exo. 30:22-38). También servía como ungüento para preparar los cadáveres antes de un funeral, y así evitar el mal olor de la muerte.

A Jesús le regalaron mirra cuando nació (Mat. 2:11), y también cuando murió (Mar. 15:23).
(Juan 19:38-40) Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.

El Salmo 45 menciona la mirra como parte de los ingredientes del perfume con el que Dios Padre ungirá a Jesús cuando venga como Rey de toda la Tierra.
(Sal. 45:6-8) Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean.

La mirra era un regalo costoso que el Rey le dio a la mujer sulamita.
De forma semejante, la muerte en la cruz fue un precio alto que Jesús pagó por nosotros para salvarnos. La mirra es el regalo de Dios para cubrir el olor de la muerte.

Hay otra forma en la que la mirra aplica en nuestra relación con el Señor. Cantares dice que la mujer se puso el manojito de mirra para que “repose” entre sus pechos (Can. 1:13). “Reposar” es la traducción de la palabra hebrea “Lin”, que significa: detenerse, pasar la noche, alojarse, quedarse, permanecer.

Así como Jesús tomó la mirra amarga, nosotros debemos hacerlo también. Durante la noche (en los momentos difíciles de la vida), el recuerdo del sacrificio del Señor (la mirra) nos ayuda a soportar mejor la adversidad.

[Nota: Hay siete referencias a la mirra en Cantares: 1:13; 3:6; 4:6; 4:14; 5:1; 5:5; 5:13.]


c. Flores de alheña
Otro comentario de la sulamita acerca de lo que representa el Rey para ella es:
(Can. 1:14) Ramillete de flores de alheña es mi amado para mí en las viñas de En-gadi.

La alheña es un pequeño arbusto que tiene flores muy fragantes. Por ello las mujeres la buscaban mucho, ya que gustaban de llevarlas como adornos en su ropa o como decoración en sus casas.

Otro nombre que recibe la alheña es henna. Su esencia se usa como una tintura que sirve para teñir el cabello o para hacer tatuajes temporales en la piel.

La palabra en hebreo es “Kofer”, que literalmente significa “cubierta o cobertura”. En un sentido figurado, también significa “rescate o precio de redención”; es decir, es el precio que se paga por salvar o redimir una vida. Viene de la raíz “Kafar”, que significa: cubrir, expiar, perdonar, condonar, cancelar una deuda.

Esta palabra está conectada con otra fiesta bíblica: Yom Kipur, el Día de Expiación. Ese es el día en que el Sumo Sacerdote entraba al Lugar Santísimo en el Templo para buscar el perdón de los pecados del pueblo. [De hecho, ése será el día en que concluiremos el ayuno de 40 días].

(Lev. 16:29-31) Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.

Jesús pagó el rescate por nuestra vida. Nos tiñó con su sangre, y así cubrió nuestros pecados. Él hizo expiación (heb. Kippur) por nosotros, y canceló nuestra deuda.

(1 Timoteo 2:3-6) Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

(Apoc. 1:5) Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.

El Rey pagó el precio de rescate por la sulamita. Por eso, ella lo considera su alheña, su rescate, su “kofer”. Él le dio vida, cuando estaba muerta. No sólo eso, sino que la adornó con Su dulce fragancia.

En-Gadi es un oasis que se localiza a la par del Mar Muerto. Su vegetación contrasta con lo árido, desértico y muerto del área.



ORACIÓN>>
Señor, Tu bondad es grande y Tu amor sin límites. Tú eres mi Redentor, pues has pagado rescate por mí. Soy salvo, no por obras de justicia que yo hubiera hecho, sino por la obra que Tú hiciste en la cruz.

Hoy confieso mis faltas, porque Tú borras los pecados de todo el que se arrepiente, conforme a Tu misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo.

Señor, Tú has roto mis prisiones. Con gozo te doy gracias, porque me has librado de la potestad de las tinieblas. En Ti tengo redención por Tu sangre, y perdón de pecados.

Por lo tanto, Te ofreceré sacrificio de alabanza. Invocaré Tu Nombre que es sobre todo nombre. Te debo mi vida, por lo tanto me he constituido en Tuyo. He sido justificado por Tu gracia, y he sido hecho heredero según la esperanza de la vida eterna. Ahora me has hecho apto para participar de la herencia de los santos, y me has trasladado a Tu Reino.

Te doy gracias infinitas por ello. Llevo ese recuerdo, como mirra en mi pecho.

[Cantares 1; Tito 3:4-7; Salmo 116:15-18; Colosenses 1:12-14]

3 comentarios:

  1. El evangelio en El Cantar de los Cantares? El Senor es maravilloso, desde el Genesis hasta el Apocalipsis ha ofrecido una sola salvacion. Solo por su Obra en la Cruz. El es Uno, El es El Alfa y Omega, Es Perfecto. Aleluya!!!!!

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  2. WOW! Qué belleza! Hermoso conocimiento! Es como abrir nuestra boca y el Señor la llena ... Qué delicia!

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