Los israelitas siguieron su camino por el desierto. Ya
no tenían que preocuparse por la comida, ya que cada día les llegaba el pan del
Cielo. Sin embargo, lo que comenzó a escasear de nuevo era el agua.
(Éxodo 17:1) Y toda la
congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus
jornadas, al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua
para que el pueblo bebiese.
Uno pensaría que los israelitas ya habían superado esta prueba (en
Mara), y ya sabrían qué hacer dada su experiencia en Mara (Exo. 15:22-27). Pero volvieron a quejarse con
Moisés.
(Éxodo
17:2) Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y
Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
En esta
ocasión, no sólo fue una queja, sino lo describe como un altercado. En hebreo
se usa la palabra "Rib", que también puede
traducirse como: forcejeo, lucha, enfrentamiento, disputa, riña. Los ánimos
estaban caldeados, al punto que Moisés temió por su
vida.
(Éxodo
17:4) Entonces clamó Moisés a Jehová,
diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí a un poco me apedrearán.
Moisés
no sólo estaba preocupado por lo que el pueblo podía hacerle a él, sino también
de la reacción de Dios ("¿Por qué
tentáis a Dios?" Exo. 17:2).
¿Y cuál
era la causa de la pelea contra Moisés (y en el fondo, contra Dios)? La razón
era porque la nube se había detenido en Refidim, un lugar árido y desértico, y
la provisión de agua que llevaban ya estaba escaseando. La preocupación de los
israelitas era comprensible, pero lo que no es justificable era su actitud. ¿Por
qué reclamaron en lugar de pedir con humildad y fe? Habiendo sido testigos de
los milagros que Dios hizo en Egipto, en el Mar Rojo, en Mara, y aún en el
desierto con el maná, ¿cómo podían dudar todavía de Dios?
Dios
estaba probando los corazones de los israelitas (Deu.
8:2), y salió a luz la falta de fe y de gratitud del pueblo.
(Éxodo
17:3) Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró
contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de
sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados?
De
nuevo vemos cómo la queja y la falta de gratitud distorsionan la forma de ver
las cosas, produciendo negativismo, desesperanza y duda.
A causa
de la riña de Israel contra Dios, le pusieron el nombre correspondiente a ese
lugar:
(Éxodo 17:7)
Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por
la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo:
¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?
Antes
se llamaba Refidim, que quiere decir “lugares de reposo”.
Pero
después se llamó:
Masah, que significa “tentación o
prueba”
Meriba, que significa “contención o
provocación”
INSTRUCCIÓN DE DIOS
Al
menos una persona reaccionó correctamente ante el problema: Moisés buscó a
Dios, quien le dio la solución. La respuesta a las pruebas siempre la
encontramos de rodillas, y no con la mano empuñada.
Cuando
Dios le mostró a Moisés lo que debía hacer para obtener agua para el pueblo,
(Éxodo 17:5-6)
Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y
toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con
que golpeaste el río, y ve. He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la
peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo.
Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
La
falta de agua en Refidim no sólo era una prueba de fe, sino también venía
acompañada de una lección espiritual más profunda. Así como Dios les mostró con
la lección del maná que "no sólo de
pan vive el hombre" (Deu. 8:3),
también el Señor les enseñará cuál es la fuente que apaga la sed de verdad y de
justicia. En el mismo lugar donde saldrá el agua (en Horeb, también conocido
como Monte Sinaí--Exo. 3:1; Deu. 5:2), allí
también recibirán la instrucción de Dios (los mandamientos) unos días después.
**Nota: Tradicionalmente se ha creído
que el Monte Sinaí se encuentra al sur de la Península del Sinaí. La tradición
viene desde tiempos de Constantino, cuando la madre del emperador romano, la
reina Elena, fue a la Tierra Santa a "reconocer" los sitios bíblicos.
Fue Elena quien escogió la ubicación del Monte Sinaí, y posteriormente se
construyó allí un monasterio. Sin
embargo, arqueólogos modernos han señalado que el verdadero Monte Sinaí se
encuentra al norte de Arabia, en un lugar llamado Jabal Al Lawz. Esta teoría
concuerda con lo que escribió Pablo (Gálatas 4:25), señalando que el Monte
Sinaí queda en Arabia, y no en la península de Egipto.
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Muy Buena explicasion de Exodo 7:1-7! Pude entender este pasaje biblico con claridad.
ResponderEliminar👍
ResponderEliminarEh estado leyendo los estudios y me parecen muy buenos y de mucha utilidad, Dios te continue bendiciendo. Te escrivo desde venezuela
ResponderEliminarGracias nude entender con claridad este pasaje de las escrituras.. muy bueno 👍
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ResponderEliminarGracias bendiciones
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