martes, 13 de diciembre de 2016

Bendición Sacerdotal (Num. 6)

En la Biblia hay muchas bendiciones, sobre todo las que los padres dan a sus hijos, ya sea al primogénito o la bendición última antes de morir. Pero en Números capítulo 6 encontramos la bendición de bendiciones: la bendición sacerdotal.
(Num. 6:22-26) Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.



Esta oración también es conocida como: “Bendición Aarónica”, ya que Aarón era en ese tiempo el sumo sacerdote, y a él y a sus hijos (los sacerdotes, heb. Kohanim) les fue encargado pronunciar esta bendición sobre el pueblo de Israel.

Así como Jesús les enseñó a Sus discípulos a orar (Mateo 6:9-13), también el Padre les enseña a los sacerdote cómo bendecir a Su Pueblo.

PALABRAS CLAVES
En tan corta oración, hay dos palabras que se repiten, lo cual implica que son importantes en el mensaje de la bendición:

1. Jehová
El Nombre “Jehová” se repite tres veces. Dios se presenta a sí mismo como “Jehová”, el gran “Yo Soy”: El que es, que era y que ha de venir, el Eterno. Este es el Nombre de Dios que reúne en sí todas sus expresiones y nombres. 

2. Rostro
La palabra “rostro” se repite dos veces.  En hebreo es Panim, que también puede traducirse como: delante de, enfrente, a la vista, encuentro, presencia.
La fuente de la bendición es el Rostro de Dios, es estar en Su Presencia.

BENDICIÓN 
¿Qué es una bendición?
En español, “bendecir” significa literalmente “hablar bien de alguien”. Pero en el idioma hebreo implica mucho más.  Cuando pensamos en “bendición” muchos lo relacionan con bienes materiales, tales como riqueza, salud, felicidad, bienestar, etc. Como veremos en este estudio, la bendición que Dios desea para nosotros va más allá. No excluye lo material, sino que lo sobrepasa. 


Ahora analicemos, frase por frase, la bendición sacerdotal (en hebreo: Birkat Kohanim)…


a. El Señor te bendiga
La bendición sacerdotal comienza con el origen de todas las bendiciones: el Señor mismo. No sólo Jehová es el portador y la fuente de todas las bendiciones, sino que Su Presencia es lo único que nos puede dar una profunda y perfecta satisfacción. Lo necesitamos a Él más que el aire que respiramos. 

b. El Señor te guarde
Luego de pedir por la Presencia de Dios y todos sus beneficios, pasamos a la segunda petición: “El Señor te guarde”…
“Guardar” en hebreo es Shamar, que literalmente significa: poner un cerco de espinas alrededor de algo para protegerlo y cuidarlo. 
¿Por qué necesitamos un “cerco alrededor”? Porque hay amenazas afuera.
Después de darnos la bendición, Dios quiere que la mantengamos y que nadie nos la robe. El quiere que la guardemos, la atesoremos, la conservemos.

Por lo general nosotros no pedimos protección sino hasta que el peligro o la amenaza está sobre nosotros. Pero Dios quiere protegernos mucho antes que nada suceda (Salmo 121:1-8). El quiere poner un cerco a nuestro alrededor para evitar el peligro. 

“Guardar” (heb. Shamar) es la misma palabra que se usa para obedecer, es decir, “guardar los mandamientos” (Exo 20:6). La obediencia es la que abre la puerta a las bendiciones (Deu. 4:40; Deu. 12:28).

c. El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
“Resplandecer el rostro” es una figura idiomática utilizada en hebreo. El verbo que se traduce como “resplandecer” es Ohr, que literalmente significa: luz.

Lo contrario sería “esconder el rostro”. Esto fue lo que Dios hizo cuando su pueblo desobedeció (Deu. 31:16-18).
(Deu. 31:18)  Pero ciertamente esconderé mi rostro en aquel día por todo el mal que habrá hecho, pues se volverá a otros dioses.

Pero cuando su pueblo obedece, el Señor resplandece su rostro sobre ellos.
Esto es lo que clamó David:
(Salmo 27:8-11)  Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré,  oh Jehová; No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.  Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.

“Esconder el rostro” implica salirse de su presencia, y de su gracia. Por el contrario, cuando Dios “resplandece Su Rostro”, esto significa que nos lleva ante Su presencia. Implica tener una buena relación con Él, y por consiguiente contamos con su gracia y favor. 

El resultado de estar en la presencia de Dios, en el resplandor de Su Rostro, es que nosotros también comenzamos a “resplandecer”, es decir, reflejamos la luz del Señor a los demás. Esto fue lo que le sucedió a Moisés.
(Exodo 34:29) … al descender del monte, Moisés no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios.

También nosotros somos llamados a ser luz, a reflejar el resplandor de Dios en el mundo—no sólo por haber orado, sino por vivir cómo Él manda.
(Salmo 119:135)  Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos.
(Salmo 4:6)  Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? ¡Alza, oh SEÑOR, sobre nosotros la luz de tu rostro!
(Mateo 5:16)  Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

La luz es nuestra obediencia y buenas obras. De esa forma, reflejaremos al mundo quién es Dios, y lo glorificaremos.
(Salmo 67:1-2)  Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, y haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra tu camino, entre todas las naciones tu salvación.

d. Tenga de ti misericordia
En la Biblia se habla de varios tipos de “misericordia”. La que se menciona acá es en hebreo: “Janan”, que literalmente significa doblarse o inclinarse en bondad hacia un inferior. Es moverse a favor de alguien mediante una petición.  Este tipo de misericordia se conoce como “gracia”. Aunque no lo merecemos, Dios se inclina a favor de nosotros, en toda su bondad, y nos concede favor.

Nosotros no merecemos estar en Su Presencia; sin embargo, ése es el deseo del corazón del Padre. El Señor está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos de toda maldad para que podamos regresar a Su Presencia. Esa es Su gracia, Su misericordia y Su gran amor.

e. El Señor alce sobre ti su rostro
La expresión “alzar el rostro” se aplica a alguien que va a pedir un favor. Por ejemplo: cuando un súbdito se presenta ante el rey, lo hace con los ojos bajos, en señal de humildad. Pero cuando el rey atiende su causa y concede su petición, el súbdito puede levantar su vista y agradecer al rey.

Sabiendo esto, puede extrañarnos que esta expresión pueda aplicarse al Señor, al Rey de Reyes. ¿No somos nosotros quienes nos presentamos con humildad ante el Señor, esperando levantar el rostro cuando Él responda? Para entenderlo, debemos aprender otra expresión hebrea… En un sentido opuesto, encontramos la expresión de “rostro caído”, la cual se aplica a alguien que está molesto o lleno de ira. La Biblia describe a Caín con un “rostro caído” cuando el Señor no aceptó su ofrenda (Gen. 4:6). Esta misma expresión la encontramos en Jeremías:
(Jer. 3:12)  Ve y proclama estas palabras al norte, y di: "Regresa, infiel Israel"--declara el SEÑOR--, "no te miraré con ira, porque soy misericordioso"--declara el SEÑOR--; "no guardaré rencor para siempre.

Donde dice: “No te miraré con ira”, en hebreo literalmente dice: “Mi rostro no caerá”.
A causa de nuestro pecado, el Señor debería tener “Su rostro escondido” de nosotros, al igual que el “rostro caído” en señal de enojo por nuestra infidelidad. Deberías ser nosotros quienes nos presentamos ante Él con humildad, con rostro bajo.

Lamentablemente, el pueblo es lento para arrepentirse. Por eso, el Señor mismo sale a buscarnos. Como Jeremías dice, Él no tiene el rostro caído, no guardará rencor ni ira para siempre, porque es misericordioso con Su pueblo. El Señor ha alzado su rostro—no sólo en señal de que perdona a Su pueblo, sino en espera de que nosotros nos arrepintamos y regresemos a Él.

“Alzar el rostro” es el equivalente a sonreír y tener una disposición favorable.

f. Te dé paz
En el diccionario encontramos la definición de “paz” como: la ausencia de conflicto. Pero la paz bíblica va más allá que eso. Paz en hebreo es Shalom, que literalmente quiere decir: estar completo. Implica no tener necesidad de nada; es tener bienestar total e integral, en todas las áreas de la vida.  El deseo de Dios es que Su pueblo no tenga necesidad de nada y que esté en completa paz.

También implica estar en paz con Dios. Para reconciliarnos consigo, Dios envió a su Hijo para pagar el precio de nuestro pecado. Todo lo que tenemos que hacer es creer en Él, y seguirle.
(Romanos 5:1-2)  Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.


BENDICION CON EL NOMBRE
¿Cuál será el efecto que tendrá esta bendición sobre el pueblo?
(Num. 6:27)  Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.

Cuando el sacerdote proclama esta bendición sobre el pueblo, está invocando el Nombre de Jehová sobre ellos. En hebreo dice literalmente “pondrás mi Nombre” (V’Simu et Shemi) sobre los Hijos de Israel.

Poner el nombre sobre algo implica poner una señal de pertenencia. También se podría comparar con poner el apellido. Si los israelitas llevan el Nombre de Dios es porque ya son considerados de su familia, pues llevan Su Nombre. En cierta forma, el Señor los está adoptando como hijos, como ciudadanos de Su Reino. Los que son aceptados como ciudadanos del Reino tienen sus privilegios, pero también tienen la responsabilidad de comportarse como hijos del Rey.

La bendición proviene de CONOCER A DIOS—saber quién es Él, cómo es Él, de lo que es capaz, entender su carácter, confiar en sus promesas y entrar en una relación íntima, personal y profunda con Él, todo lo cual nos llevará a obedecerle y vivir como Él manda.



7 comentarios:

  1. Muchas gracias y que el Señor le bendiga, sus estudios han sido de mucha ayuda para

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  2. Hermanos en Cristo, gracias por tan maravillosa enseñanza,y que nuestro Padre Jehová El Rey de Reyes les continue bendiciendo grandemente.

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  3. Hermoso estudio, lo voy a compartir con otros hermanos, tengo una duda yo pronunció el nombre como Yahweh o Yahveh pero no Jehova, tiene algún estudio sobre el nombre de Dios?

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  4. Buena explicacion sobre todo la de shalom

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  5. Alabado sea el Señor y gracias por el estudio, el Señor te bendiga.

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  6. Gracias a Dios por la enseñanza pastor bendiciones

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  7. Queridos hnos, el Señor les bendiga en gran manera, gracias por esta enseñanza que nos sirve para alimentar nuestro espíritu, saludos 🤗

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