SALIÓ DE LA TIERRA
Jacob tuvo
que salir de la Tierra
Prometida porque su hermano lo quería
matar. Sin duda no iba contento, porque
su destino estaba amarrado a la Tierra.
Sin embargo, luego del encuentro con Dios en Betel, Jacob iba con otra
perspectiva. Llevaba consigo la
esperanza de regresar y el consuelo de no ir solo.
(Gen 29:1) Entonces Jacob siguió su camino, y fue a la tierra de los
hijos del oriente.
Esta
percepción se ve más clara en el texto hebreo. Lo que se traduce como “siguió su camino”, en hebreo literalmente dice: “elevó sus
pies”. Jacob brincó a la nueva etapa de
su vida. En lugar de deprimirse por la
incertidumbre, estaba animado y a la expectativa de lo que estaba por
venir. Tenía esperanza. ¿Acaso uno no se levanta más rápido de la
cama y camina más ligero cuando uno tiene un propósito y está animado por lo
que va a hacer en el día?
OTRA MISIÓN
Por lo demás,
Jacob iba encomendado por sus padres a Harán con otra misión: conseguir una
mujer entre la parentela.
Así como el
siervo de Abraham cuando fue a buscar mujer para Isaac, también Jacob llegó a
un pozo. Allí era el lugar donde los locales
se encontraban, mientras iban a abrevar a sus rebaños. También allí pasaban los viajeros, para suplirse
de agua.
(Gen. 29:2-3) Y miró, y vio un pozo en el campo, y he aquí, tres
rebaños de ovejas estaban echados allí junto a él, porque de aquel pozo daban
de beber a los rebaños, y la piedra sobre la boca del pozo era grande. (3)
Cuando todos los rebaños se juntaban allí, entonces rodaban la piedra de
la boca del pozo y daban de beber a las ovejas, y volvían a poner la piedra en
su lugar sobre la boca del pozo.
En los lugares
desérticos se solía tapar los pozos con rocas para evitar que la arena cayera
en el agua y lo cubriera o lo contaminara.
En la historia de Jacob, dice que la piedra era grande, y por esa razón los
pastores esperaban a que varios se reunieran para poder moverla entre varios, y
así abrevar a sus rebaños.
(Gen. 29:4-9) Y Jacob dijo a los pastores: Hermanos míos, ¿de
dónde sois? Y ellos dijeron: Somos de Harán.
(5) Entonces les dijo: ¿Conocéis
a Labán, hijo de Nacor? Y ellos respondieron: Lo conocemos. (6) Y él les dijo: ¿Se encuentra bien? Y dijeron:
Está bien; mira, su hija Raquel viene con las ovejas. (7) Y
él dijo: He aquí, aún es pleno día, no es tiempo de recoger el ganado. Dad de
beber a las ovejas, e id a apacentarlas.
(8) Pero ellos dijeron: No
podemos, hasta que se junten todos los rebaños y quiten la piedra de la boca
del pozo; entonces daremos de beber a las ovejas. (9)
Todavía estaba él hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas
de su padre, pues ella era pastora.
Antes no
habían tantos mapas, y Jacob no llevaba uno.
Pero por dentro sospechaba que ya estaba cerca de su destino. Había llegado al mismo pozo donde el siervo
de su abuelo Abraham se había encontrado con su madre Rebeca. Ahora
él se iba a encontrar con una prima, sobrina de su madre.
El nombre Raquel (heb. Rajel, רחל) literalmente
significa: oveja
El encuentro con Raquel parecía una “coincidencia”. Jacob llegó al pozo justamente cuando se
presentaba su prima Raquel. Jacob reaccionó
muy emocionado. Era evidente que la mano
de Dios estaba guiando sus pasos.
(Salmo 37:23) Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, y
el SEÑOR se deleita en su camino.
Jacob no tuvo que ir a tocar puerta a puerta buscando a
sus parientes. Simplemente los encontró en el pozo, de una forma similar al
siervo de Abraham cuando fue a buscar esposa para Isaac.
Lo que Jacob hizo a continuación, algunos lo consideran
como sobrenatural, movido por la emoción del momento.
(Gen. 29:10-11) Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de
Labán, hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, Jacob
subió y quitó la piedra de la boca del pozo, y dio de beber al rebaño de Labán,
hermano de su madre. (11) Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y
lloró.
Seguramente Raquel se sorprendió por la reacción de este
extraño—no sólo porque la besó, sino porque movió él solo la pesada
piedra. Aun más se ha de haber sorprendido
al enterarse que era su pariente.
(Gen. 29:12-14) Y Jacob hizo saber a Raquel que él era pariente de
su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió y se lo hizo saber a su
padre. (13) Y sucedió que cuando Labán oyó las noticias
de Jacob, hijo de su hermana, corrió a su encuentro, lo abrazó, lo besó y lo
trajo a su casa. Entonces él contó a Labán todas estas cosas. (14) Y
le dijo Labán: Ciertamente tú eres hueso mío y carne mía. Y Jacob se quedó con él todo un mes.
Los parientes recibieron bien a Jacob.
HOSPITALIDAD
Entre los pastores en el Medio Oriente, tenía por costumbre
recibir visitas y ser hospitalarios por tres días, aun a extraños o viajeros. Pero pasados los tres días, la cortesía
dictaba que las visitas debían seguir su camino. Si se quedaban, debían explicar y justificar la
razón de su estadía.
Jacob ya había pasado un mes con sus parientes—más del
tiempo normal de una visita. Por lo
tanto, Labán se vio obligado a preguntar a Jacob definir su situación.
(Gen. 29:15) Y Labán dijo a Jacob: ¿Acaso porque eres mi pariente
has de servirme de balde? Hazme saber cuál será tu salario.
Era evidente que Jacob no estaba siento un huésped
acomodado, sino que estaba ayudando y trabajando. Pero si él se iba a quedar por más tiempo,
tenían que definir su status laboral y familiar.
Jacob aprovechó el momento para explicar la razón de su
visita y su estadía. El no sólo buscaba
refugio, sino que también tenía la intención de buscar esposa, la cual esperaba
encontrar entre su parentela.
(Gen. 29:16-19) Labán tenía dos hijas; el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor,
Raquel. (17) Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel
era de bella figura y de hermoso parecer.
(18) Y Jacob se había enamorado
de Raquel, y dijo: Te serviré siete años por Raquel, tu hija menor. (19) Y
Labán dijo: Mejor es dártela a ti que dársela a otro hombre; quédate
conmigo.
En la antigüedad se acostumbraba dar una dote a la
familia de la novia. Pero Jacob no tenía
nada. A diferencia del siervo de
Abraham, quien llevaba obsequios, Jacob no llevaba nada más que su persona. No tenía nada que ofrecer más que su trabajo.
¿Por qué ofreció trabajar siete años? En la Biblia señala que el período de
servicio de un esclavo hebreo eran precisamente siete años.
(Exo. 21:2) Si compras un
siervo hebreo, te servirá seis años, pero al séptimo saldrá libre sin pagar
nada.
Jacob sirvió esos siete años con gusto, porque estaba
enamorado de Raquel.
(Gen. 29:20-21) Jacob, pues, sirvió siete años por Raquel, y le
parecieron unos pocos días, por el amor que le tenía. (21)
Entonces Jacob dijo a Labán: Dame
mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido para unirme a ella.
EL ENGAÑO LO
ALCANZÓ
Lo que sucedió a continuación resultó ser la paga del
pecado de Jacob. El había engañado a su
padre, y luego su suegro lo engañó a él.
(Gen. 29:22-27) Y Labán reunió a todos los hombres del lugar, e
hizo un banquete. (23) Y sucedió que al anochecer tomó a su hija Lea
y se la trajo, y Jacob se llegó
a ella. (24) Y Labán dio su sierva Zilpa a su hija Lea
como sierva. (25) Cuando fue de mañana, he aquí que era Lea. Y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que
me has hecho? ¿No fue por Raquel que te serví? ¿Por qué, pues, me has
engañado? (26) Y Labán respondió: No se acostumbra en
nuestro lugar dar a la menor antes que a la mayor. (27)
Cumple la semana nupcial
de ésta, y te daremos también la otra por el servicio que habrás de rendirme
aún otros siete años.
La boda duraba una semana. Jacob debía cumplir su semana nupcial con
Lea. Luego le daría a Raquel.
Jacob aceptó trabajar siete años más porque amaba a
Raquel.
(Gen. 29:28-30) Así lo hizo Jacob, y cumplió la semana de ella; y
él le dio a su hija Raquel por mujer.
(29) Y Labán dio su sierva Bilha
a su hija Raquel como sierva. (30) Y Jacob
se llegó también a Raquel, y amó más a Raquel que a Lea; y sirvió a Labán
durante otros siete años.
Nótese que así como Jacob había creído que su engaño era
“justificado”, también Labán se justificó.
No hubo arrepentimiento. Las
consecuencias de este engaño resultaron en un conflicto familiar que duró toda
su vida, y que trascendió a la siguiente generación. No sólo hubo conflicto entre las dos
hermanas, Raquel y Lea, sino también entre sus hijos.
HIJOS DE JACOB
En medio de las malas decisiones de los hombres, Dios
hace actos de justicia. A los ojos de
Dios, lo que le hicieron a Lea no era justo, y Él decidió bendecirla.
(Gen. 29:31) Vio el SEÑOR que Lea era aborrecida, y le concedió
hijos; pero Raquel era estéril.
1. El hijo primogénito fue RUBEN (heb. Ruven) lit. “miren un hijo”
(Gen. 29:32) Y concibió Lea y dio a luz un hijo, y le puso por
nombre Rubén, pues dijo: Por cuanto el SEÑOR ha visto mi aflicción, sin duda
ahora mi marido me amará.
2. SIMEÓN (heb. Shimon, del
verbo Shamá: escuchar) lit.
“escuchada”
(Gen. 29:33) Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por
cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este hijo. Así que le puso por nombre
Simeón.
3. LEVI (del verbo Lavá: estar unido o reunido) lit. “unido
a”
(Gen. 29:34) Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo:
Ahora esta vez mi marido se apegará a mí, porque le he dado tres hijos. Así que
le puso por nombre Leví.
4. JUDÁ (heb. Yehuda,
del verbo Yadá: lit. “usar la mano”,
lanzar, dar gracias, alabar con manos extendidas, confesar) lit. “alabado,
celebrado”
(Gen. 29:35) Concibió una vez más y dio a luz un hijo, y dijo:
Esta vez alabaré al SEÑOR; así que le puso por nombre Judá; y dejó de dar a
luz.
Los nombres de todos los hijos de Lea estaban
relacionados con la frustración que sentía por la mala relación con su esposo,
y su intento de ganarse su afecto.
muy buen estudio, pero me gustaria saber que quiere decir cuando dicen que lea tiene los ojos delicados
ResponderEliminarsegún la traducción quiere decir que eran tiernos o bonitos
EliminarNo. Quiere decir que era bizca
EliminarPodría mandarme más estudios
Eliminarsegun otra version de la biblia esto se refiere a que de una forma discreta nacia referencia a que no era tan bonita como Raquel
Eliminarporque lavan dio primero a lea era solo la costumbre de dar a la primera o tenia algo que ver el que ella era fea
ResponderEliminarmuy buen estudio, pero me gustaría saber si era solo costumbre dar a la primera hija o lo hizo por algún motivo personal (lea era fea)
ResponderEliminarEsa es una conjetura, pero no queda claro en el texto.
EliminarPorque segun las costumbres de esa epoca la mayor tenia que casarse primero que las menor. Para ellos era como una maldición o raya que se quedara la hija mayor solterona y si no era agraciada mas. Eso mismo hacen los árabes, cuando tienen hijas casaderas buscan casar la mayor primero
ResponderEliminarLa parte del engaño de Jacob dices tu q fue la paga de su pecado pero en un estudio anterior vimos que Dios no se va en contra de sus principios ¿como podría ser la paga de su pecado tener 2 esposas? La primogenitura le pertenecía a jacob xq el la compro y siendo esau el favorito de su padre no se la daria
ResponderEliminarkathe esta bastante claro, por muy justificado que esté, un pecado es un pecado, cierto que le correspondía la primogenitura y estoy casi seguro que no se la hubieran dado si no hubiera engañado a su padre, quizás si no hubiera actuado de esa manera, el resultado hubiera sido injusto, pero hubiera sido conforme al corazón de Dios. Sin embargo mintió y engaño a su padre, por mucho que lo justifiques, el pecado es pecado, otro pecado fue que tambien demostró no confiar en lo que Dios tenía para él, si la primogenitura es suya, ¿porque no confió en que Dios se la entregaría de alguna forma? Pero el prefirió actuar por su cuenta sin contar con Dios, y eso nos pasa a todos, a veces queremos forzar y manipular las cosas para hacerlas como nos conviene a nosotros, pasando por encima de Dios, porque pensamos que es justo e incluso a veces justificandonos en que es lo que Dios quiere, y esto es muy peligroso, porque manipulamos a nuestro antojo y nuestra forma de pensar lo que creemos que Dios quiere (solo tenemos que ver como consecuencia, en la actualidad la yihad) pero como dijo Jesús un arbol bueno no puede dar fruto malo (Mateo 7:18), ni un reino puede dividirse contra si mismo (Marcos 3:24) por tanto es imposible que para alcanzar los planes de Dios tengas que pecar, porque el pecado es contrario a Dios. El Fruto de su pecado fue la mentira y el engaño, ese mismo fruto volvió a él, por eso vemos como Dios usa a Labán para mandarle un Guiño a Jacob recordandolé su pecado, y no solo a él, si no a los que leemos esta historía, el engañador, fue engañado.
ResponderEliminarIntroduce tu comentario...Es lindo este estudio me podrian enviar las siguientes clases a mi correo caguirrepaz_66@hotmail.es
ResponderEliminarAmén Dios les bendiga gloria a Dios por la enseñanza
ResponderEliminarDios le bendiga.es claro que Les estaba enamorado de Jacob, no entra en ey engaño obligada por su padre, así loe demuestra poniendo nombre a sus hijos, quería i también Jacob la amara como amaba a su hermana.es claro que una semana después de Lea le dieron a Jacob a Raquel , la primera la pago por adelantado y la segunda se la dieron a crédito, no olviden que la fiesta de boda fue para Raquel , el engaño vino después. Es probable que Laban quiso matar dos pajy con una piedra, casar a Les y asegurarse un buen trabajador tan bueno que le había enriquecido .y ésto por siete años más y de gratis.Tremendo negocio!
ResponderEliminarCuando se habla de ojos delicados eran claros, y no como comúnmente se conoce, negros y brillantes. Pero esta claridad se consideraba comu un defecto.
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