viernes, 22 de agosto de 2025

NUMEROS 7. Ofrendas para la Dedicación


El capítulo 7 de Números hace un retroceso en el tiempo, al momento en que los israelitas inauguraron el Tabernáculo en el desierto, al pie del Monte Sinaí. 

(Números 7:1) Aconteció que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus utensilios, y asimismo ungido y santificado el altar y todos sus utensilios..


Los que participaron activamente en la dedicación del Tabernáculo fue la tribu de Leví, liderados por Moisés y Aarón. La ceremonia está descrita en Éxodo 40 y Levítico 9. Pero las otras tribus no se quisieron quedar atrás, y participaron con ofrendas. 

(Números 7:2) …entonces los príncipes de Israel, los jefes de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus, que estaban sobre los contados, ofrecieron.


Quienes presentaron las ofrendas en ese día fueron los líderes (príncipes) de cada tribu, los cuales ya vimos que fueron escogidos por Dios durante el censo (Num. 1:5-15). Ellos fueron los encargados de llevar la ofrenda para ese día especial de la Dedicación del Tabernáculo.


A continuación veremos exactamente lo que ofrecieron, pero antes debemos señalar que en este capítulo se mencionan dos tipos de ofrenda para ese día: 


1. Ofrenda de carros y bueyes para transporte (Num. 7:3-9)

2. Ofrenda para sacrificios especiales para el Altar (Num. 7:10-88)


1. OFRENDAS PARA TRANSPORTE

Las primeras ofrendas que trajeron las tribus para el Tabernáculo fueron de carros y bueyes. 

(Números 7:3) …y trajeron sus ofrendas delante de Jehová, seis carros cubiertos y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey, y los ofrecieron delante del tabernáculo.


Esta ofrenda no era para los sacrificios, sino para colaborar con el transporte de las piezas del Tabernáculo, cuando fuera necesario trasladarlo. Esta fue la instrucción que Dios dio para esta ofrenda:

(Números 7:4-6) Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Tómalos de ellos, y serán para el servicio del tabernáculo de reunión; y los darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio. Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y los dio a los levitas.


El pueblo de Israel estaba a punto de dejar el Monte Sinaí para irse a la Tierra Prometida. Pero la tribu de Levi no contaba con los medios para transportar todo el material del Tabernáculo que se acababa de construir. Por ello, esta ofrenda de todas las tribus sería una gran ayuda para los levitas, en el momento en que tuvieran que desarmar y transportar todas las piezas del Tabernáculo. 


Moisés recibió esta ofrenda, y asignó los carros y bueyes según la necesidad de cada familia levita. La distribución fue de la siguiente manera: 


a. La Familia de Gerson: quienes eran los encargados de cuidar y transportar: las cubiertas, las cortinas y las cuerdas (Num. 4:12-17), a ellos se les dio: 2 carros y 4 bueyes. 

(Números 7:7) Dos carros y cuatro bueyes dio a los hijos de Gersón, conforme a su ministerio.


b. La Familia de Merari: quienes estaban encargados de transportar: las tablas, barras, columnas, basas, estacas, y otros implementos (Num. 4:29-32), a ellos se les asignó: 4 carros y 8 bueyes. 

(Números 7:8) …y a los hijos de Merari dio cuatro carros y ocho bueyes, conforme a su ministerio bajo la mano de Itamar hijo del sacerdote Aarón.


c. La Familia de Coat: eran los encargados de transportar los muebles sagrados del Lugar Santo y Santísimo (Num. 4:15); pero estas piezas no podían ser transportadas en carretas, sino que debían ser cargadas sobre los hombros de los levitas. Por lo tanto, ellos no recibieron carros ni bueyes. 

(Números 7:9) Pero a los hijos de Coat no les dio, porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario.


2. OFRENDAS PARA EL ALTAR (Num. 7:10-88)

El segundo tipo de ofrenda mencionada en Números 7 era para la inauguración del Tabernáculo (descrita en Exodo 40 y Levítico 9). 


Todas las tribus habían contribuido con materiales para la construcción. Pero ahora que el Tabernáculo ya estaba terminado, se iba a necesitar ofrendas destinadas para estrenar el Altar. Todas las tribus participaron: 

(Números 7:84a) Esta fue la ofrenda que los príncipes de Israel ofrecieron para la dedicación del altar, el día en que fue ungido..


La porción de la tribu de Levi fue su servicio en el Tabernáculo, y las demás tribus presentaron una ofrenda especial que consistía de animales para ser sacrificados, además de ciertos implementos que se necesitaban para el servicio del Altar del Holocausto. 


Cada tribu ofrendó exactamente lo mismo. En resumen, esta es la lista que se repite con cada tribu: 

* un plato de plata (130 siclos de peso) lleno de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;

* un jarro de plata (70 siclos), lleno de flor de harina amasada con aceite para ofrenda;

* una cuchara de otro (10 siclos), llena de incienso;

* para holocausto: un becerro y un carnero (de un año)

* para expiación: un macho cabrío

* para ofrenda de paz: dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.


Todo este paquete de ofrendas lo presentó cada tribu, durante 12 días—una tribu por día. 

(Números 7:10-11) Y los príncipes trajeron ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido, ofreciendo los príncipes su ofrenda delante del altar. Y Jehová dijo a Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar.


Lo interesante es que la Biblia describe repetidamente lo que cada tribu presentó—aunque era exactamente lo mismo. Lo único que cambiaba cada día era la tribu y el líder que presentaba la misma ofrenda. A continuación presentamos el orden en que se organizaron las tribus para presentar su ofrenda (en el orden de su posición alrededor del Tabernáculo): 


Día 1: la tribu de Judá, bajo el liderazgo de Naason (Num. 7:12-17)

Día 2: la tribu de Isacar, bajo el liderazgo de Natanael (Num. 7:18-23)

Día 3: la tribu de Zabulón, bajo el liderazgo de Eliab (Num. 7:24-29)

Día 4: la tribu de Rubén, bajo el liderazgo de Elisur (Num. 7:30-35)

Día 5: la tribu de Simeón, bajo el liderazgo de Selumiel (Num. 7:36-41)

Día 6: la tribu de Gad, bajo el liderazgo de Eliasaf (Num. 7:42-47)

Día 7: la tribu de Efraín, bajo el liderazgo de Elisama (Num. 7:48-53)

Día 8: la tribu de Manases, bajo el liderazgo de Gamaliel (Num. 7:54-59)

Día 9: la tribu de Benjamín, bajo el liderazgo de Abidán (Num. 7:60-65)

Día 10: la tribu de Dan, bajo el liderazgo de Ahiezer (Num. 7:66-71)

Día 11: la tribu de Aser, bajo el liderazgo de Pagiel (Num. 7:72-77)

Día 12: la tribu de Neftalí, bajo el liderazgo de Ahira (Num. 7:78-83)


SUMA TOTAL DE LAS OFRENDAS

Luego de mencionar la ofrenda de cada tribu, se hace una suma total de todas las ofrendas, y éste fue el resultado: 

(Números 7:84-88) Esta fue la ofrenda que los príncipes de Israel ofrecieron para la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de oro. Cada plato de ciento treinta siclos, y cada jarro de setenta; toda la plata de la vajilla, dos mil cuatrocientos siclos, al siclo del santuario. Las doce cucharas de oro llenas de incienso, de diez siclos cada cuchara, al siclo del santuario; todo el oro de las cucharas, ciento veinte siclos. Todos los bueyes para holocausto, doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con su ofrenda, y doce los machos cabríos para expiación. Y todos los bueyes de la ofrenda de paz, veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos, y sesenta los corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar, después que fue ungido.


La Biblia se toma la molestia de describir cada ofrenda, aunque parezca repetitivo. La razón es porque se le da reconocimiento a cada tribu. Aunque son parte de un grupo colectivo, también se reconoce su individualidad. 


CAPÍTULO LARGO

Esta descripción tan exacta hace que el capítulo 7 de Números sea el segundo capítulo más largo de la Biblia, con 89 versículos. Es superado sólo por el Salmo 119, que tiene 176 versículos.


CONEXIÓN DE DIOS CON SU PUEBLO

El día de la Dedicación del Tabernáculo fue el momento en que la Presencia de Dios (heb. Shejinah) descendió desde el Cielo, en forma de fuego, que encendió el fuego del Altar, el cual nunca debía apagarse (Éxodo 40:34-38; Levítico 9:5-6,24). 


A partir de ese momento, la Presencia de Dios acompañaría a Israel en su camino hacia la Tierra Prometida. La Presencia de Dios permaneció en el Lugar Santísimo, sobre el Arca del Pacto. Desde allí hablaba Dios con Su Pueblo.

(Exodo 25:22) Allí me encontraré contigo, y de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, te hablaré acerca de todo lo que he de darte por mandamiento para los hijos de Israel.


El pueblo no podía entrar al lugar donde estaba el Arca del Pacto, pero Moisés sí. Él hablaba con Jehová, y luego le transmitía al Pueblo lo que Dios les mandaba a decir. 

(Números 7:89) Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.


Así cierra el capítulo 7 de Números, señalando lo más importante: el propósito principal del Tabernáculo es restablecer la conexión de Dios con Su Pueblo. Todo el diseño del Tabernáculo muestra espiritualmente cual es el camino de regreso a Dios. 


En el próximo episodio estudiaremos el capítulo 8…


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Más estudios de este libro: NUMEROS 



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