miércoles, 12 de septiembre de 2018

2 SAMUEL 9. Hijo de Jonatán


Al estar en paz de sus enemigos, David se acordó del Pacto que había hecho con su amigo Jonatán:
(1 Samuel 20:14-17) Y si yo viviere, harás conmigo misericordia de Jehová, para que no muera, y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David. Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.

En ese momento, David se preguntó si había algún descendiente de Saúl a quien él pudiera bendecir, como parte de su promesa a Jonatán.
(2 Samuel 9:1) Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?

La forma más fácil de averiguar era a través de un siervo de confianza de la familia de Saúl, y así lo hizo…
(2 Samuel 9:2-3) Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.

Luego de estar muchos años separado de Jonatán, era natural que David no supiera mucho de la familia de au amigo. Probablemente no había conocido a este hijo, ni sabía lo que le había pasado. Pero en el capítulo 4 (2 Samuel) se nos cuenta lo que le pasó al hijo de Jonatán:
(2 Samuel 4:4) Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.

En el trágico día en que Jonatán murió, su hijo quedó no sólo huérfano sino también lisiado. Mefi-boset quedó a cargo de la nodriza, quien hizo lo que pudo para mantenerlo. Al enterarse sobre el hijo de Jonatán, averiguó sobre su paradero.
(2 Samuel 9:4) Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar.

Cumpliendo la promesa hecha a Jonatán, David mandó a llamar a Mefi-boset.
(2 Samuel 9:5-6) Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.

Dado el antagonismo entre la Casa de Saúl y David durante años, era de esperarse que Mefi-boset se hubiera presentado con miedo ante el rey. Pero David lo calmó diciéndole que quería bendecirlo.
(2 Samuel 9:7) Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.

Después de la muerte de su padre, Mefi-boset quedó desposeído. Pero David decidió entregarle todas las propiedades que le hubieran quedado como herencia de su abuelo y su padre. No sólo eso, sino que prácticamente lo adoptó, invitándole a disfrutar de la mesa del rey, como si fuera uno de sus hijos.

Ante tal gesto de bondad, Mefi-boset se sintió abrumado.
(2 Samuel 9:8) Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

Tomando en consideración la discapacidad de Mefi-boset, David asignó a Siba, el antiguo siervo de Saúl, con la encomienda de servir al hijo de Jonatán, para cuidar sus propiedades.
(2 Samuel 9:9-12) Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor. Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos. Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey. Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset.

De esta manera, David cumplió su promesa a Jonatán de mostrar misericordia a sus hijos.
(2 Samuel 9:13) Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.


Más estudios de este libro en: 
Samuel
La clase está disponible en: Audio
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7 comentarios:

  1. Qué bella historia, se la contaré a mis chicos de la escuela bíblica mañana.

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    1. tremenfa la bondad de David tipifica a CRISTO que hermosa palabra

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  2. Que presiona palabra a tocado mi corazón y el Espíritu Santo a ministrado,, a través de ella muchas Bendiciones,,,,

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  3. Me gusta mucho éste pasaje biblico...Lo asemejo cuando Dios me llamó y me hizo sentarme a su mesa..y comer de su palabra...y aceptar le en mi ❤ desde ése día puedo sentarme a la mesa del Rey de Reyes..y comer de su palabra...Gracias mi Dios..quizás yo estaba peor que Mefiboset...espiritualmente.

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  4. gracias hnos..bella y maravillosa.palabra..donde nos muestra cuan grande bondad y amor del Rey..hacia.su projimo..asi como tambien nos hace refleccionar del maravilloso amor y bondad de Dios hacia nosotros..graciad y bendiciones de.parte del Altisimo..y eterno Hashem..Shaloom...

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  5. No solo su misericordia, nos atiende y cuida de nuestros bienes.

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  6. Dios gracias por ese día que llegaste a mí vida

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