viernes, 10 de febrero de 2023

MALAQUIAS 3:13 AL 4:6. Rebeldes vrs. Temerosos de Dios


Llegamos al final del libro de Malaquías. Hoy veremos los últimos versículos del capítulo 3 y el capítulo 4, que están temáticamente contectados... 


PALABRAS CONTRA DIOS

Al final del capítulo tres encontramos la última queja que Dios hace en contra de Su Pueblo:

(Malaquías 3:13) Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?


La palabra en hebreo para “violento” es Jazak, que también se puede traducir como: duro, fuerte.


¿Cuáles son esas palabras fuertes que el Pueblo habló en contra de Dios?

(Malaquías 3:14-15) Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? 

Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no solo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.


En otras palabras, lo que ellos están diciendo es que no sirve de nada vivir como Dios manda, porque les va mejor a los impíos. Ellos creen que los impíos hacen el mal, y aún así les va bien. 


Realmente son palabras fuertes, porque creen que Dios no hace diferencia entre los justos y los impíos. Lo impresionante es que muchas personas piensan así (aunque no lo admiten). Estoy es lo que Dios está advirtiendo a Su Pueblo, porque Él ve lo que hay en los corazones. Y esto no sólo es un problema de los tiempos de Malaquías, sino que tristemente lo vemos también en nuestros días. Muchos se preguntan: ¿Por qué los malos se salen con la suya, pero todo es difícil para los creyentes? En realidad, muchas personas dudan de la justicia de Dios. Y el peligro de esto es que, al creerlo, pierden el temor a Dios, y esto fácilmente los lleva a darse ciertas libertades, hasta el punto de abandonar a Dios y comenzar a vivir igual o peor que los impíos. 


CONTRASTE ENTRE DOS GRUPOS

En esta última sección de Malaquías, Dios marca un contraste entre dos tipos de creyentes (y no estamos comparando paganos y creyentes, sino dos tipos de personas dentro del mismo Pueblo de Dios): 

  1. Los que NO TEMEN A DIOS ni le obedecen. 
  2. Los TEMEROSOS DE DIOS, que le aman y obedecen.


El primer contraste lo vemos en Malaquías 3: 

  1. Ya vimos que los irreverentes dicen que “no aprovecha vivir como Dios manda”. 
  2. En contraste, están los temerosos de Dios, que dicen lo siguiente: 

(Malaquías 3:16-17) Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. 


Todas nuestras acciones van a ser escritas en libros en el Cielo, y la Biblia dice que en el Día del Juicio estos libros van a ser abiertos (Dan. 7:10, Apoc. 20:11-15), y seremos juzgados: 

(Apocalipsis 20:12) Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

Dios toma en cuenta a los que le sirven y le obedecen, y ellos serán recompensados.


Esto no quiere decir que Dios espera que “seamos perfectos”, porque nadie puede serlo. Pero lo que Dios espera es que si fallamos, nos arrepintamos. Esto implica: reconocer el pecado, pedir perdón, y rectificar. Si uno se arrepiente, el pecado es perdonado. Pero, si no hay arrepentimiento, en el Día del Juicio cada uno tendrá que pagar por sus acciones. 


En el Día del Juicio, se van a abrir los libros en el Cielo, y Malaquías dice que se hará evidente la distinción entre el justo y el malo. 

(Malaquías 3:18) Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.


DISTINGUIR ENTRE EL BIEN Y EL MAL

El gran problema, no sólo en tiempos de Malaquías sino en todos los tiempos, es que el Pueblo de Dios no sabe distinguir entre el bien y el mal. Y esto es lo que advierte el profeta Isaías: 

(Isaías 5:20-21) ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!


Tristemente, el pueblo de Dios se ha alejado tanto de la Palabra de Dios, que ya no saben qué es bueno o malo. Se dejan llevar por la corriente del mundo, aceptando todo tipo de cosa que es aborrecible a Dios. 


Unos versículos más adelante, Isaías dice lo que pasará con los desechen la Verdad:

(Isaías 5:24) Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. 


Tanto el rastrojo como la paja es el residuo que queda de una cosecha. Es la basura que ya no sirve, y por eso lo queman. El profeta compara esto con los que desechan la ley de Dios, porque sus vidas no dan fruto, sino sólo queda paja. Y en el fuego de la prueba final, la paja se quemará y no quedará nada más que cenizas.


Menciono esta referencia en Isaías, porque esto es lo mismo que habla Malaquías:

(Malaquías 4:1) Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.


Esta descripción nos recuerda al “Fuego Purificador” que estudiamos en el capítulo 3. El Señor vendrá como fuego que quema la paja; pero los que han invertido en  la riqueza espiritual (figurado con oro, plata y piedras preciosas), el fuego no los dañará sino que los purificará aún más.


Veamos ahora lo que dice el siguiente versículo sobre los que temerosos de Dios: 

(Malaquías 4:2-3) Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.


Analicemos algunos detalles de estos versículos, ya que son figuras idiomáticas, y hay que explicarlas para entender el mensaje que quieren transmitir:


* La imagen del “Sol de justicia” es muy descriptiva: el SOL trae luz, pero también puede quemar. De igual manera, la justicia de Dios va a traer luz al mundo al crear orden; pero en el proceso, quemará lo malo.


* También dice que: “En sus ALAS traerá salvación”

La palabra que se traduce como “alas” en hebreo es: Kanaf, que también significa: borde, esquina, o extremo. En la Biblia, esta palabra se usa en referencia al borde del manto de oración que usan los judíos. 


En Números, Dios instruyó que su Pueblo pusiera algo distintivo en el borde de su ropa, y explica lo que representa:

(Números 15:38-40) Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios.


Estas franjas en el borde del manto se conocen en hebreo como Tzitzit. Son una especie de flecos que sirven para recordar que debemos cumplir los mandamientos. 


Otra referencia del “Kanaf en la Biblia está en Zacarías: 

(Zacarías 8:23) …En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.


La profecía dice que los gentiles tomarán el manto de un judío, y ese judío es: Yeshua (Jesús), y menciona el manto como señal de la disposición a guardar los mandamientos.


* Otra imagen simbólica en Malaquías 4:2, es donde dice: “saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”. 


Cuando los ganaderos ven venir una tormenta, ellos guardan a los animales en el establo para protegerlos. Y cuando pasa la tormenta, les abren las puertas del establo, y los becerros suelen salir brincando de la felicidad, porque les gusta el campo. De forma similar, los justos van a saltar de la felicidad cuando el tiempo de la prueba termine, y finalmente venga Jesús, el Sol de Justicia. 


* La última analogía es la frase que dice: “los rebeldes serán como ceniza debajo de los pies de los justos”. 

En tiempos antiguos, cuando una siembra no daba buen fruto, los granjeros la quemaban para sembrar algo nuevo. Esto es lo que va a suceder al final, y Juan el Bautista habló de esto: 

(Mateo 3:10-12) …el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.


DOS TESTIGOS: MOISÉS Y ELÍAS

Regresando a Malaquías… los siguientes versículos mencionan a dos personajes bíblicos: 

(Malaquías 4:4-5)  Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.


a. MOISES: representa a la Ley, la instrucción de Dios, y 

b. ELIAS representa la palabra profética. 


Algunos creen que Elías y Moisés serán los dos testigos que vendrán a hacer un llamado al arrepentimiento justo antes que venga Jesús:

(Apocalipsis 11:3,6) Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio…Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.


Se cree que son Elías y Moisés por los milagros que harán:

  • Cerrarán el cielo y no lloverá, como lo hizo Elías;
  • Convertirán el agua en sangre, como lo hizo Moisés. 


Tanto la ley como la profecía preparan el terreno para la venida del Mesías. Jesús va a venir al mundo para establecer Su Reino. La pregunta es: ¿Vas a unirte a Él, o te rebelarás en contra de El?


PADRES E HIJOS, REBELDES O JUSTOS

Ahora vayamos al mensaje final de Malaquías, que dice: 

(Malaquías 4:6) Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.


La interpretación más común de este versículo es que se dará una reconciliación entre generaciones, entre padres e hijos. Pero quiero que consideremos otra interpretación, que e apega más al contexto, y se refleja en la traducción de este texto en el Evangelio de Lucas:

(Lucas 1:16-17) Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 


Este es el mensaje que dio el Angel Gabriel sobre Juan el Bautista, tal como lo dijo el Angel Gabriel. El propósito de Juan era llamar al arrepentimiento. Esto sucedió en la primera venida de Jesús…y lo mismo sucederá en Su segunda venida. El llamado es para que los hijos de Israel se vuelvan al Padre Celestial. Es un llamado para que los rebeldes se arrepientan y vuelvan a la justicia de Dios. 


Y con esto llegamos al final del libro de Malaquías…


400 AÑOS DE SILENCIO

Este es el último libro del “Antiguo Testamento”. Y un detalle interesante es que, después de Malaquías, ya no volvió a surgir un nuevo profeta por 400 años…hasta Juan el Bautista. 


Es como si Dios se hubiera cansado de repetir lo mismo. Y después de 400 años, apareció Juan, preparando el camino al Señor. El mensaje era el mismo: ¡Volveos al Buen Camino! Y este es el mismo mensaje que vuelve a resonar hoy, llamándonos a volver al Buen Camino, antes que venga el Día del Señor. 


Cerramos así el estudio de Malaquías, esperando que haya sido de edificación.

Gracias por acompañarnos.

Bendiciones a todos.


***


> Listado de capítulos del estudio: MALAQUIAS 
> VIDEO @ YouTube: Playlist de Malaquías 
> AUDIO. Enlaces a: MALAQUIAS en audio


martes, 31 de enero de 2023

MALAQUIAS 3:7-12. ¿Robará el hombre a Dios? (Diezmo)

En este episodio estudiaremos Malaquías 3:7-12. Ya leímos el versículo 7 en el episodio anterior, pero quiero volver a repasarlo, porque está conectado con el mensaje de hoy. Y dice: 

(Malaquías 3:7a) Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis…


La queja del Señor a lo largo del libro de Malaquías es que Su pueblo se ha apartado del orden de Dios. Esto es algo que se ha repetido a lo largo de la historia, y creo que podríamos decir lo mismo de hoy. En la misericordia de Dios, Él no se da por vencido, y hace un llamado a Su Pueblo: 

(Malaquías 3:7b) …Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?


Dios llama a Su pueblo a volver a Él; los llama a arrepentirse de algo…pero el pueblo no sabe a qué se refiere. En el siguiente versículo, Dios señala cuál es la falta:

(Malaquías 3:8) ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.


ROBAR implica que alguien toma lo que no le pertenece. Bajo ese entendido vemos que Dios considera que el diezmo es de Él; por ende, cuando el pueblo se lo queda, eso equivale a robarl a Dios.


Este pecado es tan serio que las consecuencias son fuertes, tal como vemos en el siguiente versículo: 

(Malaquías 3:9) Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.


Aclaremos acá que no es que Dios los esté maldiciendo, sino que el Señor simplemente les hace ver que sus acciones han traído maldición sobre sus vidas. La Biblia es clara al decir que: la bendición viene por la obediencia, y la maldición viene por la desobediencia. 

(Deuteronomio 28:1-2) Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.


Ahora leamos lo que dice el versículo 15 sobre la maldición: 

(Deuteronomio 28:15) Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.


La bendición o la maldición no es un deseo, sino que es la consecuencia de las acciones propias. Es algo que uno mismo escoge. Es una elección. 

(Deuteronomio 30:19) Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia. 


Dios quiere que escojamos la bendición y la vida; pero no nos va a obligar, sino que nos da la libertad de escoger, con las consecuencias correspondientes. 


En tiempos de Malaquías, el pueblo de Dios escogió la maldición al robar el diezmo. Pero Dios les dice que no tiene que ser así. En el siguiente versículo, el Señor reta a Su Pueblo para que pongan a prueba este principio:

(Malaquías 3:10) Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 


El alfolí era un depósito donde se guardaban los granos que el pueblo daba como diezmo u ofrendas. Esto daba de comer a los levitas que servían a Dios. El reto es que hagan la prueba si el Señor mandará bendición si obedecen. Y parte de la bendición es que la maldición huirá.

(Malaquías 3:11) Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.


Este es el deseo de Dios para Su Pueblo. El Señor quiere bendecirnos. Y si el Pueblo de Dios es bendecido, ellos servirán de testimonio al mundo para atraerlos a Dios. 


DIEZMO

Vayamos ahora a la Torá para ver cuáles son las instrucciones sobre el diezmo:

(Deuteronomio 14:22) Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.


“Indefectiblemente” quiere decir: sin falta, que no pude dejar de hacerse. 

En hebreo dice literalmente: “diezma diezmarás”. El verbo se repite dos veces; y cuando esto sucede en la Biblia, quiere decir que es algo firme y determinante (como cuando Jesús decía: “De cierto, de cierto les digo…”).


Por definición, el “DIEZMO” es la décima parte ó 10% de algo. 

En tiempos bíblicos, la producción era principalmente agrícola. Por eso, la Biblia habla de dar el diezmo de las cosechas y del ganado. 

(Levítico 27:30) Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. 

(Levítico 27:32-33) Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará…


Esta expresión: “lo que pasa bajo la vara” se refiere al conteo del ganado. Cuando lo contaban, ponían a los animales en fila, y al décimo le pintaban una marca, porque ése sería entregado como diezmo. 


ASIGNADO A LOS LEVITAS

Luego de apartar el diezmo de la producción, tanto de cosecha como de animales, ¿qué debían hacer con ello? La respuesta la encontramos en Números…

(Números 18:21) Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión. 


El diezmo es para Dios, pero Él decidió asignar esa porción para los levitas (Números 18:20). La tribu de Levi no recibió territorio para cultivar ni para heredar a sus hijos. Sólo les fueron asignadas ciudades levitas donde habitar. Ellos fueron apartados por Dios para servir en el Templo; pero también servían como jueces y como maestros de la Torá. Su trabajo es espiritual y social, pero no produce renta; por lo tanto, el Señor les asignó los diezmos como recompensa. 


Esta era una fórmula de bendición doble, porque el pueblo era bendecido por la ministración de los levitas, y los levitas eran bendecidos por la prosperidad del resto del pueblo. Todos ganaban en este plan de Dios. 


TIPOS DE DIEZMO

Ahora hablemos de los tipos de diezmo en la Biblia, pues hay dos. El primer diezmo es el que la mayoría conoce, pero hay un segundo que creo que les va a sorprender.

  1. PRIMER DIEZMO (heb. Maaser Rishon)
  2. SEGUNDO DIEZMO (heb. Maaser Sheni)


1. PRIMER DIEZMO (heb. Maaser Rishon)

El primer diezmo es el básico que ya mencionamos: 10% de la producción, tanto de las cosechas como del ganado. Este diezmo se llevaba a Jerusalén para las tres fiestas de peregrinación: 

(Deuteronomio 16:16-17) Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.


Las fiestas bíblicas están relacionadas con las diferentes cosechas en Israel; por lo tanto:

  1. para PASCUA (o Panes Sin Levadura), en primavera: se debía llevar el diezmo de la cebada.
  2. para SEMANAS (o Pentecostes), en verano: debían presentar el diezmo del trigo. 
  3. para TABERNACULOS, en otoño: se llevaba el diezmo de los frutos (como uvas, granadas, higos, etc.)


2. SEGUNDO DIEZMO (heb. Maaser Sheni)

El segundo diezmo tiene la peculiaridad que no se entrega a los levitas, sino que se aparta para disfrutarlo en familia en un lugar especial.

(Deuteronomio 14:23) Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.


Este diezmo se aparta para comerlo en Jerusalén, que es el lugar donde Dios puso Su Nombre (1 Reyes 11:36; 1 Reyes 14:21; 2 Crónicas 12:13). Cuando los israelitas iban a Jerusalén para las fiestas, ellos llevarían el 10% de su producción para celebrar con sus familias. Dios considera esto tan importante, que Él da la instrucción de apartar el 10% para hacer posible esta peregrinación. 


Además de celebrar en familia, también debían invitar a los levitas, pues ellos se dedicaban a Dios, y por ello no contaban con bienes para esto.

(Deuteronomio 14:27) Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones;  porque no tiene parte ni heredad contigo. 


CAMBIARLO POR DINERO

Algo interesante es que la Ley contempla que la gente podría tener dificultad para transportar el producto de este diezmo. Si las personas vivían lejos de Jerusalén, seguramente se les haría muy difícil viajar cargando el trigo, el vino, las frutas, los animales, etc. Pero la Biblia presenta la solución a este problema: 

(Deuteronomio 14:24-26) Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.


Leyendo esto, pienso que nadie tiene excusa para no ir a Jerusalén, por lo menos una vez al año, ¿o una vez en la vida, tal vez? Es una invitación a “ir a casa”. Jerusalén es el lugar donde Dios puso Su Nombre, y será la capital del Reino de Dios, cuando venga el Mesías a reinar sobre toda la Tierra. 


DIVISIÓN EN 6 AÑOS

Otro aspecto importante de este diezmo es que: en ciertos años se aparta este diezmo para bendecir a los más necesitados entre el pueblo.

(Deuteronomio 14:28-29) Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.


Este segundo diezmo sigue el patrón del Shemita (con un ciclo de 7 años). En los años 1 & 2, la familia va Jerusalén a celebrar usando este diezmo, pero en el año 3, este diezmo se comparte localmente con los más necesitados. El patrón se repite luego, en los años 4, 5 y 6. Y el año séptimo no hay diezmo porque es año sabático.



JESUS Y EL DIEZMO

¿Qué dijo Jesús sobre el diezmo? El Señor no contradijo nada sobre el diezmo, sino que lo afirmó. En un argumento con los religiosos, Él dijo lo siguiente:

(Mateo 23:23) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. 


Con esto, Jesús confirma que es necesario diezmar, como parte de lo que Dios ha mandado…y aún hay mucho más.


***


Todavía faltan unos versículos para terminar el capítulo 3, pero los dejaré para unirlos con el capítulo 4, ya que están conectados temáticamente…


***


> Listado de capítulos del estudio: MALAQUIAS 
> VIDEO @ YouTube: Playlist de Malaquías 
> AUDIO. Enlaces a: MALAQUIAS en audio

sábado, 21 de enero de 2023

MALAQUIAS 3:1-7. El Mensajero y el Fuego Purificador

Hoy estudiaremos la primera parte del capítulo 3 de Malaquías:  

MENSAJERO
El texto comienza hablando de un MENSAJERO (heb. Malaji).
(Malaquías 3:1) He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí, y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Aquí habla de dos personas: 
  1. Primero, habla de un MENSAJERO, quien prepara el camino al segundo. 
  1. Luego, habla del SEÑOR (heb. HaAdon), que vendrá de repente a Su Templo. Este es el MESIAS, es decir, Jesús (heb. Yeshua). 

PREPARAR EL CAMINO
Ahora veamos qué implica la frase: “preparar el camino delante del Señor”…
Esta es una figura alegórica, en la que la imagen natural revela el significado espiritual:

En tiempos antiguos, los caminos y las calzadas no eran de asfalto, sino de terracería. Con el paso de caravanas y con la erosión por la lluvia y el viento, los caminos de tierra acababan deteriorados después de un tiempo. Pero cuando un pueblo tenía programada la visita del rey, ellos se organizaba para arreglar los caminos aledaños, quitando los obstáculos, para que el rey pudiera llegar sin mayor dificultad. Si en el camino había hoyos, los rellenaban; si habían montículos, los aplanaban. 

Hay una profecía paralela en Isaías, que también habla de un mensajero que prepara el camino al Señor:  
(Isaías 40:3-5) Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.

Veamos lo que representan las figuras en la analogía: 
  1. El CAMINO representa la forma en que la gente vive. Un CAMINO TORCIDO es cuando se apartan del camino y no viven como Dios manda. La tarea del mensajero es llamarlos al arrepentimiento para que regresen al Buen Camino. 
  1. Los MONTES representan algo alzado, es decir, altivez, arrogancia, orgullo. Y el mensajero llama a la humildad delante de Dios. 
  1. Los VALLES u hoyos representan algo que está hundido. Puede representar a alguien vacío o vanidoso; pero también alguien que se siente condenado o deprimido. El mensajero lo llama a levantarse y salir de ese hoyo. 

Entendiendo esto, podemos ver que la tarea del MENSAJERO es preparar al pueblo de Dios para recibir al Mesías. Y la forma en que los prepara es llamándolos al arrepentimiento, para que enderecen sus vidas, antes que el Señor venga. 

DOBLE CUMPLIMIENTO 
Sabemos que la VENIDA DE JESÚS va a tener un doble cumplimiento: 
  1. En su PRIMERA VENIDA, Jesús vino como el Cordero de Dios, quien murió en la cruz para el perdón de nuestros pecados. Quien crea en Él, será salvo. 
  1. En su SEGUNDA VENIDA, Jesús vendrá como juez y tomará el lugar que le pertenece como Rey del mundo.

En ambas ocasiones, le antecede un MENSAJERO que prepara Su Venida. 
En su Segunda Venida, estamos por ver cómo se cumplirá esta profecía. Pero tal vez podemos darnos una idea basados en lo que sucedió en la primera venida, y aprender del mensajero que vino a preparar el camino… 

JUAN BAUTISTA: EL MENSAJERO
No tenemos que adivinar quién es el mensajero, porque Jesús mismo lo identificó (Luc. 7:24-30; Mat. 11:7-11). El Señor dijo que Juan el Bautista era ese mensajero, y lo hizo citando a Malaquías: 
(Lucas 7:27-28) Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. 

QUIEN ES JUAN EL BAUTISTA
¿Quién era Juan el Bautista? Él era un “hijo milagro”, que nació cuando sus padres eran ancianos. Su padre era el sacerdote Zacarías, y mientras él servía en el Templo, el ángel Gabriel se le apareció para anunciarle el nacimiento de su hijo. También le reveló el propósito especial que tendría Juan: 
(Lucas 1:16-17) Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 

Cuando Juan nació, Zacarías su padre profetizó diciendo:
(Lucas 1:76-77) Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados. 

Tan milagroso había sido este nacimiento, que todos estaban pendientes de lo que pasaría con Juan. Él estaba destinado a servir en el Templo, como su padre, pero, para sorpresa de todos, el joven de apartó de la sociedad. 
(Lucas 1:80) Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.

Juan nunca sirvió como sacerdote en el Templo, sino que buscó a Dios en el desierto. Algunos creen que él se unió a la secta de los esenios, que es su mayoría eran levitas que se habían salido del sistema religioso, porque en ese tiempo había mucha corrupción (al punto que el puesto del sumo sacerdote se vendía al mejor postor). 

JESÚS HABLA DE JUAN
Ahora quiero que vayamos a Lucas 7, donde Jesús habla sobre Juan. Leamos de corrido el párrafo, y luego comentaré punto por punto:
(Lucas 7:24-26) …comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están. Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
  1. Salieron a verlo al desierto”. Juan no fue a Jerusalén a llevar su mensaje, sino que la gente salió al desierto para oírlo. Aunque el mensaje era confrontativo, la gente lo buscaba y se arrepentían.
  1. Juan no era una caña sacudida por el viento”. Juan no se dejaba llevar ni influenciar por la corriente del mundo ni por la opinión de los hombres. Habló la verdad con claridad, sin tapujos, tal como le mandó Dios.
  1. Juan no estaba cubierto de vestiduras delicadas”. Como descendiente de sacerdote, Juan pudo vestirse de lujo y rodearse de gente poderosa; pero él dejó su vida de gloria y lujo para vivir con la mayor simpleza en el desierto. La Biblia dice que Juan se vestía con piel de camello, igual que lo hizo el profeta Elías. 
  1. El es más que un profeta”. Juan era mayor que un profeta porque él era el MENSAJERO de quien habían profetizado Malaquías e Isaías. Él es quien Dios escogió para preparar la primera venida de Jesús. 

FUNCIÓN DEL MENSAJERO
Cuando llegó su tiempo, Juan salió a hablar el mensaje que Dios le dio, que era llamar al arrepentimiento. Este mensaje no era para los paganos del mundo sino para el pueblo de Dios, que necesitaban corregir su camino. 
Curiosamente no fue la gente religiosa quien respondió…
(Lucas 7:29-30) Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.

El bautismo de Juan no es de alguien que se convierte por primera vez, sino de alguien que ya es creyente, pero reconoce que se ha desviado y se arrepiente. La gente religiosa creía que estaba bien, pero eran hipócritas (como lo dijo Jesús). Lucas dice que “desecharon los designios de Dios”, y así perdieron su propósito divino. Estaban tan cegados que no reconocieron al Mesías, aunque lo tenían delante de sus ojos. Por el contrario, los que fueron bautizados por Juan, se arrepintieron, y muchos de ellos se convirtieron en discípulos de Jesús. 

MENSAJERO DE LA 2a VENIDA
¿Qué nos revela esto sobre el mensajero en la Segunda venida?
El mensajero probablemente será alguien que se saldrá del sistema religioso, y que llamará a regresar a la verdad pura, sin la contaminación de las doctrinas de los hombres. Hará el llamado a salir de Babilonia. Cuando llegue ese momento, debemos tener cuidado de no ser como los fariseos, cuya religiosidad los cegó, y no pudieron reconocer al mensajero, ni atender a su mensaje, ni aún reconocer al Mesías.

Algunos dicen que el mensajero pueden ser varias personas, y no sólo una. No lo sabemos exactamente. Al final, lo importante no es tanto el mensajero sino EL MENSAJE, que es un llamado a rectificar.  

COMO FUEGO PURIFICADOR
Regresemos a Malaquías 3, porque allí habla que el Mesías llegará después del mensajero, y dice que Él vendrá a hacer una limpieza profunda: 
(Malaquías 3:2) ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores

La imagen del jabón la entendemos muy bien, porque lo usamos a diario. Pero, tal vez es necesario explicar cómo funciona el fuego para purificar:  El “fuego purificador” se refiere al fuego intenso que se necesita para limpiar el oro y la plata. Estos metales preciosos pueden tener impurezas llamadas “escorias”, y la única forma de sacarlas es someter al oro y la plata a temperaturas extremadamente altas que derriten el metal. Cuando llega al estado líquido, la escoria sale a la superficie, y así se puede extraer fácilmente el oro/plata puro. 

En forma alegórica, el fuego purificador se refiere a las pruebas a las que será sometido el Pueblo de Dios en el tiempo de la venida del Señor. Será algo tan intenso, que provocará que salga a la superficie todo lo malo que podamos tener adentro. Esto permitirá darnos la última pulida.

Pablo habla de esto en 1 Corintios 3. Él dice que el fundamento lo pone Jesús, pero somos los creyentes quienes edificamos sobre ello.
(1 Corintios 3:10-12) …pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta…

Debemos preguntarnos: ¿Qué he puesto sobre el fundamento de la salvación que Jesús nos dio? Pablo dice que el fuego de las pruebas revelará lo que cada uno edificó:
(1 Corintios 3:13-15) la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Si un creyente no ha transformado su vida luego de ser salvo, sólo quedarán las cenizas de la paja. Pero si uno ha ido invirtiendo en tesoros espirituales, transformando la vida a la imagen de Jesús, entonces el fuego sólo vendrá a pulir el oro y la plata. Este es el fuego purificador del que habla Malaquías. 

VENDRÁ PARA JUICIO
Muchos creyentes creen que Dios no los juzgará porque son sus hijos, pero el Señor dice que Él no pasará por alto el mal, y da algunos ejemplos: 
(Malaquías 3:5) Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

Aquí le está hablando a los del pueblo de Dios que cometen estas injusticias; y el Señor dice que no permanecerá indiferente ante esto. Es más, Malaquías dice que la limpieza comenzará por los levitas, porque son los líderes espirituales. 
(Malaquías 3:3) Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. 

LLAMADO A VOLVER
El llamado del Mensajero es un llamado al arrepentimiento. En hebreo la palabra para arrepentimiento es: Teshuva, que significa: regresar, retornar, volver.
 
A veces nos desviamos del Buen Camino, sin darnos cuenta, porque desconocemos la ley de Dios y su perfecta voluntad. Este es el mensaje de los versículos con los que cerraremos este episodio: 
(Malaquías 3:7) Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos…

Cada persona debe tomar la decisión de regresar a Dios. Y cuando tú regresas, Dios te recibe con los brazos abiertos, como el padre del hijo pródigo. 
En la próxima entrada, estudiaremos la segunda parte del capítulo tres de Malaquías.

***


> Listado de capítulos del estudio: MALAQUIAS 
> VIDEO @ YouTube: Playlist de Malaquías 
> AUDIO. Enlaces a: MALAQUIAS en audio