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miércoles, 16 de septiembre de 2015

DEVARIM 22:1-12. Leyes Sociales


El capítulo 22 de Devarim (Deuteronomio) cubre una variedad de leyes sociales… 

PERTENENCIA PERDIDA
La Biblia enseña lo que se debe hacer cuando uno encuentra algo que se le perdió a otra persona.  Comienza hablando del caso de animales extraviados, pero luego aclara que el principio aplica a cualquier cosa perdida (22:3). 

¿Puede quedarse uno con algo que encontremos en la calle?  La Torá responde…
(Deu. 22:1) Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano. 

La Biblia claramente señala que no debemos apropiarnos de lo que no es nuestro.  No sólo debemos devolverlo, sino que debemos cuidarlo hasta que lo pongamos en manos del dueño.

Pero, ¿qué pasa si encontramos algo perdido pero no sabemos a quién pertenece?  La Biblia explica a continuación lo que debemos hacer…
(Deu. 22:2-3)  Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.  Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda. 

La acción de guardar y devolver las pertenencias perdidas de otros se clasifica como ayuda al prójimo.  La Torá instruye que no quedemos de brazos cruzados cuando vemos que el prójimo necesita nuestra ayuda…
(Deu. 22:4)  Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo. 

Este principio fue el que hizo referencia Jesús…
(Lucas 14:3-5)  Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, les habló diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no?  Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo de la mano, lo sanó y lo despidió.  Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey en un hoyo en día de reposo, y no lo saca inmediatamente?

LA REGLA DE ORO
¿A quién no le gustaría que le  guarden lo que ha perdido y que le ayuden cuando lo necesita?  Seguramente a todos.  El principio bíblico de ayuda mutua está relacionado con lo que se conoce como la “Regla de Oro”:
(Mateo 7:12)  Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

En Éxodo vemos que esta ayuda no sólo aplica a los vecinos que son amigos, sino aún a los enemigos…
(Éxodo 23:4-5) Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.  Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.

El mejor ejemplo de este principio es la Parábola del Buen Samaritano.  Les invito a leerla en Lucas 10:30-37.

VESTIDO DE HOMBRE Y MUJER
La Biblia es clara al decir que al pueblo de Dios no les es permitido pretender ser de otro sexo más que el que Dios les dio.  Un hombre no debe pretender ser mujer, ni a una mujer le es permito pasar por hombre—ni aún vestirse como tal.
(Deu. 22:5)  No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace. 

NIDOS DE AVE
Uno de los mandamientos más tiernos de la Biblia es el referente a los nidos de aves…
(Deu. 22:6-7)  Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la madre con los hijos.  Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días. 

La Biblia contempla que las personas van a desear comer huevos o pollo.  Eso está permitido, pero al hacerlo se debe tener consideración a la madre de los pollitos.  Primero debe alejarse al ave madre del nido para evitar que presencie la pérdida de sus pequeños. 

Hay otro mandamiento similar entre las leyes de los sacrificios.
(Levítico 22:26-28) Y habló Jehová a Moisés, diciendo: El becerro o el cordero o la cabra, cuando naciere, siete días estará mamando de su madre; mas desde el octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio encendido a Jehová.  Y sea vaca u oveja, no degollaréis en un mismo día a ella y a su hijo.

Si podemos sacar un principio de esto es: tener consideración y cuidado de los animales.
(Proverbios 12:10)  El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.

COMO PRECAUCIÓN
Parte del principio de cuidar, está reflejado también en la siguiente ley:
(Deu 22:8)  Cuando edifiques casa nueva, le harás un muro a tu azotea, para que no traigas culpa de sangre sobre tu casa si alguno se cayera de ella.

La Torá nos enseña que debemos tener cuidado de poner barandas en las azoteas de las casas o edificios como precaución, para evitar que alguien caiga y se lastime o muera.  Este principio aplica también a otros lugares que pueden representar un peligro, tal como pozos (Exo. 21:33-34).

PRINCIPIO DE NO MEZCLAR
Otro principio importante que surge en este capítulo es: No mezclar cosas diferentes.  El texto da unos ejemplos de lo que cosas que la gente mezcla, pero no lo debería hacer, tal como sembrados, arado y materiales para la ropa.
(Deu. 22:9-11)  No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña. No ararás con buey y con asno juntamente. No vestirás ropa de lana y lino juntamente. 

El principio de estos mandamientos es no mezclar cosas que son intrínsecamente diferentes.
(Levítico 19:19) Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos.

Pablo también habla de este principio…
(2 Cor. 6:14-16) No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?  ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?  ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 

FLECOS EN EL MANTO
La Torá instruye poner unos flecos (heb. Guedil, también hilo o cordón) en las puntas (Kanaf, lit. alas) del manto o abrigo. 
(Deu. 22:12)  Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras. 

Posiblemente está relacionado con los flecos (heb. Tzitzit) que se colocan en la ropa (heb. Begued), que se mencionan en Números.
(Num. 15:38-39)  Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul.  Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del SEÑOR, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido.

Los flecos sirven como recordatorio para guardar los mandamientos de Dios.


*  Más lecciones de Deuteronomio: DEVARIM (Deut.)
*  Clase de Biblia en audio: DEVARIM AUDIO


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