DEVARIM 21:1-9. POR LA SANGRE DERRAMADA
Como ya vimos con anterioridad, el homicidio se
considera como un crimen muy serio en la Biblia (Deu. 19:10; Exo. 21:12,14), y
las consecuencias lo son también. Cuando una persona mata a otra,
el homicida debe pagar con su vida por el crimen cometido y la sangre inocente
derramada. Este principio está plasmado a lo largo de la Biblia, desde el
principio hasta el final (Apoc. 6:9-10)…
(Génesis 9:6) El que
derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a
imagen de Dios es hecho el hombre.
En Números explica el efecto que tiene cuando se derrama sangre inocente…
(Num. 35:33-34) Y no
contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la
tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella,
sino por la sangre del que la derramó. No contaminéis, pues, la tierra donde
habitáis, en medio de la cual yo habito; porque yo Jehová habito en medio de
los hijos de Israel.
La sangre inocente que ha sido derramada debe ser ajusticiada; el homicida debe pagar con su vida. Pero, ¿qué pasa si no se puede hacer justicia dado que no se sabe quién fue el homicida? Este es el caso que se explica en Devarim 21…
HOMICIDA DESCONOCIDO
En el caso que una persona aparezca muerta,
pero no se puede hacer justicia dado que no se sabe quién fue el asesino, ¿Qué
debe hacerse para descontaminar la tierra? Aquí explica el proceso…
(Deu. 21:1-4) Si en la
tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuere hallado alguien
muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató, entonces tus
ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que
están alrededor del muerto. Y los ancianos de la ciudad más cercana al lugar
donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya
trabajado, que no haya llevado yugo; y los ancianos de aquella ciudad traerán
la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y
quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle.
El sacrificio de la becerra cubrirá la sangre
derramada, para evitar que el territorio se contamine.
(Deu. 21:6-9) Y todos los ancianos de la ciudad
más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la
becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; y protestarán y dirán: Nuestras
manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto.
Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de
sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando
hicieres lo que es recto ante los ojos de Jehová.
DEVARIM 21:22-23. COLGADO EN UN MADERO
El último tema del capítulo 21 de Devarim
(Deuteronomio) habla de colgar un cuerpo en un madero. Esto no se refiere
a una forma de ejecución, ya que en Israel no se usaba la cruz o la horca como
pena de muerte (tal como lo hacían los romanos). Sin embargo, sí se
contemplaba que el cuerpo fuera colgado en alto (en un madero) como una forma
de disuadir al público, mostrando lo que le sucederá a un criminal en la
Tierra.
(Deu. 21:22-23) Si alguno
hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo
colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el
madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el
colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
Aún así, el cadáver debía ser tratado con
dignidad. Sólo podía permanecer colgado por unas horas, y luego debía ser
enterrado por respeto y dignidad. La costumbre de otras naciones era
dejar los cuerpos de los enemigos empalados o colgados, hasta que se descompusieren
o se los comieran las aves rapaces.
Pablo hace una referencia a este mandamiento:
(Gálatas 3:13) Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito
todo el que es colgado en un madero).
Todos hemos pecado, y por ello merecíamos la
muerte. Pero Jesús, el único Justo y perfecto, murió en la cruz y se hizo
maldición en el madero para justificar a todo aquel que crea en El.
(1 Pedro 2:24) quien llevó él mismo nuestros
pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los
pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
En la próxima entrada estudiaremos los temas
faltantes del capítulo 21: La herencia al hijo primogénito y el hijo rebelde...
El tema de la Mujer Cautiva (Deu. 21:10-14) ya
fue cubierto en el estudio: capítulo
20: Leyes de la Guerra
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