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sábado, 4 de enero de 2014

GENESIS 42: Años de Escasez



Tal como Dios le reveló a Faraón a través de sus sueños, después de los siete años de abundancia vino la escasez.  Pero gracias a la buena administración de José, Egipto estaba preparado para enfrentarlo.
(Gen. 41:53-57)  Cuando pasaron los siete años de abundancia que había habido en la tierra de Egipto,  (54)  y comenzaron a venir los siete años de hambre, tal como José había dicho, entonces hubo hambre en todas las tierras; pero en toda la tierra de Egipto había pan.  (55)  Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan; y Faraón dijo a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os diga.  (56)  Y el hambre se extendió sobre toda la faz de la tierra. Entonces José abrió todos los graneros y vendió a los egipcios, pues el hambre era severa en la tierra de Egipto.  (57)  Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque el hambre era severa en toda la tierra.

Nótese que José no “regaló” comida al pueblo; dice claramente que la vendió. Luego de trabajar duro por siete años, recolectando de la abundancia de la tierra, José se dedicó a vender lo acumulado.  No era un negocio personal de José, sino del rey de Egipto, el Faraón.  Más adelante veremos que el rey se va a quedar como el dueño de casi todo Egipto, ya que el hambre se va a extender por siete largos años (Gen. 47:13-26). 

HAMBRE EN TODA LA TIERRA
No sólo en Egipto hubo hambre, sino en toda la región, incluyendo Canaán.   Gente de todos lados llegaron a Egipto en busca de alimento, entre ellos la familia de Jacob. 

Jacob era un hombre próspero.  Pero el hambre y las sequías afectan a todos por igual.  La familia de Jacob tenía mucho ganado, pero no tenía como alimentarlo; contaban con riqueza y posesiones, pero no tenía a quien comprarle alimento para su familia.  Por eso, Jacob decidió mandar a sus hijos a Egipto para comprar grano.
(Gen. 42:1-5)  Viendo Jacob que había alimento en Egipto, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?  (2)  Y dijo: He aquí, he oído que hay alimento en Egipto; descended allá, y comprad de allí un poco para nosotros, para que vivamos y no muramos.  (3)  Entonces diez hermanos de José descendieron para comprar grano en Egipto.  (4)  Pero a Benjamín, hermano de José, Jacob no lo envió con sus hermanos, porque dijo: No sea que le suceda algo malo.  (5)  Y fueron los hijos de Israel con los que iban a comprar grano, pues también había hambre en la tierra de Canaán. 

Los hijos de Jacob fueron a Egipto con la misión de comprar grano, pero no sospechaban que en ese viaje se cruzarían con su hermano José.  Sin embargo, no lo reconocieron, pues él ya no era el joven que fue vendido como esclavo, sino que era todo un hombre que se había convertido en el gobernador de Egipto.
(Gen. 42:6)  Y José era el que mandaba en aquella tierra; él era quien vendía a todo el pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de José y se postraron ante él rostro en tierra. 

En ese instante se cumplió el sueño que Dios le había dado a José cuando era joven (Gen. 37:6-10): Sus hermanos se inclinaron ante él.  Era un momento histórico e importante para José, pero también emocional.  Seguramente en ese momento surgieron sentimientos cruzados—alegría por ver a su familia, pero dolor por la traición.  Fue un momento de prueba en el que José tuvo que decidir entre la venganza o el perdón…
(Gen. 42:7-9) Cuando José vio a sus hermanos, los reconoció, pero fingió no conocerlos y les habló duramente. Y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Y ellos dijeron: De la tierra de Canaán para comprar alimentos.  (8)  José había reconocido a sus hermanos, aunque ellos no lo habían reconocido.  (9)  José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos, y les dijo: Sois espías; habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra.

A primera vista, podría parecer que quería “vengarse” de sus hermanos; pero más tarde se hace evidente que sus actos no estaban motivados por la venganza, sino por los sueños que Dios le había dado.

EL PLAN DE JOSE
Si el plan de José hubiera sido vengarse de sus hermanos, lo hubiera podido hacer con facilidad.  Pero es evidente que sus intenciones eran otras y sus acciones eran parte de una estrategia.  José no reveló de inmediato su identidad como “hermano”, pues él tenía un plan…

El comentarista Rav Bin Nun explica que el plan de José era averiguar que sobre su hermano Benjamín, quien era el otro hijo de Raquel.  Quería averiguar si ellos se habían arrepentido de lo que le hicieron a él y cómo se habían comportado con su hermano menos, quien seguramente había ocupado su lugar como preferido de su padre.

Ante la acusación de ser espías (42:9), los hermanos respondieron lo siguiente:
(Gen. 42:10-12)  Entonces ellos le dijeron: No, señor mío, sino que tus siervos han venido para comprar alimentos.  (11)  Todos nosotros somos hijos de un mismo padre; somos hombres honrados, tus siervos no son espías.  (12)  Pero él les dijo: No, sino que habéis venido para ver las partes indefensas de nuestra tierra. 

José volvió a insistir acusándolos de ser espías, pero ellos siguieron defendiéndose.
(Gen. 42:13)  Mas ellos dijeron: Tus siervos son doce hermanos, hijos del mismo padre en la tierra de Canaán; y he aquí, el menor está hoy con nuestro padre, y el otro ya no existe. 

Al presionarlos, José obtuvo la información que quería—su hermano y su padre viven todavía.  Naturalmente, él no iba a creer solamente su palabra, sino que quería verlo con sus propios ojos.
(Gen. 42:14-17)  Y José les dijo: Es tal como os dije: sois espías.  (15)  En esto seréis probados; por vida de Faraón que no saldréis de este lugar a menos que vuestro hermano menor venga aquí.  (16)  Enviad a uno de vosotros y que traiga a vuestro hermano, mientras vosotros quedáis presos, para que sean probadas vuestras palabras, a ver si hay verdad en vosotros. Y si no, ¡por vida de Faraón!, ciertamente sois espías.  (17)  Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días. 

Tal vez en el fondo, José tuvo la tentación de vengarse de sus hermanos.  Pero se tomó tres días para procesarlo.  Luego de ese tiempo, cambió las condiciones: en lugar de que todos menos uno se quedaran, él dijo que sólo uno tendría que quedarse como garantía para traer al hermano menor.
(Gen. 42:18-20)  Y José les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios: (19)  si sois hombres honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestra prisión; y el resto de vosotros, id, llevad grano para el hambre de vuestras casas;  (20)  y traedme a vuestro hermano menor, para que vuestras palabras sean verificadas, y no moriréis. Y así lo hicieron. 

Con esta prueba, lo que estaba en el corazón de los hermanos salió a luz.  Les entró un sentimiento de culpabilidad.  Evidentemente ellos tenían su conciencia manchada, ya que pensaron que todo eso les acontecía por lo que habían hecho a José:  
(Gen. 42:21-23)  Entonces se dijeron el uno al otro: Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.  (22)  Y Rubén les respondió, diciendo: ¿No os dije yo: "No pequéis contra el muchacho" y no me escuchasteis? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre.  (23) Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos. 

José se conmovió al oír la confesión de sus hermanos… 
(Gen. 42:24-28)   se apartó José de su lado y lloró. Y cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Simeón, y lo ató a la vista de sus hermanos.  (25)  José mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino. Y así se hizo con ellos.  (26)  Ellos, pues, cargaron el grano sobre sus asnos, y partieron de allí.  (27)  Y cuando uno de ellos abrió su saco para dar forraje a su asno en la posada, vio que su dinero estaba en la boca de su costal.  (28)  Entonces dijo a sus hermanos: Me ha sido devuelto mi dinero, y he aquí, está en mi costal. Y se les sobresaltó el corazón, y temblando se decían el uno al otro: ¿Qué es esto que Dios nos ha hecho? 

José no se vengó; ni siquiera les cobró el grano que había comprado.  Él les estaba dando la oportunidad de probar que habían cambiado…



REACCION DE JACOB
Cuando regresaron a Canaán, le contaron a su padre todo lo que había sucedido.  También le contaron que debían regresar con Benjamín, para liberar a Simeón y para poder comprar más alimento (Gen. 42:29-35).  Pero Jacob no reaccionó bien a esa noticia…
(Gen. 42:36)  Y su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José ya no existe, y Simeón ya no existe, y os queréis llevar a Benjamín; todas estas cosas son contra mí. 

En este momento, vemos a Rubén tratando de tomar un lugar protagónico, como primogénito de Jacob. 
(Gen. 42:37)  Entonces Rubén habló a su padre, diciendo: Puedes dar muerte a mis dos hijos, si no te lo traigo; ponlo bajo mi cuidado, y yo te lo devolveré. 

Probablemente Rubén estaba tratando de congraciarse con Jacob, ya que luego de haber pecado contra su padre, cayó en desgracia (Gen. 35:22).  Pero Jacob ya no lo tomó en cuenta como primogénito (Gen. 49:3-4). 
(Gen. 42:38)  Pero Jacob dijo: Mi hijo no descenderá con vosotros; pues su hermano ha muerto, y me queda sólo él. Si algo malo le acontece en el viaje en que vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol.


Jacob siguió mostrando preferencia por los hijos de Raquel; él prefirió correr el riesgo de perder a Simeón que a Benjamín. 

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por las explicaciones de los pasajes bíblicos, que el Señor le siga guiando.

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  2. muy bueno el comentario Dios bendiga anu mas

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  3. Qué hermoso es saber esa confección de pecado de los hermanos a jose ... el abia tratado de un principió obtener su confección les dejó un versículo gálatas 6:7

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Son bienvenidos las dudas y comentarios (con el entendido que se hagan con respeto)...