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martes, 8 de septiembre de 2020

Daniel 11:15-35. Reino del norte y Antíoco en Israel

 

Continuamos con las profecías de Daniel capítulo 11, referentes al reino del sur (ptolomeos en Egipto) y el reino del norte (seléucidas en Siria), en el tiempo posterior a Alejandro el Magno…

           

EL NORTE TOMA ISRAEL

Israel era una “zona buffer” entre el reino del sur y el reino del norte. Al principio, los judíos quedaron como vasallos de los ptolomeos (sur), pero después de continuas guerras regionales, los seléucidas (norte) ocuparon “la tierra gloriosa” (Israel).

(Daniel 11:15-16) Vendrá, pues, el rey del norte, y levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte; y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas, porque no habrá fuerzas para resistir. Y el que vendrá contra él hará su voluntad, y no habrá quien se le pueda enfrentar; y estará en la tierra gloriosa, la cual será consumida en su poder.

 

La historia confirma que los seléucidas trataron de llegar a una paz con los ptolomeos a través de otra alianza matrimonial, pero no funcionó.

(Daniel 11:17-19) Afirmará luego su rostro para venir con el poder de todo su reino; y hará con aquél convenios, y le dará una hija de mujeres para destruirle; pero no permanecerá, ni tendrá éxito. Volverá después su rostro a las costas, y tomará muchas; mas un príncipe hará cesar su afrenta, y aun hará volver sobre él su oprobio. Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; mas tropezará y caerá, y no será hallado.

 

El siguiente versículo no tiene nada que ver con las guerras, pero también se cumplió al pie de la letra. La historia cuenta que Seleuco IV Filopater (Siria) se enfocó en cobrar impuestos, y mandó a saquear el Templo en Jerusalén (2 Macabeos 3). Pero él murió envenenado por uno de sus ministros.

(Daniel 11:20) Y se levantará en su lugar uno que hará pasar un cobrador de tributos por la gloria del reino; pero en pocos días será quebrantado, aunque no en ira, ni en batalla.

 

ANTIOCO IV

Tras la muerte de Filopater, subió al trono su hijo Antíoco IV. A partir de este momento, la profecía se concentra en este personaje, que servirá proféticamente como una figura del anticristo en los últimos tiempos. La profecía comienza describiéndolo como un hombre despreciable y engañador que va a usurpar el trono, y así sucedió en la historia. Dios le va a permitir que salga vencedor, pero sólo por un tiempo determinado—hasta que cumpla su propósito.

(Daniel 11:21-24) Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos. Las fuerzas enemigas serán barridas delante de él como con inundación de aguas; serán del todo destruidos, junto con el príncipe del pacto. Y después del pacto con él, engañará y subirá, y saldrá vencedor con poca gente. Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; botín, despojos y riquezas repartirá a sus soldados, y contra las fortalezas formará sus designios; y esto por un tiempo.

 

La profecía sigue diciendo que este rey se va a levantar contra el sur (Egipto), y los va a vencer. Y de nuevo, la profecía se cumplió en la historia, pues Antíoco conquistó todas las tierras hasta Egipto (excepto Alejandría).

(Daniel 11:25-28) Y despertará sus fuerzas y su ardor contra el rey del sur con gran ejército; y el rey del sur se empeñará en la guerra con grande y muy fuerte ejército; mas no prevalecerá, porque le harán traición. Aun los que coman de sus manjares le quebrantarán; y su ejército será destruido, y caerán muchos muertos. El corazón de estos dos reyes será para hacer mal, y en una misma mesa hablarán mentira; mas no servirá de nada, porque el plazo aún no habrá llegado. Y volverá a su tierra con gran riqueza, y su corazón será contra el pacto santo; hará su voluntad, y volverá a su tierra.

 

Estas palabras proféticas se cumplieron en la historia. Luego de guerras constantes, el rey del norte y del sur se sentaron con la intención de hacer una alianza de paz. Pero no lograron llegar a la paz porque ambos lados iban con engaños, y no con buenas intenciones. Por eso el intento de paz falló.

 

ANTIOCO EN ISRAEL

Luego que Antíoco venció a Egipto, la profecía dice que el rey puso su mira en la tierra de Israel.

(Daniel 11:29-30) Al tiempo señalado volverá al sur; mas no será la postrera venida como la primera. Porque vendrán contra él naves de Quitim, y él se contristará, y volverá, y se enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto.

 

Según estudiosos, Quitim se refiere a Roma. Los egipcios se aliaron con los romanos, y estos últimos atacaron a Antíoco, llegando en barcos a la costa del Mediterráneo. Esta fue una derrota que marcó a Antíoco.

 

La razón por la que Antíoco puso su vista en Israel es porque entre el pueblo judía comenzó a darse una guerra civil entre dos bandos: los fieles a Jehová y los judíos helenizados (es decir, los judíos que habían adquirido la forma de vida griega, abandonando la ley de Dios, la Torá). Antíoco IV apoyó militarmente a los judíos helenizados, y mandó a ocupar el Templo, provocando lo que se conoce como “la abominación desoladora”.

(Daniel 11:31) Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.

 

La guerra se complicó entre los judíos helenizados (llamados “violadores del pacto” en la profecía de Daniel) y los fieles a Dios. Ese fue el tiempo de la definición para el pueblo de Dios: se pondrían del lado de Dios o del enemigo. La profecía de Daniel considera este tiempo como un proceso de “depuración, limpieza y  emblanquecimiento” del pueblo de Dios.

(Daniel 11:32-35) Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará. Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo. Y en su caída serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas. También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo.

 

Todo esto pasó en el tiempo de los macabeos (en el período inter-testamentario, es decir, en el período entre el Antiguo y el Nuevo Testamento). Pero la profecía también habla de un líder en el futuro que se levantará al estilo “Antíoco”, y ese líder se conocerá como “el anticristo”. De esto hablaremos en el siguiente episodio…

 

 

Lección anterior: Daniel 11:1-4

Lección siguiente: Daniel 11:36-45 

 

2 comentarios:

  1. Que excelente Explicación Ana desde la Historia de Israel.. que maravilloso gracias por tan hermoso e interesante estudio.. que bien sobre que esta profecía es de doble cumplimiento pues el anticristo hará lo mismo que antioco. yo creo y también pido tu respetable opinión creo que el anticristo saldrá de la unión europea (daniel 9.26 y el pueblo de un príncipe que ha de venir) será judío de la tribu de dan? y creo que el anticristo será un impostor mentiroso diciendo que es príncipe, porque en el verso 21 de Daniel 11, dice ..., al cual no darán la honra del reino... no viene del linaje de David de la tribu de Judá del linaje real, así engañará a los judíos.

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  2. Me encanta tus estudios. Dios te bendiga cada día.

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