Bernabé y Pablo siguieron su primer viaje misionero por la región
Asia Menor; saliendo de Antioquía, siguieron hacia Iconio y Derbe…
Estando en Iconio, fueron a la sinagoga en el día de reposo, como
solían hacerlo.
(Hechos 14:1) Aconteció en Iconio que entraron
juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una
gran multitud de judíos, y asimismo de griegos.
Allí fueron bien recibidos…pero no por todos.
(Hechos 14:2) Mas los judíos que no creían excitaron
y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
La situación en esta ciudad fue diferente a la anterior. Aunque había gente que rechazó el mensaje, otras
personas sí lo recibieron. Por ello los
apóstoles decidieron quedarse, para cumplir allí el propósito por el cual
habían sido enviados.
(Hechos 14:3) Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando
con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su
gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios.
Pero llegó un punto en que tuvieron que tomar la decisión de
marcharse de allí porque sus enemigos estaban planeando hacerles daño.
(Hechos 14:4-7) Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y
otros con los apóstoles. (5) Pero cuando los judíos y los gentiles,
juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, (6) habiéndolo sabido, huyeron a Listra
y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina, (7) y
allí predicaban el evangelio.
Aun esta persecución sirvió para que el mensaje se propagara más en
la región, pues los obligó a visitar más pueblos vecinos.
MILAGRO
EN LISTRA
Al llegar a Listra, los apóstoles se encontraron con una
complicación. Históricamente, ese pueblo
se había mantenido apartada de la influencia griega y romana; por lo tanto, no
todos hablaban griego sino su idioma local: lengua licaónica. Ese pueblo era una especie de isla
cultural. Pero hay algo que trasciende
los idiomas y las lenguas: los milagros.
En Listra, el Señor permitió que se diera un gran milagro…
(Hechos 14:8-10) Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo
de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual,
fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran
voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
La gente se impresionó al ver el milagro…
(Hechos 14:11-13) Entonces la gente, visto lo que Pablo
había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la
semejanza de hombres han descendido a nosotros.
Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el
que llevaba la palabra. Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba
frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y
juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.
La gente a quienes les estaban compartiendo no conocían al Dios de
Israel, sino sólo a sus dioses paganos.
Por eso, al ver el milagro, pensaron que sus dioses lo habían hecho, y
llegaron a creer que Pablo y Bernabé eran la encarnación de éstos. A Bernabé lo compararon con Jupiter, quien era
el dios mayor de los griegos; Mercurio
era el mensajero de los dioses, y a éste lo relacionaron con Pablo.
¿Por qué decidió el pueblo ofrecer un sacrificio a los “dioses” en
ese mismo momento? Probablemente por una
leyenda popular. Según esta, en una
ocasión los dioses Júpiter y Mercurio decidieron bajar del Olimpo, y lo
hicieron disfrazados como hombres. Todos
los trataron con indiferencia, como suelen hacer con los extranjeros, excepto
por una pareja de ancianos que los acogieron en su casa. Como resultado, los dioses castigaron al pueblo,
pero premiaron a la generosa pareja asignándoles el sacerdocio del Templo de
Júpiter.
Luego del milagro, el pueblo de Listra pensó que los dioses habían
decidido presentarse de nuevo ante los hombres, y en esta ocasión no querían
dejar de reconocerlos. Por eso se
dispusieron a ofrecer sacrificios en su honor.
Al darse cuenta de lo que estaba pasando, Pablo y Bernabé los
frenaron.
(Hechos 14:14-15) Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo,
rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces y
diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres
semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis
al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos
hay.
Contrario a lo que hizo Herodes Agripa al aceptar la alabanza de
los hombres, Pablo y Bernabé les aclararon que ellos no eran dioses sino sólo
hombres llenos del Espíritu Santo (Hechos 12:21-23) .
Sin duda Pablo deseaba que el mensaje de Dios llegara a esa comunidad
y fuera aceptado, pero no de esa forma. Por
eso, les dijo lo siguiente…
(Hechos 14:16-17) En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes
andar en sus propios caminos; si bien no
se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y
tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
Dado que la gente de este pueblo no conocían al Dios de Israel ni
la Torá, Pablo habló en términos generales del “Dios que hizo el Cielo y la
Tierra”. A pesar de la explicación, el
pueblo no les prestó atención; ellos seguían pensando lo mismo. Los paradigmas que el ser humano se crea en
su mente son difíciles de derribar, a menos que uno esté abierto a descubrir la
verdad aceptando que lo que uno ha creído es erróneo. Pablo logró que la gente no hiciera
sacrificios en su nombre, pero el pueblo no entendió por qué.
(Hechos 14:18) Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir
que la multitud les ofreciese sacrificio.
Lo irónico es que mientras unos querían adorarlos, otros querían
matarlos…
(Hechos 14:19) Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de
Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le
arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
El ánimo del ser humano puede ser muy volátil, especialmente si se
deja llevar por las emociones. Los que
al principio querían adorar a Pablo, se dejaron convencer por los
enemigos. En un momento, cambiaron de
opinión y se voltearon en contra del apóstol.
Ya que ellos habían aclarado que no eran dioses, entonces no tuvieron
empacho en que los otros hicieran con ellos lo que quisieran. Al fin apedrearon a Pablo, y lo dejaron por
muerto.
Pero el Señor guardó su vida, y sus acompañantes lo
rescataron. Al día siguiente, se
marcharon de ese lugar.
(Hechos 14:20) Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró
en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe.
En una de las cartas que le escribió a Timoteo, Pablo expresa lo que vivió en ese primer
viaje misionero…
(2 Timoteo 3:10-11) Pero tú has seguido mi doctrina,
conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones,
padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en
Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.
La Biblia es clara diciendo que los creyentes vamos a padecer
persecución y rechazo. Lo dijo Jesús, y
también Pablo y Pedro…
(Mateo 10:22-23) Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere
hasta el fin, éste será salvo. Cuando os persigan en esta ciudad, huid a
la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las
ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.
(Juan 15:19-21) Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero
porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su
señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han
guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán
por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
(Juan 16:1-4) Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán
de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará
que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a
mí. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os
acordéis de que ya os lo había dicho.
(1 Pedro 4:12-16) Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que
os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos
por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también
en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois
vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso
Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es
blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros
padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo
ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino
glorifique a Dios por ello.
Aunque hubo persecución y tuvieron que huir de algunos lugares, la
misión no fue en vano, sino que se puede considerar como exitosa, ya que muchos
creyeron en Yeshua y dejaron formadas congregaciones de creyentes.
(Hechos 14:21-23) Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y
de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en
la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios. Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y
habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Después de dejar establecidas varias congregaciones de creyentes,
Pablo y Bernabé regresaron a Antioquía de Siria. Aun en el camino, dondequiera que pasaban
ellos compartían el Evangelio.
(Hechos 14:24-26) Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia. Y habiendo predicado
la palabra en Perge, descendieron a Atalia. De allí navegaron a Antioquía,
desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que
habían cumplido.
Ya de vuelta en Antioquía, compartieron con los hermanos todo lo
que había acontecido en este primer viaje misionero.
(Hechos 14:27-28) Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia,
refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto
la puerta de la fe a los gentiles. Y se quedaron allí mucho tiempo con los
discípulos.
En este tiempo en que Pablo permaneció en
Antioquía, llegó también Pedro. Fue en
esa ocasión cuando Pedro y Pablo tuvieron un conflicto, el cual está descrito
en Gálatas…
(Gálatas 2:11-14) Pero
cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues
antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero
después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la
circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de
tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero
cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a
Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como
judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
Parece ser que a Pedro le importaba mucho lo
que la gente dijera de él, en especial los judíos religiosos. A pesar de la experiencia que tuvo en Cesarea
con Cornelio, él volvió a dejarse llevar por los judíos religiosos, y cuando
estaba con ellos pretendía “apartarse de los gentiles”.
Pablo vio la hipocresía de Pedro, y lo
confrontó. Su argumento era el
siguiente:
(Gálatas 2:15-16) Nosotros,
judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que
el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de
Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados
por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de
la ley nadie será justificado.
Este conflicto no era sólo una diferencia de
opinión entre Pedro y Pablo. Los nuevos
creyentes en Yeshua tenían muchas dudas… Cuando los gentiles creían en Yeshua
¿debían ellos también cumplir con toda la Ley (Torá)? La respuesta a esta pregunta será respondida
en el siguiente capítulo, en el contexto de un Concilio…
muy bien
ResponderEliminarel estudio biblico esta hermoso , el que lo puesto como estudio biblico tiene bastante exagesis y metafora esty agradecido de eso ,porque es una vendicipn para mi alma y corazon , DIOS JESUCRISTO LO VENDIGA SIEMPRE mil saludos del hno santos torres
EliminarBastante interesante y clara la descripción de este capítulo del libro de los hechos.
ResponderEliminarGRACIAS por el Esfuerzo y dedicación.
ResponderEliminarComo leo el siguiente capitulo..quiero seguir estudiando esto
ResponderEliminarPara seguir con el estudio de HECHOS:
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Me ayudan mucho sus explicaciones .Siempre me costaba entenderla .Estoy muy agradecida.
ResponderEliminarMuchas gracias
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