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viernes, 5 de septiembre de 2025

NUMEROS 8:5-26. Consagración de los levitas


En capítulos anteriores (Números 3 & 4), leímos sobre la elección que Dios hizo de la tribu de Levi para estar completamente dedicada a Él y al servicio del Tabernáculo. De nuevo, en el capítulo ocho, se vuelve a resaltar la importancia de esta tribu. Los levitas ya habían sido apartados y contados, pero antes de comenzar la marcha hacia la Tierra Prometida, todavía debían realizar la ceremonia de consagración, y esto es lo que se describe en la segunda parte del capítulo ocho… 


TRIBU COMO OFRENDA

En el capítulo siete leímos sobre las ofrendas para la inauguración del Tabernáculo que presentaron todas las Tribus de Israel, excepto una: la Tribu de Leví. Eso no fue discriminación, sino que obedecía al rol especial que los levitas jugarían. 


Dios mismo señala que la tribu de Levi sería la ofrenda misma.

(Números 8:13-14) Y presentarás a los levitas delante de Aarón, y delante de sus hijos, y los ofrecerás en ofrenda a Jehová. Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas. Después de eso vendrán los levitas a ministrar en el tabernáculo de reunión; serán purificados, y los ofrecerás en ofrenda.


Esto no quiere decir que iban a morir en sacrificio, sino que serían “sacrificio vivo” (Rom. 12:1), dedicando sus vidas al servicio de Dios. Esto no sólo implicaba realizar las tareas del Tabernáculo, sino también mantener una vida de santidad para poder acercase a Dios en representación de todo el pueblo.


Servir a Dios es un gran privilegio, pero también conlleva una gran responsabilidad. Ellos debían mantener un nivel superior de santidad porque ellos entraban al Tabernáculo, donde se manifestaba la Presencia de Dios—y todas estas leyes de santidad las estudiamos en Levítico. Pero si los levitas no hacen las cosas como Dios manda, corren el riesgo de morir, tal como le sucedió a los hijos de Aarón en la inauguración del Tabernáculo (Levítico 10:1-7). 


En cierta forma, los levitas se convirtieron en una especie de intermediarios entre Dios y el pueblo, sobre todo Aarón (el sumo sacerdote) y su linaje, quienes eran los sacerdotes que entraban al Lugar Santo. Y el resto de los levitas servían como asistentes de los sacerdotes. 

(Números 8:19) Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.


EN LUGAR DE LOS PRIMOGÉNITOS

Parte central de la ceremonia de consagración era confirmar que los levitas iban a tomar el lugar de los primogénitos. Esto ya lo habíamos comentado en el capítulo 3 (Ver: NUMEROS 3c (3:11-16;39-51) Los Levitas y la Redención de los Primogénitos ), pero con esta ceremonia se hizo efectivo. 


Era importante hacer esta transferencia de primogénito a levita de forma pública, para que todo el pueblo estuviera consciente de ello y presentes en la ceremonia. Dios pidió que los representantes de las tribus impusieran manos sobre los levitas para hacer esa transferencia espiritual. 

(Números 8:9-11) Y harás que los levitas se acerquen delante del tabernáculo de reunión, y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel. Y cuando hayas acercado a los levitas delante de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas; y ofrecerá Aarón los levitas delante de Jehová en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová.


En este momento, el Señor les recuerda que todo primogénito era de Él, luego de haberlos salvado de la muerte en Egipto (Éxodo 13:1-2, 12-16). Pero ahora el privilegio de servir a Dios en el Tabernáculo caería sobre los levitas.

(Números 8:16-18) Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel. Porque mío es todo primogénito de entre los hijos de Israel, así de hombres como de animales; desde el día que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí. Y he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel.


Y para que no se olvidaran de esto, la Biblia instruye que, de generación en generación, los primogénitos tendrán que ser redimidos pagando un rescate (Exodo 13:12-16).

(Éxodo 13:12-13) dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz…También redimirás al primogénito de tus hijos. 


DEDICACIÓN Y PURIFICACIÓN

Además de la imposición de manos sobre los levitas, esta ceremonia también incluía sacrificios y lavamientos: 


a. SACRIFICIOS DE EXPIACIÓN

El sacrificio de expiación es para perdón de pecados. Los levitas debían comenzar en limpio su nueva responsabilidad.

(Números 8:5-6) También Jehová habló a Moisés, diciendo: Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos.


(Números 8:8) Luego tomarán un novillo, con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite; y tomarás otro novillo para expiación.


(Números 8:12) Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos; y ofrecerás el uno por expiación, y el otro en holocausto a Jehová, para hacer expiación por los levitas.


b. LAVAMIENTO o RITUAL DE PURIFICACIÓN

El ritual de purificación incluía: 

* Ser rociados con el agua de la expiación;

* Lavar sus vestimentas; 

* Rasurar todo su cuerpo.


(Números 8:7) Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y serán purificados.


Algo curioso es que este ritual de purificación es similar al que debe hacer un leproso cuando ya se sanó, y quiere reincorporarse a la comunidad (Levítico 14:8-9). 


En la Biblia hay muchas cosas que no entendemos a cabalidad, pero Dios tiene su razón y propósito para cada cosa que Él ordena.


HICIERON COMO DIOS MANDÓ

Aunque no entendamos todo, lo que nos toca es obedecer a Dios…y eso fue lo que hizo Moisés, Aarón y todo Israel. 

(Números 8:20-22) Y Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas; así hicieron con ellos los hijos de Israel. Y los levitas se purificaron, y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda delante de Jehová, e hizo Aarón expiación por ellos para purificarlos. Así vinieron después los levitas para ejercer su ministerio en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.


TIEMPO DE SERVICIO EN EL TABERNÁCULO

El capítulo ocho termina explicando sobre el tiempo de servicio que deben prestar los levitas:


Dios determinó un margen de edad para aquellos levitas que sirvieran en el Tabernáculo (y posteriormente en el Templo); es decir, debían tener entre 25 a 50 años.

(Números 8:23-25) Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: Los levitas de veinticinco años arriba entrarán a ejercer su ministerio en el servicio del tabernáculo de reunión. Pero desde los cincuenta años cesarán de ejercer su ministerio, y nunca más lo ejercerán.


En el caso del Tabernáculo, Dios determinó este límite de edad porque el trabajo allí muchas veces podía ser pesado, y se necesitaba de toda su vitalidad para ayudar a los sacerdotes con los animales de sacrificio, el cargamento y la limpieza de todo.


A partir de los 50 años, los levitas ya no debían hacer ese trabajo pesado. Sin embargo, eso no quería decir que se irían de retiro, sino que su trabajo sería menos cargoso físicamente. Aquí habla de que los mayores de 50 años se dedicarían a la guardia. 

(Números 8:26) Servirán con sus hermanos en el tabernáculo de reunión, para hacer la guardia, pero no servirán en el ministerio. Así harás con los levitas en cuanto a su ministerio.


En tiempos modernos tal vez lo llamaríamos “jubilación”, pero no es exactamente eso. En realidad la Biblia no habla de retiro del trabajo, porque el hombre siempre puede ser útil y colaborar con la comunidad de alguna forma. Tal vez en la vejez un hombre no puede realizar trabajos pesados, pero sí pueden cambiar de actividad de acuerdo a su edad. Pueden servir de muchas otras formas, tal como: servir de guardias, enseñar, servir como jueces, o aconsejar a los jóvenes a quienes les falta conocimiento y experiencia.


Dios fue tan sabio al escoger a la tribu de Levi, pues así ellos pudieron bendecir a todas las tribus con la porción espiritual que todos necesitaban. 


*** 


Más estudios de este libro: NUMEROS 


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